Las historias de la radio están estrechamente vinculadas a la historia de los grandes artistas, que encontraron en el medio el gran pedestal para el inicio de una exitosa carrera artística. Una lista interminable de artistas se consagró en la radio y de ahí a los escenarios del mundo.
- POR EDUARDO PALACIOS
- fepalacios@tigo.com.py
EL TRÍO PARANÁ
Fue una de las tantas agrupaciones musicales que tuvieron en la radio el escenario propicio para su éxito inicial, que lo llevaría con el correr de los años a ocupar sitiales de privilegio en el mundo musical, más aún en el exigente mercado de los Estados Unidos, donde fijaron residencia.
Reinaldo Gómez, Nino Palacios y Aníbal Julián Núñez, vocalistas y guitarristas, supieron congeniar el talento de cada uno con un selecto repertorio musical en el recorrido por los escenarios más importantes de Norteamérica, en donde recibieron aplausos y reconocimientos a la tarea artística, iniciada en Asuncion por el año 1959, como el Trío Paraná, para adecuarse luego a las exigencias del mercado estadounidense, con el nombre de Los Paranás.
EN RADIO MARISCAL LÓPEZ
La emisora que saliera al éter en el año 1959, bajo la dirección de J. Manuel Chamorro Damus, trazó un derrotero muy importante para la radiofonía nacional, al ser la primera en transmitir las 24 horas y con programas de tinte periodístico, incorporándose a las tareas radiofónicas el reportero de exteriores, que tenía a su cargo los informes periodísticos desde distintos puntos de la ciudad, característica absolutamente innovadora en la radio por esos años.
Sin embargo, los artistas serían las estrellas, ya que al poco tiempo se presenta en sus programas en vivo el Trío Paraná, como lo señala Reinaldo Gómez, recordando cómo llegaron a actuar por primera vez en esta emisora. “Ese estreno radial nos valió para escalar en el mundo artístico entrando a participar en la zarzuela paraguaya Resedá, de la autoría de Neneco Norton y Alcibiades González Delvalle, invitados por el gran actor y locutor Matías Ferreira Díaz”.
“En esa radio, nuestro show en vivo era grabado y pasaban todos los días nuestra grabación, hecho que nos resultó muy positivo por cuanto que sirvió para que seamos más conocidos por nuestras interpretaciones”, nos dijo también Reinaldo Gómez desde su residencia en San Antonio (Texas), donde vive desde hace algunos años. Ocasionalmente viene a nuestro país a visitar a los amigos y colegas artistas.
OTRAS EMISORAS
El Trío Paraná desplegó una intensa actividad artística. En Asuncion actuando en diferentes escenarios y en las principales emisoras de los años 60, como Radio Guaraní, con programas dirigidos por don Celestino Álvarez y Teófilo Noguera; en Radio Comuneros con animadores de la talla de Óscar Merlo y Juan Bernabé, con público lleno en el auditorio. Actuaron igualmente en Emisoras Paraguay en los programas nocturnos conducidos en ese entonces por Carlos Penayo y Juan Manuel “Papote” Fretes, según señaló Reinaldo Gómez.
Poco antes de la gira que emprendiera el trío a los Estados Unidos, en el año 1967, actuaron también en Radio Teleco en los programas especiales conducidos por Ireneo Román y José Tito González y en Radio Ñandutí en Radioplatea con Humberto Rubin y los libretos de Rovisa, con lleno completo en el auditorio en cada programa que actuaban.
DE GIRA A EEUU
“Buscábamos nuevos horizontes para la cultura musical paraguaya y ese era el exigente mercado norteamericano, donde casi ningún artista paraguayo se presentaba en forma permanente. Mediante un militar norteamericano, en servicio en Paraguay, de nombre Mauricio Paiz, surgió un contrato exclusivo con la cadena de hoteles Hilton, contrato que fue extendiéndose luego por otros varios meses. Gracias a que declaramos que cantábamos en idioma guaraní, pudimos conseguir la visa de trabajo, ya que la asociación de músicos americanos impedía la entrada de músicos extranjeros, ya que era una competencia para los asociados. Salvamos gracias a que ninguno de los otros artistas cantaba en guaraní, por tanto nuestro grupo no era competencia para ellos y conseguimos la visa. En esa primera gira nos acompañó el talentoso arpista Luis Bordón”, dijo finalmente Reinaldo Gómez.
Talento artístico musical y la férrea voluntad para alcanzar el éxito fueron entre otras parte de la fórmula de Los Paranás para trascender en los escenarios americanos, incluido Las Vegas.
