Entrevista: Augusto Pizurno - Texto: Luis Ríos - Fotos: AFP y gentileza

Como parte del documental “Pecci, la leyenda de un campeón”, el ex número 1 mundial del tenis conversó largo y tendido sobre varios temas. Su relación con Víctor, sus rivalidades con Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl, una curiosa visita a una discoteca asuncena y más.

John Patrick McEnroe no necesita presentación. Sus 7 títulos de Grand Slam, 3 ATP World Tour Finals, 77 títulos individuales y 78 en dobles hablan por él. Sigue siendo el tenista masculino con más títulos combinados en la era abierta, con 156, y a pesar de su “mal carácter” en los courts, es una absoluta leyenda del deporte en general y eso no tiene mucha discusión.

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McEnroe se hizo notar ante el mundo con su gran habilidad al llegar a las semifinales de Wimbledon de 1977 con solo 18 años y viniendo desde las preclasificatorias. “Cuando yo empecé a jugar todavía jugábamos con raquetas de madera, así que el ritmo del juego era más lento. Había, en cierto modo, más estrategia, porque había que trabajar el punto, mover al oponente y no había necesidad de pensar a futuro como en una partida de ajedrez”, recuerda sobre aquellos días.

Al analizar las diferencias de ahora con su época, detalla que hoy por hoy y gracias a la tecnología las raquetas tienen más potencia, las cuerdas tienen mayor potencial de giro, los jugadores son más grandes, entienden mejor la recuperación, saben qué comer y cómo hacer que sus carreras duren más tiempo. “Todo ese tipo de cosas que no nos percatamos anteriormente”, sostiene.

Hace hincapié en que la ciencia del deporte de aquella época no estaba tan avanzada como lo está ahora, así que el juego era más rápido. “De igual modo, creo que para ser el mejor en cualquier año, hay que ser un gran atleta. Hay que tener fuerza, es lo que claramente se necesita ahora, pero el juego tiene un ritmo mucho más rápido”, asegura.

“(Ivan) Lendl en los años 80, por ejemplo, era un tipo grande, con gran saque que no subía a la red con frecuencia. Luego, mostró su gran golpe de drive que terminó siendo un presagio de las jugadas que vemos hoy. Ya no se ve el estilo de juego que nosotros solíamos jugar, como el saque-volea”, compara.

¿Por qué se usaba tanto el saque-volea? Porque tres de los cuatro torneos majors se jugaban en canchas de césped, que en la mayoría de las veces no estaban en la mejor forma, según el ex número 1 del mundo. “Eso hacía que haya rebotes malos, generalmente mucho más bajos, favoreciendo a los que mejor saben usar la volea”, recuerda.

Hoy en día se juega más sobre cemento, el US Open es en cemento, el Australian Open es en cemento y Wimbledon cambió su tipo de césped para mejorar el rebote y la firmeza. “Es así que los jugadores pueden quedarse atrás mucho más tiempo del que podían anteriormente y ganar juegos sin tener que acercarse a la red”, subraya.

John McEnroe jugó en 1980 en Bogotá un partido de exhibición contra Víctor Pecci.

MCENROE Y PECCI

John McEnroe era conocido por su estilo de juego agresivo y su habilidad en la red, lo que le permitía cerrar rápidamente los puntos. Era un jugador muy inteligente, capaz de leer los movimientos de su oponente y anticipar sus tiros para responder con eficacia. Además, tenía una gran técnica en su servicio, lo que le permitía dominar a sus rivales desde el comienzo del juego.

Por otro lado, Víctor Pecci era un jugador más defensivo, que se destacaba por su capacidad para desplazarse por la cancha con rapidez y responder con precisión a los tiros de su oponente. Era conocido por su fuerza física y su resistencia, lo que le permitía mantenerse en el partido incluso en las situaciones más difíciles. El paraguayo también tenía un buen servicio y un golpe de derecha poderoso, lo que le permitía controlar el ritmo del juego.

“Víctor combinó todo lo que me gustaba ver en el tenis: un buen toque en la red y la habilidad de moverse bien. Era un tipo grande, un tipo atractivo, tenía personalidad, trajo energía al deporte que me gustaba mucho. Jugué contra él un año después de su gran paso por el Abierto de Francia. Jugamos en Queen’s Club (en 1980) así creo que él estaba en el punto más alto, o cerca del punto más alto de su carrera”, recuerda John.

Aquel partido en Queen’s Club - Great Britain terminó con un contundente 6-4, 6-0 a favor del americano. “Yo quería mostrarle a ese muchacho de Paraguay que jugaba en polvo de ladrillo quién es el jefe en las canchas de césped”, comenta entre risas.

