Por Arturo Peña, arturo.pena@gruponacion.com.py

Fotos Gentileza

Las Pelotas, una de las bandas históricas y esenciales al hablar de rock argentino y sudamericano, acaba de lanzar Versiones desde casa, disco surgido de una “terapia” musical durante el encierro pandémico. El líder del grupo, Germán Daffunchio, habló en una entrevista –vía internet– sobre el material y su visión de la música en la actualidad.

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Tras la muerte de Luca Prodan, emblema de la mítica banda argentina Sumo, los integrantes de esta se lanzaron a diversos proyectos. De aquel adiós nació en 1988 Las Pelotas, con la impronta de otro legendario, Alejandro Sokol. Con la partida física del “Bocha”, el guitarrista Germán Daffunchio tomó el timón del grupo, que hoy lleva más de tres décadas agitando escenarios.

En marzo del 2020, Las Pelotas anunciaba la salida de su duodécimo disco de estudio: Es así. En momentos en que alistaban el concierto de presentación y la gira nacional, se declaró la pandemia por el covid-19 y el encierro. Todo quedó suspendido.

Con la incertidumbre encima, con el temor en el aire y los escenarios vacíos, la banda se sumió en un proceso “terapéutico”, como lo define el propio Daffunchio en una entrevista por Zoom días atrás, él desde su “base” en Córdoba. De este viaje introspectivo surgió Versiones desde casa, disco lanzado este mes en plataformas digitales. El material, realizado con lo básico y a distancia (cada integrante aportó y grabó desde sus casas), trae una selección de 8 temas del repertorio de Las Pelotas: “Cuantas cosas”, “Más de todo”, “Nunca te jugaste”, “Bombachitas rosas”, “Siempre estará”, “Como una estrella”, “Nada es real” y “Víctimas del cielo”, pero en versiones más íntimas, hogareñas, dentro del formato acústico.

Daffunchio compartió vivencias del proceso del disco, habló de la actualidad de la música y también hizo memoria de aquella primera vez en Paraguay, en noviembre del 2018, en el multitudinario Cosquín Rock. “Lo recuerdo muy bien, estuvo muy bueno”, señaló el músico.

–Esperamos bastante a Las Pelotas en Paraguay

–Sí, fue bastante tiempo. Antiguamente cada compañía de discos, según el género, tenía como seis, siete u ocho artistas, iban probando, pero a partir de los 90 las compañías se achicaron. Ya sabían que se venía el CD y todo lo que pasó después.

Entonces, los que queríamos hacer música nos vimos obligados a meternos en algo que no teníamos la más mínima idea, que era la producción independiente, hacer tu propio material por tu cuenta y editarlo, distribuir, venderlo. Eso te llevaba a que nunca podías competir con la maquinaria de publicidad y distribución de una discográfica. Entonces Las Pelotas fue una banda que se hizo mucho más tocando en vivo por muchos y muchos años. Y bueno, en un momento tuvimos la suerte de poder llegar a Paraguay.

En esa época (los 80 y 90) Soda, Virus, Los enanitos, Miguel Mateos, todas esas bandas estaban recontra apoyadas por compañías discográficas y se esparcieron por toda Latinoamérica. Nosotros que no entrábamos dentro de eso, porque para entrar a una compañía discográfica vos tenías que presentar un producto que ellos sintieran que lo podían vender, no es que apoyaban el arte porque les gustaba lo que vos hacías. Y bueno, por eso el camino fue más difícil.

– Sin embargo, históricos como Las Pelotas, que no llegaron quizás masivamente, son hoy bandas de culto con seguidores más fieles.

–Sí, es cierto lo que decís. Nosotros nos hicimos tocando y la gente nos conoció por los escenarios y no por una publicidad nuestra con un tema lindo. Entonces hay un montón de gente que creció escuchándonos y viene a los shows a festejar, no sé cómo explicarte. Es una relación de años. Y esa gente trae gente nueva y hay jóvenes y grandes. Es muy raro cuando llegás a un momento de tu vida que hacés un show y tienes al abuelo con los nietos, ambos con la remera de Las Pelotas saltando. Es muy loco, pero por otro lado a la vez muy bueno.

