La gripe aviar avanza en Argentina y Brasil acaba de notificar casos de vaca loca, por lo que la preocupación comienza a crecer en nuestro país ante una, aunque sea remota, posibilidad de contagio de animales y personas. La influenza aviar hizo un verdadero desastre en Europa, donde contagió hasta a visones de granjas peleteras, y en su ingreso a Sudamérica a través de aves migratorias ya mató a lobos marinos en el Perú. Las zoonosis crecen en el mundo por el impacto del crecimiento poblacional, la deforestación, la minería y el extractivismo exponencial del hombre moderno. La microscópica revancha llega en forma de virus. Aquí un panorama.

José Carlos Martín Camperchioli, del Servicio de Control y Sanidad Animal (Senacsa), pide estar tranquilos porque si bien Brasil ya pasó por este problema en años recientes (2019 y 2021), es algo “que suele ocurrir en animales viejos”, que sería el caso que nos ocupa.

“Entendemos que no tendre­mos problemas para el con­sumidor ni en nuestro país y ni siquiera en Brasil; estamos técnicamente en un estado de riesgo insignificante”, comentó.

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La encefalopatía espongi­forme bovina (EEB), tal el nombre científico del mal de la vaca loca, es una enferme­dad degenerativa, con daño neurológico generalizado, que tiene un largo período de gestación en el ganado bovino (de 8 a 10 años) y con­cluye con la muerte del ani­mal. Destruye progresiva­mente el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) en el ganado.

En 1996 se encendieron las alarmas ante la posibilidad de que la vaca loca se trans­mitiera a los humanos en la llamada enfermedad de Creutzfel Jacob (CJ), que es de altísima mortalidad. Al parecer la contraen quienes comen el cerebro o la médula espinal de una vaca que haya padecido el mal.

Los registros hasta el 2019 dan cuenta de 232 personas que tuvieron la enfermedad. Lo grave es que fallecieron todos después de sufrir pica­zones en todo el cuerpo, per­der la motricidad y llegar hasta la demencia en algu­nos casos.

Por eso, las reacciones ante el surgimiento de un caso animal son tan drásticas. Brasil suspendió sus expor­taciones a China por un caso, generándose un perjuicio económico mayúsculo. Por ello, evitar que llegue a los humanos es preponderante.

Además del riesgo sani­tario, es preciso tener en cuenta que Paraguay está entre los 10 grandes expor­tadores mundiales de carne. Camperchioli asegura que están en proceso “campañas de muestreos en animales muertos, vivos, en frigorífi­cos, plantas de rendering y balanceados”. Lo dice recor­dando que ante este mal “no se vacuna y se hace la pre­vención con los muestreos”, comentó.

En estos días el Senacsa dio cuenta de que, de enero a febrero de este año, se expor­taron 88.591 toneladas de carne por valores que ron­dan los 400 millones de dóla­res.

La apreciada carne para­guaya fue remitida a Chile, Brasil, Taiwán, Rusia, Israel, Georgia, Angola, Provee­duría Marítima, Ghana y Uruguay como principales destinos. Así queda mejor graficado el impacto econó­mico que tendría un even­tual contagio.

GRIPE AVIAR

En el caso de la gripe aviar, un ave que se enferma durante 10 días elimina virus por todas sus secreciones: nariz, pico y materia fecal, por lo que, si un humano está cerca y la toca y se lleva la mano a la boca o nariz, o inhala, se puede con­taminar.

En estos días Argentina con­firmó el primer caso positivo de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 en aves de una granja de Río Negro, lo que obligó a suspender expor­taciones de pollos, que en el año suelen rondar los 400 millones de dólares para el país vecino.

Camperchioli apunta que “se notificaron casos en toda Latinoamérica, siendo Argentina y Uruguay los más cercanos, así que trabajamos para tener la mayor biosegu­ridad porque esta gripe puede entrar con aves migratorias”, recordó.

En este sentido, señaló que al ser un país mediterráneo Paraguay no tiene el mismo flujo de aves que viajan desde América del Norte. “No es tanta la cantidad de aves que llegan por aquí”, remarcó.

Entonces, para prevenir se hacen “muestreos sucesivos y diagnósticos con animales sospechosos, pero el princi­pal control que se hace es el de preservar la bioseguridad en planta, con cosas puntuales como mejorar la ventilación interna, evitar el ingreso de personas extrañas a las gran­jas” y una serie de medidas de protocolos que requieren un seguimiento preciso.

