“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón” (Fito Páez).
Así empiezo hoy, a veces el camino de unas líneas cambian en un instante, un homenaje en vida quería hacerle a tres grandes que cumplieron 80 años recientemente, Lucy Yegros, Lita Pérez Cáceres y José Luis Ardissone, pero de repente, una llamada cambió el sentido de la inspiración en segundos, instantes que nos hacen ver la película de la vida completa cuando alguien tan cercano parte, en este caso la silenciosa Marta Barudi (1952-2020), actriz, psicóloga y artista en el más amplio sentido de la palabra, conocida como “la tía del Arte”.
Así como José Luis Appleyard tenía su rincón en el legendario bar San Roque, Edith Jiménez en el desaparecido Café Literario, o el arquitecto Patiño en el último asiento de la barra del lado oeste del Bolsi, Marta Barudi tenía en Honey en la esquina del centro del barrio Ciudad Nueva, una mesita y dos sillas vienesas bastaban para una larga charla, un café, sus oídos y muchos sintéticos consejos.
TÍA Y SU BARRIO SAN ROQUE
Marta Barudi, nacida en la zona de la vieja iglesia de San Roque, sobre la antigua calle Cnel. Bogado (hoy Mariscal López) casi Tacuari, ahí en los dominios de la iglesia cuyo barrio lleva su nombre desde antaño, desde muy chica vivió en ese tradicional y acomodado barrio asunceño, pero también conoció las necesidades de los vecinos cercanos, sus hermanos de la Chacarita. Nos cuenta su amiga Blanca Corna: “Aprendió a hacer pan y a fabricar muñecas de trapo para ayudar a los más necesitados de la zona, en la infancia entró en el antiguo Colegio de La Providencia, pero su verdadero aprendizaje estuvo ahí, ayudando a los más necesitados del populoso barrio Ricardo Brugada, donde aprendió ese sentido de pertenencia a la realidad de su entorno”. Gracias a esas experiencias barriales, muchas décadas después sería el motor principal que da impulso a Juan Carlos Maneglia y Tana Shembori para la creación de TIA (Taller Integral de Actuación), quienes le ponen ese nombre a esa casa de estudios teatrales en su honor, la tía y benefactora de muchos jóvenes que decidían terminada la secundaria seguir la carrera actoral en este difícil medio.
MARTA Y EL CENTRO DE ESTUDIOS BRASILEÑOS
En los años 80 con apenas 15 o 16 años tuve el placer de conocerla en los talleres de arte del Centro de Estudios Brasileños, es ahí donde empiezo una gran amistad con ella y otros compañeros como Luis Fernando Meyer, Mónica González, David Legal, María Alejandra García, Pomposa Leoz, entre otros, un espacio donde se practicaba antes que nada la libertad y el respeto al ser humano y por sobre todo a convivir y aprender de personas de distintas edades.
Luego de muchos años nos volvimos a encontrar en los incipientes comienzos de la redes sociales, es así que en una ocasión posteé algo sobre las muchas queridas “Tías del corazón” que me dio la vida y en una de esas apareció otra Marta que me dice: “tu única tía Marta soy yo”, yo le contesté, sí, pero Marta Barudi es “la Tía del Arte”, creo que a partir de ese momento le empezamos a llamar así, sumando ya al nombre su legendario simplemente “Tía”, así fueron pasando los años y la tía de muchos se consolidó no sólo como actriz que actuara en películas como “7 cajas” o en Los Buscadores, sino en apoyo sicológico y consejera artística de varias generaciones, tanto del cine, la danza, del teatro como también de las artes visuales.
“Hoy la vida nos hizo un jaque mate y perdimos a la reina”.
“Me quedé en silencio profundo tratando de descifrar el estallido de emociones que me causó la noticia”.
“Gracias por aceptarme como tu sobrina”, dice Dulce Jana Yanho.
“La tía Marta era patrimonio de todos. La tía adorada de varias generaciones. La voz de los años tras la sonrisa, y la luz del alma brillando, tanto que cuesta imaginar la vida sin su presencia”, comenta Bea Bosio.