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Emoción y color en la atmósfera onírica de la pintora Carla Ascarza
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
La artista llama realismo lírico a su búsqueda, la transmisión con imágenes de sentimientos profundos e incluso valores. “Quiero transmitir la esperanza, la vitalidad, el misterio, la gratitud”, cuenta de sus bellas artes.
“Defino muchas de mis obras dentro del realismo lírico porque habitan una frontera entre lo real y lo simbólico”, cuenta Carla Ascarza. “Me interesa representar escenas, personas y objetos que existen, pero llevarlos a otro plano a través de la atmósfera, la paleta y la composición”, define.
Plástica de importante trayectoria, sus cuadros de la serie “Mensajeros” abordan lo mítico y lo tangible de los mainumby, colibríes que llevan y traen luces, colores, reflexiones.
“En esa transformación se produce el lirismo: lo que está cargado de emoción, de memoria, de misterio. La pintura me permite decir lo que no cabe en la literalidad. Puedo usar una figura humana o un objeto cotidiano, pero los rodeo de elementos poéticos para que emerjan como visión, como huella sensorial”, apunta.
Entiende al color como un comunicador eficaz. “Es una herramienta de intuición y también de resistencia: en un contexto como el nuestro, donde tantas veces se impone la opacidad, defender el color es también defender la vida”.
–¿Cuál fue el disparador de la colección “Mensajeros”?
–El disparador fue una vivencia íntima y una necesidad interior de nombrar lo intangible. Los colibríes llegaron a mí como metáfora de aquello que no permanece, pero deja huellas. En “Mensajeros” no los represento solo como aves, sino como símbolos de lo etéreo, de lo que se posa apenas en la conciencia. Ellos son portadores de mensajes del alma: la fugacidad del instante, la ligereza de lo esencial, la belleza que no se impone, pero transforma. La serie nace del deseo de capturar esa sutileza y convertirla en color, en forma, en presencia.
NARRANDO LO INVISIBLE
–En tus series anteriores se ve una búsqueda por retratar la escena cotidiana, los rostros cercanos. ¿Cómo vas volcando a los lienzos tus inquietudes? ¿Seguís un plan?, ¿pintás lo que te es urgente?
–Trabajo a partir de una urgencia interior. Hay veces en que una imagen se instala en mi cabeza y no me suelta hasta que le doy cuerpo en el lienzo. A veces es un rostro anónimo que encuentro en una fotografía o una escena callejera que me golpea. No siempre tengo un plan estructurado, pero sí una búsqueda constante: la de narrar aquello que suele pasar desapercibido. Lo invisible, lo que no está en los titulares. Pinto para dar visibilidad a lo común, pero con una carga simbólica profunda. En ese sentido, la serie “Contramundos” fue muy significativa: cada obra fue una pequeña crónica visual del Paraguay contemporáneo.
–Contanos un poco más de tu relación con el color. ¿Cómo decidís ese universo personal?
–El color para mí es emoción. Es lenguaje puro. Muchas veces dibujo con el color. Nunca lo uso de manera literal. Mi paleta se construye a partir de lo que siento, de lo que quiero provocar. La realidad ya tiene sus propios tonos, pero el arte me permite alterarlos, amplificarlos, volverlos signos. A veces un verde ácido, un fucsia estridente o un naranja encendido no tienen lógica si uno los mira desde lo mimético, pero sí si los entiende como pulsaciones anímicas. Pinto desde el color porque él habla más rápido que las palabras.
–También abordaste lo abstracto. ¿Cómo fue ese recorrido?
–Lo abstracto fue, en mi caso, un espacio de liberación. Al principio, mi obra estaba más centrada en el retrato y la escena figurativa, pero la abstracción me permitió explorar otros caminos: el gesto, la mancha, el ritmo. Fue como quitarme las palabras de encima y quedarme solo con la voz. Me interesa lo abstracto cuando nace de una pulsión verdadera, cuando no es solo una estética, sino una necesidad de expansión. Algunas obras de transición en mis series combinan ambos lenguajes: hay figura, pero también hay fuga hacia lo simbólico, hacia lo que no puede decirse con formas reconocibles.
CREAR CON HONESTIDAD
–Fuiste premiada y tu obra se exhibió en el exterior. ¿Cómo sigue ese camino?
