Por Jorge Zárate, jorge.zarate@gruponacion.com.py
Las imágenes maravillan, horas de televisión mostrando a los mejores atletas del mundo luchando por superar sus marcas. La pequeña delegación nacional participa con alegría en la experiencia que se espera alguna vez corone con una medalla. Las presiones de la maquinaria publicitaria y mercantil agobian a los atletas y encienden una señal de alarma sobre los mensajes que el deporte global está entregando. Doping y corrupción aparecen detrás del megaevento que vio la luz en medio de la agobiante pandemia de coronavirus.
Las repeticiones de los mejores momentos con el efecto “Matrix”, una cámara que parece rodear al gimnasta, al basquetbolista, al ejecutor de una destreza magistral, pone a los juegos japoneses en un nuevo escalón. Estas imágenes abren a un siglo en el que lo virtual compite con lo real, el cine en 3 dimensiones, un lugar al que se acercará el deporte televisado en menos tiempo de lo pensado.
Todo parece un gran juego electrónico de la Play, la universal consola japonesa. Se puede ver al gigante esloveno Luca Doncic lanzar sus endemoniados tiros de 3 en un básquet que celebra la aparición de un genio, desde todos los ángulos, en un efecto envolvente, sorprendente. Otra imagen nos detiene en el arte en la precisión con que una diminuta gimnasta concreta esas figuras en la viga, en la pista, en las paralelas.
DETALLES DE MODA
Minutos después, una niña morena aplaude feliz la victoria de Suni Lee, su compañera del equipo de gimnastas de los Estados Unidos. El mundo pensó que ella, Simone Biles, la reina indiscutida de la gimnasia artística estaría allí, pero no, se retiró prefiriendo cuidar su salud mental. Agobiada por la presión, desistió de participar en uno de los eventos estrella de las Olimpiadas en un suceso que encendió alarmas para con los extremos a los que lleva a la competencia la mercantilización excesiva, el convertir a una persona en un producto. Algo parecido había ocurrido con Naomi Osaka, la tenista que era el símbolo local de los juegos de Tokio. Perdió en su segundo partido. “Me alegro al menos de no haber perdido en primera ronda”, dijo algo aliviada la estrella de 23 años que cobra unos 55 millones de dólares al año solo de sus patrocinadores.
Dijo Biles: “Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con mis demonios. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, contó la que fuera la gran campeona de Río 2016 y llegaba a revalidar sus títulos.
La excelencia plástica de las atletas es vestida con máxima elegancia. Las mallas del equipo estadounidense tienen incrustaciones de 3.500 cristales Swarovski. Diseñadas por GK Elite, se conoció que el guardarropa de cada una de las integrantes del equipo cuesta unos 12 mil dólares. Y la moda está allí disputando esta gran pasarela mundial donde Paraguay consiguió llamar la atención con el look de su delegación inspirado en los años 30 y 40. “Fresco y elegante”, elogiaron medios especializados al diseño de Carlos Burró. “La idea empezó con un mood board de prendas deportivas de los años 30 y 40, una época en la que todavía se usaban tejidos rígidos y tejidos de punto para las prendas deportivas. Quería usar exclusivamente telares nacionales y por ahí empezó la cosa”, comentó el diseñador a este diario. “Usamos algodón paraguayo, intervenido por la brocha de Liv Ljunggren para crear una albirroja acuarelada sobre el tejido y las tejedoras de Limpio le dieron forma a los sombreros de karanday”, dijo. Todo un logro, si se tiene en cuenta que Polo de Ralph Lauren viste a los Estados Unidos y el Emporio Armani hace lo propio con la delegación italiana.
EN PROCESO
Camilo Pérez, presidente del Comité Olímpico Paraguayo (COP), habla con La Nación desde Tokio y hace una breve evaluación. “Alejandra Alonso terminó en la ubicación 21 en remo; Benjamín Hockin se mostró contento con lo que está haciendo en la natación. Verónica Cepede jugó un muy buen tenis, le tocó una jugadora china que estaba en uno de esos días en que no cometía errores. Agua Marina Espínola nos dio por primera vez en la historia un representante en el ciclismo y muy satisfechos con su actuación, y ni qué decir Luana Alonso, que con sus 17 años pudo bajar su tiempo nadando muy rápido, lo que la coloca con muchísimo futuro pensando en los juegos que vienen”, dice.
