Por Toni Roberto, tonirobertogodoy@gmail.com

El recuerdo de un amor nacido en julio de 1961 en las veredas de un barrio de Asunción que aún perdura, como la memoria de la canción nacida gracias a aquél amor: “Banco de Colegio”.

Una caminata imaginaria nos lleva a una tarde del 9 de julio de 1961 hace casi 59 años a las alturas de la ancha avenida EEUU entre Primera y Segunda a un chalet de la zona de los límites de los barrios Gral. Díaz y Pettirossi. Ahí en la vereda y en una calle aún de tierra, nace el amor entre Blanca Ayala y el músico Eduardo “Totó” Speciale, que se convertiría en el inicio de un “amor eterno” y una legendaria música. Hoy los dos están viviendo felices en su amplia casa de la calle Battilana del barrio San Vicente de Asunción.

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UN AMOR Y UNA LEGENDARIA MÚSICA

Este romance le llevaría a “Totó” Speciale a escribir uno de los hits en español más escuchados del Paraguay y de toda Latinoamérica desde principios de los años 60 y hasta finales de esa década. “Banco de Colegio”, presentado por primera vez por el recordado Nery Bedoya de la “Big Boys Serenaders” grupo al cual perteneció Speciale desde 1962. La Big Boys fue una de las primeras orquestas de estudiantes y precursora de instrumentos electrónicos en el Paraguay. La canción luego fue interpretada por varios cantantes famosos de Colombia, Perú, Paraguay, Argentina, Chile y hasta fue presentada en el Festival OTI de la canción en Viña del Mar. Hoy, después de tantas décadas, recuerdo cuando escuchaba de niño con mis padres, amigos de los dos protagonistas de este romance asunceno, en el combinado alemán Grundig (una especie de equipo de sonido de aquella época) de mi casa, me sigue sonando en los oídos:

“Banco de colegio hoy te nombro a ti por tener grabado su nombre y el mío… el suyo comienza con B el mío comienza con E, amorcito mío yo soy tan feliz porque en ese banco yo te conocí”. “Banco de colegio no te olvidaré junto con mi amor te recordaré”.

UNA LLEGADA TARDÍA QUE TERMINÓ EN MÚSICA

Nos cuenta Blanca Ayala, la inspiradora de esta legendaria pieza: “Nos conocimos frente a casa, yo entraba en el Nacional de Niñas, pero él nunca se fue a buscarme a la salida, me esperaba frente a casa sabiendo más o menos a qué hora volvía, y cuando pasaba media hora me decía: ¿Que hacías tanto en el banco del colegio? ¿Te quedaste estudiando o te pusiste goma arábiga?, en fin, me controlaba, fue así que escribió ‘Banco de Colegio’, porque siempre era mi banco el tema de mi llegada tardía”.

“Nos enamoramos, yo con 17 y él con 21 años, nos casamos cinco meses después un 25 de enero de 1962 en la iglesia Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro sobre la calle Tacuary, hoy Santuario Nacional”.

BANCOS DE COLEGIO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Casi seis décadas después, jamás nos imaginaríamos que esos bancos de colegio hoy estarían vacíos por la pandemia, pero que ese otro poético “Banco de Colegio” estaría lleno de recuerdos contados por sus propios protagonistas próximos a cumplir 59 años de casados, en esta historia que hoy dimos en llamar “El casamiento de Banco de Colegio” de la serie “Romances asuncenos de antes”.

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