–El reconocimiento que recibí en Moscú con “La dulcera”, obra de la serie “Contramundos”, fue muy importante para mí. No solo por el premio en sí, sino porque visibilizó una escena local que muchas veces queda relegada. Esa obra nació de una historia real, de una mujer que vendía dulces de mamón en Garibaldi. Yo la fotografié, hablé con ella, le comenté sobre mi trabajo, compré sus dulces, le solicité permiso para fotografiarla y luego la convertí en símbolo. Fue mi forma de hablar sobre la desigualdad, sobre la cultura del consumo, sobre lo invisible. A partir de esa experiencia se abrieron otras puertas, pero más allá de lo institucional, lo que me mueve es seguir creando con honestidad. Hoy me interesa explorar más a fondo las narrativas indígenas, la memoria colectiva, los ritos del presente. El camino sigue desde ahí.
–¿Cómo ves la plástica nacional?, ¿qué cosas destacás de este presente?
–La plástica nacional es profundamente valiente. Está llena de artistas que, a pesar de contextos hostiles, producen con una potencia conmovedora. Pero no puedo dejar de señalar la precariedad estructural en la que trabajamos muchos de nosotros. Los materiales son carísimos: un solo tubo de óleo, un pincel profesional, un lienzo, representan una inversión enorme. Muchos colegas pintan en condiciones mínimas, con recursos limitados y aun así construyen discursos estéticos de gran profundidad. Falta apoyo sostenido, políticas públicas reales, espacios de visibilidad. Aun así, el arte persiste. Se renueva, se reinventa. Destaco sobre todo el trabajo de mujeres artistas, de jóvenes que se animan a experimentar, de quienes cruzan el arte con la militancia, con lo social, con lo comunitario. Es un momento duro, pero fértil. Y estoy convencida de que el arte seguirá abriendo caminos, aunque tenga que hacerlo con las uñas. La plástica paraguaya está viva. Y lo está no por el mercado, sino por la urgencia expresiva de sus creadores.
–¿Cuál es tu materia pendiente en la plástica?
Siento que una de las búsquedas más importantes que tengo como artista –y también como ser humano– es profundizar en el compromiso del arte con las causas humanitarias. Vivimos en un mundo profundamente desigual, herido, con pueblos que luchan por su derecho a existir, a hablar, a vivir. Mi materia pendiente no es una técnica, ni siquiera una exposición; es usar cada vez con más claridad mi voz visual a favor de la vida. Me interesa cada vez más vincular mi obra a causas sociales, a los pueblos indígenas, a la defensa del planeta, a la memoria colectiva. Para mí, el arte no debe ser indiferente. Tiene que incomodar, abrazar, iluminar, conmover. Y ahí está mi tarea pendiente: seguir encontrando lenguajes que acompañen y denuncien. Que no se queden en lo estético, sino que toquen lo ético.
NARRAR DESDE OTRO LUGAR
Carla Ascarza estará exponiendo en la muestra colectiva “Sinergia, arte femenino en diálogo con la memoria urbana”, que abre el próximo 15 de agosto a las 19:00 en el Espacio Cultural Staudt, sito en Iturbe 333 casi Mariscal Estigarribia. Expondrá allí en conjunto con Norma Annicchiarico; Gloria Valle y Osvaldina Servián.
Vale recordar que Carla, además de artista plástica, es también comunicadora.
–¿Qué facetas de la expresión potencia la pintura?, ¿qué cosas permite expresar más allá de las palabras?
–La pintura es, para mí, el lenguaje donde lo no dicho se vuelve posible. Como comunicadora, valoro el poder de la palabra, pero sé que tiene límites. Hay experiencias que no se traducen fácilmente: el dolor ancestral, la belleza inexplicable, la rabia callada. La pintura me permite explorar dimensiones expresivas que la palabra, por momentos, no alcanza. Pero, como comunicadora, siempre he sentido un fuerte compromiso con la narrativa: contar historias, dar sentido, transmitir lo profundo de lo humano. En mi obra, esa narrativa se vuelve visual, simbólica, sensorial.
–Se sigue contando, descubriendo…
–Pinto no solo para emocionar, sino también para contar. Cada personaje, cada escena, cada fragmento de color tiene una historia detrás. La pintura potencia esa posibilidad de narrar desde otro lugar, de dar cuerpo a relatos que a veces no encuentran espacio en los medios tradicionales. Y me permite también generar otra temporalidad: la del silencio, la contemplación, el tiempo detenido que exige una imagen. La narrativa visual que construyo desde el arte es una extensión de mi voz como comunicadora, pero una voz que a veces se vuelve más poderosa, más ambigua, lo que es fundamental para interpelar al otro. La pintur a abre un campo de significación que no pretende cerrarse . Y en eso me siento profundamente libre.
