Un argentino que amó y promovió la riqueza de valores de la cultura musical del Paraguay.

POR EDUARDO PALACIOS

fepalacios@tigo.com.py

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El rico patrimonio musi­cal paraguayo y toda variedad artística que le rodea, durante muchos años, ha tenido a grandes promotores y difusores en los medios radiales. En el caso de los profesionales paragua­yos, cultores y conductores de programas, es natural que lo hagan por la raigambre y el vínculo que los une a las cosas nuestras, pero cuando un hombre nacido en otras tierras abraza con pasión el folklore y las manifesta­ciones artísticas, sin duda merece ser recordado.

INTERÉS POR LA MÚSICA

Es el caso de este gran pro­fesional locutor, animador y periodista, nacido el 12 de abril de 1944 en Buenos Aires, Argentina, y fallecido el 28 de mayo del 2004, en Asunción, que tanto hiciera por la promo­ción de los valores artísticos de nuestra patria, sobre los que investigó, hurgó en los archi­vos prestándole mucha dedi­cación, tanto a la música, los músicos y los autores y com­positores, reuniendo informa­ción de interés, como contados investigadores y cultores del acervo musical patrio, como la profesora Aída Lara, el maes­tro Serafín Francia Campos, el Dr. Stilver Cardozo y Elpi­dio Alcaraz, por citar a algu­nos de los más sobresalientes de la radiofonía.

Carlos Niz con Isaac Villalba y Serafín Francia Campos, conduciendo el programa “Feliz domingo”.

Su arribo al Paraguay fue en el año 1971, luego de una corta trayectoria en la animación de eventos artísticos en Bue­nos Aires, en los espectáculos de tangos tan abundantes por esos años en la capital argen­tina. Llegó a nuestro país de la mano de Arturo Schaerer (h), quien cuando entonces tenía a su cargo la dirección del diario La Tribuna, donde trabajó poco tiempo.

SU TRAYECTORIA

María Graciela, su esposa y compañera en muchas de las tareas profesionales en las que estuvo embarcado Carlos, tanto en la radio como en la tele­visión, nos sirve de referencia para relatarnos por lo menos una parte de la trayectoria de este excelente profesional que tempranamente nos dejara.

“Abrazó con amor y pasión y dedicó muchas horas diarias de su vida a la tarea investi­gativa sobre el folklore paraguayo, fundamentalmente sobre la música folklórica paraguaya y de raíz folkló­rica, a la que tenía una espe­cial dedicación. Asimismo, contaba con una excelente relación con los artistas y músicos, a los que alentaba a su crecimiento y a fomen­tar las genuinas expresiones musicales nativas”, expresó María Graciela.

Entre otras estaciones de radio, trabajó en radio Ñan­dutí, radio Panambi Vera de Villarrica, Emisoras Para­guay, Radio Nacional y ejer­ció primero la vicedirección y luego la dirección general de radio UNO, de nuestra capital, emisora que durante su direc­ción dio especial destaque a la música paraguaya, desti­nando una parte importante de su programación a los pro­gramas con contenido artís­tico nacional, conducidos por grandes locutoras y locutores dedicados a la promoción del arte musical de la patria.

Además, Carlos Niz en Villa­rrica fue director de cultura de la municipalidad local y uno de los más fervientes promotores del Festival de la Raza, uno de los escenarios más importantes de exhibi­ción del arte musical del país.

“Paralelamente a sus tareas en la radio, Carlos Niz fue anima­dor de festivales folklóricos, muy frecuentes en la década de los años 70 y 80, tanto en Asunción como en el interior del país. En nuestra capital estuvo como presentador en los recordados locales noctur­nos, como el Hermitage y el restaurante Iguazú. A más de ser el animador principal del restaurante El Bosque de los Indianos, de tanto éxito en los años 80, y presentador exclu­sivo del grupo Los Indianos, conformados por talentosos músicos argentinos que basa­ban su repertorio en un 90 por ciento de música paraguaya. Le unió una gran amistad con el director del conjunto, Rafael Paeta”, dijo María Graciela, recordando a Carlos Niz.

Encuentro con Emiliano en Ybysunú, Guarambaré, en el escenario del histórico sitió dedicado a Emiliano R. Fernandez; están Carlos Niz, Carlos Vallejos, Alfredo Vaesken y Rudy Torga.

