Hoy Toni Roberto cumple tres años de ininterrumpidas publicaciones de sus ya tradicionales páginas de domingo, que acompañan semana a semana a “Viajes de radio” por Universo 970, de lunes a viernes desde las 22:00 y a su versión de televisión, los sábados a las 15:00, por GEN.

Son las 10 de la mañana del jueves 21 de abril. Mi computadora no responde, mientras pienso ¿qué hago? Inmediatamente recurro a la Samsung Note de mi celular, desde donde hoy les escribo.

ARRITMIA

El tema: “Tres años de Cua­dernos de barrio en su versión del Diario del Domingo”. La desesperación me hace recor­dar a “Arritmia”, una obra de Paola Irún en la cual, en un momento dado, el jefe le dice a la secretaria en pala­bras más palabras menos: “¿Qué está haciendo seño­rita?”. Ella responde: “Señor, estoy guardando todo en el archivo de la computadora”. Instante seguido le responde: “Si quiere guarde todo ahí, pero imprímame siempre una copia en papel; no confío en esos aparatos!”.

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DESDE LA DACTILOGRAFÍA EN UV

Así somos los de la generación que ya usó en la secundaria una calculadora, pero que se fue a estudiar dactilografía en UV y en los 90 aprendió a “balbucear” con un ordena­dor y seguimos archivando una copia papel en un cajón. En este caso, 158 artículos iniciados hace exactamente tres años, el 21 de abril del 2019.

DESDE EL CRISTO REY HASTA LA DESPENSA YAMAMOTO

Mi archivo físico se convir­tió en un promontorio que se asemeja al primer esbozo de algún edificio contemporá­neo en altura. Revisándolo, encuentro desde aquel primer artículo “Empezar a caminar por la ciudad”, a partir de la vieja esquina de Ygatimí y Montevideo con vistas a la legendaria Peluquería Velox y al chalet de don Leandro Cacavelos, pasando por casas, faroles, árboles, buses, modis­tas, el saludo a antiguos veci­nos como el Dr. Bernardino Gorostiaga, don Tito Díaz de Bedoya, don Remberto Gimé­nez o Ramiro Domínguez, con escala final en lo de Mari Yamamoto, la despensera del barrio, quien me esperaba con un “Chocolé” antes de llegar a mi hogar.

EL ECONOMAX

Por otro lado, me viene a la memoria el viejo 608 de don Carlos, uno de los primeros servicios de transporte escolar de Asunción, hasta mi primer trabajo en el viejo supermercado Economax de la quieta Villa Morra de principios de los años 80, comandado por la legendaria “Panchita G.” (Panchita González). De todos estos caminos o viajes guardados en “el cofre de mis recuerdos” de estos papeles de diario con olor a vieja tinta en estos últimos tres años, hoy exhibo en siete ejemplares, marcados ya con los defectos del paso del tiempo, un recorrido iniciado con mis primeras escapadas de niño para recorrer “la ciudad y sus historias” y que continuará hasta el final de mi camino, quien sabe dónde, quien sabe cuándo, pero en mi ciudad, en mi barrio, acompañado de mis viejos cuadernos.

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