Sarah Jessica Parker festeja 23 años de matrimonio. Sia adoptó a dos hijos. Una hermana Olson se divorcia y la reina Máxima festejó su cumpleaños cocinando alfajores de maicena con dulce de leche.

23 AÑOS JUNTOS

Sarah Jessica Parker hizo un homenaje a su marido, el actor Matthew Broderick, en el 23er. aniversario de su boda. Publicó en sus redes una foto de ambos en blanco y negro destacando lo bueno que fue para ella lograr armar una familia con Broderick. En estos tiempos que corren, en los que las separaciones de las celebrities llenan titulares y parece que las relaciones de pareja cada día son más complicadas y breves, es bastante raro encontrar un matrimonio que perdure y sin dar motivo de ningún rumor ni escándalo. La estrella de “Sex and The City” escribió en sus redes un breve mensaje: “19 de mayo del 2020. 23 años. Un largo camino recorrido, baby”, junto a una imagen de ellos muy jóvenes y felices.

DIVORCIO “URGENTE”

El 17 de abril, Mary-Kate Olsen, una de las famosísimas mellizas, entregó los papeles del divorcio con su marido, Olivier Sarkozy, en el juzgado de Nueva York, pero debido a la pandemia, todos los procedimientos no urgentes están parados. Ella pidió entonces que se considere la urgencia de su tratamiento para impedir que ella deje la casa que comparte hasta el 20 de mayo para poder sacar sus cosas de la vivienda, pero fue rechazada y tuvo que irse sin llevar todo, aunque no hay tanto drama porque existe acuerdo prenupcial y sus bienes por 250 millones de dólares están asegurados. Mary-Kate Olsen (30) y Olivier Sarkozy (47), hermano del ex presidente francés, se casaron en secreto en el 2015. El divorcio se ha dado, según lo dijo People, debido a que Sarkozy, que tiene dos hijos grandes con su ex esposa, no quiere hijos, mientras ella, sí; aunque hace años no era una prioridad para ella que pensaba que iba a poder lograr que él cambie de idea.

DOS HIJOS PARA SIA

Cuando se divorció, la cantante supo que sería soltera durante el resto de su vida. Pero eso no significa que quisiese renunciar a su maternidad. En el 2016, Sia firmó el divorcio con el cineasta Erik Anders Lang después de dos años de casados. Entonces, la cantante tomó la decisión de seguir adelante sin la necesidad de que una pareja la acompañase. Y en ese sentido, adoptó a dos hijos, ambos adolescentes, uno primero y el otro un año después. La artista singular declaró que consiguió lo que se proponía; mediante cauces legales “adopté a mis dos hijos el año pasado. Los dos tenían 18 años, ahora tienen 19”, reveló la celebridad en una conversación virtual que se emitió en la emisora de radio SiriusXM. Más concretamente, en el programa “The morning mash up”. “Ellos ya no tenían derecho a formar parte del sistema de acogida. Los quiero muchísimo”. Pero las cosas no son fáciles: “Para los dos está siendo bastante difícil. Para uno más que para el otro. Pero ambos están haciendo cosas que ahora mismo les están sentando bien, que les ayudan mucho. Hacen muchas actividades educativas que son muy buenas para ellos”, añadió.

MÁXIMA, CON LAS MANOS EN LA MASA

La cuarentena obligatoria ha mostrado facetas desconocidas de muchas celebridades y royals. Una de las más originales ha sido lo que ha hecho la reina Máxima de Holanda para festejar su cumpleaños número 49, el domingo 17 de mayo. La misma ha sacado a relucir sus dotes de cocinera haciendo los típicos “alfajores de maicena” argentinos con mucho dulce de leche. Pero no solo ha posado para las fotos con la bandeja de los riquísimos alfajores, sino que ha dedicado tiempo y esfuerzo mostrando a las cámaras el “paso a paso” de la realización de los alfajores sin obviar ningún detalle o consejo. Máxima también compartió en las redes la receta de los alfajorcitos que, según ella misma, siempre hizo su madre para la familia. Hace 21 años que Máxima Zorreguieta conoció al entonces príncipe heredero Guillermo de Holanda en la Feria de Abril de Sevilla y hace 18 que se casaron, y la argentina pasó a formar parte de la Casa de Orange. Máxima ha dicho que cada vez que puede entra a la cocina para preparar platos con sabor a nostalgia por su país y su infancia.