Víctor Wall, pastor y educador menonita, conversa con Augusto dos Santos para el programa “Expresso” del canal GEN y reafirma su esperanza en tener un mundo más religioso o espiritual para evitar más violencia. Agrega además que si bien el trabajo ha sido una pieza importante en el progreso de las colonias menonitas en el Chaco, a su criterio la clave fundamental es la honestidad para conseguir un crecimiento como comunidad.

Augusto dos Santos (ADS): Todo empezó con don Menno Simons... ¿cómo se puede contar eso en un minuto?

–Ufff, esa es una buena pregunta. En realidad comenzó un poco antes de Simon, en Suiza, cuando entre los grandes movimientos de la reforma religiosa hubo gente que no estaba satisfecha e hizo un paso más radical tratando de superar el formalismo religioso y poniendo en prácticas algunas enseñanzas bíblicas en forma muy radical, como por ejemplo la fe sobre la base de la voluntad propia, consecuentemente el bautismo de adultos. Un rechazo bien radical al uso de la violencia para resolver problemas y también en el área de la ética un fuerte énfasis en la verdad. Rechazando el juramento, considerando que el juramento era más bien un fortalecimiento de la deshonestidad y fueron tajantes y son valores que hasta hoy día nos sigue dando fuerza como comunidad menonita.

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–ADS: Es muy curioso e históricamente irónico que esa posición tan firme por la paz, contrapuesta por ese invento horrible de la guerra, les haya generado tanta falta de paz a los menonitas.

–Bueno, la paz es costosa. Construir la paz puede ser una lucha sangrienta. Esto lo que aprendimos ya con el primer siglo y muy fuertemente en el siglo XVI, cuando la persecución fue muy sangrienta. Pero está en la palabra de Jesús, construir la paz es para valientes. Cuando uno combate por la paz con el uso de no violencia, la gente se enoja.

–ADS: Y que en este punto estuvo especialmente marcada por la persecución.

–Totalmente y las migraciones se deben a esta situación. En el siglo XVI la comunidad anabaptista, como se llamaba, fue considerada una secta y esto era suficiente para obligar a los órganos del Estado a martirizar a quien no rechazaba su fe. Menno Simons era perseguido, pero con plata puesta sobre su cabeza. Era muy feroz la persecución. Más tarde, en Prusia era una cuestión del servicio militar. Viste que el servicio militar obligatorio como lo conocemos tiene poquito más de 200 años, pero antes era un poco más profesional, pero con todo lo que vino después, con la Revolución Francesa, con todo el encanto de la juventud, se introdujo esto del servicio militar obligatorio y en Prusia esto causó mucha presión y ahí tenían que pagar mucha plata y finalmente fueron tentados a irse a Rusia. Y en Rusia vino la persecución más bien después o en una forma muy expresa y violenta con la Revolución Bolchevique.

–ADS: Que fue digamos ya el antecedente de lo que serían los asentamientos actuales o poco menos actuales.

–Sí, tipo colonias.

–ADS: Y cómo ese éxodo se dio...

–Hay un dato histórico. Esto de las colonias no fue un invento menonita. Derivó de una obligación del gobierno ruso, de la emperadora, porque vinieron muchos católicos, algunos luteranos y otros menonitas y se los asentaba en diferentes lugares y separados. Y ahí los menos aprovecharon la prescripción del gobierno y esto los hizo muy fuertes en Rusia. Hasta hace 100 años los menonitas produjeron más del 50% de trigo y todos estos nutrientes que sacó ese país. Fabricación de herramientas y otros enseres para todo lo que era agricultura, esto era parte de la vida menonita. El impacto económicamente hablando viene a ser casi igual de lo que hoy es para Paraguay.

–ADS: ¿Por qué esa adhesión tan especial por el sermón de la montaña? ¿Qué es lo que dice para el mundo menonita?

–Bueno, a mí me tocó enseñar ese sermón por años. Es una prédica de Jesús muy especial que pone a prueba la radicalidad de la fe.

–ADS: ¿Cómo es eso?

