Sin lugar a dudas, entre los muchos cambios y consecuencias negativas que la pandemia ha causado en el mundo, la cultura y el arte en todas sus formas de expresión son de los más afectados. Espectáculos masivos suspendidos, conciertos cancelados, salas de teatro y de cine vacías… Nada es igual.
CANNES, EN DUDA
El tradicional encuentro de cine europeo que cada año “abre el fuego” de los grandes festivales es el de Cannes, en la costa azul francesa. El mismo debería realizarse en las primeras semanas de mayo, en plena primavera, como se hace desde hace más de 70 años. Sin embargo, este 2020 nada parece ser normal y el Festival de Cine de Cannes hasta ahora ha sido postergado “tal vez hasta julio o más”, según afirmó no muy convencido de cumplir con esa posibilidad tampoco el presidente del festival.
Según la agencia Fran Press y otras europeas, en este momento, ante la realidad, se comienzan a estudiar “nuevas formas” para la edición 2020.
Las medidas anunciadas por Emmanuel Macron, presidente de Francia, obligaron al prestigioso certamen a retrasar nuevamente su fecha. “Ahora parece difícil pensar que el Festival de Cannes pueda organizarse este año en su formato inicial”, admitieron los organizadores la semana que pasó.
La nota fue difundida después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, indicara el lunes en un discurso a la nación que el confinamiento se extiende en el país hasta el 11 de mayo y que los grandes eventos públicos no podrán tener lugar al menos hasta mediados de julio.
DE UNA FORMA U OTRA
El certamen destacó que desde anoche ha iniciado conversaciones con los profesionales del sector, tanto en Francia como en el extranjero, para evaluar la situación. Según su nota, ese colectivo está de acuerdo con que el festival, “un pilar esencial de apoyo a la industria cinematográfica, debe continuar estudiando todas las posibilidades que permitan acompañar el año del cine con las películas de Cannes 2020 de una forma u otra”. Recordemos que este evento, que atrae a 40.000 profesionales y 200.000 espectadores, ya había sido anulado o interrumpido en el pasado, pero nunca aplazado. El caso más conocido fue la edición de mayo de 1968, interrumpida por una revuelta de los cineastas, con Jean-Luc Godard y François Truffaut a la cabeza, en apoyo al movimiento estudiantil y obrero de ese momento.
El prestigioso certamen de cine, que originalmente iba a celebrar su 73ª edición del 12 al 23 de mayo, reconoció que todavía hay mucha incertidumbre sobre la situación sanitaria a nivel internacional y confió en poder comunicar “rápidamente” bajo qué forma podría tener lugar Cannes 2020. Su director, Thierry Frémaux, ya adelantó el pasado 7 de abril en una entrevista a la revista Variety que una edición digital no estaba entre sus planes.
“¿Qué es un festival digital? ¿Una competición digital? Deberíamos comenzar preguntando a los titulares de los derechos si están de acuerdo”, dijo Frémaux, dejando claro que el “alma” y la historia de Cannes no funcionarían con ese modelo.
Veremos entonces cómo se soluciona –o no– en este año el problema, ya que Cannes no es solo cine, es una explosión de vida y glamur como pocas veces se ve en los festivales. Es un desfile incesante de actores, actrices y directores consagrados en diferentes estrenos y eventos, luciendo las mejores creaciones de diseñadores y joyas valiosas. Es un entorno de lujo al que aspiran miles de bellas chicas y jóvenes aspirantes a ser alguna vez tan famosos como las estrellas rutilantes que desfilan cada atardecer por la larga alfombra roja que culmina en La Croisette, el mágico y decadente lugar con aires de belleza sin par.