– Yendo a lo actual, ¿cómo se siente tener dos discos nuevos en manos, Es así y ahora Versiones desde casa, y no poder tocarlos en vivo?

– Bueno, uno no puede pensar que es tan importante en el mundo, porque lo que nos está pasando a nosotros le está pasando a todo el mundo. Te cuento que Es así es para mí, y no suena modesto quizás, pero me parece discazo. Trabajamos muchísimo para llegar a donde llegamos y cuando estábamos al borde de salir a presentarlo empezó esto de la pandemia. Este otro disco, Versiones desde casa, al principio empezó siendo como un juego porque todo el mundo comenzó a filmarse desde la casa tocando. Nosotros ya habíamos hecho un video así del tema “Hasta que el sol”, de Es así, y nos pareció muy interesante lo que había salido. Después, un día a mí se me ocurrió tocar un tema y pensé: “les voy a decir a ver si se copan para hacer la versión’. Era Nunca te jugaste. Y se prendieron inmediatamente, hubo química, fuimos todos para el mismo lado y ahí nos preguntamos: ¿y si hacemos un disco? Entonces empezó lo que yo llamaría una “terapia”de un año, porque en realidad hacer ese disco fue una terapia para no caer en la desidia, en la desesperanza.

Fue una terapia y fue un desafío también, porque nos encontramos que cada uno tenía lo que tenía para grabar, y bueno, con eso se grabó. Es un disco como muy tranquilo, muy ideal para escucharlo en una situación de aislamiento (risas).

Luego vimos que podíamos armar un show para tocar en vivo, acorde a las restricciones que había, o sea, con la gente sentada, a distancia, que nadie pueda bailar... Para un grupo de rock es un desafío porque nuestra música se retroalimenta con el público, con la adrenalina. Y esto era gente sentada ¡sin poder hacer nada! Entonces pensamos un show con el objetivo de que la gente bailara sentada. O sea, que nunca estuviera ese pico para despertar a ese animal que está adentro. Igualmente fue hermosísimo el show, fue en marzo pasado. A lo último la gente pedía y pedía y le hicimos un tema que estaba fuera de esta línea... un poquito... y se armó, se pararon, empezaron a bailar. Faltó una cosita así para que explote.

– El disco trae una versión de “Víctimas del cielo” que a nosotros capaz nos toca bastante, ya que está hecha en arpa.

– Sí, hay una versión de “Víctimas del cielo” que es arpa y voz. Acá en Argentina el arpa es un instrumento no muy común y a mí me pareció un desafío alucinante cantar solamente con un arpa, no tener una banda atrás, desarrollar el tema y que siga teniendo la misma emoción que con toda la banda, pero sostenido con un arpa. Y el trabajo de la arpista es impecable. Justo también el disco termina con este tema, que si algo podemos decir de este tiempo es que somos Víctimas del cielo, ¿no?

He visto muchos documentales sobre los maestros del arpa que tienen ustedes, por eso te decía que acá en Argentina no es muy común, porque sé que en Paraguay es común y ahí están los maestros, los que saben.

– ¿Que estás recibiendo como retorno de Versiones?

– Todos los comentarios están muy buenos, nuestra gente está feliz y agradecida. También hay algo extraño que pasa en estos tiempos, que hacés un material y después lo publicás en una aplicación que tiene más o menos chupada la música del mundo, y de alguna manera regalás lo que estás haciendo. Lo que significaba antes para un músico fabricar un disco, grabar, ahora es totalmente distinto. Los tiempos han cambiado completamente. Hoy en día todo el mundo puede grabar, todo el mundo puede hacer música y colgarla, pero el ser artista es otra cosa. Es la vida dedicada a tu profesión y a las tablas.

– Cuando hablás de regalar ¿es por lo económico?

– Y claro, porque todos los músicos estamos prisioneros de estas aplicaciones que absorbieron la música. Los autos antes te traían por lo menos para meter un CD, ahora estás condenado a bajarlo de la aplicación. Las plataformas no significan prácticamente nada económicamente para los músicos.