–Y bueno, la invitación a la fe cristiana es en palabras de Jesús, optar por un camino estrecho y sacrificar su vida a favor de la causa del reino y de otros. Independientemente si esto causa daños personales o intereses. Y es una invitación como alguien lo ha llamado, ser militantes para un nuevo mundo. Y en ese sentido creemos que esto es un poco el manual del discipulado para el cristiano, pero la historia, yo creo que la historia nos da la razón. La historia de la Iglesia porque se ha intentado de interpretar de mil maneras el sermón del monte para tratar de hacerlo menos radical.

–ADS: ¿Transcurrido el tiempo, cómo se observa desde el lugar menonita a un mundo que está como cada vez más descreído de la fe?

–Bueno... todo es una semimentira y semiverdad. De hecho, el mundo se vuelve más religioso. Las religiones van creciendo en todo el mundo. Entonces el mundo se vuelve más religioso que es una contradicción a esto de que la gente, el ser humano tiene un profundo de Dios y por eso se vuelve religioso.

–ADS: ¿Religioso o espiritual?

–Como quieras llamarlo, pero busca, a ver, digo religioso por la religiosidad. Pero, por otro lado, también la Iglesia no ha sido tan atrasada como se dice. El ejemplo son nuestros antecesores espirituales, eran vanguardistas en cuestiones de la paz. Hoy todo el mundo habla de la paz. Las naciones mismas, las Naciones Unidas, siempre están en intento de establecer la paz. La Unión Europea es un intento de resolver problemas en forma pacífica y no violenta. Y ellos ya en el siglo XVI leyendo la escritura llegaron a eso. Y dicho sea de paso, hubo católicos, hubo pacifistas en la Edad Media, no. Y ellos fueron protagonistas en el área de la conciencia libre, de la religiosidad voluntaria.

–ADS: El mundo menonita fue realmente un reivindicador desde el principio.

–En ese sentido yo diría que la fe es muy relevante, también hoy.

–ADS: Habría que citarse también ese concepto de igualdad social, digamos, que llevado al debate que existió a principios de siglo hasta se parecería una mirada socialista, ¿no?

–Tengo un libro de un historiador católico, te lo presto si me prometes leerlo.

–ADS: E incluso devolverlo...

–(Risas) Está en alemán el libro y argumenta que el primer mandamiento “Yo soy Jehová tu Dios” dice que es la guía y base para el derecho moderno de los pueblos y de la igualdad de condiciones.

–ADS: ¿Por qué?

–Porque los otros dioses que fueron negados fueron dioses nacionalistas, tribales, que siempre implicaba el de la otra tribu, diciendo que no era un ser humano igual que yo. Y con “yo soy tu dios, el dios de todo ser humano” se elimina el pensamiento que el integrante de la otra tribu es menor ser humano. Es muy interesante. Y entonces, en ese sentido, también hay que ver de dónde surgen los hospitales, de dónde surgen las universidades, de dónde surge la filosofía europea sobre la cual hoy discutimos todavía.

ADS: Quiero volver a lo anterior, sobre la concepción al respecto de que la fe, lejos de deprimirse, tiene un momento de vivencias, porque no es lo que parece, pero capaz que no es lo que parece porque concebimos una forma muy estándar de creer.

–Sí, eso es muy cierto. Las religiones tienden a formalizarse y a hacer de la forma algo cerrado. Entonces perdemos el contenido. Y de esto ya alertó Jesús mismo. Esto pasó en el contexto mundial muchas veces. Y hubo renovaciones y rituales. Una iglesia tiene que renovarse espiritualmente o sino se queda con tradiciones. Y entonces hablamos por eso de grupos étnicos menonitas tradicionales, de grupos del catolicismo tradicional, donde muchas veces la forma reemplaza al contenido y el contenido tiene que adaptarse al tiempo para encontrar expresiones que lleguen al corazón del ser humano.

–ADS: ¿Cuándo se produce el contacto entre el mundo menonita y el Paraguay, y por qué?

–Bueno, empieza... Lo que voy a decir va a sonar un poco raro. Pero los menonitas vienen con experiencia de negociar con gobiernos. Lo tenían que hacer desde Holanda.

–ADS: ¿Con experiencia o sin experiencia?