John McEnroe dice que lo primero que le llamó la atención de Pecci fue su cabello. “Me gustaba mucho su cabello. Él es un poco más viejo que yo, pero lo conocí recién en la misma época en la que yo surgí, a finales de los años 70. Honestamente, supe quién era él después de convertirme en profesional. Yo ya jugaba en el 77 y en el 78, pero sé que el año 79 fue un gran año para él, ganó reconocimiento y su estilo de juego era de mi agrado”, afirma.

Profundizando en su estilo de juego, cree que una combinación de su personalidad, que se ganó muchos seguidores, y su toque fueron las claves de su éxito. “Él era un tipo conocido por jugar en polvo de ladrillo, tenía un gran toque alrededor de la red, usaba el drop-shot y tenía un poderoso saque”, recuerda el ex número 1 sobre los detalles a tener en cuenta cuando uno se enfrentaba a Víctor.

“Era un estilo similar, de alguna manera, al mío, porque él estaba muy cómodo cerca de la red y variaba sus efectos y velocidades, algo que a mí también me gustaba hacer. Su atractivo era ser una especie de aventurero. Daba la impresión de que amaba jugar y traía energía positiva a la cancha, eso atrajo muchos seguidores nuevos al tenis”, remarca.

En general, ambos jugadores tenían estilos de juego muy diferentes, pero igualmente efectivos. McEnroe era más agresivo y buscaba cerrar los puntos rápidamente, mientras que Pecci se destacaba por su defensa y resistencia. Cada uno de ellos logró un gran éxito en su carrera y su estilo de juego único es recordado por los fanáticos del tenis hasta el día de hoy.

John McEnroe junto con Coco Gauff durante un partido por la paz en beneficio a Ucrania en Nueva York.

LA IMPORTANCIA DE TENER UN DEPORTISTA COMO PECCI

Los costos de la práctica de deportes que no son el fútbol de campo (y particularmente el masculino) en Paraguay pueden ser altos para muchas personas debido a la falta de inversión en infraestructuras deportivas y la falta de patrocinio a nivel gubernamental y empresarial. En ese sentido, para McEnroe es clave que aparezcan personas como Pecci.

A pesar de estas limitaciones, muchos atletas en Paraguay siguen logrando éxito en sus deportes, demostrando su dedicación y esfuerzo en condiciones a menudo desfavorables. “Paraguay es un país pequeño y normalmente uno no piensa que un jugador del top 10 podría venir de allí. Así que creo que es vital para el deporte que las personas de cualquier parte del mundo puedan creer que, en el conjunto correcto de circunstancias, también pueden lograrlo”, indica John McEnroe.

En particular, el tenis es un deporte caro en todo el mundo. “En Estados Unidos, más específicamente en Nueva York, de donde provengo y donde vivo ahora mismo, sigue siendo difícil costear el tenis, no es lo suficientemente accesible para todos. Me imagino que en Paraguay es igual. Es de suma importancia tener jugadores como Víctor, que sigan promoviendo el deporte para que eso pueda cambiar en el futuro”, reflexiona McEnroe.

“Pecci es el ejemplo del jugador que necesitamos en el deporte, alguien con personalidad, que aporte algo más allá del buen tenis. Es un aventurero, o como dicen en francés tiene joie de vivre (alegría de vivir), tiene amor al deporte y ganas de atraer interés a él. Son elementos importantes para los jugadores a la hora de contribuir al medio y él tenía todo eso”, elogia.

El capitán del equipo Europa Björn Borg junto con el capitán del equipo Mundo John McEnroe, durante el Laver Cup en el O2 Arena de Londres en setiembre del 2022.

LAS BATALLAS CONTRA LENDL, CONNORS Y BORG

Los partidos de John McEnroe contra Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl son considerados especiales por varias razones. Los partidos entre estas leyendas se caracterizaban por una gran rivalidad, tanto en la cancha como fuera de ella. Estos jugadores tenían personalidades muy diferentes y a menudo chocaban entre sí, lo que añadía una dosis extra de tensión y drama a cada partido.

Así es que formaron parte de una de las épocas más emocionantes y competitivas en la historia del tenis. Durante la década del 80, los cuatro eran considerados los mejores jugadores del mundo y sus enfrentamientos en las canchas eran muy esperados por los aficionados al tenis de todo el mundo.