Ya me queda poco por decir, sólo sé que me puede explotar el corazón, hoy ya no está ella, pero queda su mesa, su vieja silla vienesa y el espacio para recordarla con sus sobrinos del corazón, como María Lis, Yorkcito, Bibi, Dulce, Bea, Tana o Juanca, en ese rincón de la esquina del barrio Ciudad Nueva, donde siempre estará escrito en silencio su nombre: “Marta Barudi, tía del arte”.
Llamado al EPP: hija de Óscar Denis pide su liberación
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Luego de 117 días de que el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) haya secuestrado al exvicepresidente de la República Óscar Denis, un pedido de libertad nace de una de las hijas, Marta Lorena Denis. Exige a liberación de su padre ante la falta de respuestas.
“Liberen a Óscar Denis!! Liberen a Papá!!! Hoy hace 117 días que te privaron de tu libertad, que te alejaron de nosotras, y cada día te extrañamos mas y más. Papá tu familia te ama y te espera!!”, expresó en su cuenta de Facebook el domingo 3 de enero del 2021.
A la vez aprovechó para hacer un pedido de unidad, “unite a nosotros, unite al clamor de que vuelvan los tres!”, añadió la hija de Denis. Esto va en relación a lo último que se da con el pedido de hablar con Laura Villalba para conocer el paradero de su padre, atendiendo de que la presunta integrante del EPP fue detenida por los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta el pasado 23 de diciembre.
La hermana de una de las cabezas del EPP, Carmen Villalba, fue arrestada además se informó que estuvo en el último enfrentamiento entre el grupo armado y la FTC. Igualmente, las hijas de Denis insisten con estar al tanto de lo que ella pueda brindar como información, ya que la misma asegura no estar implicada en el secuestro.
Secuestro
Óscar Denis fue secuestrado en su estancia Tranquerita, ubicada en el distrito de Yby Yaú, departamento de Concepción, el 9 de setiembre pasado. El suboficial Edelio Morínigo está privado de libertad desde el 5 de julio del 2014, y el ganadero Félix Urbieta el 12 de octubre del 2016. Hasta el momento nada se sabe del paradero de los tres.
Marta Lafuente, pedagoga y ex ministra de Educación en el período 2013 y 2016, aborda el tema en este “Expresso” en el que analiza con Augusto dos Santos cómo está hoy el nivel educativo en el país, desde la formación docente a lo que debe priorizarse para acceder a un futuro cercano que se abre ante la sociedad como un gran desafío. Una charla profunda y sin vueltas sobre un tema fundamental para pensar un país que, dice, debe democratizar el acceso al conocimiento.
Fotos Nadia Monges
–Augusto dos Santos (ADS): Es difícil calcular por dónde empezar con el tema de la educación porque es un camino que está como “empedrado” de frustraciones, Marta Lafuente.
–Si, sobre todo en nuestro país, pero creo que justamente es una de las tareas más fuertes, el poder mirar que una sociedad no puede pensarse en términos de futuro sin ocuparse de esa agenda central. Por una cuestión simple y compleja a la vez: la valija biológica es insuficiente para que solo con la maduración y el paso del tiempo podamos perfeccionar nuestra condición humana y, fundamentalmente, construir los lazos que hagan posible una condición digna de vida para todos. Entonces, esa valija biológica al ser insuficiente, ese es el lugar de la educación. Bastante más importante que lo que tomamos consciencia en el día a día...
–ADS: Todos coincidimos en que la crisis educativa más importante que tuvo el país fue la dictadura, por lo menos en esta etapa histórica. ¿Se pueden distinguir esfuerzos posdictadura esperanzadores? ¿O todo tiene que empezarse de cero para lograr un cambio realmente importante?
–Creo que si se pudiera empezar de cero, sería más fácil, pero esa no es la realidad de ninguna cuestión social. Siempre estamos “entrampados” en unos hilos y en unas raíces a veces invisibles. Inclusive desde antes de la dictadura, nosotros traemos cuestiones desde el origen de nuestra Nación que técnicamente o conceptualmente se llaman las “desigualdades persistentes”. Esas cuestiones que no se solucionan con una buena voluntad o con una decisión aislada. Me duele decirlo, pero creo que en democracia no hemos sido capaces de tener la “perfecta estrategia” que tuvo la dictadura para lograr que la escuela cumpla la misión que tenía que cumplir, que era la de ser el aparato ideológico de control...
–ADS: O sea, una perversión perfecta...