BREVE BIO
Carla Ascarza es licenciada en Artes Visuales por el Instituto Superior de Artes Verónica Koop con la puntuación summa cum laude. Cuenta con un masterado en Antropología Social por la Universidad Católica de Asunción y especializaciones en antropología de la salud y derechos humanos. Dentro de su formación artística estudió en programas y talleres en la Escuela de Bellas Artes, talleres libres de Olga Blínder, Edith Jiménez, Lisandro Cardozo, Vicente Duré, Luis A. Boh y Jo Oliveira. Fue becada por el maestro Livio Abramo como asistente en sus talleres de línea y color.
Cuenta con numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Entre las más recientes se mencionan Muestra Kuña Mbarete Rembiapo, Sala Jacinto Rivero, Centro Paraguayo Japonés (2025); Muestra Ñepyrumby, Apart Hotel Maison Suisse (2024); Muestra Apertura de ciclo. Casa Hassler, San Bernardino (2024); Muestra Incondición Interior, Centro Cultural Manzana de la Rivera (2023).
Obtuvo el Primer Premio de Pintura en el XII Festival Mundial de Bellas Artes VERA, Moscú, Rusia. Año 2017. Representó a Paraguay en la muestra internacional Passion Art Barcelona. Sus cuadros también representaron al país en muestras en Nueva York (EE. UU.), Canberra (Australia) y Seúl (Corea).
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La mañana informativa de GEN/Universo 970: la radio abierta a todas las miradas
Dinámica, precisión en los datos y en la noticia, análisis, compromiso, opinión clara, libertad de expresión aparecen como los pilares de la programación. Los desafíos ante una audiencia diversa y exigente comentados aquí por los periodistas y conductores que llevan adelante la empresa de informar con calidad.
- Fotos: Matías Amarilla
Benjamín Livieres lidera el inicio de la mañana de 5:00 a 7:00 con “Así son las cosas”, que fue uno de los primeros programas, hace ya más de un lustro, en tomar la dinámica de ser radio en televisión. “Es una experiencia extraordinaria porque acompañamos el arranque, cuando la gente se levanta y comienza a enchufarse con las noticias y tenemos que brindarle una síntesis del panorama local e internacional y además aportarle algún tipo de interpretación”, cuenta.
“También nos toca el análisis, porque no se trata de difundir un volumen muy elevado de información y noticias, sino seleccionar y ver el atractivo y la atención, ahora tenemos la guerra en Oriente Medio, los temas de Mercosur, Argentina y Brasil son prioritarios en ese vínculo con el mundo desde Paraguay por ejemplo”, apunta.
Entiende que la modernidad determina la existencia de “distintas audiencias para horarios y plataformas que consumen de manera diferente. El que escucha la radio es alguien vinculado, a veces te escuchan a través de la tele aunque no estén frente a la pantalla, hay un público que está vinculado y espera que le des lo que necesita”.
Por otro lado, “hay otro público mucho más amplio que se puede enganchar con un titular, un fragmento de la información al que accedió por las redes a través del celular, que consume cápsulas o cuestiones más limitadas. Hay públicos diversos, algunos centrados en la política, en la economía, en las cuestiones sociales al que nos debemos”.
Livieres se define: “Soy un fanático del periodismo y un obsesivo de la información y este es un espacio que me hace sentir muy bien, porque permite transmitir las opiniones. La propia y la posibilidad de abrir el juego y generar el debate, nos hemos caracterizado por eso”, relata.
“Así son las cosas”, programa que hace junto a Rosa Pereira, “tiene opinión, abre y alienta para que se den otras y confrontarlas. Es parte del enriquecimiento que tiene que darse en las ideas y aporta a la construcción de democracia”, recuerda.
Veterano de estas lides, Benjamín entiende que “la prensa en general está en un momento singular en el que las posiciones están muy cerradas. Hay que abrir mucho más el juego a la discusión, al debate libre de las diversas expresiones. Esta es la responsabilidad de los medios y de los periodistas, que nadie se crea el cuento de que es dueño de la verdad”, propone.
TRAMO CENTRAL
“Arriba hoy” es la propuesta que llevan adelante Jorge Torres y Cinthia Mora de lunes a viernes de 7:00 a 10:00. “Formamos parte de un pool de medios con una línea editorial fin definida. Nosotros no hacemos periodismo para las graderías, lo hacemos para comunicar lo que el 90 % de la prensa no cuenta o si lo hace lo tergiversa. Tenemos una línea que condena la manipulación, la mirada fatalista de la realidad y queremos ser una voz que aporte una visión más optimista de los hechos basados en datos y elementos objetivos”, define Torres.