“Ellos tres son mis mayores rivales. Cuando recién surgí en la escena, jugué contra Jimmy Connors en la semifinal de Wimbledon. Yo tenía tan solo 18 años. Fue un momento de aprendizaje sobre cómo jugar y competir a nivel profesional. Eventualmente yo pude vencer a Connors, pero creo que perdí contra él las primeras cuatro veces que nos enfrentamos”, recuerda.

Estos jugadores tenían estilos de juego muy diferentes, lo que hacía que cada partido fuera emocionante e impredecible. McEnroe era conocido por su juego agresivo y su habilidad en la red, mientras que Borg era un jugador más defensivo con un estilo de juego basado en la consistencia y la resistencia física.

“De hecho, vencí a Björn Borg la primera vez que jugamos en Estocolmo, lo cual fue un gran momento en mi carrera en 1978. Sentir que podía vencer al mejor de los mejores fue enorme para mí. Diría que él fue el rival más grande que tuve porque jugamos cuatro finales consecutivas en los momentos más importantes, específicamente en Wimbledon y el US Open en los años 80-81. Fue una gran rivalidad, pero todas ellas lo fueron”, admite.

En tanto, Jimmy Connors era un jugador muy atlético, que se destacaba por su capacidad para moverse rápidamente por la cancha y responder con precisión a los tiros de sus oponentes. Lendl, por su parte, tenía un estilo de juego basado en la potencia de sus golpes y su capacidad para controlar el ritmo del partido.

“A Ivan Lendl lo conocía de los torneos juveniles, nos enfrentamos en el Banana Bowl en Santos, Brasil, a principios de 1977, luego en el Roland Garros juvenil. Ya sabía de lo que era capaz y terminó siendo uno de mis adversarios más grandes. Algunos partidos fueron mejores que otros para mí, obviamente. Pero cuando perdí contra él en el Abierto de Francia, las cosas cambiaron. Él empezó a vencerme una y otra vez al final de mi carrera, fue muy decepcionante”, lamenta.

McEnroe, durante un torneo de tenis de Róterdam en 1979.

EL DOLOR EN LAS DERROTAS

Víctor Pecci y John McEnroe tienen en común haber perdido finales de Grand Slam ante Björn Borg. “Big Mac” cayó en Wimbledon de 1980 por 1-6, 7-5, 6-3, 6-7, 8-6 en un partido considerado entre los mejores de la historia del tenis. Un año antes, Pecci hizo historia para el deporte paraguayo llegando por primera vez a la final del Abierto de Francia, pero cayendo ante ese mismo rival por 6-3, 6-1, 6-7, 6-4.

McEnroe también llegó a una final de Roland Garros en 1984, en donde fue derrotado por Lendl con un marcador de 3-6, 2-6, 6-4, 7-5, 7-5. “Perder es un sentimiento terrible, eso es lo que puedo decir. Fue la peor derrota de mi carrera (contra Lendl). No creo que haya sido la peor derrota de la carrera de Víctor porque Björn Borg y Rafael Nadal son dos de los mejores jugadores de polvo de ladrillo con los que me he enfrentado”, asegura.

John pudo tener revancha con Björn en otras finales y ganarle, pero Víctor lastimosamente no puede contar la misma historia. Las finales en Francia no son comparables a su criterio. “Ese fue un momento cumbre para mí, se esperaba que yo ganara. Víctor no era el favorito, así que el hecho de que ganara un set fue bueno. Las situaciones eran diferentes, es muy duro perder cuando estás tan cerca”, insiste.

¿Qué se siente perder la final de un Grand Slam? “Yo no sé cómo él (Pecci) se sintió al respecto. Tal vez se sintió de la misma manera que yo; sentir que vas a tener oportunidad de ganar el torneo más adelante. Te esmeras en tratar de ser el mejor en polvo de ladrillo, crees que tendrás más chances y al final nunca vuelves a ese punto otra vez. Es difícil mirar atrás, pero al menos ambos podemos decir que logramos llegar a la final (en París). Se siente como un vacío cuando nunca logras ganar”, ahonda.

LA CLAVE PARA HACER HISTORIA

Los partidos entre John McEnroe, Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl fueron especiales por la época en que se jugaron, los estilos de juego de los jugadores y la rivalidad que existía entre ellos. Cada partido era una muestra del más alto nivel de tenis y dejó un legado duradero en la historia del deporte.

Según McEnroe, todos ellos hicieron historia porque tenían hambre y voluntad de ganar, pero muchos jugadores tienen eso. “La gente se siente atraída hacia la personalidad o el aura. Creo que Borg tenía ese aura, era increíble y muchos fanáticos lo sentían. Lendl era el chico malo, como Ivan Drago en las películas de Rocky, y la gente también sentía afección hacia él, al menos a mi parecer. En definitiva, creo que eso lo ayudó a pesar de que estaba comenzando a lastimarlo”.

