Fotos: Pánfilo Leguizamón

Urutaú es el nombre que Holger Bergen y su familia le dieron a una propiedad de unas 20 hectáreas que tienen en el corazón de la ciudad de Filadelfia, Chaco paraguayo, donde dan refugio a animales silvestres accidentados o huérfanos.

El proyecto empezó en el 2017 con algunos pocos ejemplares pero rápidamente su fama se fue extendiendo y hoy decenas de animales silvestres viven en este lugar, esperando poder ser devueltos a su hábitat natural o en todo caso, ubicados en hogares definitivos. La mayoría de los animales que llegan a Urutaú fueron rescatados, ya sea por el Ministerio del Ambiente o por los propios trabajadores de Urutaú, que acuden a los lugares donde reciben denuncias y hacen las gestiones ante las autoridades para proceder al rescate. Así, por ejemplo, hace unas semanas rescataron a un pequeño jaguarete de una estancia ubicada en la zona de Cerro León. Hoy el felino está bajo tratamiento y una vez que esté recuperado completamente, será entregado al Mades. En octubre de este año, este refugio fue parte de un gigantesco proyecto de conservación con la entrega de 40 tortugas yaboti o “patas rojas” al Parque Nacional “El Impenetrable” en el Chaco argentino, a través de un convenio con organizaciones ambientales argentinas. El objetivo es poblar de nuevo esta parte del Chaco argentino con estas tortugas, ya que los desmontes y la cacería los dejó prácticamente en la extinción, en una zona donde habitaban antiguamente. En Urutaú hoy día hay pumas, un jaguarete, aves, serpientes, un tagua, una pareja de enormes mborevi y una decena más de animales que estaban lastimados, domesticados en malas condiciones o en peligro de ser cazados. “Urutaú no compra ni vende animales, de ningún tipo”, asegura Bergen. Afirma que el objetivo es seguir creciendo y que realmente el refugio sirva para recuperar a más animales, para ayudar a mantener la vida silvestre del gran Chaco paraguayo.

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