Mike Silvero presenta en primera persona su libro “Santo y Seña” para el Gran Domingo de La Nación. La obra hace referencia al caso que involucra al ex presidente del club Olimpia Marco Trovato y las denuncias en su contra por amaño de partidos, lo que derivó posteriormente en la suspensión de por vida de Trovato como dirigente del fútbol por parte de la propia FIFA. Silvero trabajó en los pormenores y detalles de todo lo relacionado con el caso, con entrevistas exclusivas y con un pormenorizado trabajo de reporteo y datos.

  • FOTOS: LEANDRO VERAGUA

Durante gran parte del 2020 la opinión pública en general estuvo dividida de forma cier­tamente equitativa en cuanto a cantidad con respecto a lo que había alrededor del caso Trovato, que había tomado estado público a inicios de ese año cuando se confirmaba que a la FIFA llegó desde Asunción una denuncia con­tra el entonces presidente del Olimpia. Los rumores habla­ban de manipulación de resultados deportivos, una denuncia nunca antes rea­lizada desde nuestro país y menos con ese nivel de pro­tagonista, una figura y una entidad tan importante.

Entrados unos meses en dicho año la situación se polarizó aún más, cuando tanto desde Abc como desde GEN se fueron conociendo parte de las con­versaciones que había tenido Marco Trovato con un “fixer”; es decir, una persona encar­gada de “arreglar” situaciones dentro de partidos del torneo del fútbol paraguayo.

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Por un lado los que seguían estas publicaciones como se sigue habitualmente el tra­bajo de la prensa, con cierta sorpresa, pero confiando en la veracidad de los hechos denun­ciados. Y por otro, con el apoyo de otra parte de la prensa y una campaña incendiaria en redes sociales, tratando con todos los métodos posibles de des­prestigiar al Grupo Nación, al periodismo y negando que los hechos sean reales.

Recién en setiembre, cuando la FIFA anuncia el juzga­miento y la suspensión de por vida de Trovato, las cosas vuelven a un cauce casi natu­ral. Aquellos más agitados en redes, amenazantes, ofensi­vos y desafiantes pasaron a un habitar las redes con cauto y respetuoso silencio.

Algunos ultraconvencidos de todos modos quedaron insis­tiendo, pero fue ese momento en el que parecía ideal recopi­lar toda la información corres­pondiente a este caso, para que quienes quieran hacerlo, siempre tengan a disposición un elemento compilatorio que les permita sacar sus propias conclusiones y entender la decisión de la FIFA.

“SANTO Y SEÑA”

Santo es el sujeto y la seña es lo que uno puede hacer como un gesto en que se interprete que esa persona puede cum­plir con el trato previamente pactado. Este caso ha sonado desde hace mucho tiempo y creo que hacía falta poder ponerlo en un material que documente todo.

El proceso de recaudar y reco­lectar todos los documentos estaba cubierto en gran parte con la denuncia que viajó desde Asunción hasta Zúrich, porque en ella se encuentran las conversaciones en un período de 2 años entre el ex dirigente suspendido de por vida por la FIFA y la persona que lo denunció.

Pero eso era insuficiente, había que darle contexto; por eso sumar en exclusiva la entre­vista que tuvo el “fixer”, Édgar Troche, con el jefe de disciplina de la FIFA, Carlos Schneider, era tarea clave. Esa charla, de una hora en locación secreta antes que se cierren las fron­teras por el covid, es un ele­mento que le permite al lector comprender el real alcance de este asunto. Por supuesto que es sorprendente escuchar a quien antes era un cómplice, ser luego quien denunciara a su socio en un trato de este tipo, pero es lo que hace de esta his­toria un escándalo, la facilidad con la que se relatan los ama­ños y la traición en la que ter­mina esa relación.

Desde que se conoció el nombre del “fixer” devenido a denunciante, Édgar Troche, se publicó con metódica insis­tencia la serie de anteceden­tes de esta persona; denun­cias de estafa, de producción de documentos no auténti­cos, etc. Como apuntando a un argumento ad-hominem, cuando por otro lado parece bastante coherente que quien se presenta ofreciendo arre­glar encuentros deportivos a cambio de sumas de dinero, precisamente se mueva en un submundo de baja calaña, de tinte delincuencial.

Con el correr del tiempo y la disponibilidad de elementos, como por ejemplo la defensa del señor Trovato, el material fue creciendo, al punto de lle­gar a un estadio en el que se sentía “completo” cuando la FIFA ratifica la sanción dis­ciplinaria y solamente deja a un organismo independiente, como el TAS, la posibilidad de rever o disminuir la justifi­cada sentencia.