A su vez, dice que Connors jugaba con una intensidad increíble y nunca había visto a nadie esforzarse tanto como él hasta que vio jugar a Rafael Nadal. “Ese nivel de deseo es muy atrayente para los fanáticos. Yo traté de copiar a Jimmy Connors y jugar con esa misma intensidad cada vez que pisaba la cancha, lo cual era difícil de hacer, pero es lo que trataba de hacer, trayendo mi propia personalidad y energía a la cancha”, destaca John.

El tenis es un deporte que se caracteriza por su vertiginosidad, es decir, por la rapidez y agilidad con que los jugadores deben moverse y reaccionar en la cancha. Eso también se traslada a la cabeza de los jugadores porque deben mantener la concentración y la estrategia durante todo el partido. La capacidad de leer y anticipar los movimientos del oponente, así como la capacidad de mantener la calma bajo presión son factores clave en la victoria.

“En el tenis uno no se da cuenta, donde quieras que estés, del crecimiento. Inclusive para mí, en Nueva York, una de las ciudades más grandes del mundo, no me daba cuenta de lo masivo que es el deporte a escala mundial y que la gente te reconoce, en cierta medida, en todas partes. Sentía que la gente me reconocía en todos los lugares a los que fui a lo largo de mi carrera. De alguna forma, eso se siente muy bien”, sintetiza McEnroe sobre su etapa como jugador.

McEnroe, en Wimbledon 1981.

MCENROE EN PARAGUAY

John McEnroe visitó Paraguay en 1995 invitado por Víctor Pecci. Ambos ya retirados de la actividad profesional, aprovechaban para realizar partidos de exhibición, entretenerse y entretener a la gente y de paso recordar viejas anécdotas. Más allá de no estar en actividad, su presencia se convirtió en todo un evento para los seguidores del deporte en general.

“Lo recuerdo. Mi esposa estaba embarazada cuando me acompañó para allá. Víctor tenía ideas. Ya no estamos en la flor de nuestra edad, pero en aquel entonces la pasamos bien, al menos eso espero para él, y para mí también porque creo que es importante difundir el tenis por todo el mundo”, recuerda John sobre aquella visita.

En ese entonces, McEnroe ya estaba en pareja con la ex integrante de Scandal, la cantante Patty Smith (y siguen casados hasta hoy), pero también es amigo íntimo de la vocalista de The Pretenders, Chrissie Hynde. Por estos vínculos, se le pudo ver sobre los escenarios en más de una ocasión, siendo la guitarra su instrumento más utilizado. En aquella visita, Paraguay fue testigo de su otro talento.

En aquel entonces, el Caracol Dance Club era el sitio de moda. Hoy deja un mar de recuerdos en prácticamente cuatro generaciones de paraguayos que acudían al lugar cada noche a distenderse del trajín diario. La legendaria discoteca recibió la visita de McEnroe, Smith y una banda que acompañó a John con un show.

“Normalmente no tocamos frente a tanta gente, pero ese día había mucho público. Espero que no haya grabaciones. Mi tenis está peor, pero mi música mejora cada vez más, así que eso es lo bueno. Fue un viaje divertido para mí, porque pude jugar tenis y tocar música a la vez”, bromea sobre aquella improvisada presentación. Finalmente, McEnroe la pasó bien en nuestro país.

La Catedral del Ruido fue un lugar de moda y diversión que marcó un status por muchos años en la sociedad paraguaya y hoy se mantiene vivo en la memoria colectiva y la historia de los espectáculos en nuestro país. Aquel lugar también sorprendió al ex número 1. “Recuerdo que la discoteca tenía muchos niveles, si no me equivoco, fue muy fascinante. En aquel entonces solía tocar. Amo la música y continúo tocando hasta hoy, pero en esa época trataba de organizar los partidos de exhibición seguidos de conciertos”, agrega.

McEnroe finaliza diciendo que Víctor Pecci significó algo muy especial para el tenis. “Fue un elemento importante al final de los años 70 y principios de los 80, cuando el tenis estaba en pleno crecimiento. Para mí, (venir a Paraguay) era una forma de apoyarlo y darle las gracias por su aporte al deporte”, cierra la leyenda.

Ambas figuras continúan apoyándose hasta hoy al punto de que John McEnroe es uno de los actores principales del documental “Pecci: la leyenda de un campeón”, que está disponible en el canal de Youtube de GEN: https://www.youtube.com/@SomosGEN/.


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