Es conductor en Montecarlo FM y de “Noche de furia” en el canal GEN. Además, es comentarista de fútbol en Universo 970 AM y le pone su voz a los análisis de los partidos de la Albirroja.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos NADIA MONGES

Satisfacer un anhelo no es producto del azar. El trabajo y el compromiso son los que abren con una desesperante lentitud el camino para la consumación de los sueños. De esto sabe y mucho Mar­celo Burgos, quien a sus pocos seis años dibujó en el mapa de su vida un sueño de vida y profesión, que hoy los ve cum­plirse tras casi un cuarto de siglo de caminar hacia ello.

Marcelo es un conductor radial y televisivo, comen­tarista deportivo y una de las figuras más destaca­das del Grupo Nación. Hoy conjuga música, fútbol y entretenimiento en su quehacer diario profesio­nal, borrando permanen­temente los límites entre la obligación y el goce.

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Se encuentra en el apogeo de su vida profesional y La Nación habló sobre su pre­sente, sus sueños y sobre lo que ser viene para los medios en la era de lo virtual.

–Tu carrera va cre­ciendo. ¿Estás donde habías planeado en un principio?

–Definitivamente sí. Las metas se renuevan, pero no puedo negar que estoy haciendo lo que soñé, tanto en el periodismo deportivo como en el entretenimiento en medios.

–¿Cuál fue tu primera expe­riencia amateur escribiendo o conduciendo un programa en tu época de colegio?

–A los 15 años fui a estudiar locución y ya estaba en la radio con Hugo Rubin. Mi primera vez hablando fue haciendo bloques deportivos para su programa durante el Mundial de Francia 1998 y moría de los nervios.

–¿Sos de la generación de la TV color en Paraguay, pero arrancaste con la radio?

–La radio fue siempre mi compañía de chico. Me encanta la música y sabía que era el camino para poder arrancar, me imagi­naba haciendo programas de rock. Fui tan caradura que me presenté a la Rocka para ayudar en lo que sea con tal de estar cerca. Fue­ron momentos únicos por­que se aprendió demasiado y en el lugar que siempre quise estar.

–¿En qué momento comenzaste a marcar presencia dentro del periodismo deportivo y qué te llevó a eso?

–Toda la vida quise hacer periodismo deportivo y por más que ya pude hacer cosas en FM, fue nada más y nada menos que Arturo Rubin el que me dio la opor­tunidad en 2010 de estar en su mesa de AM, y a quien le agradezco ese gran paso. Le armé las redes sociales de su programa y hasta podía hablar (risas).

–¿Quiénes fueron tus refe­rentes dentro de los medios en tu proceso de forma­ción?

–Todos los Rubin, por siem­pre agradecido. Me fueron mostrando el camino. Pero no puedo negar que una gran influencia fue Gustavo Köhn. Él amaba los deportes y la música, y antes de su muerte pude lograr transmitir tenis y fútbol con él.

–¿Podrías comentarnos un poco cuál es la propuesta de NDF y cómo se desarro­lla la experiencia de estos meses?

–Este programa surge de sor­presa. En una etapa de pan­demia cuando existían más dudas que certezas. Estaba muy renegado en el 2020, solo pensaba en irme del país y probar una experien­cia diferente. Al final del año surgen dos proyectos gran­des con GEN: “Noche de furia” y comentar los parti­dos de eliminatorias. Todo lo que siempre soñé.

–¿Cuál es la respuesta que tienen de la gente a partir de NDF?

–La mejor. Costó como todo al principio. Pero hoy hay como una adicción al programa por parte de muchos de los tele­videntes y encima tienen sus panelistas favoritos. Creo que la parte más difícil ya pasó y ahora hay que trabajar para que cada programa sea el mejor.

–Además del fútbol y la música, ¿qué otra línea del periodismo querrías abar­car a futuro?

–Me gustó mucho el año pasado hacer el seguimiento al covid-19. Fue una experien­cia para demostrar que antes que periodista deportivo, uno es periodista. Siempre hay que estar listos.

–¿Te ves en el periodismo de investigación, por ejemplo?

–Me veo y me encanta. Ahora no es el momento, pero en este país siempre hay cosas por investigar y es parte esen­cial del periodismo.

–¿En algún momento tra­bajar en los medios te llevó a tener contacto con algu­nos de tus ídolos?, ¿cómo se dio eso?