Lorena Jara Oroa es la direc­tora del Programa de Con­trol de Zoonosis. Sobre el sistema de prevención y res­puesta dice que existe un equipo interdisciplinario que vincula a la Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS) con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y que los protocolos se activan ante cualquier caso sospechoso.

Se pide también a los peque­ños productores que verifi­quen y cuiden el agua que le dan a sus aves para evitar que sean infectadas.

También en el caso de las pro­ductoras que dispongan de arcos de desinfección o sis­temas permanentes, realizar cambios de vestuario per­manentes y aplicar lavado correcto y desinfección de las manos para el personal. Las granjas ponedoras deben disponer de mallas antipá­jaros lo más pequeñas posi­bles para evitar el ingreso de palomas, gorriones y otras aves pequeñas a los corrales.

“Si no se cuida una biose­guridad propia, esto puede producir catástrofes tan grandes como en Bolivia, que estuvieron sacrificando más de 250 mil aves y parte de ellas corresponden a gran­jas de tipo industrial como las ponedoras o de carne”, dijo Víctor Maldonado, del Senacsa.

Resguardar la sanidad ani­mal será un desafío para el 2023, ya que según un reciente informe de la Orga­nización de las Naciones Uni­das para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la gripe aviar y la peste porcina afri­cana tendrán un peligroso protagonismo.

Por su parte, el titular de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Nés­tor Zarza, contó que “en mi caso particular, donde cree­mos que tenemos una cober­tura conforme a lo reco­mendado, aun así estamos haciendo una buena inver­sión que estimamos por lo menos que va entre los 250 y 300 millones de guaraníes para una granja con alrede­dor de 200.000 aves ponedo­ras”, contó a Negocios de La Nación.

En tanto, Jorge Ramírez, presidente de la Asociación Paraguaya de Producto­res de Cerdos (APPC), dijo que se deberán hacer cam­bios de agujas, modificar flu­jos de personal, entre otros métodos, que significarían un costo en insumos de al menos 3.000.000 de guara­níes por criadero.

OTRAS PONZOÑAS

Otra patología que viene incrementando casos es la viruela del mono: ya son 104 las personas contagiadas en el país mientras que unos 171 casos sospechosos fue­ron descartados y dos más se hallan en estudio. Central contabiliza la mayor cantidad de infecciones (61%), seguido por la capital del país, Asun­ción (38%).

En otro orden, 232 casos de mordeduras de serpientes fueron notificadas en el año 2022 al Programa de Control de Zoonosis y Centro Anti­rrábico Nacional.

Concepción presentó la mayor cantidad de casos, con 32; seguido por Presi­dente Hayes, que contabilizó 27 casos; mientras que Para­guarí y San Pedro los siguen con 20 casos.

Jara Oroa considera que la situación se debe “no a que aumentaron los casos, sino a que se pudieron cap­tar más porque mejoró la vigilancia, fuimos miti­gando el subregistro, se quitó una guía de anima­les ponzoñosos que con­tribuyó a que aumenten las notificaciones porque somos los que monitorea­mos los antivenenos a nivel país”, comentó.

Otra enfermedad endémica es la rabia. “Estamos traba­jando en un plan estratégico para que el país sea declarado libre de rabia humana trans­mitida por perros en el 2027, estatus que logró México el año pasado. En nuestro país, en el 2004 se dio el último caso de un humano contagiado por un perro, por eso insistimos en que es impor­tante que se mantenga la vacunación de perros y gatos”, pidió la veterinaria.

Explicó que “la rabia está presente en murciélagos y que no puede ser erradicada” y que, así como es “100% mortal, podemos evitar que se pueda contagiar en huma­nos”.

Para dar cuenta del pro­blema, recordó que “el año pasado en Argentina murió una señora por un felino agredido por murciélago y perdió la posibilidad de cer­tificarse como país libre”.

También dijo que es funda­mental luchar contra la lei­shmaniasis visceral canina. “Hay que tener conciencia de que un análisis de rutina debe hacerse una vez al año en los perros domésticos por­que los casos aumentaron bastante los últimos años”, advirtió.

De hecho, promedian en los registros oficiales unos 500 casos caninos por año y, sor­prendentemente, el año pasado llegaron a 69 los casos detecta­dos de leishmaniasis en huma­nos. Hay que remarcar que la trasmisión en humanos y ani­males no se da por contacto directo, sino a través de la pica­dura de mosquitos flebótomos, por lo que hay que subrayar la importancia de la eliminación de los criadores para evitar que este mal prolifere.