–Exactamente. ¿Por qué? Porque el control ideológico hizo que se instale hasta el caracú y hasta en nuestro futuro la cuestión del miedo y el “no te metas en política”.
Esos son sustratos muy fuertes en la conciencia inconsciente colectivo en una sociedad...
–ADS: Es muy interesante e importante lo que decís porque nos quedamos en la crítica a la dictadura como la que nos frustró nuestra educación, pero no figuramos que ese ha sido un emprendimiento eficiente, intencionado, con resultados esperados muy bien logrados...
–Muy bien logrados y tan efectivos que más de 30 años después todavía siguen las consecuencias de eso. No están los personeros ni personajes que lo llevaron a cabo, pero continúan mucha de las prácticas en posiciones autoritarias, el concepto que la sociedad le pertenece a unos pocos y el resto tiene que escuchar, aplaudir y mejor no meterse. Cuando cae la dictadura, la sociedad implícita y explícitamente, pero en términos verbales hace un pacto social, no como el de la Moncloa, no escrito ni institucional, pero sí en términos de los corazones, de las esperanzas y sacarse esa opresión. Decir, bueno, “la nueva sociedad queda a cargo de la educación. Y esa educación es formarnos para ser demócratas, construir la democracia y vivir en democracia y desde ese lugar haremos el nuevo Paraguay”. Eso es en términos sencillos lo que implica eso. Inclusive hay una palabra clave en guaraní que recogen los autores del Consejo Asesor de Educación de ese tiempo y es “ñandeha”.
ANTES Y DESPUÉS
–ADS: Esa cosa utópica que se podía entender como aliciente espiritual casi en el inicio de la transición no termina de fructificar hasta ahora. No hay políticas públicas y seguimos teniendo sucesivos procesos de administración. ¿También tiene que ver esto con la ausencia de técnicos a la cabeza del Ministerio de Educación, como ocurre ahora?
–Yo diría que lo que pasa con el sector educativo como responsable de educar y equipar a las nuevas generaciones para su vida infantil, joven y adulta, tiene que ver con las propias realidades, con estancamientos que tiene el Estado paraguayo. No se puede divorciar lo que pasa en educación de los otros espacios. Pasa también en agricultura, en salud... Además, siempre se presentó al sector educativo como crítico, que sí lo es. Pero, cuando uno recorre el resto de las reparticiones responsables de satisfacer distintas políticas, nos encontramos con situaciones muy similares. Lo complejo en lo que tenemos que reflexionar es cómo es posible que en la primera década de la transición se pudo hacer una primera concertación para emprender una acción de largo plazo, porque en los ’90 se pensó con un horizonte del 2020.
–ADS: Probablemente sea porque había una sociedad política menos polarizada... Había un plan...
–Había una visión, se sabía contra quién y contra qué actuar.
–ADS: ¿Cuánto tiempo se demoran los cambios generacionales que puedan incidir positivamente? ¿Cuánto hay que esperar en una sociedad para que haya una dedicación mejor particularmente?
–Bueno, lo que uno verifica en los sistemas educativos, sean nacionales o subnacionales, como podrían ser en países descentralizados, como Argentina, Brasil, etc., es que ninguno se realiza con esfuerzos de una gestión, duren 4, 5 o 6 años. Si es que efectivamente hay una dirección, hay un elenco y los involucrados están en la tarea y están en el trabajo...
–ADS: Una vez que se instala un sistema de buena educación, ese sistema resiste buenos y malos gobiernos. Salvo que sea una dictadura que tire todo por la borda.
–Tiene que ser capaz de vivir con las contradicciones y el conflicto. Tiene que ser como un edificio inteligente, pero nosotros no logramos siquiera construir ese edificio inteligente. Ahora, respondiendo a tu pregunta anterior, ningún país lo hizo en menos de entre 30 y 50 años. Es decir, la educación es un proyecto de sociedad. Y es un proyecto del director y directora de la escuela y de la comunidad, compartida en una dirección que no es meternos todos en un brete, pero sí en una dirección porque tiene que haber una dirección. Pero eso es en la escuela, pero también hay un antes, está el desarrollo infantil y, además, lo que quiero plantear en nuestro como país es como el mito de Sísifo. Acá ya se encontraron muchos caminos posibles, pero viene otro y desplaza eso, porque no es de su partido o no de su simpatía. Entonces, sigo insistiendo, no hemos logrado hacer que la sociedad se apropie de algún proyecto educativo.
