Este domingo, Toni Roberto despide a una de sus fieles oyentes, Reina Talavera de Jara Casco, con un corto pero memorable hasta siempre “Reina, la de las Selecciones” a partir de una vieja colección de revistas Selecciones que había formado con su marido, Ranulfo Jara Casco.

  • Por Toni Roberto

Era una tarde de sábado allá a mediados del año 2014. Recibo un mensaje que decía: “Mi abuela es tu oyente y quiere regalarte toda su colección de Selecciones antes de par­tir”. Fue la sensación más hermosa y tierna que escu­ché en aquellos largos once años de estadía en la radio de la calle Choferes del Chaco. Era una vecina de la calle 15 de Agosto entre Segunda y Tercera Proyectada.

En aquella época me enfo­caba más que nada en el “barrio en que vivía”, para­fraseando al antiguo “barrió­logo” Manolo Prieto. Me manifestó que sentía que yo tenía que tener esas piezas en mi poder, ofrendarme los recuerdos de aquella serie que coleccionaba con su marido Ranulfo Jara Casco. Ella, Reina Talavera de Jara Casco, era habitante de una cuadra muy particular y variopinta que iba desde la parroquiana de misa diaria del Cristo Rey, Colombia da Ponte, hasta el no muy bien recordado, o sí, Dado Rojo.

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Reclame. Selecciones, julio de 1966. Colección Jara Casco

“TEN FE, TONY”

Llegó el día y su nieto polí­tico César Carvallo me hizo entrega de las cajas que con­tenían esa inmensa colec­ción de tan popular revista que hasta hoy sigue vigente. El día siguiente decido abrir una de ellas y llevar a la radio. La segunda sorpresa: quito una y mi emoción no tuvo límites. La tapa de la misma rezaba: “Ten fe, Tony”. Fue una sensación memorable en mi relación con esta dama de Asunción que había nacido en la culta Guairá en el año 1930. Una relación muy particular, pues en todos estos años yo no llegué a hablar con ella. Todos mis contactos fueron a través de su nieta o de su hija María Liz, pero, a pesar de ello, desde hace nueve años formaba parte de la legión de señoras que noche a noche escuchaban silenciosamente el antiguo “Cuadernos de barrio”, primero en Ñandutí y después en el que fuera Grupo Nación, hoy Nación Media.

A veces las ausencias son presencias y así fue que cuando abría y leía artí­culos de tan prestigiosa y legendaria revista era como encontrarme con ella. Desde un número del año 52 celosamente guardado en una bolsita de plástico que decía “Asun­ción 1952″, pasando por los números de los años 60 y los 70, en los que se puede ver también la evolución de la gráfica publicitaria de tan particulares décadas, desde la época de los grandes dibu­jantes artísticos publicita­rios hasta entrados los años 90 con la consolidación de la era digital en los medios.

Colección Jara Casco - Talavera. Selecciones, enero de 1977

COCHES DE MI JUVENTUD Y BUENOS MODALES DE AYER

Un primoroso artículo de abril de 1954 sobre el primer auto de un joven de los años 30, pasando por otro de 1952 titulado “Buenos modales de ayer”, que dice: “Este librito se escribió en 1834 como una guía seria de los buenos modales. Ilustra de un modo divertido las costumbres de un tiempo ya ido”. Al final, me despido de Reina sin conocerla, sin haber siquiera escuchado su voz. Reina Talavera Vda. de Jara Casco (1930-2023), su acto de entrega, como los obse­quios que me hace Cristina Gómez Sanjurjo, al igual que cuando María Raquel Prono me entregó sus recortes de natación de los inicios de los años de gloria de este deporte en el Paraguay. Ellas coincidían diciéndome: “Esto no puede estar en mejores manos”. Muchas veces, cortas y simples frases pueden ser recordadas para siempre, más que compli­cadas piezas literarias, más que algún sesudo análisis de arte. A veces es mejor pensar menos y emocionarse más. Eso aprendí con Reina de Jara Casco, que ya partió, pero que reinará para mí para siempre como Reina, la de las Selecciones.

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