En el caso de Fabricio Zanotti (golf) y Camila Pirelli (atletismo), estaban compitiendo al cierre de la edición, al igual que Derlis Ayala, que lo hará en la maratón del domingo 8/8. “Estamos satisfechos porque con poco pudimos hacer mucho. La gente no se tiene que olvidar que los juegos olímpicos son el mundial de todos los deportes y estamos en un mundial. Y para hacer una pequeña analogía, cuando clasificamos al mundial de fútbol, hacemos una fiesta, entonces hay que reconocer que estamos en un proceso en el que vamos bien, pero necesitamos mucho más apoyo y competencia internacional. Nuestros deportistas tienen hoy todo en torno a entrenadores y medicina especializada, pero trabajaremos fuerte para que nuestro deporte tenga mucho más presupuesto”, dijo Pérez.
Óscar Adán Villalba, periodista especializado en deportes olímpicos, cuenta que los atletas paraguayos pueden aspirar a mejorar sus marcas. “Estamos en un proceso, por ejemplo en los juegos de Odesur de Santiago de Chile del 2014 se consiguieron 10 medallas y ya en los Odesur de Cochabamba en el 2018 se consiguieron 30 medallas. Previo a eso en Santa Marta, Paraguay ganó 30 medallas en los Juegos Bolivarianos, en los Juegos Panamericanos también hubo un salto de 3 medallas que se ganaron en el 2015 en Canadá a ganar 5 en el 2019 en Lima con la inédita medalla de oro en golf con Fabrizio Zanotti. Ahora nos queda dar el campanazo en unos Juegos Olímpicos”, analiza.
“Ya no nos vamos a participar nomás como antes a los eventos continentales, estamos lejos de una medalla olímpica, sí, pero el proceso es bueno. El COP le contrató al médico Juan Carlos Quiceno, el médico que dirigió el proceso de avance del deporte colombiano. Colombia dio un gran salto en 12 años dirigidos por este señor”, agregó.
Quiceno es el director del Centro de Ciencias Aplicadas al Deporte, una creación que viene rindiendo frutos. “Estamos por buen camino, se mejoró muchísimo, pero aún falta para ser protagonistas en los Juegos Olímpicos. El apoyo estatal es muy bueno, pero nunca alcanza. Colombia tiene una gran infraestructura, tiene apoyos municipales, departamentales y a nivel central, a diferencia de nuestro caso, donde todo está centralizado. Aquí mejoramos, pero estamos lejos de los presupuestos de Argentina, Brasil o Chile”. Según reseña Villalba, hoy se tienen apoyos, becas, sueldos que brinda la Secretaría de Deportes (SND), hay psicólogos, kinesiólogos, terapeutas, en casi todos los ámbitos y esto anima a seguir alentando el sueño de una medalla olímpica.
LA RECONSTRUCCIÓN
Para Japón, esta cita tan importante como aquella de 1964, también en Tokio, donde mostró al mundo la reconstrucción después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, un renacer que 57 años después tiene los mismos ingredientes: lo atómico y lo olímpico. Son ya los juegos más caros de la historia, costarán más de 30 mil millones de dólares y tienen para el establishment japonés la misión de mostrar una nueva recuperación. La de la explosión de la central atómica de Fukushima en el 2011, un evento que debió haber cambiado la percepción del mundo sobre el uso de la energía nuclear. Sin embargo, allí están las peligrosas centrales, todavía funcionando en el mundo porque se demora el reemplazo eficiente de la energía eléctrica que producen.
Lo resume el analista internacional Alfredo Grieco y Bavio en el Diario.Ar: “La victoria en esta competencia era la promoción después de una degradación: una puntual década después de su propio Chernobyl, que había desmentido la superioridad científica y administrativa y la capacidad nacional para prever lo anticipable”.
Tokio entonces aparece convertido en un gigante amable que expone la metodología Kaizen, “la mejora continua”, que muchos deportistas, Cristiano Ronaldo, por ejemplo, hicieron propia en su preparación. La idea que permitió el “milagro japonés” hizo posible también estos juegos. La mascota oficial Miraitowa significa “futuro” (mirai) y “eternidad” (towa), que aparece acompañada de Someity, la mascota de los Juegos Paralímplicos. Creadas por el artista Ryo Taniguchi, fueron elegidas por escolares japoneses y conjugan elementos futuristas con el tradicional estilo manga. Representan ese futuro tecnológico al que los japoneses apuntan todos sus esfuerzos.
Corría el entretiempo del fantástico partido en que Francia derrotó a Estados Unidos 83-76 cuando apareció “Cue”, el robot diseñado por Toyota, inspirado en Sakuragi Hanimichi, justamente un personaje de un manga que se enamoró del básquet tras ser rechazado por las chicas.
Es negro, tiene tamaño humano y es gracioso. Lanzó un tiro libre, convirtió para algarabía de los pocos presentes. Acto seguido, se paró en la zona de 3 puntos y encestó, generando ya alguna incredulidad.