ERRORES Y PANDEMIA
–ADS: Se redondea la misma rueda en cada período.
–Exactamente. Requiere un tiempo. Pero, ¿qué se hace con ese tiempo? Eso es más importante que el tiempo en sí, sin ninguna duda. Ahora, mi percepción del futuro es que, después de la Segunda Guerra Mundial y la fundación de la Unesco y la instalación de todo este sistema de convivencia que tenemos en el mundo, es que esto va a vencer en el 2030. “Vence” en el sentido en que se acaban los planes del siglo pasado y de este siglo, se derrumba, y creo que esa visión está ya asumida, por lo menos a nivel de grandes líderes y organismos internacionales. Esto tiene un punto...
–ADS: Es una falla estructural que ya no resiste.
–Al 2000 tuvieron que haber ocurrido algunas cuestiones, es decir: ¿Qué son las metas? Todas las metas que se formularon fueron declaraciones políticas acompañadas de indicadores que son cuantificaciones. Como cuántos tenían que educarse, etc., etc.; pero ninguno de esos resultados se lograron en términos de humanidad, o por lo menos en el concierto de las naciones que participan en estos estados. Lo que uno observa es que las últimas metas al 2030 que justo viene a ingresar en una nueva crisis que no conocíamos que es la crisis producida por la pandemia. Esto, en cálculos matemáticos, representa, para países como Paraguay, por lo menos dos años o dos años y medio de retraso de lo que ya traíamos.
–ADS: Creo que estamos reflexionando con utilidad sobre lo que nos deja esta pandemia en todos los sentidos. Escuchaba a un filósofo argentino que recogía de otros la idea de que hemos planteado mal la cosa, deberíamos hablar de “distancia física, no social”.
–El maestro Humberto Maturana decía en una conferencia que lo que corresponde es una “distancia espacial y una proximidad social” porque sin lo social, las rupturas son mucho mayores. Es decir, eso que se dice como cliché de que “la crisis es una oportunidad”. Si, pero ¿para qué lado? Me parece que hay que romper con el cliché y decir, bueno, ¿qué es lo que queremos significar cuando se dice eso? La pandemia viene a confirmar, a exacerbar y a profundizar las condiciones que ya existían. Entonces, los niños y las niñas en América Latina que tenían dificultades para aprender por su condición previa a la escuela y concomitante a la escuela porque siguen viviendo en una realidad que excede, aunque reciban algún alimento y enseñanza lo que la escuela les puede dar. Insisto en esto de la integralidad. Ese grupo de niños con un año sin la posibilidad de aprender, fácilmente dan uno o más pasos atrás. Y aparecerán más cuestiones que después iremos observando...
–ADS: Y seguramente se marcarán aún más las diferencias que pueden tener las escuelas y colegios privados con la enseñanza pública.
–Sí, pero cuando decimos escuelas y colegios privados tenemos que tener en cuenta el tipo de sociedad que acude a esas escuelas privadas, que son para determinados grupos sociales. Yo creo que hay que ser muy mesurados en ese tema porque creo que también hay que pensar no es tanto el mayor logro de las gestión privada, sino que a ese tipo de instituciones van chicos mejor cuidados, mejor atendidos, alimentados, con familias que los atienden, etc.
–ADS: Sí, decía justamente que como hablábamos del retraso que se percibirá en las poblaciones más vulnerables, se iba a notar más esa diferencia.
–Sí. Justamente, aunque a todos nos afectará, veremos justamente los que van a sufrir más eso. Realmente en esta situación, nadie va a quedar fuera, libre de un impacto negativo. Esto acelera la vieja urgencia de tomar a la educación y a la salud como los grandes temas de la sociedad.
LA ESCUELA BAJO LA LUPA
–ADS: A propósito de grandes urgencias, ¿cómo está la escuela paraguaya hoy?
–Hay muchas escuelas paraguayas. A algunas escuelas que tienen mínima cohesión social les falta conocimiento. A otras escuelas le falta cohesión social, conocimientos y recursos. Generalmente las escuelas que tienen conocimientos y cohesión social, pero no tienen recursos, la “pelean” y lo consigan porque sabemos que la política pública supone que “el que no llora no mama”; es decir, hay una demanda. Pero eso de “no te metas en política” es difícil. ¿Sabés cuánto es el porcentaje de padres de familia que están realmente activos y trabajan en apoyar a las escuelas? No pasan ni al 15 o 16%. Hay asociaciones que existen, pero muchas veces eso es una comisión directiva que siempre son los mismos.
