POR EDUARDO PALACIOS, fepalacios@tigo.com.py

La radio ha sido siempre una fuente inagotable de talento y fue también un escenario para que destacados profesionales del medio compartan sus tareas con sus colegas, formando un equipo o parejas, que en algunos casos no fueron solo en el ejercicio profesional, sino que escribieron historias de romance y amor. Hoy recordamos a algunas de ellas.

La tarea radial tiene múltiples facetas que se fueron desarrollando conforme al avance de la tecnología y a la creatividad de sus protagonistas, en la búsqueda de mayores atractivos para la audiencia y consecuentemente un mejor posicionamiento en cuanto a la popularidad. Comparativamente, en las décadas de los años 40, 50 y 60, en el estudio de la radio, la cabina de transmisión, contaba con un solo micrófono, hoy en una cabina hay tantos micrófonos como profesionales locutores y periodistas trabajando en cada programa.

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Por esos años, en la consola del operador se contaba con dos giradiscos y en algunos medios dos o tres grabadores-reproductores a cinta o reel, pasando luego por las grabaciones en CD o en la memoria de un ordenador, y así sucesivamente hasta hoy en que la mayoría de los medios tienen equipos digitalizados de última generación e incluso algunas emisoras de FM funcionan en forma totalmente automática las 24 hs, con toda la programación pregrabada.

De las épocas anteriores recogimos informaciones sobre historias de amor surgidas en los escenarios radiales. Hoy queremos ponerla de resalto por cuanto que involucra a los protagonistas, hombres y mujeres, que unieron el vínculo profesional con el afectivo y formaron pareja. En algunos casos se mantuvieron firmes y en otros la vida los separó llevándolos por caminos diferentes.

PAREJAS

Silvio Paciello, locutor de radio Charitas, e Irene Portillo, locutora en Emisoras Paraguay y luego en Charitas, formaron pareja y luego constituyeron una familia, trabajaron juntos hasta los últimos años de la década de los años 70 en ZP 11. Miguel Fernández y Adriana Franco, profesionales locutores de una vasta trayectoria, se conocieron en radio Comuneros y formaron una familia, luego siguieron trabajando juntos en radio Asunción con populares programas.

Herma Sosa Montanía, en radio Guaraní primero y luego por muchos años en Comuneros, conoció en el marco de la tarea radial a Arístides Rojas, un locutor destacado en los años 60, y resolvieron unir sus vidas por unos años hasta su separación. Ambos siguieron en la radio con tareas diferentes. Herma quedó en Comuneros con sus escuchados programas, como por ejemplo: “Disque por su disco y su pedido en el aire”. Arístides fue a trabajar a Ciudad del Este en los medios locales.

Myriam Ortiz Molas de Barreto, locutora de una generación brillante de radio Comuneros, de las pasadas décadas, contrajo matrimonio con Andrés Barreto Calderoli, operador de la radio y más tarde productor de programas exitosos en la misma emisora. César García, locutor y actor que ganó popularidad con su personaje “Bolidote” en el programa “La pensión de Ña Lolita” de los años 60 en Emisoras Paraguay, se unió en matrimonio con la destacadísima locutora y actriz Blanca Navarro. Dos talentos que se separaron y actuaron luego en medios diferentes.

Gloria Godoy llegó a la capital, proveniente de Encarnación en 1962, donde había trabajado años antes en ZP 5 con el equipo formado por don Artemio Vera. Ingresó como locutora de Ñanduti, donde estuvo desde el comienzo y en donde se unió luego afectivamente a Humberto Rubin, conformando una familia cuyos integrantes son protagonistas esenciales de uno de los medios radiales más importantes de nuestro país, como Ñanduti.

Flora Giménez, una de las mejores voces femeninas de la radio y la televisión de las décadas pasadas, conoció al periodista Augusto Ocampos Caballero en radio Charitas. Conformaron una familia y trabajaron juntos por varios años en canal 9. Luego de separarse tomaron profesionalmente rumbos diferentes.

María Elena Sachero, profesional de mucho talento que se lució en las emisoras de radio y en los escenarios teatrales, quien compartió muchos años con Alberto Lares, y aun separados siguieron vinculados al teatro.

EN LA RADIO Y EN EL TEATRO

Alberto Lares (nombre artístico de Alberto Stevens), locutor y actor de gran trayectoria en las décadas del 60, se unió a la gran actriz y locutora María Elena Sachero. Separados, Lares se dedicó exclusivamente al teatro al igual que María Elena Sachero, cuya tarea teatral fue muy relevante. Hermes Báez Molas, un locutor de muy buena gestión en los medios por los que estuvo en los años 60 y 70, contrajo matrimonio con la actriz Cristina Dumas, quien ocasionalmente también estuvo ante los micrófonos de las emisoras capitalinas.

Antonio Montórfano, el gran locutor del que ya nos ocupáramos, unió su vida a la de Dolores Robles, responsable del rico patrimonio discográfico de radio Nacional en las décadas pasadas. Y, finalmente, una historia de amor intensa entre Carlos y Rosana Penayo, dos de las voces más importantes de la radiofonía paraguaya, que se unieron profesionalmente por los años 70 en las emisoras más importantes, también resolvieron unir sus vida en una admirable relación que se truncó con la partida a la eternidad de Carlos, obligando a la soledad a su pareja, Rosanna Penayo, de la que esta nunca pudo recuperarse y que finalmente, también, la llevo tempranamente a la eternidad.

Estas son partes de las historias de amor nacidas en el ambiente radial. No buscamos alimentar el morbo de la gente, solo contar que formaron parte de la rica herencia histórica del medio más importante, la radio.

Alberto Lares, profesional de mucho talento que se lució en las emisoras de radio y en los escenarios teatrales, quien compartió muchos años con María Elena Sachero, y aun separados siguieron vinculados al teatro.

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