Recluido en Emiratos Árabes, al rey emérito, ahora lo investigan por sobornos en España y Suiza. En medio de la crisis, habló su amante para defenderlo y la monarquía española pasa un difícil momento.

Por Jorge Zárate

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El rey huyó. Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón, acosado por denuncias de corrupción, tomó el camino del destierro.

Fiscales suizos y la justicia española lo investigan por un depósito de 100 millones de dólares a su favor tratando de determinar si fue un soborno por acercar las empresas españolas que construyeron el ramal del tren de alta velo­cidad Haramain, que une La Meca con Medina, el centro del peregrinar musulmán en Arabia Saudita. Una obra de 450 kilómetros en el desierto que costó US$ 7.800 millones en la que los investigadores creen que se pagaron comisio­nes de forma irregular.

El dictador Francisco Franco lo nombró príncipe heredero de España, se encargó de su educación, lejos de los padres de él, que vivieron en el exilio en Portugal.

Juan Carlos I, de 82 años, ya había abdicado a favor de su hijo como consecuen­cia de una continua erosión de su imagen pública. El hoy monarca Felipe VI fue pro­clamado rey, el 19 de junio del 2014, poniendo fin a 39 años de vigencia de su padre.

Fue ante la serie de “erro­res” que se acumulaban y no le perdonaban ya la opinión pública, la prensa, los movi­mientos independentistas de regiones españolas, los republicanos, que encontra­ron en esos hechos razones para cuestionar la vigencia de la monarquía.

La decadencia quedó expuesta en una imagen que indignó al mundo en el 2012. Allí se lo ve, escopeta en mano, cazando elefantes en Botswana, donde para colmo de males, en un episodio confuso, sufrió una caída y se quebró la cadera.

RELACIONES PELIGROSAS. Su romance con Corinna Larsen, un mix de amores con intereses económicos y regalos en efectivo fueron una bomba que explotó en la vida de Juan Carlos. Ella no fue la única amante, pero sí la más involucrada en negocios y la que más habla de todos los detalles.

No era todo, había llevado al viaje a su amante Corinna, la piedra del escándalo que hoy lo tiene recluido en un hotel 7 estrellas en el emirato de sus amigos, al que llegó en un viaje tan secreto que la ruta de escape se conoció recién al día siguiente.

Puede señalarse en ese momento el comienzo del declive de una figura que España no cuestionó a gran­des voces desde que en 1975 el tirano Francisco Franco lo ungiera como su sucesor. Lo había preparado para tal fin, al punto que el matrimo­nio con Sofía habría sido arreglado por los amanuen­ses del dictador.

A Juan Carlos se le reco­noce su rol en la transición donde ofició de garante de la democracia en España, esa que tambaleó dando sus pri­meros pasos ante el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

La negativa del rey a legitimar el alzamiento fue clave para detener un alzamiento que alcanzó a desplegar tanques en Valencia.

SEPARADOS. Siempre fue “un secreto a voces” la vida de separados que llevaron desde hace muchos años con la reina Sofía, que tiene una imagen impecable en su país, pero a la que Corinna acusa de “conspirar para poner a su hijo, Felipe, en el trono para poder manipularlo”.

Historia aparte, los españo­les comenzaron a mirar con malos ojos los casi 8 millo­nes de euros anuales que se le presupuestan a la monar­quía, aunque los críticos ase­guran que se gasta más y que las cifras se esconden en par­tidas que tienen los distintos ministerios para ayudar a su sostenimiento.

“Pese a ser la segunda corona más austera del mundo, ran­king que encabeza la monar­quía inglesa con un presu­puesto de 46.6 millones de euros, las cifras que oficial­mente se presentan desde la Casa Real son parcia­les y demasiado ambiguas”, expone la prensa.

Lo de Arabia Saudita no es nuevo, se le reconoce a Juan Carlos su capacidad para hacer amistad y, sobre todo tratarlos de iguales, a los monarcas de los emiratos. La realeza europea los miraba como nuevos ricos llenos de petrodólares. El monarca español, dicen, olfateó pre­ciso el devenir de la econo­mía mundial.

La “cacería de elefantes en Botswana” que causó un escándalo mundial. Corinna fue la que le “organizó el viaje” como regalo a Juan Carlos y además, éste de fracturó la cadera … Después de eso, el diluvio.

Sus opositores recuerdan que su fortuna se calculaba ya en el 2010 en 2 mil millones de euros que estarían en cuentas extranjeras a las que habrían sido remitidos sin pagar los impuestos correspondientes.