Pero el momento de dejar las bocas abiertas de asombro fue cuando se paró en el medio de la cancha y se preparó para lanzar. Se abrieron las apuestas en el breve espacio en que la pelota describía la parábola hasta que el inconfundible zumbido de la redonda naranja acariciando la red hizo levantar al auditorio. Su precisión se basa en los algoritmos de mapeo 3D y hace que la frontera entre realidad y ciencia ficción vuelva a mostrarse difusa.
DOPING
Se entiende que los juegos tienen desde siempre una carga política, fueron escenario de disputa de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, en el ejemplo más cercano. Hoy, la exclusión de Rusia como país de las olimpiadas parece inscribirse en disputas parecidas. Lo cierto es que el Comité Olímpico Internacional (COI) encontró culpable al estado ruso de utilizar el dopaje para obtener ventajas deportivas de manera sistemática y lo sancionó, quitando incluso unas 10 medallas a sus deportistas. Por eso los 330 atletas rusos compiten en Tokio bajo el rótulo del Comité Olímpico Ruso (ROC, su sigla en inglés). Sin embargo, no por ello el doping deja de estar presente en los juegos. “Entre un 10 y un 40% de los atletas que están compitiendo estaría haciendo trampa”, calculó un informe de The Economist en el que se intenta exhibir el valor de la medicina del deporte como elemento central en la “producción” de un atleta de alta competición. La Agencia Internacional de Control (AIT), supervisada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), está “dirigiendo en Tokio 2020 el programa antidopaje más amplio jamás implementado en una edición de los Juegos Olímpicos”, se apuntó. Lo curioso fue que el primer caso, el de Jamie Kermond, del equipo australiano de equitación, no fue por drogas deportivas: dio positivo por cocaína. En estos días, una investigación de la cadena pública alemana ARD reveló que ciertos agentes dopantes pueden transferirse por el simple contacto a través de la piel. Basta con un breve apretón de manos o una palmada en el hombro. Los nuevos descubrimientos son la pieza central del documental llamado “Doping top secret - Guilty”.
Según reportó la Deustche Welle (DW), la Universidad del Deporte Alemana de Colonia y el Instituto de Medicina Forense del Hospital Universitario de Colonia aplicaron a doce hombres de entre 18 y 40 una pequeña cantidad de esteroides anabólicos en la mano, el cuello y el brazo. En las semanas siguientes, los participantes en el ensayo suministraron al laboratorio diversas muestras de orina y ante el asombro de los investigadores, los 12 dieron positivo por dopaje. Sus muestras indicaron que habían consumido sustancias ilegales, aunque nunca ingirieron nada. Las sustancias prohibidas aún podían rastrearse en algunas de las muestras de orina que los participantes entregaron hasta dos semanas después de la aplicación de los agentes dopantes en su piel. “No me lo habría esperado de esta manera, especialmente el hecho de que los rastros fueran visibles durante tanto tiempo”, dijo Martin Jübner, toxicólogo forense del Instituto de Medicina Legal del Hospital Universitario de Colonia.
LAS NIÑAS DEL SKATE
Momiji Nishiya hizo historia al ganar la primera medalla de oro olímpica en skateboarding femenino en calle en los Juegos de Tokio. “No pensé que pudiera ganar, pero todos a mi alrededor me animaron, así que me alegro de haber podido encontrar mi ritmo”, dijo Nishiya. La deportista japonesa tiene apenas 13 años y compite en un deporte que ha hecho su debut olímpico en Tokyo 2020. “Estoy tan feliz de ganar los Juegos Olímpicos en Japón, y estoy tan feliz de ganar mis primeros Juegos Olímpicos como una de las competidoras más jóvenes”, dijo desde el juvenil podio que compartió con Rayssa Leal de Brasil, también de 13 años, medalla de plata, y la japonesa Funa Nakayama, de 16 años, quien ganó el bronce.
Vale recordar que la campeona olímpica más joven de la historia es Marjorie Gestring, quien ganó el título en salto de trampolín en los Juegos de Berlín de 1936 a la edad de 13 años y 267 días, solo 63 días más joven que Nishiya. La más joven de Tokyo 2020 fue la estrella siria del tenis de mesa Hend Zaza, de 12 años, quien abandonó los Juegos el sábado después de perder 4-0 en su partido de primera ronda contra la austriaca Liu Jia.
Otras jóvenes fueron las gemelas Jessica y Jennifer Gadirova, de 16 años, que compiten en el equipo femenino de gimnasia de Reino Unido; la saltadora china de 14 años Quang Hongchan hizo lo propio en salto de plataforma de 10 metros. Otra joven de 14 años, Summer McIntosh, de Canadá, estableció un nuevo récord de natación cuando terminó una serie de 400 metros estilo libre en 4:02.72. Katie Grimes, nadadora de 15 años, es la integrante más joven en la historia del equipo de natación de EEUU.