El material también repasa incoherencias, situaciones extrañas, como las del telé­fono enviado a Suiza como parte de la investigación que no se podía desbloquear, las idas y vueltas ante repetidos pedidos de la FIFA de colabo­rar con la investigación, y cómo también esa parte del proceso sumó para que la carga de la responsabilidad sea mayor sobre el denunciado.

Pero, principalmente, una vez terminado todo el acopio de información relacionada, hay una serie de preguntas alre­dedor de este caso, siendo la más importante: ¿Por qué no se investigó más?

Tácitamente uno no puede dejar de coincidir con el señor Trovato, al margen de lo que la FIFA dictaminó, en que con tantos nombres mencionados: jugadores, árbitros, técnicos. Con tantos clubes señalados, a nivel local y continental, parece quedarse corta, muy corta la investigación dando por terminado el asunto solo con un responsable castigado.

Si este caso es una man­cha en la historia del fútbol paraguayo, o si es un caso que muestra la búsqueda de transparencia en el deporte local, dependerá de la óptica con la que se decida mirar el caso y todos los elementos que se documentan en este libro.

La historia

La antesala de “Santo y Seña” tiene que ver con el trabajo de investigación periodística que hizo el canal GEN para tirar la primera bomba en el caso Trovato.

Fue en setiembre del 2019 cuando el canal GEN dio a conocer que la empresa Tro­vato CISA, de la familia de Marco Trovato, entonces presidente del club Olimpia, era la dueña de una firma vinculada a todo el sistema de pagos electrónicos de las apuestas deportivas del país. El trabajo periodístico dejó en evidencia todo el esquema que generaba millones de dólares al año y que operaba sin control alguno.

Aquel informe de GEN y que se replicó en todo el Grupo Nación con datos, infor­mación pública y privada y con un trabajo de reporteo intenso, cómo el sistema de apues­tas del fútbol paraguayo estaba plenamente vin­culado a uno de los dirigentes más importantes del fútbol local, lo cual estaba penado por los principios bási­cos de la propia FIFA.

La investigación demostró que Trovato CISA era la dueña –en ese enton­ces– de la empresa FastPy, considerada una “multipa­sarela para cobros online en tarjetas de crédito y débito”. FastPy era la empresa que se encargaba de hacer todas las recargas o pagos de apuestas para Aposta.La, la firma que explota las apuestas en Paraguay para el fútbol profesio­nal. El escándalo era mayúsculo.

En setiembre del 2020 se fil­tró que la FIFA estaba investi­gando a Trovato. En fecha 4 de ese mes, el club Olimpia no tuvo otra que sacar un comunicado reconociendo que Trovato estaba siendo investigado por la Comisión de Ética de la FIFA. Finalmente, el 28 de setiembre, la máxima instancia del fútbol mun­dial dio a conocer la sanción al ex presidente de Olim­pia: Expulsión de por vida para ejercer como dirigente deportivo por haber mani­pulado resultados deporti­vos cuando era presidente del club Olimpia, entre los años 2018 y 2019.

Trovato apeló, pero tuvo otro revés en la FIFA, que se rati­ficó en la sanción en julio de este año.

Lavado de dinero y otros

Un informe confidencial de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Sepre­lad) confirmó que el famoso cheque firmado por Marco Trovato, ex presidente del club Olimpia, a favor de la persona que aparece como el “gestor” de los amaños de los partidos de fútbol en la denuncia ante la FIFA, docu­mento clave en toda esta investigación, existió y fue procesado.

Esta situación había sido publicada por el Grupo Nación dentro de su inves­tigación en el caso Trovato en la serie denominada “Juego sucio”, en la cual se detalló todo el esquema que se tenía para manipular o arreglar algunos partidos. El programa periodístico “La caja negra”, que se emite por Unicanal, había dado a conocer todo el documento de la Seprelad en febrero de este año.

El cheque a favor de este ges­tor, que ahora todos sabe­mos se apellida Troche, fue negado rotundamente por Trovato y su entorno, cuando surgió la denun­cia. Sin embargo, los regis­tros de la SET dan cuenta de que el 18 de octubre del 2018 Trovato emitió un che­que a favor del “gestor” que fue cobrado en ventanilla el 19 de octubre. Es decir, al día siguiente. El monto del pago fue de G. 25 millones y es la suma que el denun­ciante había dicho que acor­daron por amañar algunas situaciones en los partidos de fútbol en donde jugaba Olimpia en el torneo profe­sional paraguayo en ese año.

El propio viceministro de Tributación, Óscar Orué, había confirmado al pro­grama “La caja negra” que la institución a su cargo está investigando a Trovato, el club Olimpia y la Funda­ción Franjeada por posible lavado de dinero. Esto a raíz de que se vincula a la fun­dación como una organiza­ción que prestó millones de dólares al club Olimpia, pero cuyo origen de dinero se des­conocía.

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