“Entendemos que hay más casos en caninos porque no accedemos a todos los análisis que se hacen en otros labora­torios privados, así que llama­mos a atender esta situación e insistimos en la necesidad de que la gente lleve a analizar a sus mascotas al menos una vez por año”, concluyó.

ALERTA ANTE LA POSIBILIDAD DE UNA NUEVA PANDEMIA

El virus de la gripe aviar infectó a casi 900 personas desde el 2003 y mató a más de la mitad, 457, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero hasta el momento no se transmitió de hombre a hombre, que es la gran preocupación en estos días.

Esto porque el patógeno está teniendo un comportamiento extraño y peligroso. En un brote de gripe aviar que se registró hace poco más de un mes en una granja de visones en España la enfermedad habría ingresado por gaviotas y se transmitió entre los visones.

El epidemiólogo inglés Richard Pebody, jefe del equipo que vigila los patógenos de alta amenaza en la oficina regional para Europa y Asia Central de la OMS, dice casi rogando: “Hay que recordarles a los ciudadanos que, si ven aves u otros animales muertos o moribundos, no los agarren”.

Vale decir que Europa sacrificó 50 millones de aves de corral el año pasado, en la que fue la peor epidemia de gripe aviar de la historia.

“El brote comenzó con el tipo específico de virus A (H5N1), el llamado 2.3.4.4b, que es muy contagioso entre las aves. Es preocupante porque existe un riesgo potencial para los humanos. Tenemos que vigilarlo muy de cerca, pero hay que destacar que hasta ahora el número de casos en humanos es bajo. Lo que es tranquilizador es que no hemos visto nin­gún indicio de propagación de persona a persona. El mensaje que hay que transmitir es que hay que estar alertas”, dijo en entrevista con el diario El País de España.

“Existe la preocupación de que el virus adquiera la capacidad de propagarse de persona a persona, de forma sostenida, y pueda producir una nueva pandemia. Tenemos que prepa­rarnos para eso. La comunidad científica analiza la secuencia genética de estos virus para vigilarlos y también para desa­rrollar vacunas que estén disponibles en caso de que se nece­siten”, agregó.

El experto considera: “Queda trabajo por hacer para compro­bar si el virus es capaz de propagarse de mamífero a mamí­fero. El riesgo para la salud humana, en este momento, es bajo, pero no debemos ser complacientes. Debemos estar alertas”. Añadió que la principal preocupación es que se mez­cle la gripe humana con la aviar en una recombinación de inesperadas consecuencias.

“La otra preocupación que tenemos es el potencial de que ocurra lo que llamamos reagrupamiento: que un virus de la gripe estacional coincida con un virus de la gripe aviar en un mamífero y se produzca una recombinación. Esos virus resultantes pueden adquirir rápidamente la capacidad para transmitirse de persona a persona. Eso es lo que ocurrió en la pandemia de gripe del 2009, cuando se produjo un evento de recombinación en cerdos. Tenemos que ser conscientes e impedir que los trabajadores introduzcan la gripe estacional en las granjas de animales, como las de visones, en las que además puede haber un brote de gripe aviar H5N1. Debemos evitar a toda costa no estar preparados. Esa es mi preocupa­ción”, alertó.

PERÚ: MUEREN 585 LOBOS MARINOS DE GRIPE AVIAR

El brote de gripe aviar (H5N1) presente en Perú causó la muerte de 585 lobos marinos y 55.000 aves en las últimas semanas. El Servi­cio de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) informó que las especies de aves más afectadas son piqueros, pelícanos y guanayes, seguido de zarcillos, gaviotas dominicanas, gaviotas peruanas y gaviotas grises.

El Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), por su parte, exhortó a la población a “evitar cualquier tipo de contacto con lobos de mar y con aves marinas (pelícanos, gaviotas, guanayes, piqueros y otras) que salen o están en las playas y zonas rocosas; y, asimismo, a que otras personas o animales domésticos (como perros) se acerquen”.

Perú emitió una alerta sanitaria por 180 días a finales de noviem­bre del 2022 tras confirmar tres casos de influenza aviar H5N1 muy contagiosa en pelícanos. El virus, llegado en aves migratorias de Norteamérica, puede diseminarse en “aves de traspatio (pavos, patos, pollos y gallos de pelea)” y granjas comerciales.

A principios de diciembre, las autoridades sanitarias peruanas sacrificaron unas 37.000 aves de corral en una granja tras confir­marse que estaban infectadas por el virus H5N1, reportó la agen­cia francesa de noticias AFP.

