La escritora Lourdes Espínola tiene una extensa y reconocida carrera y su poesía ha sido traducida a varios idiomas y ha trascendido las fronteras del país y recibido reconocimientos. Como invitada especial en la Feria del Libro de Canadá, Lourdes se refirió a la obra de escritoras paraguayas y sus aportes, los premios nacionales y características de la literatura escrita por mujeres. Junto con Susana Gertopán, fueron las invitadas al importante encuentro literario.

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Canadá, la embajada de Paraguay en Ottawa ha tenido una sesión de literatura paraguaya. La embajadora Inés Martínez Valinotti inició la sesión con palabras introductorias y luego presentó a las autoras invitadas: la narradora Susana Gertopán y la poeta Lourdes Espínola.

En su presentación la escritora Lourdes Espínola se refirió inicialmente a la literatura femenina paraguaya en general y específicamente a los tres últimos premios nacionales de literatura que han recaído en la pluma femenina. Las últimas galardonadas son en el 2015 la autora Maybel Lebrón, reconocida por su narrativa “Pancha”; en el 2017 Susy Delgado con su producción poética en guaraní y en el 2019 Maribel Barreto, prolífica novelista de temática social con su obra “Hijo de la Revolución”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

OBRAS DE MUJERES

Posteriormente destacó también la labor de la entidad Escritoras Paraguayas Asociadas (EPA), fundada en 1997 por Dirma Pardo, Maybel Lebrón y Luisa Moreno, resaltó que la institución ha tenido la doble labor de difundir la literatura paraguaya y la escritura femenina a través de la participación en congresos, publicación de obras y difusión de la producción literaria femenina.

Posteriormente, Lourdes Espínola se refirió a su producción poética, la autora destacó la temática que se presenta en sus primeros poemarios sobre la divinidad y Dios como creador del universo, reflexiones filosóficas sobre la creación poética en sí. Asimismo, subrayó que en las primeras obras estilísticamente se manifiesta un énfasis en la estructura formal.

El cuarto poemario de la autora aparece en Estados Unidos en formato bilingüe español inglés, publicada por la editorial Latitudes Press bajo el título de “Ser mujer y otras desventuras” (Womanhood and other misfortunes), en este libro el tema central es una ref lexión sobre la condición femenina, idea que se va desarrollando en otros poemarios de la poeta hasta la fecha.

Las posteriores publicaciones son en editoriales de Francia en formato bilingüe español francés y traducidas por el prestigioso traductor Claude Couffon, quien traduce a los más conocidos autores latinoamericanos y son: “Encre de Femme o Tinta de mujer” y “Le mots du corps o Las palabras del cuerpo”, dos libros donde los poemas refieren a la fusión del corpus literario y el cuerpo femenino.

VERSOS LIBRES

La estructura son versos libres sin formas fijas despojadas de referencias temporales o geográficas lo cual le da una universalidad simbólica.

La obra publicada en Portugal titulada “As nupcias silenciosas” toca la temática de la migración y de cómo el cuerpo se transforma en la casa del migrante, en su maleta, en su depósito de historia personal como un palimpsesto.

Los últimos poemarios aparecidos en España “Desnuda en la palabra” de Ediciones Torremozas y “Todo poema es animal de caza”, de la editorial Verbum de Madrid, se centran conceptualmente en el paso del tiempo, la fuerza sanadora de la poesía y Dios como creador que llama al poeta a nombrar el universo.

La conferencia fue finalizando con un periodo de preguntas y respuestas. Algunas de las preguntas hechas por los asistentes a Lourdes Espínola fueron respecto a si tenía un sitio y un horario específico para la escritura, si cuáles eran las temáticas que estaban más presentes en su obra y si en el momento de crear pensaba en el lector y trataba de darle un mensaje o idea específica.

La poeta respondió diciendo que creía que el ser humano es integral y que el poeta tiene que serlo, para eso la poesía obliga a la decantación para hallar una expresión pura y honesta. “Personalmente, me concentro en el placer de crear poesía, creo que cuando el poeta está atento al lector, al editor, o a ganar un premio se aleja del placer de la escritura y de la esencia de por qué escribe. En mi caso es muy importante ese proceso interno que produce un poema y que esa voz poética sea coherente. Para mí el escribir poesía tiene como resultado, aunque no sea intencional y al no ser intencional es más real: el crear una obra”.

Explicó la significación con la reflexión de: “Crear una obra quiere decir que mis libros tengan una conexión y una organicidad, porque esto va unido al fluir del inconsciente y también asociado a ref lexiones importantes para mi vida en ese momento; así hay una conexión entre obra y vida que se ref leja en la poesía. A veces veo que mi escritura se va transformando, mi poesía y mis instrumentos y también el lenguaje que se depura cada vez más de adjetivos. Trato de crear imágenes y sonoridad para que la poesía sea más esencial. Para mí el territorio de la poesía es el territorio seguro; en mi experiencia es un acto de plena salud, porque siento placer en el ejercicio poético”.

UNA FUNCIÓN SANADORA

Lourdes Espínola manifestó que tenía que reconocer que la palabra en el terreno de la literatura tiene una función sanadora, poetizar es una forma de liberación y una forma de sanación.

La autora agregó: “Considero que una obra poética se sustenta solamente cuando esta es honesta y coherente y que el tiempo la decanta. La energía creadora en el poema tomo como evidencia de una sensación de estar vivo, de estar alerta; los sentidos transmiten señales y las señales se plasman en el acto creativo”. A modo de análisis agregó que para ella la creación y la poesía viene del amor y que también es una equidistancia entre el dolor y la felicidad, esa objetivación artística no es algo pasivo sino activo ya que como escritora está en el centro de la creación que es la fuente del arte.

La poeta agregó que siente la necesidad de una obra entretejida, donde no sea posible obviar un libro, sin perder parte de las pistas del desarrollo creativo poético, una obra dirigida por el hilo del lenguaje, ese instrumento que debe ser claro, puro y preciso para que la idea sea en su ropaje tan noble como lo que se trata de expresar.

Finalmente concluyó expresando que el espacio de escritura es para la poeta un espacio consagrado donde también siente una responsabilidad ética buscando construir un universo un poco mejor.

Dejanos tu comentario