Cuentan que suele repetir una frase que acompaña con gestos: “Es que tengo poco de acá (se toca los labios), lo justo de acá (lo mismo con la frente) y mucho de acá (señala la nariz)”.

Es por eso que se viene exi­giendo al Parlamento una investigación sobre el tema, sobre todo, porque al asumir Juan Carlos no tenía fortuna conocida.

El primer ministro Pedro Sánchez, del Partido Socia­lista Obrero Español (PSOE), dijo: “Todo responsable público debe rendir cuen­tas” señalando que existe una “presunta conducta repro­bable del anterior jefe del Estado” y que “nadie puede sustraerse a la acción de los tribunales”. Lo hizo advir­tiendo que “el peor error que podemos cometer es regalar a los conservadores la exclu­sividad del legado constitu­cional” haciendo una defensa de la institucionalidad que se leyó como un respaldo a la monarquía constitucional.

Fue apenas antes que una encuesta realizada por GAD3 para el diario ABC, publicada el 16 de agosto, revelara que el 56,3% de los españoles con­sidera que la actual monar­quía parlamentaria es el modelo de Estado preferible para España, mientras que el 33,5% preferiría la República.

Pero esta realidad no es uná­nime en las regiones. “Cata­luña es republicana y, por tanto, no reconoce ni quiere tener ningún rey”, apuntó un texto oficial de su Parlamento en esos días señalando que “el linaje de los Borbones ha sido una calamidad histórica para Cataluña” señalando que “el único camino para superar este régimen monárquico es constituir efectivamente la república catalana”.

CORINNA Y SUS DICHOS

Los monárquicos querrían silenciar en estos días a la inefable Corinna zu Says-Wi­ttgenstein (Larsen, su ape­llido de soltera), una empre­saria de 55 años nacida en Alemania pero de nacionali­dad danesa.

La amante de Juan Carlos le dijo a Paris Match: “Durante una crisis de esta enverga­dura, la familia real hubiera tenido que permanecer unida –sostiene–. Enviar a un ex rey, de salud frágil, al exilio, y eso en pleno covid, es irresponsa­ble. Toda la familia real se ha beneficiado del tren de vida que les ha asegurado Juan Carlos. Repudiar así a Juan Carlos es un poco desleal y me parece que es una falta de dig­nidad. Lo que deberían hacer es reformar las instituciones y hacerlas más transparentes”.

En una entrevista de 8 pági­nas la mujer asegura que el ex monarca sufrió un “golpe” de Estado liderado por la reina Sofía con la complicidad del ex presidente Mariano Rajoy.

Contó allí que su amado le dijo: “Tengo dos frentes con­tra mí. El primero está consti­tuido por mi mujer y sus lugar­tenientes: ella tiene prisa en poner a su hijo en el trono por­que tiene mucha más influen­cia sobre él que sobre mí. El segundo está encarnado por Mariano Rajoy, que tiene como objetivo castrarme y debilitar la monarquía”.

En la nota Corinna mostró fotos íntimas, siendo la más destacada una de Juan Car­los en shorts, haciendo un asado en la finca de La Ango­rrilla, cerca de Madrid, en la que aparece Casimir, el hijo de la mujer. Lo hizo para señalar que los 65 millones de euros que le regaló fue­ron por afecto hacia ella y el joven, y por desconfianza de dejarlo en un testamento que no estaba seguro de que su familia fuera a respetar.

Lo defendió diciendo que no se trata de una “comisión”, el depósito de 100 millones de dólares del rey Abdalá por­que “cronológicamente no coincide”.

La ex amante le había dicho a la BBC que el rey emérito llegó a pedirle matrimonio: “Lo que me parece extraor­dinario es que estén convir­tiendo 40 años de modus ope­randi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo… porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”, dijo.

Una rareza publicada por el “Paris Match” y replicada en el mundo, para demostrar lo muy estrecha que era su relación, Corinna les mostró una foto en la que aparece el entonces rey Juan Carlos haciendo un asado con el hijo de ella en su casa de Madrid, en donde él les compró una mansión muy cerca del Palacio.

¡POR QUÉ NO TE CALLAS!

El rol de la monarquía espa­ñola en Latinoamérica fue importante en la consolida­ción de los procesos democrá­ticos del continente y también en la extensión de los negocios de los capitales españoles en estas tierras cuando se desató la era de las privatizaciones en los 90.

