Fotos: gentileza de Senatur

Ubicada en el corazón del Pantanal paraguayo, Bahía Negra tiene una enorme riqueza natural en donde convergen bosques, pastizales y humedales, pero que contrasta con una enorme falta de infraestructura. Hoy, la idea de organizaciones públicas y privadas es convertirla en un lugar turístico, aprovechando sus bondades naturales con la participación de su gente.

Desde hace años que hay proyectos para promover a Bahía Negra como un nuevo polo turístico en el Pantanal paraguayo, pero todavía no se ha logrado instalar al turismo como una actividad principal de la economía bahianegrense. Ahora, nuevamente desde la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) se está impulsando un par de proyectos, en alianza con otras instituciones internacionales y locales.

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Cuando en el 2006 Bahía Negra se convirtió en municipio, uno de sus principales problemas fue el difícil acceso a la comunidad. Una situación que no ha cambiado mucho y que sigue siendo, quizás, el principal problema a la hora de que los turistas lleguen.

Ubicada a 828 kilómetros de Asunción, en el departamento de Alto Paraguay, Bahía Negra está separada por los ríos Paraguay y Negro, en una zona estratégica y de bellísima naturaleza, ya que se encuentra en el corazón del Pantanal paraguayo, dentro del gran Chaco americano, que además ocupa territorios de Brasil y Bolivia. En esta zona la riqueza natural es única, en flora y fauna.

Sin embargo, en estos tiempos es más fácil llegar por tierra, aunque implica una travesía de casi 13 horas –si no hay demasiada lluvia– y la forma más rápida es mediante el vuelo semanal del Servicio de Transporte Aéreo Militar (Setam). Son dos horas de viaje aéreo si el pequeño aeropuerto de Bahía Negra está en condiciones de recibir vuelos.

POTENCIAL TURÍSTICO

La abundante riqueza natural de Bahía Negra, con una fauna y flora únicas, es el gran potencial que tiene esta zona de Paraguay para lograr una explotación turística que sea sostenible.

A finales del 2021 se instaló en plena ciudad un observatorio turístico con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que pasó a convertirse en el principal centro de atracción turística de la zona. Los yshir tienen una forma peculiar de ver todo lo relacionado al cielo, una cultura que viene desde sus antepasados, los antiguos chamacocos, que tenían sus propios ritos o danzas de acuerdo a lo que se tenía en el cielo.

Con la organización Eco Pantanal se está trabajando en la promoción de lugares históricos y, sobre todo, de las zonas donde los visitantes pueden tener contacto con la naturaleza de una manera única. En este punto, también se está trabajando con un elemento muy importante de la historia de Bahía Negra, que es la participación de las comunidades indígenas.

La idea ahora es habilitar un centro de Información Turística, que pueda ofrecer los servicios básicos para los visitantes, ya que la zona es muy amplia y se busca trabajar en varios aspectos para fomentar el turismo local.

Un punto que ya se hizo referencia en Bahía Negra es la Estación Tres Gigantes, que administra la organización Guyra Paraguay, y que se ubica sobre el río Negro. Se trata de una unidad biológica de conservación, en donde se combina el turismo ecológico y la investigación científica, además de ser la primera unidad de investigación del Pantanal paraguayo.

En el lugar se puede disfrutar de actividades como el senderismo, safari fotográfico, observación, canotaje, pesca, entre otras. Al lugar se accede únicamente por lancha desde Bahía Negra, surcando el río Negro. Durante el viaje se puede disfrutar de la naturaleza total que tiene el Pantanal.

Justamente, desde el 2018 que el Pantanal paraguayo está incluido en la lista indicativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para ser declarado patrimonio natural mundial por parte de esta organización. Y sobre esa iniciativa es que se están promoviendo todos estos trabajos.

LAS COMUNIDADES INDÍGENAS

En Bahía Negra habitan desde hace 500 años esas tierras los indígenas del pueblo yshir, divididos en las comunidades Puerto Diana, Puerto Pollo, Puerto Esperanza, 14 de Mayo –o Karcha Bahlut– y Puerto Ramos. Ellos conforman lo que se llama la Nación Yshir de Bahía Negra, y cuentan con una asociación reconocida como organización civil, mediante el cual buscan principalmente cuidar de sus tierras y mantener la tradición yshir.

Con estas comunidades se está trabajando en la promoción turística de tal forma que los indígenas yshir se involucren en este proceso, hacer que los visitantes tengan la posibilidad de conocer sus culturas, la vida yshir y, sobre todo, su historia. Se apunta a construir un estilo de turismo respetuoso con la vida indígena, y con la fauna y flora locales.

PRODUCCIÓN SOSTENIBLE

Como Bahía Negra tiene grandes pastizales, la idea de utilizarlas para la producción ganadera, pero de manera sostenible, es un proyecto que se viene trabajando desde el 2016 en esta zona del país a través del proyecto llamado Sulu, liderado por la organización WWF. El proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Ambiente Alemán (Bundesministerium für Umwelt, Naturschutz und Reaktorsicherheit, BMU).

La idea es fortalecer alianzas con los actores involucrados en este proceso; es decir, autoridades gubernamentales, estancieros, pobladores. En el proyecto también están involucradas comunidades indígenas que reciben capacitación a través de agentes de la WWF que están trabajando en la zona, abriendo conversaciones y buscando aliados para este plan.

El Pantanal es considerado humedal más grande del mundo y está amenazado, advirtió recientemente la WWF. Con unos 340.500 kilómetros cuadrados repartidos entre Paraguay, Brasil y Bolivia, este ecosistema atraviesa un momento de bastante peligro por los incendios, la deforestación, las sequías y malas prácticas humanas con el medio ambiente.

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