Por Jimmi Peralta -  Fotos: gentileza y archivo

El filólogo e investigador Domingo Aguilera aborda en este diálogo con Nación Media el sentido y los aportes de esta tradición oral que resume lo más característico de la idiosincrasia paraguaya y la sabiduría popular. Irónico, descarnado y a veces hasta cruel, para Aguilera el componente humorístico en el ñe’ênga no es fortuito ni casual, sino un recurso de la oralidad para fijar en la memoria las enseñanzas y los proverbios.

En la palabra habita la forma misma en la que se ve el mundo. En Paraguay el mundo se ve bilingüe, pues es la convergencia de dos mundos que se hacen uno cada día: el castellano y el guaraní, occidente y el cono sur. Una de esas formas paraguayas de ver la vida está en el ñe’ênga, en su forma: breve, rítmica, cómica, bilingüe, oral; en su sentido: profundo, proveniente de la praxis, informativo.

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¿Cuánto de serio y descriptivo puede haber en unos refranes populares? La pregunta, en su prejuicio, fuerza a la reflexión una forma del acervo cultural oral del Paraguay que no deja de estar vigente. Un modo guaraní de decir que adapta al castellano y al humor como herramientas para no conocer de límites territoriales ni de clase.

Domingo Aguilera publicó en 1996 el libro “Ñe’ênga. Dichos populares paraguayos”. Hoy, que el guaraní sigue vigente y en constante resistencia como hace centurias, habla con Nación Media respecto al origen y la potencialidad que tiene este modo del lenguaje y del pensar paraguayo.

–¿Es precisa la traducción que se hace del ñe’ênga como “refrán”?

–El vocablo ñe’ênga parece que está compuesto de ñe’ê, “palabra”, y ka o nga, que se puede traducir como “golpe”. La traducción literal sería “golpe dado con la palabra”. Pero en castellano puede traducirse como “refrán” o “proverbio”, también “dicho”, con algún matiz de significado en cada caso.

La palabra ya se conocía entre los indígenas tupí-guaraníes de la costa del Brasil, como ha quedado registrado en la primera gramática escrita sobre el guaraní en una lengua europea, el portugués, por el padre José de Anchieta en 1595. Allí ya aparecía escrito el vocablo, de modo que si bien no sabemos qué tipo de ñe’ênga usaban los tupí, sabemos que ya existía el concepto en su lenguaje. Por eso, podemos decir que los ñe’ênga pertenecen a la cultura profunda del Paraguay, a nuestro lado cultural indígena.

–¿Cómo se define académicamente el ñe’ênga?

–Los ñe’ênga son expresiones fijas del guaraní, generalmente breves y llamativas en su construcción, que llevan dentro de sí una porción de la sabiduría popular oral. En nuestro caso, se mezclan las dos lenguas continuamente en su estructura, pero los sentidos que se logran con la mezcla son completamente nuevos en cada expresión. Según los estudios modernos del lenguaje y pensamiento, en las culturas orales como el guaraní, es decir, culturas sin conocimiento de la escritura, los proverbios no son solo adornos del lenguaje, sino que transmiten conocimientos y son comparables con el sistema jurídico de las sociedades modernas, más desarrolladas tecnológicamente.

Nuestros ñe’ênga tienen distintas formas dentro de una diversidad de temas y pueden utilizarse en circunstancias igualmente diversas. Hay ñe’ênga que enseñan una forma de conducta ante una determinada circunstancia como “Menosprecio ha tatatigui revánte va’erã” (no te dejes afectar por el menosprecio y el humo, que ambos pasarán).

Otros, en tanto, aparte de enseñar, tienen un fin lúdico como “Ichukove ype ra’y canástogui” (más pintoresco que un canasto lleno de pichones de pato). Pero todos se crean sobre símbolos profundos de nuestra identidad y cultura popular, y las expresiones siempre son las más aceptadas por la gente, coloridas y extraordinarias, y fáciles de aprender.

En el aprendizaje de segundas lenguas, manejar los proverbios de una lengua que se está aprendiendo se considera un nivel muy avanzado del dominio de la lengua.