Para Mora, el programa tiene la responsabilidad de condensar “el inicio de la agenda del día de la mayoría de la gente. A esa hora, está saliendo a trabajar, manejando, en los buses, llevando a los chicos al colegio o simplemente empezando su rutina diaria, por lo que necesita información clara y confiable. Es clave tener ritmo, capacidad de síntesis y por sobre todo el criterio profesional para jerarquizar los temas. Hay un exceso de información y muchas maneras de acceder a ellas. La radio en ese sentido ofrece la inmediatez y los filtros necesarios para saber qué es importante”, dice.
Torres rescata “el periodismo frontal y militante. Eso es honestidad con los oyentes, detesto a los infatuados que se autoperciben objetivos y son instrumentos de la corrupción para desinformar. Hay demasiados farsantes en este rubro. Debemos rescatar el buen periodismo. Eso queremos lograr. Con datos precisos, sin improvisar ni divagar. El periodismo es precisión. Puede gustarte o no lo que se cuenta, pero la noticia no se contamina”.
Cinthia entiende que “Arriba hoy” es un espacio informativo que “apuesta por informar sin subestimar al oyente y, por sobre todo, respetando al que está del otro lado escuchando. No trabajamos con improvisaciones ni con relatos, trabajamos con hechos. Apuntamos a marcar agenda con responsabilidad, reivindicando la esencia misma de nuestro oficio: la noticia está en el primer lugar con análisis riguroso de los hechos”.
UNA MIRADA A LA AUDIENCIA
A la hora de echar una mirada a la audiencia, recuerda que “tradicionalmente el oyente de AM es exigente. Busca rigor, seriedad y precisión. Quiere que le hablen con honestidad y respeto. Quiere entender lo que pasa sin que le den lecciones ni lo subestimen. Valora la coherencia en los conductores, la solidez en los análisis y la cercanía. La audiencia está mucho más atenta y cercana de lo que algunos creen”.
Torres coincide en que el oyente desea “precisión, buen lenguaje, menos disparates y más elementos para debatir. La audiencia detesta al improvisado que toca de oído. La instantaneidad de la noticia hace que la gente esté informada y si escuchas radio para informarte debes tener precisión, de lo contrario se espanta a la audiencia y opta por lo entretenido que no informa, sino divierte”.
Siente importante “retomar la esencia del periodismo, recuperar el rol social de los medios. A la gente no solo hay que darle lo que quiere, sino lo que necesita. Y no todo lo masivo es sinónimo de calidad. Y no todos los programas que se jactan de tener rating influyen en la gente. De lo contrario, a modo de ejemplo, Santiago Peña no sería presidente del Paraguay.
El 90 % de los medios, con rating, hicieron campaña en su contra y termina conquistando el poder. ¿Cómo se explica eso? No le influyen a nadie a la hora de la verdad y eso tiene una explicación, ausencia de honestidad intelectual. La realidad siempre se impone, aunque los medios te pinten otra historia”.
HORA DE DEFINICIONES
Posteriormente, Eduardo Aguilera y Marta Díaz aprontan “Dos en la ciudad”, de 10:00 a 12:00, haciéndose cargo del ritmo que la hora impone. Explica Eduardo: “La clave es que estamos en el foco de la noticia, una franja sumamente importante porque la agenda por lo general se desarrolla en ese horario en nuestro país, y el minuto a minuto es algo fantástico que se vive y se construye en equipo para dar información precisa a los oyentes”, cuenta.
“Dos en la ciudad” aparece en el día como “un informativo preciso, conciso, dinámico y sumamente crítico al momento de tratar cuestiones de diferentes ámbitos. Tanto mi personalidad como la de Marta se conjugan perfectamente para poder crear opiniones y pensamientos pluralistas en el espacio”, apunta.
A la hora de entender al oyente del espacio, señala que este “necesita periodistas que sean críticos y sinceros con sus pensamientos, comunicadores que salgan del molde formal cada tanto y no solamente se enfoquen en informar con precisión, sino también entretener al oyente con elocuencia, humor, actualidad y contrastar las cosas. Ser periodistas serios con un toque de gracia y, por sobre todo, coherentes y pluralistas”, propone.
NOTICIAS, ANÁLISIS, CONTEXTO
“Todo sucede desde la cabina de radio para Universo 970 y GEN”, apunta Belén Paredes, jefa de prensa de la radio, recordando la importancia del concepto para abrir la mañana de la programación, que se da de la siguiente manera:
De 5:00 a 7:00 “Así son las cosas”, con Benjamín Livieres y Rosa Pereira. “Ellos te cuentan cómo son las cosas, los hechos económicos, sociales y políticos que marcarán la agenda informativa del día”.