Merced a mediaciones y otros vínculos, los españoles logra­ron quedarse con compañías aéreas, telefónicas, canales de televisión, empresas de ener­gía y bancos por citar algunos ramos, todos estratégicos en la economía continental.

Juan Carlos tuvo su rol en aquellos 500 años que se con­memoraron en 1992, desta­cando como importante “lo que podemos hacer juntos” con Latinoamérica, escena­rio que edificó en las Cum­bres Iberoamericanas, el andamiaje diplomático que construyó para garantizarle una plataforma atlántica a su reinado, cuya primera sesión ocurriera en Guadalajara, México, en 1991.

Fue figura central de ese espa­cio hasta aquella Cumbre del 2007 en donde intentó silen­ciar el discurso de Hugo Chá­vez con aquel famoso impera­tivo: ¡Por qué no te callas! que hasta hoy se recuerda como un momento de choque entre un orden en crisis y la insur­gencia latinoamericana que sigue latiendo.

Visitó Paraguay en el 2006, oportunidad en que condecoró al presidente Nicanor Duarte Frutos con el collar de la Orden de Isabel la Católica, y a su esposa, María Gloria Penayo, con la Gran Cruz.

“Muchos iberoamericanos -dijo el monarca- buscan mejorar sus expectativas a través de la emigración, un camino que también muchos españoles -recordó- tuvieron que recorrer en un pasado no tan lejano”, dijo aquella vez en relación a los más de 40 mil compatriotas que se estima viven y trabajan en España, oportunidad en que comenzó a tramitarse un acuerdo para la legalización de la mayoría, ya que se estimaba que sólo un tercio de ellos tenía papeles.

El mismo tema lo ocuparía en su reunión con el presidente Fernando Lugo a fines de octubre de 2011 con motivo de la XXI Cumbre Iberoamericana, en la que mantuvieron una reunión privada con el entonces presidente español Jose Luis Rodriguez Zapatero. Fue la última vez que estuvo en la tierra colorada".

PORQUE BOGAS…

“Majestad, querido Felipe… ‘Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades insti­tucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los espa­ñoles, a sus instituciones y a ti como rey, te comunico mi meditada decisión de tras­ladarme en estos momentos fuera de España’”, señala.

En marzo el Tribune de Genève había titulado: “Juan Carlos I escondía 100 millones en Ginebra” y contó que “entre el 2008 y el 2012, al amparo de una sociedad panameña y con él como único beneficiario, el rey emérito confió en total dis­creción US$ 100 millones al Banco Mirabaud”. También que “en el 2012, Juan Carlos transfirió lo que quedaba de dinero, unos US$ 76 millo­nes (65 millones de euros), a su antigua amante”.

Felipe VI anunció el 15 de marzo que le retiraba a su padre la asignación de 235 mil dólares anuales que recibía del Estado español y a partir de allí comenzó a gestarse la partida del rey emérito. Nius publicó el 8 de agosto la foto de su llegada a Abu Dhabi, la última conocida de Juan Carlos.

Se supo también que sus ami­gos de la náutica lo esperan para la segunda fecha de la Copa de España de 6 Metros los próximos 17 y 18 de octu­bre en aguas de Sanxenxo, el puerto en el que se despi­diera antes de partir en el vuelo secreto. “Vino a des­pedirse, porque tienen gran cariño a todo esto, y hasta donde yo sé fue su último contacto”, señaló Pedro Campos, amigo y patrón del barco “Bribón 500”.

Idas y venidas de este hom­bre nacido en 1938 en Roma, donde la familia real espa­ñola se había instalado tras la proclamación de la repú­blica en 1931.

El mismo que en junio de 1976 fue a Estados Unidos buscando avales para el pro­ceso de democratización y en el camino quiso quedarse en República Dominicana para protagonizar un gesto simbó­lico: “En el momento de pisar el suelo de las Américas doy gracias a Dios por haberme deparado la honra de ser el primer rey de España que cruza el Atlántico para visi­tarlas. Volando sobre el mar Caribe he recordado al des­cubridor, nuestro almirante Cristóbal Colón, y con su recuerdo he pensado en mis antepasados, los reyes de España, que, aun sin cono­cerla, amaron a América, la imaginaron y la cuidaron”.

Se dice que Dominicana está lista para recibirlo pero, puede que el destierro no dure mucho para este hombre que eligió la errancia en un destino abierto y final.

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