“Hay que recuperar la confianza de toda la ciudadanía”

DR. TOMÁS MATEO BALMELLI (*).

En el mes de marzo, comenzamos la pandemia con mucha incertidumbre, ahora la afrontamos con mayor templanza, porque es el momento en que la ciudadanía necesita de nosotros.

En toda pandemia, lo más difícil sigue siendo la concientización de la gente, de que cuidándose a sí misma, cuida a su comunidad, debemos insistir en esa línea de comunicación, todos tenemos que ceñirnos estrictamente a las normas sanitarias, para enlentecer la propagación del virus.

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Siempre existe miedo por los médicos y trabajadores de la salud, ellos mismos tienen miedo por ellos mismos y por sus familias, no hay que olvidar que luego de las horas de trabajo ellos regresan a sus hogares y pueden ser un portador y transmisor asintomático del virus.

El gran porcentaje de la ciudadanía no perdió la confianza en los médicos, creo que es un sector con el que hay que seguir insistiendo en la comunicación fluida y basada en datos estadísticos. Creo que hay que recuperar la confianza del total de la ciudadanía, no hay que olvidarse que al inicio de la pandemia hubo vicios que no fueron fructuosos en la compra de los equipos de protección individual y en el fortalecimiento del sistema sanitario por las denuncias de corrupción y eso crispó la sintonía que había entre las autoridades y la ciudadanía en su conjunto.

La ética médica no puede ser doblegada bajo ninguna situación, menos aún por un virus, tenemos que estar fortalecidos desde el punto de vista moral y científico y tenemos que hacer el mejor esfuerzo en pro de la salud de los ciudadanos paraguayos.

La imaginación es el 50% de la enfermedad, la tranquilidad es el 50% del remedio y la paciencia es el inicio de la curación. Tenemos que saber que todo brote pandémico tiene un inicio, un desarrollo y desenlace. No será para siempre, si estamos todos juntos, la carga va a ser mucho más liviana. Seguro saldremos de esto, pero debemos tener fe, tranquilidad y confianza.

(*) Médico pediatra y especialista en infectología. Profesor.

“Hoy conocemos más el comportamiento del virus que el de las personas”

DR. JOSÉ FUSILLO (*).

Empezamos con mucha incertidumbre y miedo. El panorama no era nada alentador y teníamos muchísimas dudas, actualmente hemos aprendido mucho sobre el virus, pero aún persiste el temor por la enfermedad.

Lo más difícil de afrontar fue el manejo de información, el comprender que estamos ante un virus nuevo y que debemos aceptar que todo es muy cambiante. Actualmente lo más difícil de afrontar es el comportamiento de la gente, creo que hoy conocemos mejor el comportamiento del virus que el de las personas.

El desborde de casos ya está instalado y el temor es latente al ver a muchos colegas decaer en lo físico y en lo anímico con la moral golpeada al ver amigos caer. No es para nada fácil.

La ciudadanía cumplió, en la primera etapa de la cuarentena el comportamiento ciudadano salvó muchas vidas, pero el error en las compras y el manejo poco claro de esa situación hicieron que se pierda confianza y eso sumado a la endeble economía y al hastío por el encierro hicieron que se agrave más.

La ética médica ya está siendo puesta a prueba con el manejo de la información médica y de los tratamientos, que es aún más preocupante que otro escenario donde se tengan que tomar decisiones difíciles, que ojalá no ocurra.

Qué la situación es dura para todos, que no tenemos tratamientos mágicos ni vacuna y que lo único que funciona es la prevención, por lo que la única forma de vencer al virus es la responsabilidad social.

(*) Médico neumólogo. Presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología.

“Más seguros, pero afrontando la falta de credibilidad”

DR . CARLOS MORÍNIGO (*)

Cuando se dio el inicio de la cuarentena total, en marzo, estábamos muy preocupados porque no contábamos con los lugares para la recepción de los posibles casos, tampoco estábamos equipados. Empezamos a trabajar muchísimo, pedir equipos e insumos y nos generó mucho estrés a pesar de que los hospitales aún estaban vacíos. Teníamos temor y preocupaciones por insumos que no llegaban y otros teníamos a medias.

Hoy en día, tenemos una capacidad instalada, pero no la ideal; porque la situación desborda todo pensamiento y planeación. La planificación en tiempos de covid-19 es solo en papeles, porque se sale de contexto totalmente y se ha demostrado en todo el mundo. Hoy vemos con otros ojos, estamos más seguros, al menos en el Ineram estamos con pasos firmes, protocolos de tratamiento y experiencia en el manejo de pacientes críticos que requieren ventilación mecánica.

Lo más difícil de afrontar fue el tema de la comunicación e información para la ciudadanía, con un Gobierno débil en este aspecto y sensaciones de incertidumbre y sobre todo falta de credibilidad con respecto a lo ocurrido con los insumos y la sospecha de corrupción.

Hoy, lo que más nos preocupa es el aumento avanzado de los casos, también la forma en que están llegando los pacientes a los hospitales, tenemos pacientes críticos, ha aumentado la mortalidad y nos esperan tiempos difíciles, sobre todo en los meses de setiembre y octubre.

Temo por los médicos porque tenemos la cantidad justa para cubrir los lugares, existe una dificultad para conseguir recursos humanos de la salud capacitados y al introducir a uno que no esté capacitado, corre riesgo el paciente y el profesional que puede salir infectado.

Además veo muchos colegas cansados, pero se sigue en la lucha.

No creo que la ciudadanía haya perdido la confianza en los médicos, ellos conocen nuestra labor, aunque creo que sí se perdió la confianza en la institución de Salud Pública que es lo más grave, se creó una rabia inclusive en algunos departamentos de personas que perdieron sus empleos debido a la cuarentena, sumado a los problemas con las compras, falta de equipamientos e insumos, que ocasionaron que muchas personas tengan que consultar las redes como medida desesperada para automedicarse e incluso grupos que se niegan a aceptar que la enfermedad existe. Sobre todo hasta ahora no se ve una comunicación clara de parte del Gobierno.

Desde antes ya se tomaban decisiones difíciles, esto no es algo nuevo, teníamos un déficit en camas de terapia intensiva, siempre se tuvo que optar por pacientes que tenían más probabilidades de salir con vida, hoy en día la situación no creo que sea distinta. Uno utiliza todos los medios médicos para evitar que el paciente fallezca. Probablemente llegue ese momento, como llegó en todo el mundo, el momento de decidir en una sala de internación quién está menos peor para poder salvarle la vida al paciente.

Hoy, pedimos a la ciudadanía que tome las medidas sanitarias correspondientes, sobre todo evitar las reuniones sociales que son innecesarias, que siga las indicaciones, que no se medique con mezclas mágicas o remedios que no tienen sustento científico.

(*) Médico especialista en Neumología. Jefe en Ineram- Ex ministro de Salud.

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