De 7:00 a 10:00 “Arriba hoy”, con Jorge Torres y Cinthia Mora: “Un espacio para analizar en detalle las noticias relevantes de la jornada. Información local, internacional, del ámbito político, económico, social y deportivo. Sin dejar de lado la crítica política para que la audiencia pueda generar sus propias opiniones”.
La mañana cierra de 10:00 a 12:00 con “Dos en la ciudad”, con Eduardo Aguilera y Marta Díaz: “Las denuncias no paran. Te acercamos los sucesos más resaltantes de la jornada, con móviles en vivo y desde distintos lugares. En un formato visual/radio para mantener la esencia con apoyo visual con denuncias y los reclamos sociales de la ciudadanía”.
TRANSMISIÓN EN TIEMPO REAL
Para Cinthia Mora, la transmisión en tiempo real en internet, el omnipresente streaming, “aporta alcance, inmediatez visual y retroalimentación directa. Pero también impone nuevos desafíos: no perder el foco del contenido y la rigurosidad. El streaming es una herramienta, no un fin. Hay que saber usarlo sin desnaturalizar el oficio”, considera.
“Me parece importante recordar que la radio sigue teniendo un valor enorme. Incluso con todos los cambios tecnológicos, sigue siendo el medio más íntimo, que acompaña. En tiempos de saturación digital, una voz creíble puede hacer la diferencia. La radio no desaparece, se transforma, pero su esencia sigue siendo la misma: informar y ser compañía”, indica.
Para Jorge Torres, “la esencia de periodismo no cambió, solo cambian las herramientas de comunicación. Por ejemplo, la música no murió, lo que cambia es la forma de transmitir. Antes estaban los discos de vinilo, los cassettes, los cedés y ahora hay otras plataformas. La música vive. Así también vivirá la noticia y el periodismo puro”.
Insiste en señalar que “aquellos que dicen que el periodismo tradicional está muerto no entienden este oficio y tocan de oído. El periodismo tradicional es uno, solo cambia la herramienta de comunicar. Recuerdo cuando las FM tenían el 93 % de las audiencias, pero las AM con el 7 % facturaban más. Lo masivo no siempre es lo importante. Ese 7 % de audiencia de AM es quien toma las decisiones y ese público no consume entretenimiento 24/7. Nosotros queremos seguir haciendo periodismo con noticias, opinión e investigación. Es nuestra esencia como medio, el resto es complemento, es entrenamiento”.
Para Eduardo Aguilera, “el streaming nos conecta con el mundo, con la gran comunidad paraguaya en el exterior, con el trabajador/a de oficina, nos posiciona digitalmente y, por sobre todo, es un contenido que queda publicado para que el que no vio o escuchó el programa, lo pueda hacer desde la comodidad de su tablet, celular o el dispositivo que prefiera”.
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Mis noches sin ti, mis noches sin radio
- Toni Roberto
Este domingo, Toni Roberto rinde homenaje a su vieja radio casetera y cuenta un episodio vinculado con el maestro Demetrio Ortiz como parte de los recuerdos sacados de la galera de una época que ya no volverá.
Estaba ahí olvidada en un rincón de la casa. Había sido adquirida por mi padre de De Angelis y de los Ríos en el ya lejano año 1973, cuando se inauguró Radio Curupayty.
Participó de la vida familiar desde aquella época. Viejos programas de la antigua radio Cáritas; alguna discusión de domingo de mañana de Humberto Rubin con Zulema Noceda y Margarita Dolsa, la hermosa voz de Rosana Penayo, los programas de Myrian Sienra haciendo de María Marta González Martínez de Pérez y Pérez, una señora de la alta sociedad asuncena de los años ochenta.
También algún comentario de don Gerardo Halley Mora, un editorial de don Gerardo Torcida, la voz de Menchi en la primera Radio Cardinal, un melodioso programa denominado “Cuando Italia canta” en aquella época, la radio de los franciscanos o el inconfundible “incorpóreo amigo Gabriel”, de Fernando Cazenave. Todo esto fue convocado por los duendes de mi memoria en estos días pasados recordando aquella radio.
PLAY, RECORD Y A GRABAR
Las tardes de té en la casa de la calle Fulgencio R. Moreno de las eximias hermanas Nelly, Aida y Edith Jiménez. De fondo el casete escuchando alguna pieza pianística de Mozart o Chopin, las grabaciones de las charlas con el gran maestro Lívio Abramo; la pesada radio acompañada de cuatro grandes pilas sobre la austera mesa del taller del gran periodista y dibujante brasileño. Un apretar play y record, era todo lo que faltaba para grabar aquellas épicas clases de historia del arte en el viejo local del ex Centro de Estudios Brasileños allá por 1983 en esta mismísima radio grabadora.
