En la Escuela Pública N° 51 “República del Paraguay”, en la ciudad de Montevideo, niños y niñas de primero a cuarto grado reciben desde este mes clases de idioma guaraní. La iniciativa surgió desde la embajada paraguaya y tuvo una muy buena acogida en la institución. Una funcionaria de la sede diplomática es la encargada de impartir las lecciones.

Por Arturo Peña

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Fotos Gentileza

Este mes se recuerdan los 200 años del arribo al Paraguay del prócer uruguayo general José Ger­vasio Artigas, quien vivió en el exilio en nuestra tie­rra hasta su muerte, el 23 de setiembre de 1850. En este contexto, desde la misión diplomática paraguaya en Uruguay, encabezada por Rogelio Benítez, se desa­rrollaron varias activida­des conmemorativas desta­cando los lazos que unen a ambas naciones. Una de ellas fue una visita a la Escuela Pública N° 51 “República del Paraguay”, una institución con varios años de vida que se sitúa en la ciudad del Mon­tevideo. La embajada tricolor colaboró con varias refaccio­nes en el edificio.

En aquella oportunidad, el embajador paraguayo, com­partiendo con alumnos y docentes sobre la cultura de nuestro país, lanzó la idea de algún día poder desarrollar clases de guaraní para los chicos de la institución.

El embajador Benítez colaboró en las refacciones de la escuela. A su lado, Vidalina Ledezma, de la Casa Paraguaya.

Felizmente, la idea no quedó en meras palabras. Es más, tuvo tal repercusión que semanas más tardes se había hecho realidad: desde este mes, en las aulas de la escuela montevideana se escucha el dulce idioma gua­raní coreado por pequeñas y entusiastas voces.

Las clases empezaron a ini­cios de setiembre y se impar­ten para niños y niñas del primero al cuarto grado en forma de talleres, dos veces por semana, hasta terminar el año lectivo. En las mis­mas, los chicos reciben cono­cimiento básico del idioma a cargo de la licenciada Liz González Curtido, funciona­ria de la embajada.

TODA UNA EXPERIENCIA

Liz González es licenciada en Matemáticas. Fue incluso docente en Universidad Nacional de Asunción, pero los caminos le llevaron hacia el campo de la diplomacia. Actualmente es funcionaria de la embajada paraguaya y aprovechando su base for­mativa en el idioma nativo, ya que realizó estudios en el Ateneo Guaraní, asumió el desafío de convertirse en docente en la escuela “Repú­blica del Paraguay”.

“Es una experiencia mara­villosa”, señaló la profesio­nal, al tiempo de confesar que “al principio tenía un poco de miedo. A pesar de tener ya experiencia en la docen­cia, no sabía de repente cómo iban a reaccionar los chicos, pero la verdad me sorpren­dió la forma en que les llegan las lecciones. En la primera clase ya me decían: ‘yo siem­pre quise aprender guaraní’, y otro nene me dijo: ‘yo tengo una vecina de Paraguay’”.

Explicó que en las clases enseña cuestiones básicas, como los números, los miem­bros de la familia, etc., en todos los grados que parti­cipan. La idea es hacer más bien una enseñanza lúdica para poder llegar de forma efectiva a los chicos, sobre todo teniendo en cuenta que es un idioma que escu­chan por primera vez en su mayoría.

Los chicos durante las actividades.

La profesional es una entu­siasta del guaraní, por lo que este desafío le motiva de forma muy especial. “Hasta los 16 años viví en el interior del país y hablaba constan­temente guaraní en mi casa. Luego hice un año del idioma en el Ateneo pero empecé la facultad y tuve que dejar por­que me complicaba mucho el horario. Enseñar ahora nuestro idioma a los peque­ños me motiva muchísimo y me da una enorme satisfac­ción cada día. Los chicos me cuentan que van a la casa y le repiten a sus padres las cosas que aprendieron en guaraní. Incluso las maestras de otras materias se interesan mucho, al punto que una de ellas sugirió la idea de hacer unos videos con los niños para subir a la página de la emba­jada”, contó.

En Uruguay, las clases esco­lares se reiniciaron pero bajo protocolos sanitarios. “Los grados se dividen en dos gru­pos que van de forma inter­calada a las clases, es decir, no van todos los días y van menos horas por día, además de cuidar todos los detalles de higiene”, señaló la profesora.

AVANCE CULTURAL

Los lazos entre Paraguay y Uruguay se fueron afian­zando en varios aspectos en las últimas décadas. El intercambio comercial y en el campo de los negocios se ha acrecentado considerable­mente e incluso la licenciada González recibió consultas de empresarios uruguayos que estaban interesados en aprender también el guaraní.

Una de las instituciones que desde hace varios años vie­nen trabajando en la promo­ción de la cultura y todo lo que respecta al Paraguay es la Casa Paraguaya, que aglutina a compatriotas residentes en Uruguay. Ellos vienen traba­jando de cerca también con la delegación diplomática. Vida­lina Ledezma, integrante de la colectividad paraguaya, comentó que recibieron con mucha alegría la noticia de los talleres de guaraní y que estuvieron acompañando ese proceso. “Nosotros también tenemos una profesora que da clases de guaraní acá en la Casa Paraguaya a todos los que se muestran interesados. Pero ahora con el tema de la pandemia tuvimos que sus­pender todas nuestras acti­vidades”, explicó.

Los compatriotas celebraron estos importantes pasos que se van dando en la promoción del Paraguay en tierras uru­guayas, mediante lo cual se van afianzando los vínculos entre los países hermanos.

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