La primera ex ministra de Hacienda en la historia de Paraguay habla con Augusto dos Santos en una charla imperdible para el programa “Expresso”, del canal GEN. Giménez dice que es urgente hablar sobre el futuro económico del Paraguay a partir de un consenso general. Asegura que con este difícil momento que atraviesa financieramente el país el próximo gobierno no la tendrá fácil para arrancar.

  • Fotos Nadia Monges

ADS: Se puede decir que ocurrió hace días nada más un nuevo hecho mundial de características aún inima­ginables. ¿Cómo se puede esperar que incida este suceso, digamos, primero en la economía mundial y después acercarnos más a lo local?

–Indiscutiblemente el resul­tado neto de todo esto es bas­tante negativo a nivel global e incluso a nivel local en general. Creo que una guerra nunca es bienvenida, pero estamos en esta situación bastante difícil y lo que en este momento tene­mos que hacer es empezar a pensar qué es lo que va a pasar. Y ahí evidentemente, Rusia es un jugador importante desde el punto de vista económico, más allá de lo político, más allá del enfrentamiento, ellos son productores de petróleo, ellos marcan la pauta muchas veces respecto de lo que pasa con el precio del petróleo. Hoy ya veníamos en una subida del precio del petróleo impor­tante y se hablaba de que se estaba suprimiendo, digamos, la provisión de este insumo tan importante para todo el mundo justamente para man­tener precios altos. Si bien uno puede imaginarse que países como Estados Unidos vuelvan a reactivar lo que era el frac­king, que se paró.

–ADS: Porque era muy con­troversial con su impacto en el medioambiente.

–Exactamente. Pero bueno, en este contexto todo hay que volver a repensar, a ver cómo avanza esto. Ojalá no sea un evento tan prolongado, tan profundo, que que se llegue a algún acuerdo diplomático y pueda resolverse de otra manera. Pero la realidad es que ya estamos ahí, ya se vie­ron las imágenes terribles. Y bueno, es un momento difícil. Y desde el punto de vista, por ejemplo de los commodities, ahí también se va a generar una situación difícil. Yo creo que Rusia, por ejemplo, que es un exportador de trigo, eso va a impactar la oferta a nivel global. En principio podría beneficiar a los productores de trigo, eso es verdad, pero tene­mos también la situación local desde el punto de vista climá­tico con esta sequía impor­tante.

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–ADS: No es nuestro mejor momento... Aun apostando a esa famosa frase “crisis es oportunidad”.

–Yo creo que es difícil encon­trar oportunidad en esta situa­ción porque nosotros tenemos un choque doble. Tenemos doble choque en el sentido del factor climático y ahora se viene esto encima, que sí o sí nos va a impactar. Rusia finalmente es un comprador de carne de Paraguay, el 25% de la carne que exportamos nosotros va a Rusia y eso es importante. Y esto se suma ya al contexto negativo que tenía­mos con el tema de la soja. En la soja tenemos una pérdida del 60% y no solamente es una pérdida importante, sino un endeudamiento importante de parte de los productores porque se esperaba una cose­cha buena, había muchísima expectativa, cerraba al año, todo el mundo feliz porque se veía la luz al final del túnel, pero esto no se va a dar, por­que sale madre naturaleza y nos dice “señores, acá hay una sequía”; una sequía mucho más larga de lo que ustedes antici­paron y ahora es, bueno, época de vacas flacas otra vez. Enton­ces creo que va a estar difícil en ese sentido. El precio de la soja está hoy alto, pero eso no signi­fica que van a compensar diga­mos las pérdidas en términos de producción, porque muchos de los productores ya acorda­ron contratos anteriormente, verdad, los contratos previos, para la provisión de la soja a ciertos compradores y hoy para poder hacer la entrega, diga­mos de esos contratos, tal vez van a tener que salir al mercado y enfrentar esos precios más altos, o sea golpeó realmente por varios ángulos todo este escenario.

–ADS: En lo macro y en las góndolas...

