Su padre fue boxeador y de chica le encantaba mirar las peleas. Golpe a golpe va tras sus metas y no se rinde fácilmente. Sueña con clasificar a unos Juegos Olímpicos y es pionera del boxeo femenino paraguayo.
Por Martín Villagra
martin.villagra@gruponacion.com.py
Fotos Nadia Monges
Minerva Montiel (22 años) estudió Ciencias del Deporte. Tiene pendiente defender la tesis y probablemente lo haga a fin de año. Le gusta todo lo que tenga que ver con el deporte. El periodismo es otra carrera que le llama la atención.
Se inició hace casi diez años en el boxeo, deporte “rudo” en el que sigue aprendiendo “golpe a golpe” cada día. Ver peleas era su pasatiempo favorito desde chica. Su padre fue boxeador y luego entrenador.
La conexión con el boxeo se dio por cierta influencia familiar. “Mi papá fue boxeador, lastimosamente nunca pude verlo pelear. Ni siquiera he encontrado videos, en ese tiempo no había mucha tecnología como ahora, aunque esto lo hice por iniciativa propia”, cuenta Minerva mientras ajusta los guantes.
Hay otro motivo que la llevó a pelear en los cuadriláteros. “Estaba gordita y tenía colesterol. El médico me había recomendado hacer alguna actividad física. Fue la mejor excusa para ponerme los guantes”, confiesa.
Conoce los sacrificios de una atleta de élite. Lleva años sudando en largas horas de entrenamientos rigurosos. Madruga, cuida la alimentación y el descanso. Pese a la pandemia del covid-19, está renovada, fuerte y segura de alcanzar sus metas. Admira al mexicano Canelo Saúl Álvarez, a quien califica de supercompleto boxeador.
La pandemia del contagioso coronavirus la afectó y alteró sus planes, como el de todos los deportistas. Entrenaba a full en Colombia hasta marzo cuando todas las actividades se cancelaron. Ir a unos Juegos Olímpicos es su gran sueño. Es una pionera del boxeo femenino paraguayo. Tenía previsto participar en abril del clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la Argentina, pero la mayor cita del deporte mundial se postergó hasta el 2021 a causa de los problemas sanitarios a nivel mundial.
Su rutina cambió. Como en sus inicios, en las primeras fases le tocó entrenar en casa como para no perder la forma. El entrenador enviaba un plan y lo cumplía con ayuda de su padre. No tuvo problemas, pues tiene los equipos para activar con normalidad. Recientemente, retomó sus prácticas en las instalaciones del Comité Olímpico Paraguayo (COP), donde cumple al pie de la letra el estricto protocolo sanitario.
Llegó a Paraguay en la semana que se cerraron los aeropuertos de Sudamérica. Todo pasó rápido. Dos días antes de viajar a Argentina, donde se realizaba el clasificatorio (Preolímpico), le avisaron que fue suspendido “hasta nuevo aviso”. Tenía la opción de seguir entrenando en Colombia o volver a Paraguay.
“Gracias a Dios tomé la mejor decisión y regresé. Caso contrario, hoy seguiría allá, ya que no se rehabilitaron los aeropuertos. La nueva fecha del clasificatorio es febrero del 2021 posiblemente. Nadie sabe qué puede pasar. Mientras no está controlada la situación, sigo preparándome para alcanzar ese gran sueño. Creo que puede hacerse realidad, obviamente no es fácil”, admite.
Para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, solo hay tres cupos disponibles para toda América en su categoría, la competencia será reñida y es consciente de ello. “Sabemos que todas quieren ir a la mayor fiesta del deporte. Aproximadamente, se presentan 20 o 22 chicas en mi categoría, de las cuales solo clasifican tres y puedo ser una de ellas”, confía.
PARA HOMBRES Y MUJERES
Los tiempos han cambiado. Las mujeres son capaces de practicar las mismas disciplinas que los hombres. Minerva asegura que el boxeo no es exclusividad de los hombres, aunque siempre se hable de un deporte violento.
“Ese pensamiento es de la prehistoria. Decían que las mujeres tenían que quedarse en la casa a limpiar, cocinar y criar hijos. Hemos evolucionado y hoy las mujeres boxean, juegan fútbol y hacen cosas de “hombres”. También hay hombres que cocinan, bailan y hasta pueden maquillar. Creo que no podemos limitarnos por ser hombres o mujeres. No estoy de acuerdo con las personas que piensan de esa manera”, se queja.
ATLETA DE ÉLITE
El proceso de ser atleta de alto rendimiento no es sencillo ni se da por arte de magia. Refiere que un deportista élite es aquel que se somete a los rigurosos entrenamientos, se entrega con pasión, ganas de superación y pagando el precio con el “sudor”.
“Esto es como cuando uno comienza la escuela y va pasando de grado. Creo que en el deporte es igual. Llevo casi 10 años en esto y sigo aprendiendo muchísimas cosas”, sentencia Minerva.
Toma en consideración los buenos consejos. Su madre le dice que en la vida no se consiguen fácilmente las cosas que valen la pena. Su padre le recomienda trazar un objetivo, apuntar hacia el mismo sin importar los problemas, que el esfuerzo da sus frutos tarde o temprano.
“Lo que voy a conseguir va a ser muy bueno, me he sacrificado bastante. Años, meses, días y horas de entrenamientos. Muchísimo sacrificio es lo que conlleva estar en un deporte, más cuando estás en el alto rendimiento”, explica.
HASTA QUE DUELA EL CUERPO
Minerva se levanta temprano, hace lo que le indica el entrenador hasta que le duela el cuerpo. Alimentarse y descansar bien es fundamental. No es de salir mucho a cumpleaños, fiestas, reuniones, porque al día siguiente le espera un duro entrenamiento y debe rendir 100%. Hace un turno por día de 8:30 a 11:00. Complementa la parte física con técnica/táctica. Cada día tiene un trabajo diferente en el gimnasio.
