En agosto del 2015, Velázquez se desem­peñaba como presi­dente de la Cámara de Dipu­tados e iniciaba sus giras al Líbano para reunirse con autoridades y personas vin­culadas al mundo empre­sarial, pero también tuvo la oportunidad de encontrarse con personajes y líderes de esta agrupación terrorista político-militar.

Durante su estadía, además de haber sostenido reunio­nes con altos representan­tes de este grupo, realizó paseos por el mar Medi­terráneo acompañado de empresarios y amigos, todos ellos vinculados al Hezbolá, además de Walid Amine Sweid, un empresario de origen libanés de la Tri­ple Frontera y quien igual­mente estaría en una lista de supuestos financistas del grupo libanés pro-iraní.

En el año 2017, el actual presi­dente de la República, Mario Abdo Benítez, se encontraba en plena campaña proseli­tista y los rumores se forta­lecían cada vez más acerca de una supuesta financia­ción de la misma por parte de grupos vinculados al terro­rismo, a través de la gestión de su dupla aspirante a la vice­presidencia de la República, Hugo Velázquez, gracias a sus contactos.

Mario Abdo Benítez asume en agosto del 2018 como pre­sidente de la República y en setiembre realiza una de sus primeras acciones y dis­pone trasladar nuevamente la sede de la embajada para­guaya desde Jerusalén a Tel Aviv, pocos meses luego que el entonces presidente de la República, Horacio Cartes, haya decidido reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel y, por consi­guiente, el traslado de la lega­ción diplomática a dicha ciu­dad, tal como establecen las normas internacionales que mencionan que las embaja­das deben estar establecidas en la capital.

En el mes de setiembre del 2018, el entonces Canciller Nacional, Luis Castiglioni, se reúne con Mohamad Yavad Zarif, ministro de Relaciones Exteriores de Irán, país con­siderado promotor del terro­rismo global y que sostiene a grupos considerados vio­lentos, siendo uno de ellos el Hezbolá. Según investigacio­nes, el gobierno iraní estaría vinculado con los atentados de 1992 y 1994 en la ciudad de Buenos Aires, así como diversos hechos relacionados al terrorismo internacional en varios lugares del mundo.

El 1 de octubre del 2018, Mario Abdo recibió en el Palacio de Gobierno al polé­mico diplomático Hassan Khalil Dia, libanés natura­lizado paraguayo que fuera embajador en Líbano, y que fue destituido en enero de 2017 por el gobierno anterior, justamente por su presunto vinculamiento con el grupo terrorista libanés pro-iraní.

Semanas después, el 13 de octubre del 2018 aparece una nota oficial del gobierno de los Estados Unidos que expresa su preocupación y malestar por el curso que estaba tomando la política exterior del Paraguay. Otro hecho que trascendió fue en julio del 2019, cuando nueva­mente Luis Castiglioni viaja hasta el Líbano para reunirse con aliados políticos del Hez­bolá, hecho que lo disfrazó alegando que se trataba de una visita diplomática ofi­cial para “fortalecer históri­cas relaciones económicas”.

Un hecho reciente que hacen aún más fuertes las hipóte­sis de las estrechas relaciones de Velázquez y grupos terro­ristas fue días atrás cuando a través de un medio de Israel, Aurora, trascendieron fotos de una visita de Hugo Veláz­quez al Líbano. En ellas se identifica a líderes funda­mentalistas del Hezbolá, entre ellos, el imán Salid Ali Hijazi y Nabil Kaouk, vincu­lado por el gobierno argen­tino al atentado de la Aso­ciación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994.

La prensa local e internacio­nal reaccionó tras publica­ción israelí y el silencio ofi­cialista ante estos hechos se corta con declaraciones de Velázquez minimizando su encuentro con líderes terro­ristas en el Líbano como una reunión con un “cantante de músicas religiosas”, e inme­diatamente es refutado por expertos en terrorismo (en ese caso, el “Che Guevara era solo un motociclista”) y por la ciudadanía en redes sociales y medios de comunicación.

El Vicepresidente también minimizó la publicación del medio israelí, que es refe­rencia para la comunidad de habla hispana en Israel, así como para la comunidad judía en Latinoamérica. Velázquez ironizó sobre su encuentro con líderes de un grupo terro­rista, sin embargo, en el sec­tor político nacional existe preocupación sobre estos hechos divulgados por la prensa internacional, y exi­gen que el Congreso Nacional realice investigaciones sobre esta situación.