FESTIVAL DE YPACARAÍ

El destacado locutor y ani­mador de los festivales más importantes del país, en los que lució su talento mane­jando el escenario, el ypacaraiense Isaac Villalba, hoy trabajando en emisoras del Alto Paraná, dijo que “Car­los Alberto Niz, hace su apa­rición en los medios Paragua­yos en tiempos de esplendor y mucho profesionalismo. comenzando en una presti­giosa Emisora de Villarrica, Talentoso hombre de radio y televisión que se ganó el cariño y la aceptación popu­lar por el profundo conoci­miento que tenía sobre la cul­tura musical de nuestro país.

“Niz por muchos años fue conductor de un clásico de la televisión Paraguaya, el recordado programa “Feliz Domingo”. Dejó profundas huellas en los escenarios fes­tivaleros como un gran ani­mador como Festival de Ypa­caraí, que lo homenajeó en vida, en una noche memorable para él y para el gran público que asistía. También estuvo como animador en el Festival de la Raza, Festival del Takua­re'ê y otros. Ha dejado un gran legado: el amor y la pasión al trabajo “resaltó Isaac Villalba.

FRANCIA CAMPOS

Un maestro de los escenarios festivaleros y gran investiga­dor y promotor de los valores artísticos nacionales, el pro­fesor Serafín Francia Cam­pos, conductor de “Paisaje Folklorico “el más antiguo programa de difusión de la música paraguaya, dijo sobre Carlos Niz que “fue un figura destacada en la conducción de los espectáculos Folkloricos y en la realización de programas de la misma índole en distin­tos medios de comunicación. Compartimos con él muchos escenarios de festivales y el programa “Feliz Domingo “por la televisión”.

Dijo que de Carlos Niz “es digno de admirar por que siendo extranjero demostró un cariño y un respeto muy profundo a nuestras tradicio­nes, nuestra cultura y nuestra música. Y a pesar de la barrera idiomática con el guaraní, se esforzaba por aprender aun­que sea memorizar los nom­bres de canciones en nuestro idioma nativo. Nos dejó un gran recuerdo, por su genero­sidad, su amabilidad y su tre­mendo esfuerzo para mejo­rarse cada día mas.”

PROMOTORES

Dos importantes referentes de los eventos destinados a la promoción de la cultura popu­lar como el arquitecto Alfredo Vaesken, creador y propulsor de los Festivales del Takuare'ê, de Guarambare y la perio­dista y promotora cultural Marlene Sosa Lugo, quienes han trabajado muy de cerca con Carlos Niz, igualmente se refirieron a su trayectoria.

“Extranjeros que se hayan ena­morado del Paraguay creo que hay muchos, pero que ame la cultura de éste país como lo hizo Carlos Niz, es extraordi­nario. No solo por la difusión de programas de radio y tele­visión, sino también porque estudiaba e investigaba la his­toria de nuestra música y sus autores, y sobre todo tenía una gran conexión con cada uno de ellos. Los conocía a la mayoría y su casa siempre fue punto de encuentro de poesías y melo­días y encuentros multigene­racionales de creadores e intér­pretes.” Señaló ante nuestra consulta Marlene Sosa Lugo.

Por su parte Alfredo Vaesken dijo que “Lo recordamos en el Festival del Takuare'ê con respeto por su trabajo solida­rio en los tiempos sin mucha tecnología en los eventos, a más del maratónico trabajo en el escenario. Apoyó y fue uno de los grandes conducto­res de los festivales con prin­cipios de paraguayidad como el de Ypacaraí, el Takuare'ê y otros importantes del interior y los grandes festivales de la capital. Su tarea en la anima­ción era una escuela de per­fección en los micrófonos fes­tivaleros, a más de ser un gran conocedor de la cultura popu­lar y de la música paraguaya.

Otros referentes importantes de los escenarios festivaleros y conductores de programas de promoción de la música folklo­rica, como Michel Olavarríeta y Rosita Scappini valoraron también sobre el aporte de Carlos Niz a la música nues­tra, tanto en los programas radiales como en los festivales.

Una parte de nuestras histo­rias de la radio dedicada hoy a un argentino, que desde la radio y los eventos artísticos buscó la jerarquización de los valores genuinos de nues­tra cultura musical.

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