“Muchos piensan que por faltar un día nomás no va a influir, en realidad ese día no se recupera. Puede ser un punto más para el adversario el día de la pelea”, advierte.
CRÍTICAS Y PEDIDO DE MÁS APOYO
No todo es color de rosas. Minerva critica a la antigua dirigencia del boxeo, ya que no hay motivación para los jóvenes, quienes carecen de apoyo.
“Falta más motivación para los chicos, no veo mucho entusiasmo. Han pasado tantos años. Los más perjudicados son los atletas. Nadie quiere dedicarse al boxeo porque sabemos que no se vive de esto. Si no tenía la ayuda de mi papá y de toda mi familia, quizás tampoco seguía”, se queja.
Apuntó que hoy cambiaron ciertas cosas. Hay más seriedad actualmente en la Secretaría Nacional de Deportes (SND) y el Comité Olímpico Paraguayo (COP), pero sigue faltando mayor acompañamiento a los atletas.
“La Federación (de boxeo) creo que está atada de pies y manos por culpa de las gestiones pasadas (ya no hay desembolso para boxeo). Así y todo, veo que el motorcito sigue funcionando. Confío que esto mejorará y para los Juegos Odesur Asunción 2022 podemos tener una gran selección y hacer buen papel. La esperanza es lo último que se pierde”, señala.
MARCAS Y MORETONES TRAS CADA COMBATE
Hay miles de anécdotas dentro y fuera del cuadrilátero. Minerva Montiel tiene anécdotas que contar dentro y fuera del cuadrilátero. A lo largo de tantos años le tocó dar y recibir muchos golpes. Le pegaron y devolvió puñetazos. Algunos momentos de dolor son inevitables para todos. Muchas veces quedó con algunas marcas en la cara.
“Mareada, a veces te pasa cuando te conectan un golpe bueno, pero en cuestión de segundos se te pasa. No existe boxeador que no haya pasado por esto. Soy algo sensible en el rostro. Siempre tengo marcas después de una pelea, sean moretones, o alguna rajadura de los guantes”, comenta.
No olvida su primer combate y lo tiene siempre presente a través del tiempo. “Se hizo esperar muchísimo. Siempre que iba a debutar, pasaba algo y no podía. Cuando llegó el día, súper emocionante fue. Quería subirme y tirar puños. Mi papá se reía de mí”, enfatiza.
Anhela recorrer por el mundo y ser reconocida. “Es mi mayor sueño. Amo viajar y me encanta ser una pionera del boxeo femenino en mi querido país. Deseo hacer historia, ya sea como boxeadora amateur y profesional”, se propone.
Actualmente sigue con las evaluaciones a cargo de los médicos del Comité Olímpico Paraguayo (COP). Detrás, tiene un equipo de profesionales que ponen su granito de arena para que siga construyendo sueños.
“Veo a una Minerva más fuerte, segura y muy convencida que lo que quiere lograr, que está cada vez más cerca”, señaló.
RIESGOSO REGRESO DE MIKE TYSON
Minerva Montiel dio su posición sobre la promocionada vuelta al ring del estadounidense Mike Tyson (54 años), ex múltiple campeón mundial de los pesos pesados. Cree que se da en el marco de un espectáculo, pero advierte que conlleva riesgos. Tyson cruzará guantes el próximo 12 de setiembre con su compatriota Roy Jones Jr. (51 años), otro ex campeón mundial.
“Será un espectáculo para el mundo entero, pero creo que es un gran riesgo para su salud. El boxeo no es un juego y a su edad ya no da, aunque muchos no quieran aceptar”, opina.
“Tengo entendido que la pelea fue pactada con protectores y sin fallo. Se para ante cualquier herida que pueda tener uno de los dos. Está bien si es así, porque hay cuidados. No está en condiciones de arriesgarse con o sin protección, esa es mi posición”, asegura.
UN POCO DE TODO
¿CERRISTA?
-Muy cerrista, aunque papá nunca me dejó ir a la cancha, sigo al club de mis amores. Cuando el público pueda volver a los partidos, creo que seré la primera en la fila, está decidido, aunque a papá no le guste.
¿MÚSICAS?
-Escucho de todo un poco. Vallenato, cumbia, reguetón, bachata y chamamé. Un domingo sin chamamé no es lo mismo. En casa no puede faltar ese ritmo.
¿CANTO?
-Siempre canto, pero no es lo mío. Como cantante, soy muy buena boxeadora. La música es vida. Son increíbles las sensaciones que uno puede despertar a través de la música.
¿COLEGIO?
-Entré en el Miguel Ángel Rodríguez en Ñemby. Me considero sociable, buena, carismática e inquieta. Como alumna era muy buena, no la mejor, pero siempre mis calificaciones eran bastante buenas, a pesar de los entrenamientos que tenía y de los viajes que me tocaba. Eso no fue excusa para dejar de estudiar.
¿AMIGOS?
-Muchísimos, más en Colombia, ya que he visitado varias veces ese país y me han tratado bien. Conocí a muchos boxeadores que se hicieron mis amigos. Estoy más relacionada con las personas del ámbito del boxeo que de otras disciplinas.
¿AMOR?
-Conociendo a alguien, pero estoy soltera oficialmente. Hace tiempo vivo en esta situación. Es difícil encontrar a alguien, más cuando estás muy involucrada en el deporte. No tenemos fiestas y fechas especiales. Debemos dormir temprano y privarnos de una serie de cosas. Ya llegará la persona que me entienda. Que entienda el idioma que hablo. Mientras tanto, a enfocarme en lo que verdaderamente importa.