CAMBOYA: DESCARTAN EL CONTAGIO ENTRE HUMANOS

Las autoridades sanitarias de Camboya afirmaron que no hubo transmisión de humano a humano de gripe aviar en el caso de un hombre y su hija que contrajeron el virus.

La niña de 11 años murió la semana pasada y su padre dio positivo dos días después, llevando a la OMS a expresar el temor de una posible transmisión entre humanos.

Desde el 2021 se registra uno de los peores brotes de gripe aviar, con decenas de miles de aves sacrificadas.

La agencia gubernamental de vigilancia sanitaria de Camboya (CDCD) informó el martes por la noche que el padre, de 49 años y que no presentó síntomas, se recuperó y fue dado de alta del hos­pital.

“Una investigación reveló que ambos contrajeron (el virus) de aves en su aldea. No se detectó transmisión entre padre e hija”, explicó la CDCD.

Los humanos raramente contraen la gripe aviar, pero cuando lo hacen suele ser por contacto directo con aves infectadas.

ARGENTINA: EL VIRUS VINO CON LOS GANSOS ANDINOS

El reconocido infectólogo y epidemiólogo cordobés Hugo Pizzi contó que la enfermedad “llega con tres corrientes de aves migrantes y la primera se detecta –ya con la advertencia que nos habían hecho 13 países de la presencia en América desde Canadá hacia abajo– con unos gansos andinos que se posaron en la laguna el Pozuelo de Jujuy.

Los guardaparques se dieron cuenta de que había aves enfermas y una murió y se las dieron al Senasa, que detectó la enfermedad”, contó.

Pizzi dijo que en un humano la enfermedad empieza a manifes­tarse como una gripe, con cefalea, fiebre, cansancio, dolor muscu­lar. “Si uno acude al médico tempranamente en el debut, es muy probable que el médico la corte. Pero si lo deja avanzar y llega a una neumonía bilateral, es muy difícil de manejar. El tratamiento es al principio con antivirales, hidratación y reposo, pero tiene que ser al principio”, recalcó.

GUAYANA FRANCESA: A MÁS CONTACTO, MÁS RIESGO

“Cuanta más relación hay [del ser humano] con la fauna salvaje, más aumentan los riesgos”, dice la doctora Dominique Rousset, responsable del servicio de virología del Instituto Pasteur de Gua­yana Francesa.

Cubierta en un 97% por la selva amazónica y con una población que se duplica cada 20 años, el territorio “reúne todas las condi­ciones para que sea un lugar donde emergen nuevas enferme­dades” que crucen la barrera de las especies para alcanzar al ser humano.

En Guayana, el hantavirus Maripa, responsable de una enferme­dad pulmonar rara (síndrome pulmonar con hantavirus o SPH), figura entre las enfermedades vectoriales más vigiladas. El animal reservorio donde está presente es un roedor forestal endémico, que transmite el virus por inhalación de su orina o excrementos. Desde el 2008 nueve casos fueron detectados con un balance de siete muertos.

Cuando terminen su tarea, los investigadores que trabajan sobre el hantavirus Maripa se unirán posteriormente a los equipos que investigan la fiebre Q, la toxoplasmosis del jaguar, la úlcera de Buruli, la leishmaniasis o la rabia, que figuran entre los grandes éxitos en la investigación epidemiológica “made in” Guayana.

GUINEA ECUATORIAL: FIEBRE DE MARBURGO CAUSA 11 MUERTES

En estos días se elevó a 11 el número de muertos por la fiebre de Marburgo, de tipo hemorrágica, casi tan mortífera como el ébola. Se trata, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la “primera epidemia de la enfermedad por el virus de Marburgo” en Guinea Ecuatorial, pequeño país del centro-oeste de África.

El virus de Marburgo se transmite al hombre a través de los mur­ciélagos frugívoros y se propaga en la especie humana por con­tacto directo con los fluidos corporales de las personas infecta­das o con las superficies y los materiales. Esta enfermedad, muy virulenta, provoca fiebre hemorrágica con una tasa de letalidad de hasta 88%.

No existen vacunas ni tratamientos antivirales aprobados para tratar el virus.

La situación ha llegado a un punto tal de que expertos demandan más veterinarios en el sistema de salud para combatir las zoono­sis. Es necesaria una “respuesta conjunta” entre la salud humana y la sanidad animal basada en el enfoque One health (una sola salud) ante el virus de Marburgo, enfatizaron.

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