–En las góndolas, desde el punto de vista de que el pre­cio del petróleo ya estaba alto y va a continuar así, o sea, va a ser muy interesante una situa­ción diferente donde digamos los países acuerden, por ejem­plo, bueno, “vamos a liberar el petróleo, vamos a bajar los precios para que todos este­mos felices”. Realmente va a ser una situación de mucha tensión, mucha mezcla de política con economía. Y des­pués tenés el tema también del trigo, que potencialmente es un insumo importantísimo para los alimentos y eso va a golpear otra vez a nivel mun­dial, pero también a nivel local. Bueno, entonces va a ver un un golpe fuerte y Paraguay no está ajeno digamos de lo que está pasando en el mundo. Evi­dente que esto va a tener un impacto adicional.

–ADS: Y ponderar que esto ocurre también después de un período histórico, te diría de la humanidad. ¿Cuál es tu mirada sobre el impacto de la pandemia sobre la economía habiendo transcurrido dos años?

–Bueno, partimos de un momento ya difícil porque el 2019 para nosotros fue un año malo, verdad. Otra vez la madre naturaleza nos abrió los ojos para contarnos que no se venía bien la cosa y nos golpeó. Pero después viene el covid y en ese momento estábamos súper bien desde el punto de vista macroeconómico, tenía­mos un colchón importante, una fortaleza construida a lo largo de los años, entonces eso fue lo bueno, que fue eso de que logramos amortiguar ese cho­que fenomenal que fue el covid gracias a ese cimiento que habíamos construido muchos años atrás. Entonces ahí se puede decir que por suerte estábamos preparados. Ahora, dos años después, estamos en un escenario muy diferente donde finalmente utilizamos ya todas esas herramientas, ya no queda tanto espacio que tenemos para salir a otra vez a amortiguar el choque, enton­ces el escenario es muy dife­rente. Y además a eso se suman todos los factores negativos que mencionamos. Yo creo que en la pandemia algunas cosas se hicieron bien. Resalto, por ejemplo, el tema del pro­grama Pytyvõ, que se trabajó bastante bien. Se logró conse­guir suficiente información, de cierta manera, como para poder contener a los más vul­nerables. Ahora, cuán buena fue esa contención, pues eso ya nos irán diciendo los núme­ros de pobreza. Pero digamos que ahí más o menos se hizo algo bien. Lo que se hizo muy mal fue el tema de la imple­mentación de la campaña de vacunación. Las vacunas lle­garon muy tarde y creo que eso impactó de manera impor­tante en el crecimiento econó­mico. Fijate que a finales del 2020 nosotros esperamos un crecimiento de 5.5, que es el famoso rebote, finalmente ter­minó en 4.5, eso es un punto porcentual menos de lo que se esperaba. Por otro lado, se per­dieron más o menos G. 14.000 millones en términos de PIB y para un país en crecimiento quedarse estancado, práctica­mente por casi 4 años ya van a hacer ahora, es bastante difícil. Nuestra proyección como país todavía en desarrollo que nece­sitaba avanzar rápido y ahora nos quedamos ahí, nos queda­mos mucho.

–ADS: ¿Qué representa para Lea Giménez haber sido nominada como mujer ins­piradora 2022 por una pres­tigiosa organización?

–Muchísimas gracias por men­cionar eso. Me llena de felici­dad que reconozcan el tra­bajo, que como siempre digo los trabajos que uno hace son trabajos en equipo. Y creo que este tema más que nada tam­bién es un reconocimiento a una mujer paraguaya, que me parece también muy posi­tivo. Pero creo que acá hay un reconocimiento, tácito diga­mos, del trabajo que veníamos haciendo a nivel del gobierno, en términos de promover el tema de la transparencia, en lo que respecta al tema de las contrataciones públicas, toda la información del Estado, ver­dad. Esto se centra más que nada a trabajos vinculados a las compras públicas. Desde Hacienda veníamos traba­jando, por ejemplo, en lo que es mapa de inversiones, compras públicas, todo lo que vincula a servicios, bienes y también obras públicas. Esos contratos importantes. Imaginate que a nivel global esto es 13 mil trillones de dólares. El mer­cado más grande que existe, ahí se maneja mucho dinero y solamente el 3% se maneja con transparencia o cier­tos estándares. Y esto lo que busca es promover, o sea empu­jar, iniciativas para promover la transparencia, la competi­tividad, la inclusión digamos de por ejemplo las pequeñas y medianas empresas.