LA RADIO, EL VENTANAL Y EL VIEJO CANAL 9
Esta moderna setentosa joya de la tecnología japonesa de la época era tan completa que, además de la radio AM, FM, onda corta y casetero, traía un micrófono parlante y en tardes de vuelta del colegio me acompañaba en los ensayos con mi hermana para participar de los programas de canto de “Margarita y sus niños”; el gran ventanal con persiana del segundo piso con vistas a la alta antena del antiguo Canal 9 cantando y soñando estar actuando frente a esas enormes cámaras de televisión del único canal de la época.
Los años pasaron y la vieja radio fue a cuarteles de invierno hasta que hace unos días, revisando el “desván de mi abuela”, me reencontré con ella. Ahí salieron todos estos recuerdos de la galera de una época que ya no volverá.
INTENTO DE RESTAURACIÓN
En mi afán de recuperarla fui hasta la esquina de Electrónica Uruguay, sobre Gral. Bruguez y José Asunción Flores, donde atiende su dueño, un señor charrúa. Llego y me mira con cara de ¿qué vas hacer con este viejo transistor? Le cuento la historia de mi radio, se estremece y me dice: “Tal vez puedas encontrar un cable de la época en la esquina, allá arriba de esta calle y la avenida Eusebio Ayala”. Me encontraba en Ciudad Nueva, el barrio que parece de varios pisos por las grandes alturas de esa zona de Asunción.
Pregunto en el lugar y me dicen “tal vez encuentres enfrente”. Cruzo y consigo el viejo cable que le correspondía. Probamos y anduvo perfectamente. Al llegar a mi casa enchufo, prendo la radio y de repente suena, increíblemente, “Mis noches sin ti”, de Demetrio Ortiz:
“Sufro al pensar que el destino logró separarnos, guardo tan bellos recuerdos que no olvidaré, sueños que juntas forjaron tu alma y la mía, en las horas de dicha infinita, que añoro en mi canto y no han de volver…”.
Unos segundos después… el aparato hace una pequeña explosión y deja de funcionar para siempre. Acto seguido, entre estupefacto, asustado y asombrado le llamo a Esperanza, la hija de Demetrio Ortiz, y le digo: “Doctora, hoy se despidió para siempre una radio que yo quise tanto desde niño y que llegó a mi familia en 1973 para empezar a escuchar la maravilla y novedad de aquella época, la frecuencia modulada, pero lo hizo nada más y nada menos con una estrofa de “Mis noches sin ti”.
Por eso, este homenaje eterno al creador de esta guarania y parafraseando digo: “Hasta siempre, mi vieja radio, mis noches ya no serán iguales sin ti.
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Gustavo Benítez reflexiona sobre el arte paraguayo en un libro
“Visibilizar la memoria como acto de resistencia/Archivo Gustavo Benítez/Arte contemporáneo paraguayo” se titula el libro del artista paraguayo Gustavo Benítez, publicado en una edición limitada con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes. El material oficializó su lanzamiento el 21 de mayo pasado, en el marco de una exposición en el espacio Little Italy de Asunción.
Aborda con imágenes y textos los diferentes momentos del arte visual del Paraguay (1977-2024). El autor vivió y se formó en Río de Janeiro (Brasil), en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage (1980-1984), con la maestra Celeida Tostes; posteriormente desarrolló su trabajo en Asunción, participando en exposiciones nacionales e internacionales.
Esta publicación reúne imágenes, textos y documentos clave del trabajo del artista, reflexionando sobre el arte paraguayo desde la dictadura hasta hoy. La edición rescató su trayectoria como diseñador, docente y artista comprometido con los derechos humanos. A través de su obra, Benítez propuso una mirada crítica sobre la historia reciente del país, apelando a la memoria como un acto de resistencia. Informes al 0981 346-672.
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Arte y ética de la alteridad
El curador de arte Fernando Moure realizó este comentario sobre el material: Esta edición, un archivo de gran necesidad para el estudio visual de nuestra escena artística, constituye una valiosa herramienta para comprender las sendas del arte contemporáneo en Paraguay. A través de la mirada y la experiencia personal del artista Gustavo Benítez Galeano, nacido en 1959, el libro es una bitácora visual y narrativa, en la cual se recopilan imágenes y recuerdos de su vida y trabajo, al tiempo de profundizar un contexto general del sistema del arte local durante las últimas décadas de la dictadura hasta hoy.