–Con experiencia de negociar y de buscar una salida. Y siempre tenían una óptica de contribuir al país. Eso siempre era parte de nuestra fe, contribuir para el bienestar del otro. Entonces en julio de 1921, se sanciona la ley que permite en Paraguay el ingreso de los menonitas con el ejercicio de su religión, la libertad religiosa y la liberación del servicio militar y esas cosas. Pero eso ya se había negociado con México mucho antes. O sea, en la década de los 20, entra en el suelo latinoamericano por primera vez en la historia el debate a nivel político de la conciencia humana y de la libertad de conciencia. Eso es un tremendo aporte. Después está la bienvenida del presidente en el barco cuando llegaron los primeros. Naturalmente los menonitas ya tenían contacto con diversos pueblos en su pasado, o sea no era algo tan nuevo para ellos digamos la transculturalidad.

–ADS: Habrán sido días muy difíciles aquellos de no solamente por la Guerra del Chaco, sino por el sitio escogido para el asentamiento de nuestros antepasados.

–Sí, donde no había presencia del Gobierno, eso era parte de la problemática de la guerra. Y eso ya nos pasó en Rusia, porque no había gente que pudiera trabajar la tierra. Y entonces la misma cosa pasa en Paraguay y por ausencia del gobierno no hubo una cultura paraguaya dominante. Cuando yo era un adolescente, creo que había tres emisoras que llegaban al Chaco. Nosotros estábamos inquietos en un lugar así, pero no había diario español que alcance el lugar. Entonces no había la posibilidad de estudiar español. Mi suegro por ejemplo se fue a Asunción a estudiar y fue el primero en recibir su licenciatura en historia, pero le costó su ciudadanía alemana, porque esto ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, pero no había presencia de la cultura paraguaya. Entonces ahí hubo un encuentro entre menonitas y grupos indígenas, y esto ha tenido su consecuencia. Pero la guerra ha sido una experiencia muy interesante, puesto que los integrantes del Ejército paraguayo eran personas muy disciplinadas con respecto a los menonitas. Hay testimonios de esto.

–ADS: Venían con esa instrucción...

–Imagino, claro, pero lo cumplieron. O sea, en ese sentido la experiencia ha sido muy positiva y naturalmente los menonitas conocían lo que era la guerra, los que llegaron de Rusia conocían el trato con militares y todo eso.

–ADS: Cómo es eso de no ser parte de una guerra, pero al mismo tiempo ser algo como apoyo digamos al ser humano combatiente que está ahí.

–Eso es parte, es lo mismo que la Cruz Roja. Se inspira en la misericordia, en el amor al prójimo y siempre los menonitas buscaron el bienestar del soldado. Mayormente cuando trabajaron como en el área de sanidad y de la medicina y todo eso, también cuidaban al enemigo que también es un ser humano y que también hay que amar. Y naturalmente, por su apoyo patriótico, por ejemplo en el Chaco dispusieron de sus cosas, como comida y todo eso para la gente, no...

–ADS: A punto de cumplir 100 años y la comunidad menonita sigue siendo en gran medida una comunidad desconocida para el pueblo paraguayo, pese a que hay figuras cada vez más presentes a nivel nacional.

–Es una buena pregunta. Fijate que Paraguay es un país bastante intercultural, que la inmigración ha sido una constante y las comunidades étnicas también son una realidad y el paraguayo en general sabe muy bien convivir con esto. Esto ha sido una generosidad del pueblo paraguayo que hay que destacar, sin lugar a dudas. Pero también ha traído beneficio, esto no cabe dudas tampoco. El Gobierno sabe que un menonita generalmente no va a ser una carga para el Estado en ningún momento. Ni para la educación ni la enfermedad ni nada. Esto ha sido así en todo este tiempo y es destacable. Digamos, uno paga impuestos, muchos impuestos y si vos conocés el Chaco y mirás toda la red de camino, la red eléctrica, para todo eso el gobierno no puso un solo guaraní, excepto la parte del asfalto ahora. Eso fue contribución de cada familia.

–ADS: Y esas dos formas de vivir, digamos, la tradicional y la posmoderna, que se vive por ejemplo en el Chaco, ¿a qué responden?