–ADS: Yo veo todas estas ini­ciativas y emprendimientos como el caballero medieval que se enfrenta al mito del dragón de la corrupción, es una pelea muy desigual, ¿no?

–Es una pelea desigual. Yo creo que justamente la acción colectiva, trabajando desde diferentes ámbitos, no sola­mente el Estado es responsa­ble, el Estado finalmente tra­baja con el sector privado. Y esos contratos no los maneja el Estado, lo maneja el sec­tor privado. En ese sentido, es necesario el involucramiento de todas las partes interesa­das, que deberían de ser toda la sociedad, ya sean las ONG, la sociedad civil organizada, des­pués también, por supuesto, el sector privado. Hay muchas empresas que lideran con el ejemplo y hay muchas empre­sas obviamente que no, pero hay muchas que de repente levantan la voz y dicen “noso­tros queremos tener cier­tos estándares en lo que res­pecta a trabajar en términos de acuerdos comerciales o con­tratos que se puedan dar con el Estado”. Entonces ahí, ese tra­bajo mancomunado es dema­siado importante y creo que en ese sentido hay una evolución muy importante. Es cierto, uno parece que es don Quijote con­tra los molinos de viento, pero se están generando cambios importantes. Hay muchos países que también, así como Paraguay, estaban totalmente opacados antes de tener, por ejemplo, la ley de transpa­rencia. No sabíamos absolu­tamente nada antes de esta ley. Eso marca un punto de inflexión interesante. Ahora se sabe más.

–ADS: ¿Me parece que es una pregunta anacrónica en esta época, pero todavía supone mucho esfuerzo, es decir, esfuerzo extra, llegar a una posición de liderazgo siendo mujer?

–Yo creo que sí. Creo que hay un esfuerzo extra que hay que hacer. Y hablamos al res­pecto de esto. Por ejemplo de la imagen que nos fijamos. Por ejemplo, si vos tenés hoy gran parte de los líderes, ya sea del sector privado, política, siguen siendo hombres. Y eso no sola­mente se da en Paraguay, sino en todo el mundo. Entonces, las personas que son partíci­pes, digamos de ese proceso y son las primeras, que salen y se arriesgan a tomar sus lugares por decirlo de alguna manera, enfrentan todo tipo de barre­ras, se enfrentan a un mundo que no es lo común. Entonces ahí empezó a romper, digamos, los techos de vidrio, ventana de vidrio, puerta de vidrio y todo tenés que romper, entonces yo creo que sí hay ciertas barre­ras, pero también es cierto que se dieron ciertos cambios. La vez pasada estaba leyendo algo al respecto y decía “dios mío, qué feo lo que tuvieron que pasar nuestras madres, por ejemplo, o las que tuvie­ron antes”. Creo que se está evolucionando. Si bien sigue habiendo muy pocas mujeres en puestos claves de lideraz­gos, ojalá que cada vez más, y creo que eso se va a ir dando naturalmente.

–ADS: Volviendo a Paraguay y su futuro. El otro día con­versaba con un experto y me mencionaba que las repre­sas, sobre las cuales hoy basamos casi toda nuestra energía, de aquí a 15 años dejarán de ser suficientes. Paraguay tiene que debatir respecto a su futuro. ¿Cómo ves la construcción de ese futuro?

–Es así como decís, en algún momento, vamos a dejar de tener a esas hidroeléctricas como el centro de la cuestión porque van a dejar de ser sufi­cientes. Y deberíamos de haber estado ya hace 4 años atrás empezado a conversar al res­pecto de ese futuro. Porque ese futuro se toma su tiempo.