La publicación reúne contenidos como imágenes y textos que abarcan diferentes momentos del arte visual en Paraguay, desde 1977 hasta 2024. El título Visibilizar la memoria como acto de resistencia refleja la intención del artista de hacer visible su trayectoria y dibujar una memoria del arte paraguayo de esos tiempos.
Como asunción de lo que sabíamos, el trabajo artístico del artista Gustavo Benítez Galeano en las últimas cinco décadas prevalece en nuestro medio a fuerza de calidad, tesón y hondo significado ético. Su obra ha enraizado y fructificado a fuerza de calidad y experiencia, añejada por la distancia y el silencio de un ecosistema agreste como el nuestro.
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Identidad y memoria vivas
Finura, sensibilidad, generosidad y audacia. Es lo que se evidencia tras la lectura de este libro preciosamente diseñado, y cuya edición primorosa incluye textos e imágenes inéditos. Un rescate enorme y que le ha ocupado cuatro años de deseo y cuya realidad florece en álbum gráfico, en un catálogo razonado.
Recién publicado y apoyado económicamente por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), la edición recorre sincrónicamente los primeros pasos de un jovencísimo Gustavo en el Centro de Estudos Brasileiros, en 1971, junto a Edith Jiménez y a Livio Abramo, para luego continuar con Olga Blinder y Ofelia Echagüe Vera. Vendrá el tiempo de su migración al Brasil, a Río de Janeiro, donde continúa su formación como artista e inicia su carrera de Diseño Gráfico e Industrial.
Como alumno en el Centro de Artes Visuales del Parque Lage de Rio, ahonda en procesos creativos, en dinámicas de comprensión de la experimentación de las artes de la transformación. Concluido este rico capítulo brasileño, Gustavo regresa al Paraguay con una obra actualizada y que avizora un desarrollo de primera magnitud.
El libro continúa con su regreso al Paraguay, su carrera ascendente en el arte, el diseño, la comunicación y la docencia. Comienza el desarrollo de una obra de radical humanitarismo y ecologismo, que será el leit-motiv su lucha existencial, su rebeldía moral en una sociedad en la que campean injusticias, prebendas y el narcisista status quo de algunas figuras culturales.
Esta biografía personal señala con gran atención un contexto político y social, fuertemente marcado por la resiliencia del arte. La edición es un racconto de los años del miedo, los de la deforestación masiva y demasiado rápida de las selvas y biomasas del Bosque Atlántico, el etnocidio de los habitantes originarios, la desaparición de animales y plantas, las represas hidroeléctricas, las violencias de un Estado sin derechos contra sus hijos.
Quimera invertida
Con el fin de la dictadura en la década previa al siglo XXI, las luchas civiles enfrentando el autoritarismo, o el mismo lugar e importancia de las artes en esos años en Asunción dibujan el compromiso de GB con nuevas sensibilidades. Su trabajo apuesta por una abstracción no objetivista, utlizando materiales no convencionales, oscureciendo la comprensión, cual reflejo silente de lo indecible.
Benítez hace suya la causa de la libertad personal y colectiva en la capital paraguaya, involucrándose en las esperanzas de un nuevo tiempo. El tenso pulso sostenido por la comunidad artística comprometida con los derechos humanos y la libertad ante el inmovilismo de la dictadura y de las élites que la sostienen, tiene claros ejemplos de su activismo a lo largo de estas 264 páginas.
También cabe un retrato retrospectivo de nuestra sociedad civil del arte de esos años, endogámica y cerrada en sí misma, una escena poco receptiva a las novedades expresivas como el arte de instalación o el objeto. El hacer de Gustavo insistió en materializarse en el secreto, el enigma o la metáfora oblicua y a contrapelo de una estética complaciente, decorativa y que olía a trementina.
El despliegue, el despegue hacia poéticas vegetales, cósmicas y del paisaje natural serán las nuevas señas de identidad de su obra, anhelante del bosque y de sus seres vivos, de un territorio hoy yermo y vacío. El simbolismo de la misma materia y los temas que de ella se conjugan habilitan abundantes narrativas sobre el tiempo, el cambio y la transformación, como un ejercicio de memoria que es a la vez, visionario para el presente y futuro.
El arte de Gustavo Benítez es uno de imágenes y pensamientos cuyo corazón construye una cosmogonía ficticia pero viva, palpitando en árboles, animales, minerales, aguas, personas, lunas o bólidos celestes. Motivos funcionando como portales, como espacios de penetración visual y de comprensión analítica de una realidad que requiere de verdad, coraje y resistencia para ser comprendida. Un arte interpelador, a un nivel ético, para quienes transitamos este tiempo y lugar, una obra de afectos y efectos movilizadores por y para la vida.