– ¿Lo piensan sacar en CD?

– Honestamente no sé. Ojalá. Lo que pasa es que es increíble como ya se hizo un elemento extraño una compactera. Nosotros decimos: “sacamos un disco”, pero en realidad ¡no hay más disco! Quizás en la próxima es sacar un pendrive (risas), para tener algo físico. Al fan le gusta el librito, le gusta leer, le gusta ver fotos. Vos viste como es esto en el mundo, si es moda va a volver a aparecer.

– ¿Y si hablamos de calidad de sonido?

– Nosotros hacemos un disco y se graba en un estudio con la máxima calidad ¿Para qué? Y por nosotros, por si algún día se pueda escuchar así, lo puedan escuchar así. Lo cierto es que hoy los jóvenes o la mayoría de la gente escucha música por el teléfono y con unos auriculares de mierda, y todo el trabajo que tiene el disco obviamente no sale. Se pierde. Pero bueno, eso no puede frenar lo que vos estás haciendo.

Yo creo que el crecimiento es tan rápido que ya se va a encontrar una vuelta, algo va a haber que hacer, porque si no los grupos ¿cómo van hacer para que los escuchen?, porque cómo hacés vos si comenzás con una banda, cómo hacés para que dentro de las redes sociales te escuchen. Podés hacer tu página, pero como hacés para que la gente se meta en tu página. Tenés que vender calcomanías, no sé.

– Antes era más simple

– Antes salías por una radio y la gente compraba un casete o un disco. Pero bueno, son los tiempos que se mueven, como la vida.

– Hablando de los tiempos, Versiones quedará también como el disco que se grabó en la pandemia

– Vos sabés que en nuestro caso, yo pongo el primer disco hasta el último y me marcan etapas de la vida. Cada disco tiene muchísimos latidos de mi corazón puestos, mucha pasión y muchas cosas vividas, y eso es una de las grandes recompensas que tenés, porque te marcan los tiempos de la vida. Y eso está bueno, está bueno hacer y poder mirar para atrás y tener algo marcado.

– ¿Qué pensás de todo lo que estamos viviendo? ¿Qué vendrá?

– Si fuera adivino no sería músico (risas). Pero tengo que ser muy honesto, tengo una mala sensación. Ayer escuchaba cómo que este virus todo el tiempo está mutando y cada vez es peor; y las vacunas, los países ricos por ahí se pueden vacunar todos, pero en nuestro país es una incertidumbre, inclusive es una incertidumbre la vacuna en sí, porque uno se siente como una especie de piloto de prueba.

El otro día me reía y decía, ¿habrá sido producto de nuestra propia creación? De golpe en un momento aparecen los zombis, es la humanidad que le agarró un virus; los zombis que comen sangre o lo que sea...

-Nos pasa lo que pasa en las películas...

– Claro, solo falta que aparezca Gozdilla para que la cosa sea como tiene que ser (risas). Pero realmente, es una incertidumbre total. Nosotros estamos más pensando en qué vamos a hacer para cubrir nuestro tiempo musicalmente, y juntarnos a componer un disco desde las casas, no sé.

Uno pensaba en un principio que la pandemia iba a traer el florecimiento de una mejor humanidad, pero hasta ahora solo se ha priorizado el dinero, en seguir generando dinero como premisa fundamental a costa de tu vida.

Acá en Argentina, cuando esto empezó salían todos los servidores públicos y la gente los aplaudía desde los balcones. Un mes duró. Hoy ya nadie aplaude a nadie. No sé si va a sacar lo mejor de lo nuestro o lo peor. Pero bueno, no soy adivino ni soy profeta. Es tiempo de decir lo que sí sé, que la vida en este momento hay que llevarla día por día y tratar de poner energía y no hundirse con malos pensamientos, porque el único perjudicado sos vos.

LAS PELOTAS SON:

Germán Daffunchio – Voz, guitarras.

Gabriela Martínez – Bajo, coros.

Tomás Sussmann – Guitarras.

Sebastián Schachtel – Teclados.

Gustavo Jove – Batería.

Alejandro Gomez Ferrero – Trompeta, coros, percusión.

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