–ADS: ¿Hubo alguna experiencia positiva?
–La participación ciudadana más importante que tuvimos en ese sentido fue cuando se realizaban las transferencias para que los padres manejen los fondos para trabajar en la escuela en la realización de las obras menores que se hacían en ellas. Arreglar parte de las aulas, mejorar, etc. Hubo un incentivo, no precisamente de la construcción misma, sino que el objetivo fue que se junten y además de la obra, trabajen en lo material y los niños verse rodeados del esfuerzo comunitario de sus padres, de su barrio. Eso generaba una gran ganancia en lo que se llama capital social y cultural. La efectividad de la rendición de cuentas llegó entonces al 95%; es decir, fue impecable la rendición de cuentas de ese dinero que llegó a los padres en esas condiciones.
–ADS: ¿Y porqué se terminó?
–Intereses, como siempre. Por un lado de algunas empresas que se quejaron porque las obras hacían los padres, también los políticos, porque si no hay ese tipo de inversiones en la sociedad no hay nada que “repartir” ni dónde hacer campañas de ese tipo y así se fue dejando de lado esa experiencia...
FORMACIÓN DOCENTE
–ADS: ¿Y con respecto a los docentes? ¿Cómo está el maestro paraguayo? ¿Qué esperanzas, conocimiento o tribulaciones tiene el docente paraguayo?
–Yo creo que tiene más tribulaciones que conocimientos y herramientas porque chocamos con el techo tan bajo de la formación; no es a lo largo de su carrera, sino se tiene una muy corta formación, de 3 o 4 años nada más, además de la calidad de la formación.
–ADS: O sea, ¿que un ingeniero que construye casas o puentes tiene 6 o 7 años de formación y un maestro que construye el futuro tiene solo 3 años?
–Exactamente. Además, no va acompañado. Eso que llamamos “formación inicial, la carrera docente” tiene dos aspectos. Lo que se llama la carrera docente. Aquí no es que no hayan habido ideas o propuestas alternativas, pero finalmente hubo trabajo que se inició por el 2005, que supuso la acreditación de los centros de Formación Docente; es decir, que solo formen docentes aquellos centros que demuestren capacidad en su desempeño para educar educadores, porque no es cualquier lugar ese. Ese dispositivo, más el de la la carrera docente que es preocuparnos como un sistema complejo, bien trabajado entre todos sus componentes (ese es el sistema de la carrera docente), que supone quién puede postular a la carrera docente y desde el momento en que se sienta en un aula para la formación en la carrera docente, hasta su jubilación, tiene que haber un marco de trabajo sistemático.
–ADS: ¿Y se hizo una propuesta sobre el tema?
–Aquí en nuestra gestión (en el MEC), desde el 2013 al 2016, hemos recogido toda la experiencia regional e internacional, hemos realizado una propuesta, hemos consensuado ese sistema... Y, nuevamente luego de nuestra salida, ha quedado todo en aguas de borraja. Eso sucede de nuevo porque eso supone deberes y derechos... No podemos seguir en una sociedad en la cual solamente se defienden o los deberes o los derechos porque eso tiene que marchar juntos. Paraguay necesita democratizar el acceso al conocimiento.
CADA NIÑO, UN UNIVERSO
–ADS: Y para terminar, ¿cómo ves a los chicos, tanto en la primaria o en la secundario? ¿Cómo los valorás?
–Creo que hay que verlos en la diversidad. La primera invitación es que cada niño es un universo, es una humanidad que se inicia. Todos ellos están a la espera de su sociedad adulta. Muchas cosas no pueden hacer ellos, pero ellos están expectantes y lo dicen con mil lenguajes.
–ADS: Es muy fascinante porque ellos son un depositorio de conocimientos que en un momento más, estoy pensando en un chico de primaria, de preescolar inclusive, que va a confrontar en volumen con lo que sus padres aprendieron, ¿no?