–Hay muchos factores, imagino.

–ADS: ¿Cómo se llaman esas familias que optan por producir con tracción a sangre, etc.?

–Son grupos que vinieron tarde, por ahí de Canadá y de México, son grupos grandes y son muy tradicionales religiosamente, pero en la parte de producción usan esas tecnologías mínimas por una cuestión más práctica que religiosa. Pero fijate que los grandes empresarios de Campo 9 (Caaguazú) son gente que no tenía educación, pero te vas a su living, vas a encontrar que tienen libros en alemán, en inglés y en español y te van a explicar cómo funcionó el mundo en China, en Alemania y en Norteamérica. En ese sentido hay una cultura que no es tan tradicional, como a veces parece religiosamente. Y, por otro lado, lo que ya dije, las iglesias tienen que renovarse, adecuarse, solo que está el peligro que se da también en otras iglesias, en donde la forma reemplaza el contenido.

ADS: ¿Y cuál es la mirada futura, o la actual, cuáles son los paradigmas que tienen, tanto en el mundo de la educación, de la fe, de la empresa?

–El futuro siempre es un desafío. Diría que se está trabajando en las diferentes áreas que mencionaste. Hay una mezcla de cultura menonita y paraguaya, se trabaja fuertemente en la cuestión de la economía. Esta no se trabaja hoy como se debe trabajar. En forma bastante interesante en cuanto a la concientización del medio ambiente porque no es un tema fácil porque hay mucha ideología detrás de esto. Desde que yo era niño recuerdo que estaba en la mente de mi papá que estaba muy presente, eso de cuidar los animales, los bosques, naturalmente sin los conceptos de hoy. Esto nunca ha estado ausente, entonces se está trabajando también. Yo creo que la comunicación hoy por hoy es muy importante porque desde el Chaco te conectás con el mundo, hoy traés la máquina que quieras, el Chaco se vuelve una riqueza. Un concepto para los menonitas siempre ha sido que estamos trabajando en nutrir a la humanidad.

–ADS: Nadie puede decir que los menonitas nacieron en cuna de oro y eso es una gran ventaja. Por qué personas de carne y hueso, como el resto de los miembros de este país, conectados a los mismos vínculos, han logrado procesos de desarrollo que han sido mucho más significativos. Y no es una alabanza, sino una apetencia de mi parte, de transmitir razones que sean pedagógicas para el resto del país.

–Es la pregunta del millón del dólar (risas). Te voy a lanzar una a ver si resulta. No queremos ser racistas y decir que es por la raza. Estamos de acuerdo. Posiblemente diríamos que es por cultura, por ahí viene. ¿Pero de dónde viene la cultura? Surge de lo más profundo del ser humano, de sus convicciones. Y eso me hace volver al siglo XVI, al inicio espiritual. Yo creo que la respuesta es la espiritualidad y la teología. Naturalmente enriquecida por la experiencia y por la comunidad. Te doy un ejemplo. Al inicio dije que uno de los criterios centrales en el siglo XVI era la honestidad, rechazar el juramento, para garantizar que la palabra vale. Cuando la gente dice que el desarrollo del Chaco es gracias al trabajo de los menonitas. Yo diría que el trabajo está en segundo lugar. Porque hay mucha gente que trabaja en el Chaco y más que los menonitas. Pero la honestidad tiene que ver con la confiabilidad. ¿Qué pasa con un banco cuando pierde eso? Y te acordás bien cuando caían los bancos en Paraguay. Entonces la confiabilidad se basa en la honestidad y esto garantiza el desarrollo económico de una comunidad. Creo que ese es uno de los grandes secretos.

–ADS: Y cuando el mundo se hace diferentes teorías al respecto de cómo hacer que la riqueza sea mejor distribuida, cómo es que estas comunidades han logrado no digo perfecto, pero bastante uniforme.