Yo creo que Paraguay tiene tanto potencial, pero aquí no es que viene una empresa y va a transformar todo, sino que hay que tener una visión conjunta respecto de a dónde queremos llegar, cuál es el país que queremos tener y dónde vamos a poner las apuestas. Acá tenemos que ser estraté­gicos porque los recursos son limitados y como país tenemos que sentarnos a definir dónde queremos estar en los próxi­mos diez, veinte, treinta años. Y parte de eso es la discusión de la cuestión energética. Toda­vía estamos en pañales noso­tros. Increíble que tengamos esa hidroeléctrica nosotros, con esa súper potencia y que después sigamos teniendo esa pobreza en términos de dis­tribución de energía, pobreza en términos de la calidad de los servicios que recibimos. La vez pasada moría electro­cutada una joven que salió a pasearse por la Costanera, eso es inaceptable, verdad. Ni siquiera tenemos regulación de este tema. Tantas cosas faltan todavía que a veces se dificulta siquiera imaginarse el futuro, porque realmente el presente está bastante des­compuesto, entonces ahí hace falta, un liderazgo suficiente y una capacidad de conversa­ción, pero lo más rápido posi­ble.

–ADS: Remontándonos a un hecho reciente como fue el exabrupto de un ex ministro respecto de la bolsa valores, ¿cómo ves el impacto que tiene esos hechos desde el liderazgo nacional?

–Lo veo gravísimo, pero la verdad es que estoy sorpren­dida. Ya nada sorprende en este contexto de circo, ver­dad. Pero creo que el daño reputacional que este tipo de acciones causa a nuestro país, al sistema financiero en nues­tro país, al desarrollo del sis­tema financiero, la profundi­dad del mercado de capitales en la que se viene trabajando con mucho ahínco por muchos años. Y esto, otra vez, se sos­tiene en lo que es la confianza, cuando vos ves que una per­sona de autoridad, están uti­lizando lugares del Gobierno para hacer este tipo de cosas, esto es enviar una señal terri­ble, no solamente de pérdida de confianza, de daño repu­tacional, sino también para afuera. Estamos pasando por el examen de Gafilat y esto está muy mal. Eso es como que yo me vaya a la SET y use infor­mación que no se debe tocar más que para lo que está per­mitido dentro de la ley y abuse de esa información. Lo mismo pasa con el Banco Central con el secretario bancario y todo lo demás. Salirse de lo que es la responsabilidad de una auto­ridad, me parece que está muy mal. Causar daño reputacio­nal a esta estructura financiera tan importante para el desa­rrollo de nuestro país, sobre la cual descansa, digamos el avance también interno, o sea, nosotros necesitamos seguir profundizando el mercado de capital, es una herramienta espectacular y de cierta manera, estos mensajes que realmente son a propósito, quieren dejar una imagen de que Satán es el mercado finan­ciero y capital. Es realmente un daño muy grave, interno y también externo. Ahora de la mano de eso está el resto de las cosas que estamos viendo, a mí me alegra muchísimo ver, o sea, nadie puede estar dema­siado feliz al respecto, pero desde el punto de vista de las posibilidades que tenemos, ya que ha permeado tanto este tema del narcotráfico aparen­temente en nuestra sociedad, realmente me parece espec­tacular que se estén haciendo estos allanamientos, estos hechos, estos hallazgos que se están haciendo con apoyo de Estados Unidos y otros paí­ses, una pena que tenga que ser así, que no lo podamos hacer con nuestra propia fuerza policial, pero el hecho de que se esté haciendo esta limpieza profunda va a ser bueno para Paraguay y para nuestro exa­men de Gafilat, porque final­mente esto está contribu­yendo, digamos, a demostrar que nosotros estamos en la lucha contra este flagelo.