–¿Posee una estructura, o unas estructuras, esta forma de expresarse que le sea constitutiva?

–Los ñe’ênga que encierran enseñanzas de vida generalmente no mantienen una forma fija. Por ejemplo, “Ndovaléi jajodesprecia, entero ñamano va’erã” (no debemos despreciarnos unos a otros si todos hemos de morir). En cambio, hay algunos que tienen una forma determinada, como los ñe’ênga regidos por el verbo “he’i”. De estos son muy abundantes y la mayoría se usan para motivar la risa (y enseñar de paso, siempre). Por ejemplo, “Lo mismo tiene ritmo, he’i la propaganda ojerokyva’ekue” (lo mismo tiene ritmo, como dijo quien bailó la música de un aviso comercial).

–¿Qué papel cumple el humor dentro de los “remates” de cada frase?

–El humor, los juegos de palabras, los dobles sentidos, la picardía, temas sexuales, tabúes, etcétera, están presentes activamente en los ñe’ênga. El humor es un elemento constante en todos ellos porque es un elemento para causar placer en los oyentes y, al causar placer, se asegura la rememoración de los conocimientos o enseñanzas cifrados en los ñe’ênga, que es su propósito esencial. Esto se aborda en los estudios modernos de las culturas orales.

El humor creado a partir de los ñe’ênga es tan importante que hay testimonio de que, durante la Guerra del Chaco, por ejemplo, circulaba un librito de ñe’ênga tie’ÿ (verdes) entre los soldados, que leían para mejorar los ánimos en el frente de batalla.

–¿Desde cuándo podrían encontrarse registros del ñe’ênga en la producción de la literatura nacional en recopilaciones?

–Como recopilación temática tenemos una primera, que es de Rosicrán, seudónimo del poeta Narciso Ramón Colmán (1876-1954), titulada “Mil refranes guaraníes”, de 1928. Luego siguieron algunas publicaciones, pero sin igualar el libro de Rosicrán en cuanto al volumen reunido. Finalmente, en 1996 publicamos un trabajo mío, “Ñe’ênga. Dichos populares paraguayos”, y el segundo tomo sacamos en el 2005. Lo cierto es que, como casi todo en nuestro medio, lastimosamente los ñe’ênga no tienen algún departamento en alguna universidad dedicado a ofrecer información sostenida sobre el tema.

Todos los trabajos que se hicieron son de investigadores sin ningún respaldo institucional. Y una cuestión importante es que en guaraní la investigación sobre los ñe’ênga no se realiza en libros, como sería en castellano, sino entre la gente. Los ñe’ênga hay que atraparlos cuando son dichos. Por eso es muy difícil hacer un libro de recopilación y también por eso muchísimos desaparecen con las generaciones que van pasando. A mí me llevó 8 años hacer la primera recopilación y nueve, la segunda.

–¿Es un fenómeno lingüístico o social de origen y vigencia más urbano o más rural?

–Los ñe’ênga se generan mayormente en guaraní, aunque hay varios que son adaptados del castellano. Y el guaraní se identifica mucho ahora con la ruralidad, se habla más en el campo que en la ciudad. Entonces tenemos la sensación de que los ñe’ênga también son de uso más rural. Pero no es tanto así, no hay lugar donde no salte de vez en cuando algún ñe’ênga, ya sea en la ciudad o en el campo.

–¿Cómo se ve representada nuestra biculturalidad guaraní-castellano en los mismos?

–El bilingüismo es un factor importante para la comunicación nuestra, en todo sentido. Las dos lenguas se mezclaron tanto que ahora ya es imposible separarlas en el uso. Y los ñe’ênga utilizan constantemente esta circunstancia y pareciera que el jopara les da mayor expresividad. A mí me cuestionaron mucho algunos profesores, en mi época de estudiante y cuando recopilaba los primeros ñe’ênga, porque no “corregía” el jopara que siempre aparecía en los dichos. Pero a mí me pareció siempre que sacarles esos matices era como mutilar los proverbios. Así que siempre mantuve en el escrito fielmente la forma en que dice la gente los ñe’ênga en la vida real.

¿Podría decirse que su bilingüismo es una de las causas de su aceptación?

