Con destreza y belleza en los movimientos, la adolescente Carlota Quevedo (13) se lució y ganó aplausos en la competencia internacional de caballos criollos Freno de Oro, realizada en la ciudad de Esteio, en el estado de Río Grande del Sur, Brasil. La joven, que desde muy pequeña acompaña a su padre en las tareas del campo, es la primera representante paraguaya en dicha competencia equina, que es la de mayor exigencia, relevancia y popularidad de la raza criolla.

Fotos: Carlos Juri y gentileza

Carlota Quevedo, adolescente de apenas 13 años, es toda una campeona a la hora de mostrar sus destrezas como jinete de caballos criollos. La joven hija del ganadero Juan Quevedo se lució representando al Paraguay en la competencia internacional de caballos criollos Freno de Oro de propietarios, que se realizó a fines de setiembre en la ciudad de Esteio, estado de Río Grande del Sur, Brasil.

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Además de ser la primera representante paraguaya en dicha competencia equina, que es la de mayor exigencia, relevancia y popularidad de la raza criolla, se destaca que se trata de una joven de tan solo 13 años, quien desde temprana edad ya acompañaba a su padre en las tareas de campo forjando así su pasión por los caballos criollos y su gran nobleza.

Estribos, sombreros y boinas, elementos indispensables en la vida de una amazona. (foto: Carlos Juri)

INVITADA ESPECIAL

Para saber cómo se dio su participación en este mundial de caballos, el diario La Nación/Nación Media conversó con su padre, propietario de estancia Loma, Cabaña La Cautiva Saite de General Artigas, Itapúa, quien relató que su joven hija participó nada más y nada menos que en el Freno de Oro en la modalidad Extranjeros, que fue una categoría ideada para que pueda participar como invitada junto con un italiano y una francesa de mayor edad y experiencia.

El señor Quevedo explicó que fue gracias a la gestión del profesional de la fotografía el brasileño Fagner Almeida, quien llegó en agosto hasta Paraguay para seguir de cerca la Marcha Criolla realizada con gran éxito de participación de jinetes de todas las edades en el Chaco. Sorprendido por la calidad de las pruebas, actuó de nexo con el Dr. Fernando González, vicepresidente de Pruebas de la Asociación Brasileña de Criadores de Caballos Criollos (ABCCC).

COMPETENCIA Y ORGULLO

“Realmente me siento muy halagado de que mi hija Carlota haya competido en el Freno de Oro en la modalidad Extranjeros, fue una competencia muy agradable y linda, además de inclusiva en el Campo de Exposiciones Assis, en la ciudad de Esteio, Río Grande del Sur”, expresó el señor Quevedo.

Es así que por primera vez Paraguay tiene un representante en una competencia de Freno de Oro, en la que Carlota, la joven jinete, desplegó sus destrezas con el caballo criollo junto con otros dos extranjeros, un italiano y una francesa, corriendo en las categorías amateur, amateur máster, femenino extranjero e inclusión de oro, con chicos con algún tipo de discapacidad física o intelectual.

El orgulloso padre remarcó que la participación de Carlota, a su corta edad, juega un papel muy importante para esta raza de caballos y para el Paraguay en general, ya que es la primera vez que un jinete paraguayo compite en alguna categoría del Freno de Oro, que es la prueba más importante de selección de los equinos criollos.

La joven amazona quedó en tercer lugar por una mínima diferencia de 0,187 en la puntuación ante el segundo puesto, con el ejemplar RZ Danzarino da Carapuza, un caballo brasileño que le fue concedido para que pudiera disputar las pruebas.

EL PASAPORTE EQUINO

En ese sentido, padre e hija lamentaron no poder competir con su caballo propio, pues transportar a un animal es muy oneroso e implica muchos trámites, por lo que transmitieron la necesidad de que se cree una especie de “pasaporte equino” para que los caballos paraguayos puedan competir a nivel Mercosur sin tantas dificultades.

A pesar de todo, destacaron que poder representar al Paraguay en dicha competencia equina de tan alta relevancia fue algo muy lindo, emocionante y todo un orgullo, pues nunca antes se había participado de un campeonato del nivel del Freno de Oro, al que concurren los campeones de la región y los mejores jinetes.

“UN SUEÑO CUMPLIDO”

Para conocer de cerca la experiencia de la flamante representante, conversamos con la joven Carlota, quien aseguró que ir al Freno de Oro siempre fue un sueño que compartía con su papá y que, cada vez que se realizaba en Esteio, seguían de cerca la competencia por la televisión. “Mi papá ya se había ido varias veces, pero nunca compitió y eso era lo que nosotros soñábamos, así que es un sueño cumplido para nosotros”, expresó la joven jinete.

En ese sentido, consultamos qué significó para ella, a tan corta edad, representar al país, a lo que respondió: “Si trabajas mucho por algo que deseas sin importar tu edad, podés cumplirlo”, dijo Carlota.

El detalle que sirve para confirmar la nobleza y habilidad de la raza criolla es que, como no podía llevar su caballo desde aquí, para poder competir accedieron a uno ya en la competencia en Brasil. En este sentido, afirmó que le tocó uno increíble, pues el Freno de Oro comenzaba un jueves, ellos llegaron el lunes de la misma semana y ella tuvo el caballo recién el martes a la mañana, por lo que solo tuvo dos días para conocer y entrenar con Danzarino da Carapuza.

Esto evidencia una vez más la docilidad y la mansedumbre de la raza criolla, aseveró Carlota, tal y como lo experimentaron también los contrincantes, el italiano y la francesa con quienes compartió muy de cerca, lo cual fue un placer para ella, que vivió así su primer campeonato, pues también eran nuevos y se entendieron bastante más allá de que igual fue todo un desafío para ella.

Como aprendizaje la joven destacó que no todo siempre puede salir bien en una primera vez y que, por lo mismo, se debe apostar a seguir intentándolo para ganar más experiencia y de ese modo acercarse cada vez más a la meta deseada. Asimismo, instó a los jóvenes a trabajar por todo lo que quieran lograr algún día con vistas a alcanzar el objetivo y realizarse como personas.

La participación de Carlota a su corta edad es muy importante para el posicionamiento de la raza criolla en el Paraguay. (foto: gentileza)
Desde muy niña, el amor por los caballos se hizo parte de su día a día en el campo junto con su padre. (foto: gentileza)

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