–Con varios. Hacerle una entrevista a José Luis Chi­lavert en Buenos Aires me llevó a tener una excelente relación con él, por ejem­plo. En TyC Sports me tocó maquillarme con Enrique Macaya Márquez, un ícono del periodismo deportivo del continente, y hoy puedo decir que mi mejor amigo surgió gracias a la profesión: Javier Tabares, un comentarista de Fox Sports a quien admiro y en el 2011 la vida nos cruza por una entrevista y a partir de ahí nos hablamos siempre, casi a diario.

–En algún momento estu­viste en una propuesta de medio digital. Una década después, ¿sentís que ya estamos dejando atrás a los medios tradicionales o toda­vía nos falta un tramo largo?

–Creo que hoy el diario sigue pesando independiente­mente al avance digital. Es muy fuerte lo que pueda decir en tapa un medio impreso y termina siendo un genera­dor de opinión importante, al menos en nuestro país.

–¿Sos de tomarte cuidado a la hora de emitir opinio­nes y evitar polémicas en redes?

–Lo aprendí cuando traba­jaba con Arturo. La gente en Twitter quiere sangre, peleas, discusiones. Decidí no opinar ahí y cambiar el perfil por algo más fuera de contexto, informativo y hasta de risas. Mostrar un camino más amigable para interac­tuar con los internautas. Para dar mis opiniones futbolísti­cas y demás están los medios donde trabajo.

–¿Son las redes sociales el lugar donde la gente se nutre de noticia hoy?

–Totalmente. Es bueno que la gente esté informada y tenga sus referencias, pero los medios y periodistas debemos ser más prudentes y siempre chequearlo todo. Hoy las redes son palabra mayor ante cualquier consulta y la gente va a buscar su fuente directamente a la cuenta de su comunicador predilecto.

–En esta profesión uno arranca ya haciendo cosas al tiempo que se forma. ¿En qué momento sentiste o te dijiste “soy un periodista”?

–Creo que eso lo decís cuando te dan oportunidades que no la esperás y respondés a la expectativa. Me pasó con “Guerra contra el covid” en el 2020 y fue un punto clave en mi carrera.

PERFIL

Nombres: Marcelo Enrique

Apellidos: Burgos Fiore

Fecha de nacimiento: 28 de junio de 1983

Lugar de nacimiento: Ciu­dad del Este

Formación: Ciencias de la Comunicación (UNA)

Ahora estudiando Gerencia Deportiva.

Profesión: Periodista

Primer trabajo: Operador de radio Rock and Pop

Trabajo y proyecto actual: Conductor de radio en Mon­tecarlo FM y de “Noche de furia” en el canal GEN

Comentarista de fútbol en Universo 970 AM

Película favorita: School of Rock.

Compositor y grupo favorito: Kurt Cobain, creció escuchando Nirvana

Pasatiempo: esto cambió con la pandemia. En sus tiempos libres trata de dis­frutar de su madre y de paso de su perrito

Situación sentimental: Soltero, sin apuros

“Cubrir Rusia 2018 fue un sueño cumplido”

Su trabajo en el Mundial de Rusia 2018 marcó la carrera de Marcelo Burgos.

Su motor inspirador fue el Mundial de Italia 1990; su vida está marcada por el fútbol y el periodismo.

“Viernes 8 de junio de 1990. Era la inauguración del Mundial de Italia en Milán y yo había faltado a la escuela para poder ver. Ese día dije que quiero poder transmitir ese tipo de eventos deportivos”, comenta Marcelo Burgos sobre cuál fue el inicio de esta pasión por la comuni­cación y los deportes que lo llevan hoy a ponerle en el lugar en el que está dentro del periodismo deportivo.

“Cubrir Rusia 2018 fue un sueño cumplido. Lle­gar a eso no fue fácil, pero vivir un mundial es único y ojalá se repita”, agregó.

Explicó que la experiencia dentro de coberturas en eventos de carácter ecu­ménico como el mundial le permitieron tener una visión más amplia y recoger ideas respecto a la comuni­cación en otros países.

“Me toca desde el año pasado y me siento un pri­vilegiado. Trabajé para llegar a esta chance y hoy se agradece. Pero no debe quedar ahí, hay que seguir preparándose y demostrar en la cancha por qué te eli­gieron”, explicó.

Además, comentó que el aprendizaje de compar­tir con profesionales de otras latitudes le permi­tió estimular su creativi­dad y trabajar con prac­ticidad. “Estar un paso adelante de las jugadas, ese anticipo que te marca la diferencia y que hay que implementar como una rutina ya”, concluyó.

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