–Así parece, porque hay algunas expresiones que bien podrían decirse en guaraní, pero se prefiere utilizar el castellano, completando la frase en guaraní en muchos casos, como para atraer a los hablantes de las dos lenguas.

–¿Se asume en la cultura paraguaya al guaraní como una lengua más propicia para el humor?

–Se suele decir que el paraguayo que no ríe es porque está alienado. Yo creo que en Paraguay el humor es como una defensa personal, como en las artes marciales; si uno no tiene sentido del humor, sería muy difícil vivir aquí. El guaraní se identifica más con el humor nuestro, pero también el castellano tiene un amplio repertorio en el tema.

El guaraní ha sido la lengua del folclore paraguayo por excelencia; vehiculiza las narraciones populares colectivas, las canciones, los chistes, los ñe’ênga, toda la sabiduría popular. Yo creo que es una de las razones por las que ha sobrevivido el guaraní hasta ahora.

–¿Los ñe’ênga pertenecen a algún estrato social?

–Los ñe’ênga son producto de la observación aguda del mundo vital humano, donde se lucha por la sobrevivencia, donde surgen las grandes riquezas humanas y las miserias también; todo ese mundo se vislumbra en los ñe’ênga. Es innegable la vinculación de una lengua con una determinada clase social, más todavía en nuestro bilingüismo, pero si un proverbio refleja el pensamiento aceptado por la mayoría del colectivo, pasa al repertorio de cualquier clase social y no pierde vigencia (a veces se traduce al castellano y viceversa).

No sabemos quién crea un ñe’ênga, pero sí sabemos que alguien tuvo que inventarlo, alguien que tiene un ingenio superior en la colectividad. A ese “genio desconocido” que se esconde detrás de estas invenciones extraordinarias hay que homenajearlo alguna vez.

–¿A qué se debe su vigencia?

–Los ñe’ênga que triunfan, es decir los que llegan a generalizarse hasta llegar a nosotros, es porque reflejan un pensamiento, sentimiento, historia, paisaje, creencia, etcétera, que tienen mucho valor para la mayoría de la gente. Si no, moriría con quien lo inventó. Los ñe’ênga son muy complejos, tienen elementos inconscientes muy difíciles de detectar y comprender del todo. Por eso, generalmente, uno no sabe por qué le gusta tanto un ñe’ênga.

–¿Existen estudios o investigaciones sobre esta cuestión cultural paraguaya?

–Lastimosamente, como ya señalaba, no tenemos un estudio de nivel universitario sobre los ñe’ênga ni de ninguna otra forma del acervo oral paraguayo, aunque la Constitución Nacional lo defienda expresamente (artículo 38). Que yo sepa, ninguna universidad nacional ni privada ha abordado estos temas hasta ahora con una metodología científica y sostenible.

–¿Qué otras manifestaciones de nuestra lengua pueden compararse al ñe’ênga?

–El acervo oral paraguayo es un mundo que ha sido explorado en una décima parte hasta ahora y es donde tenemos los elementos más significativos para estudiar nuestra identidad como nación mestiza. Se manifiesta de muchas formas, como ñe’ênga, chistes, káso (cuentos), poesía, etcétera. La lengua guaraní es un reservorio repleto de elementos provenientes tanto del mundo guaraní como del hispánico, y de muchas otras culturas. Y esta es una cuestión sobre la que hay que hacer hincapié, porque muchos creemos que la lengua guaraní es sinónimo de cultura indígena solamente, cuando en realidad refleja principalmente nuestros dos universos culturales más importantes, el guaranítico y el hispánico o europeo, a la vez.

PERFIL

Nombres: Domingo Adolfo

Apellidos: Aguilera Jiménez

Nacido en: José Fassardi, Guairá

Edad: 54 años

Formación: doctor y máster en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia, España (2008-2013). Licenciado en Lengua Guaraní y en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Asunción (1989-1995).

Es investigador independiente, periodista, escritor y lingüista. Hasta la fecha tiene cerca de 40 libros publicados, individualmente y en coautoría, entre recopilaciones en lengua guaraní, un poemario, una novela, traducciones y materiales didácticos bilingües.


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