–Es muy importante la infancia. Una de las características de nuestra sociedad es que los vemos como un adulto pequeño, pero el niño y la niña son un universo que mira la vida, el futuro y el presente a su propio modo, que no tiene nada que ver con la manera en que nosotros vemos. Entonces, ¿cuál es el desafío? Ese encuentro de la sociedad adulta, que según estudios, no han pasado ni 300 años desde que se considera a la infancia como una etapa diferenciada...
–ADS: La última pregunta. ¿Este tema que se debatió en los últimos tiempos respecto a la universidad gratuita, al arancel 0, es relevante o no?
–No se si hubo debate realmente, creo que es más que nada una medida administrativa e inclusive puede aumentar las brechas o las discriminaciones. Es lo que decíamos antes, ¿por dónde debemos realmente empezar a cambiar las cosas? ¿Por la educación universitaria o por el desarrollo infantil temprano? Los dos son importantes, pero si me preguntan por dónde se debe empezar y qué es lo primero, diré que es por el desarrollo infantil temprano.
La Asociación de Familiares, Amigos y Víctimas de la Inseguridad Vial realizó este tarde de domingo una convocatoria en la Costanera de Asunción. Foto: Captura/C9N.
La Asociación de Familiares, Amigos y Víctimas de la Inseguridad Vial realizó este tarde de domingo una convocatoria en la Costanera de Asunción, en la explanada litoral del Palacio López, para exigir una vez más justicia, ante tantos casos de accidentes viales que se llevaron vidas humanas inocentes.
En conversación con La Nación, la Dra. Marta Prado, presidenta de la asociación, comentó que cada tercer domingo del mes de noviembre se recuerda el Día Mundial de Víctimas de Siniestros Viales, fecha declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Nosotros íbamos a hacer una actividad el pasado domingo 15 de noviembre pero se suspendió por la inclemencia del tiempo. Lo que hacemos es congregar a familiares, amigos y víctimas de la inseguridad vial. Logramos que este proyecto sea declarado de interés municipal por parte de la comuna asuncena y también interés nacional gracias a una iniciativa aprobada por el Congreso Nacional”, comentó.
A las 18:30 comenzó la movilización en la Costanera de Asunción, con la convocatoria de los familiares y amigos miembros de la asociación, respetando todas las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19. “Hoy te cuento que he visto tanto rostros desolados pidiendo Justicia”, acotó.
La actividad se realizó en la Costanera de Asunción. Foto: Captura/C9N.
La asociación se encuentra dentro del Comité Nacional de Seguridad Vial a través del cual, luego de mucha lucha, lograron la creación de la Ley 5016 que regula el Tránsito Nacional, como así también de la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial que es la institución rectora.
La Dra. Prado comentó que ella sufrió un accidente de tránsito que la dejó en silla de rueda y mediante el cual perdió a su hija. “Me moví en andador y después bastón. Casi se me amputó el brazo. Desde ahí transformé mi dolor en acciones de amor”, aseveró.
Otro de los logros de la asociación fue la introducción en la malla curricular del Ministerio de Educación y Ciencias (Mec) de la formación en seguridad vial. También concretaron la creación de la Asociación Nacional de Rescate Vehicular en coordinación con el capitán Carlos Brítez del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay.
La mujer activista mencionó que un reclamo puntual es la modificación de la Ley Nacional de Tránsito que se refiere sobre el porcentaje de alcohol en la sangre al momento de la conducción. Es decir, conseguir la tolerancia cero. Esto también necesitará de una modificación del Código Procesal Penal que admite como hecho punible el hecho de manejar recién con cierto grado de alcohol, para que el acto no quede solo en multa para el conductor.
“También pedimos una buena escuela de conducción para que la persona que quiera tener su licencia de conducir estudie la Ley y tenga rigurosos exámenes previos. Uno no puede salir a la calle con un vehículo sin conocer las normativas, sus derechos y obligaciones. Siempre, a través de la experiencia, me doy cuenta que ese es el cuello de botella. La raíz del problema. Debemos atacar a los municipios para que tengan una escuela de conducción”, dijo.
Por último, la mujer manifestó su preocupación por la cantidad excesiva de percances viales que se registra en los últimos meses y que se cobra la vida de muchas personas inocentes. “Debemos recordar que no son accidentes, son hechos ocasionados por el ser humano. Hechos que se pueden evitar si se respetan las reglas, las precauciones y la vida humana”, culminó.