La noticia de que el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, dio positivo al COVID-19 hizo que los memoriosos recordaran cómo su madre lo enviaba lejos cuando enfermaba de chico. También los astros de fútbol aportan generosamente.
FAMOSOS APOYAN A HOSPITALES
Hay una gran cantidad de famosos y familiares de famosos que padecen los efectos del COVID-19, pero también entre los que no padecen la enfermedad, hay un despertar solidario. Por ejemplo, se supo en la semana que Lionel Messi donará más de un millón de dólares a hospitales de Barcelona (donde vive) y Argentina (su país de origen) para la lucha contra el coronavirus a hospitales de Barcelona y Argentina.
No es la primera vez que Lionel Messi manifiesta su preocupación por el avance de la pandemia de coronavirus en el mundo. El astro rosarino lideró una campaña que lanzó la FIFA en conjunto con la Organización Mundial de la Salud para transmitir el mensaje de concientización sobre el virus COVID-19.
En las últimas horas, el Hospital Clínic de Barcelona informó en un comunicado oficial que el delantero donará un millón de euros para la lucha contra el coronavirus. “Leo Messi hará una donación para la lucha contra el COVID-19. Muchas gracias Leo, por tu compromiso y tu apoyo”, escribieron desde las redes sociales de la entidad sanitaria catalana. Por su parte, el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, también donó un millón de euros para material sanitario dirigido a la Fundación Ángel Soler Daniel, que gestiona el Colegio de Médicos de Barcelona. El dinero será invertido en la compra y producción de material y equipamiento sanitario en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Por su parte, Cristiano Ronaldo, que está en Portugal en cuarentena en su lujosa mansión en la Isla de Madeira (el plantel de Juventus reportó tres casos positivos de COVID-19; Daniele Rugani, Blaise Matuidi y Paulo Dybala), entrena en su gimnasio pero también difunde mensajes como el que grabó con sus hijos sobre la forma de lavarse las manos. Además, Cristiano, donó el material para equipar dos salas completas de terapia intensiva en el hospital Santa María de Lisboa, con diez camas cada una, respiradores y monitores cardíacos y en Porto, 15 camas completas de UTI con respiradores y tecnología de última generación. ¡Bien por ellos! Ojalá otros ricos y famosos los imiten.
LA REINA Y SU ACOMPAÑANTE “EL ALTO”
La semana pasada, en este mismo espacio, comunicábamos que la Reina Isabel II de Gran Bretaña, dejaba Buckingham, la residencia oficial en Londres para irse a Windsor, el palacio de “descanso” preferido de ella. Junto a su marido, el príncipe Felipe y con la ayuda de su “lacayo” o asistente más importante, el llamado “alto” Paul Whibrew que es el único hombre autorizado a permanecer al lado de la Reina, que inclusive puede ingresar a los cuartos privados de la monarca. Ese lugar de extrema confianza se lo ganó a fuerza de fidelidad y de un acto de arrojo. En una ocasión, un intruso logró ingresar al aposento privado de la Reina y ella escapó pero fue Whibrew el que logró neutralizar al intruso y lo sacó sin violencia alguna, haciendo gala de una extraordinaria “flema” inglesa. Tiene, dicen el mismo sentido del humor de la Reina, que es bastante divertida pero distante. Whibrew, condecorado varias veces, además, tiene casas en los diferentes sitios cercanos a cada palacio o lugar de descanso de la reina…
CARLOS, AISLADO Y RECORDANDO
Y hablando de distancia, el príncipe Carlos (71), el heredero de Isabel II, ha anunciado que tiene el COVID-19. Está aislado en su casa de campo y su esposa, Camilla, ha dado negativo. Sobre el contagio a la Reina, dijeron que es imposible por ahora, ya que Charles, sí estuvo con otros referentes mundiales, como el príncipe Alberto de Mónaco, que ha dado positivo al COVID-19. Clarence House, lugar de residencia del príncipe y su esposa Camila, informó que el heredero tiene síntomas leves y que la duquesa Camila, dio negativo. Sobre cómo se podría haber contagiado, apuntan a los numerosos compromisos que asumió desde hace tiempo y se espera que evolucione bien. Una anécdota surgió en este tiempo con respecto a la relación de Madre e hijo con la salud. Según relató en un libro la dama de compañía de la princesa Margarita ha relatado que, cada vez que Carlos, de pequeño, padecía alguna enfermedad infantil de entonces, como la varicela, etc. La Reina Isabel, su madre, lo enviaba a la casa de campo de la familia de dicha noble cercana, debido a que ella –la Reina– no había ido a la escuela y no había padecido en su niñez de esas enfermedades “propias” de la niñez de entonces, pero que para una adulta podían ser graves. Es decir, Carlos era “destinado” a largas cuarentenas –aunque muy felices, dicen, porque jugaba con otros chicos– y volvía a Buckingham cuando ya estaba totalmente curado.