Hoy Toni va a los recuerdos de dibujos de sus casas de barrio que empezara a realizar en los años 80 en incontables cuadernos de donde nacen estas tradicionales publicaciones de domingo.

Son las 17:00 de un sábado de octu­bre, saliendo del programa “Cuadernos de barrio”, y el pasado me con­voca a una vieja casa de la ave­nida Mariscal López esquina Curupayty. Al entrar por el legendario portón cons­truido en 1901 por donde pasaban los carruajes de esa antigua casona con muchas historias que contar con sus más de 120 años, charlar con los visitantes del recorrido CaminAsu, un grupo que rea­liza caminatas por Asunción, en este caso por villas de lo que fuera la avenida Colom­bia, luego avenida Mariscal Francisco Solano López.

DE VILLA AMANDA A VILLA AMADA

Es que estamos recorriendo Villa Amada, una casona diseñada en el siglo XIX y construida a caballo entre el final de un siglo y el prin­cipio de otro. La misma hasta finales de los años 50 se llamó Villa Amanda, en homenaje a una de sus primigenias propietarias.

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En efecto, el señor Isnardi, un potentado concepcionero del siglo pasado, la cons­truyó para una de sus hijas, que luego se casó con el joven Mojoli y donde vivieron hasta que fue vendida en los primeros años de la década del 60. Esta elegante fachada de corte neoclásico italiani­zante vio pasar innumerables revoluciones, golpes de Estado y hasta una cruenta guerra con Bolivia, sin con­tar grandes casamientos, homenajes u otros importan­tes acontecimientos familia­res de aquella época.

“Casa Estaque”. Asunción, c.1900.

A principios de los años 60 pasa a manos de un matri­monio liderado por Verísimo Peña y Francisca Asunción Espínola, y sus numero­sos hijos. Para muchos que pasamos por esa villa, tanto parientes como compañe­ros de distintas generacio­nes de asuncenos, nos trae grandes recuerdos. En mi caso empezar a dibujar sis­temáticamente en las vaca­ciones de verano junto con mi prima Ana Peña.

También fue testigo de la pri­mera publicidad paraguaya de importante presupuesto, con una modelo contratada, en este caso para la marca Stil Diva, la señorita Giselle Mousques; ella se bajaba de un tranvía que la dejaba en el portón principal adornado con una florecida Santa Rita, subía las altas escaleras, pasaba por el salón y llegaba hasta el toilette, donde pro­cedía a maquillarse y embe­llecer su rostro, uno de los más bellos de aquella década a principios de los años 70.

EL ESPÍRITU DE UNA CASA MÁS ALLÁ DE LOS LADRILLOS

Cada casa, cada dibujo por los que transito con el puño y la tinta me llevan a grandes recuerdos. Es así que en este viaje imaginario asunceno por las “líneas dibujísticas” va saliendo la tinta también para escribir recuerdos de cada una de ellas. Casas, casitas, ranchos o palacios, la monumentalidad de un hogar va más allá de una gran arquitectura.

La casa de la modista Estela Fernández de Cataldo. Barrio Gral. Díaz. Asunción c. 1922 (demolida).

Así, de aquella gran villa de esa importante arteria asun­cena con nombre de Maris­cal, voy directo a recordar la sencilla casa (hoy des­parecida) de la modista de barrio Estela Fernández de Cataldo en el barrio General Díaz o a borrosos dibujos de alguna desaparecida man­sión de Pindú, construida en la década del 70 en el barrio Mariscal Estigarribia.

En cada una está la emoción de los recuerdos, en facha­das que son retratos de un pasado, a veces inexplorado, desde la visión de la poesía que puede estar atrapada en cualquiera de ellas en algún rincón de Asunción. Cuando recorrían nues­tros abuelos por la ciudad no admiraban las viviendas por su tamaño, sino que se detenían a mirar las casas de los maestros, de aque­llos ciudadanos que hicie­ron patria en la Guerra del Chaco, que aportaron a la medicina o a la agricultura, hoy es importante volver a hacerlo, porque primero está el espíritu y después los ladrillos que “habitan” cualquier casa, desde la más humilde hasta aquellas mansiones. En todas ellas hay historias que se miden con el corazón desde cual­quier barrio de la Asunción.

“La casa de los Ramos Giménez”. Para Uno. Asunción c. 1920.
“La casa de la nieta de Anselmita”. Las Lomas. Asunción, c.1972.
“La casa de Vicky Ramírez”. Jenaro Pindú. Barrio Mcal. Estigarribia. Asunción, c. 1975 (demolida).
“La casa de don Tomás Romero Pereira”. Barrio Las Mercedes. Asunción c. 1940.
“La casa de los Laterza Gatti”. Publio Fernández. Asunción c. 1976.
Etiquetas: #Casas#barrio

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