Desde siempre, la radio ha sido una fuente inagotable de talentos que surgieron con programas propios y alcanzaron notable suceso para luego proyectarse hacia otros campos del arte como la música, el canto, el teatro, la literatura, el cine o el arte fotográfico.
- POR EDUARDO PALACIOS
- fepalacios@tigo.com.py
Las inclinaciones artísticas encuentran en la radio el escenario más propicio para desarrollar y proyectar los valores que forman parte y enriquecen el acervo cultural del país. Por ello, entre las historias surgidas en la radio hoy nos toca poner en tiempo presente la rica trayectoria de un gran profesional, quien desde fines de la década de los años 50 hasta nuestros días ha dado muestra de su gran capacidad y creatividad.
VICENTE MARSAL
“Me inicié a temprana edad en radio. Entre los 17 y 18 años (1959/1960), Cimefor de por medio, incursioné en una emisora muy singular. Era de pequeña potencia, pero con la suficiente para escucharse en toda Asunción y pueblos cercanos, y no solo de día, sino las 24 horas, característica que la volvía única gracias a sendos acumuladores accionados por las noches para ahorrar energía. Se llamaba Mcal. López, dirigida por J. Manuel Chamorro Damus, quien por razones de críticas diversas, y una en especial, a las bárbaras actuaciones represivas de la Policía Montada en contra de vendedoras del Mercado 4 en su programa editorial “El Radioperiódico del Pueblo”, le valió que una noche le ametrallaran la radio”, nos cuenta Vicente, evocando sus inicios en Radiodifusora Mariscal López, otra de las emisoras clausuradas en 1961.
Los programas creados y dirigidos por Marsal –a quien lo conocimos en los años 70 cuando nos iniciábamos como locutores– son de mucha riqueza de contenido y tienen su sello personal. A más de poseer una voz microfónica, era cuidadoso de sus expresiones, siempre con mucho respeto a la audiencia.
Nos cuenta igualmente Marsal sobre su tarea en Radiodifusora Mariscal López, ubicada cuando entonces en la esquina de las calles 14 de Julio (hoy Manduvirá ) y O’Leary: “En esa muy escuchada emisora de talento libertario en cuanto a opiniones, tenía yo un programa de 30 minutos al que le llamé ‘El radio club del disco’ con materiales proporcionados por Casa Viladesau. Aquí cabe mencionar que un compañero de juventud, Tomás Palau Viladesau, también tenía un programa musical llamado ‘Platea de la música’. Ambos promocionábamos los discos nuevos que la Casa Viladesau, de su familia, traía semanalmente desde la Argentina. Décadas después un artículo firmado por Gerardo Halley Mora, director de Radio Paraguay, afirmaba rotundamente que fuimos nosotros los primeros “disc-jockeys de la radiofonía paraguaya”.
Con el cierre de la emisora, Marsal fue a radio Ñandutí, que iniciaba sus emisiones en su local de Antequera 654, conformando el primer grupo de locutores a más de su tarea de publicista. Y nos cuenta: “Animé por muchos años el programa ‘Olympia Show’ por las máquinas de escribir que representaba Ricardo Carrasco Stani. ¡Los oyentes me hacían pedidos musicales por cartas que dejaban en la emisora! Me tocó en un momento ser el presentador en la fonoplatea de Ñandutí del cantante en auge de esos años: Leo Dan. También fui dibujante y colaborador de una revista deportiva de los Rubin llamada Estadio, de escasa resonancia”.
Después vinieron otras actividades como la creación de su propia agencia de publicidad en 1968 y, a la vez, en Emisoras Paraguay siguió presentando para la Casa Viladesau los discos recién llegados de la Argentina en el programa “El radio Club del Disco” y por las noches un programa de cine titulado “Tercera Dimensión”, bajo la dirección de Alfredo Baumann.
“VIERNES DE TERROR”
La extensa trayectoria profesional ubica a Vicente Marsal en los años 70, y relata: “me incorporé al staff de radio Chaco Boreal de don Gerardo Torcida, el mejor director de radio que he conocido, en un horario difícil para aquella época: de 23:00 a 2:00, pero haciendo de tripas corazón hice el programa ‘Trasnoche 4’, en el que logré crear una audiencia distinta a la que dediqué entrevistas culturales, música apropiada para esa hora y un programa independiente que gustó muchísimo: ‘Viernes de Terror’ con cuentos narrados de escritores de la talla de Howard P. Lovecraft, Ray Bradbury, Edgar Allan Poe y muchos otros. Como los cuentos de terror se acabaron, al menos en mi biblioteca, pasé a contar cuentos raros, insólitos de literatura sorprendente y bellísima. Con el tiempo este espacio de 30 minutos de los viernes pasó a llamarse ‘Viernes insólito’, que tuvo una duración de 33 años, todo un récord cultural”.
Más tarde, Jalil Safuán, director de radio Canal 100 FM, lo contrata para potenciar la emisora con resultados alentadores para el medio, que se posicionó en el primer lugar de la audiencia. Poco después surge “Cardinal FM”, creado con el sello de Marsal, donde a más de la gran potencia de sus emisiones ofrecía una excelente programación musical. También condujo destacados espacios con la presencia de figuras artísticas internacionales de gran renombre. Radio Curupayty FM, Primero de Marzo FM, Cordillera FM fueron otros tantos medios radiales por donde también le cupo una destacada tarea profesional.