–Es otra vez el pensamiento espiritual. En la comunidad rige el criterio de que nadie debería sufrir hambre y nadie debería depender de algún gobierno por ser pobre. Sería una vergüenza para la iglesia. Y se trabajó con las comunidades cuando eran de pocos recursos, el fondo para ayuda al prójimo era el de mayor rubro. Esto era históricamente así y hasta hoy en día. Si vos querés llamarlo socialismo, yo lo llamo una comprensión profunda de lo que es la comunidad y convivencia. Y esto hace que por ejemplo en una colonia en Filadelfia se tenía un eslogan, “el bienestar común antes que el bienestar individual”, y esto creo que hizo que se pudiera sobrevivir en el Chaco. Porque los primeros 25 años no eran... cuando se celebraba los aniversarios, las perspectivas no eran buenas, era una lucha de décadas.

–ADS: ¿Cómo manejan los cambios de liderazgos con los más jóvenes?

–Se trabaja fuertemente en la comunicación, con visión espiritual y esta visión.

ADS: Perdón, comunicación, cuando decís eso no decís información, sino que la comunidad esté interconectada a través de conceptos...

–Eso y que además se celebra eso. Por ejemplo, cada colonia tiene su aniversario en donde se rememora la historia y los valores. Eso es parte de la vida y consagrado. Pero también mucha información escrita, oral. Fijate que el periódico impreso más antiguo de Paraguay está en el Chaco. Eso es parte de la educación. En el barco había escuela, bajo los quebrachos había clases.

–ADS: ¿El periódico se imprime y cómo se distribuye o hoy es digital?

–En el Chaco se desarrolló muy temprano un sistema de correo que funciona 100% y la primera imprenta se trajo ya en el año 30 de Alemania y en el 31 se empezó con la impresión de un diario. Pero ya no era nuevo para los menonitas porque ya lo hacían en Rusia. Esto es parte también de nuestro concepto de historia que hay que mantener la vida, hay que recordarla porque la fe cristiana es una fe con raíces históricas. En eso coincidimos todos los grupos cristianos, de que la fe cristiana conjuntamente con el judaísmo nos importa en los hechos históricos. No es una fe filosófica. Y esto, naturalmente la publicación en el mundo menonita acerca de nuestra historia no sé si los judíos nos superan en eso. En esto de escribir sobre las familias, las historias de las comunidades, para los aniversarios se escribe un libro. Esto ayuda mucho en la formación de la comunidad. Pero desde la visión espiritual, nosotros no pretendemos que todos lo que vivan en la comunidad tienen que alinearse ni tienen que aceptar la fe. Y no tienen por qué, porque la fe es algo voluntario. La educación es cristiana, pero se sabe de antemano que no todos van a abrazar la fe menonita o la fe cristiana porque es una decisión voluntaria y nadie tiene que ser obligado a eso.

–ADS: ¿Cómo se evalúa el futuro de las economías de las colonias?

–Se ha trabajado mucho en lo económico históricamente, filosóficamente. En el mundo empresarial es un desafío el dar, el compartir, pero en la iglesia se enseña eso. Hay que ayudar.

–ADS: ¿Las cooperativas son las traducciones prácticas a todo esto?

–Así, eso mismo es. Las cooperativas son un instrumento tremendamente adaptable al tiempo. Fijate lo que el movimiento cooperativo en Paraguay ha logrado.

–ADS: ¿Por qué hay poca repercusión de la cultura en sus expresiones artísticas, digo, por qué se sabe tan poco de poetas, escritores menonitas?

–El arte en general y toda el área de la escritura no es muy apreciado en Paraguay. O sea, es muy difícil vivir de esto. Lo que hace que gran parte de esto es como un hobby, pero hay, hay en la música. En la pintura tal vez no hay tanto, pero ha habido, en la escritura estamos en gran parte en idioma alemán y naturalmente nuestra manera de no habernos integrado en lo paraguayo, hace que nos cueste la reflexión sociológica desde esta perspectiva. Hay mucha producción literaria.

–ADS: Entonces considera que no hay una crisis de la fe...

–Para nada. No soy pesimista y mucho menos de la fe. Si yo creo en Jesús, que es mi salvador y que me gobierna, no voy a ser pesimista. Pero sí me siento muy desafiado para transmitir, como dijiste, el sermón del monte, para que sea relevante al hombre moderno, para la sociedad posmoderna. Traducir este mensaje al tiempo de hoy, para la gente de hoy, ese es un gran desafío.


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