Por Toni Roberto, tonirobertogodoy@gmail.com

Este domingo recorremos con Toni los recuerdos de Adelina Pusineri, un viaje imaginario al pasado desde el viejo tanque de Corposana del parque, pasando por los corsos de carnaval hasta las memorables fiestas del Sajonia.

¿Siempre nos preguntamos si Sajonia es un barrio? Sí, pero también es un sentimiento que rebasa los límites municipales. Eso queda claro al hablar con Adelina Pusineri de Madariaga, investigadora, licenciada en historia y directora del prestigioso museo Andrés Barbero.

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Para Adelina, Sajonia es también su barrio, aunque el legendario chalet familiar donde residía con su padre, el reconocido historiador Carlos “Pajarito” Pusineri Scala, quedara en los dominios del barrio Dr. Francia. En Sajonia, tanto en el club como en el barrio, transcurría toda su vida; comenzando por el parque mismo que era el gran patio de todos los barrios que conforman el “Gran Sajonia”. Así me gusta denominar a la unión emocional de varios barrios que son: Carlos Antonio López, Dr. Francia, San Antonio, Ita Pytâ Punta y, por supuesto, el antiguo Puerto Sajonia.

EL VIEJO TANQUE DE CORPOSANA

Una de las historias más memorables de Adelina es el tiempo en que se hizo la excavación para la construcción del tanque de Corposana. Ella nos cuenta: “Salieron tantas cosas de ahí. Yo recuerdo que le acompañaba a papá, que recogía muchos objetos que estaban enterrados en el Mangrullo”.

“La gran diversión de los chicos del barrio era cuando el tanque desaguaba y pasaba el raudal frente a casa por días, era peor que las lluvias de ahora, nos bañábamos y juntábamos las cosas, los niños hacían barquitos y ponían unas tablas para cruzar el raudal y cobrar moneditas”, recuerda con mucha emoción.

“La verdad es que estos lugares marcaron nuestras vidas. Recuerdo cuando se usurpó el terreno del parque para el canal y la construcción de la antena, así como el legendario ciervo y su misteriosa desaparición”.

LOS CORSOS EN CARNAVAL

Sobre la avenida se hacían los corsos en carnaval que eran bellísimos, entonces nosotros íbamos hasta la verja del parque y poníamos nuestras sillas y desde ahí veíamos. Las reinas eran todas nuestras vecinas: las Blaires que eran hermosas y las amigas que teníamos frente al parque y al costado estaba Cira Moscarda, que era profesora de dibujo de mi hermana Susana.

Adelina sigue viajando en el recuerdo por el barrio y rememora: “Seguimos más por la avenida para ir hasta el club y en ese trayecto conocíamos tanta gente y completábamos Sajonia con el club, los carnavales y los corsos infantiles, las grandes fiestas donde venían los actores argentinos o hasta Mocedades, la verdad que Sajonia marcó toda mi vida”, termina diciendo Adelina Pusineri.

Así nosotros pudimos hacer otro viaje a los recuerdos de la mano de una de las hermanas Pusineri de Madariaga, que vivían en el barrio Dr. Francia, pero que cruzando el parque pasaron parte de su vida en el legendario barrio Sajonia.

Comparsa del Sajonia 1956. Foto colección Rigoberto Ramírez.
El ciervo del parque C. A. López; de izquierda a derecha los niños Alberto Cavallaro, María Nidia Ayala Cavallaro y Adelina Pusineri. Asunción c. 1953.

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