–ADS: Hablando un poco en esto de lo micro y macro ¿Hasta dónde las políticas públicas, de futuro diga­mos, y con qué correctivos puede llegar a influir en un país más igual?

–De manera tremenda, o sea, el rol de la política pública es central. Este tema de lo macro y micro es un imaginario y a veces ideológicamente se aprovecha esa separación. La realidad es que lo macro es un agregado de lo micro de cierta manera y sí, cuando miras muy de lejos, no podés ver real­mente los detalles ahí, de qué está pasando desde el punto de vista socioeconómico de las familias, de las personas, de las pequeñas y medianas empre­sas, pero creo que son comple­mentos y, de hecho, me parece que tener una macro saludable es la única base sobre la que podés crear una micro salu­dable. Tiene que estar la macro bien para poder empezar a pensar al respecto de refor­mas estructurales importan­tes que tienen que seguir dán­dose en nuestro país. Nosotros avanzamos bastante en la parte de política monetaria política y fiscal, pero todavía nos falta mucho en en todo lo que respecta a fortaleza ins­titucional y ahí también está el sistema educativo, tiene que actualizarse el sistema de salud, tiene que cambiarse completamente y el de seguri­dad. Si hay tres temas, los más básicos, no hay casos más bási­cos que esos y ahí la política pública es central.

–ADS: Y ahí el tema de la inversión privada tiene su participación en la creación de empleos porque somos un país muy clientelista. Y el clientelismo sigue siendo una marca muy profunda en las decisiones políticas en Paraguay.

–Lastimosamente es así, pero yo creo que eso está cam­biando. En el sector público hoy tenés a unos 300.000 funcionarios más o menos, que multiplicado por cuatro son, a ver, 1.200.000 perso­nas, bueno, es un grupo impor­tante, pero sin embargo creo que con el mayor acceso a la información, con la profun­dización de las reformas que se tienen que dar, que se esta­ban dando, que se tienen que continuar digamos, eso va ir cambiando. Y también con la profesionalización del sector público. Creo que eso es muy importante. Cuando yo estaba en Hacienda, por ejemplo, había sindicatos, pero eran bastante razonables porque en Hacienda se hizo un esfuerzo importante de profesionali­zar a las personas que están ahí trabajando. Entonces hay un grupo grande de al menos 2.000 personas en todo el país que tocan muchos temas importantes, muchos temas técnicos. Entonces hay mucha gente que tiene mucho capital humano y eso es importante, se debe continuar en el resto de las instituciones y seguir tra­bajando en lo que es la carrera profesional. Y creo que eso va a ir cambiando bastante, esta relación que existe de cliente­lismo, entre el funcionariado, el cuerpo del funcionariado público y la política.

–ADS: Vivimos un proceso muy accidentado desde el 2018 con un gobierno que ya no se va a recuperar de la mediocridad en un año y vamos a llegar a un 2023 con un mal recuento ¿Cómo se hace para empezar de nuevo en términos económicos?

–Creo que la herencia que va a quedar va a ser muy dura, muy negativa. Ya no existe esa espalda fiscal, ya no existe, ya no está eso. Sí seguimos siendo una economía bastante resi­liente, pero necesitamos al que le toque estar en el Gobierno, la va a tener bastante difí­cil en el punto de vista desde el arranque. Entonces ahí va a ser clave realmente que estas personas que entren al Gobierno tenga muy bien claro, qué es lo que quieren hacer, sobre qué temas se van a enfocar, cuál es la situación real financiera del Estado en ese momento en el que van a tomar y qué se puede hacer y qué no. Es decir, con este espacio reducido realmente vamos a tener que ser bastante selectivos y priorizar de una manera bien estratégica y para eso hay que tener una visión clara de hacia dónde queremos ir. Pero sí, en el lado bueno de las cosas, nuestra economía es muy resiliente, los paraguayos somos muy resilientes. Obvia­mente no hay que poner el peso de todos los problemas sobre eso, pero realmente creo que va a estar difícil para el nuevo gobierno.

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