El rey emérito Juan Carlos I de España está en boca de todos porque se filtró que habría regalado más de 70 millones de euros a sus “amigovias”. El baile de la Rosa en Mónaco quedó suspendido y Meghan y Harry brillaron glamurosos en su despedida en Reino Unido.

El regreso para la despedida final como miembros “senior” de la Casa Real inglesa del príncipe Harry y Meghan Markle se convirtió en una exposición de máximo glamur y una muestra de una pareja que no teme mostrar al mundo que está enamorada. Harry ya estaba en Londres cuando unos días después Meghan llegó de Canadá para cumplir sus compromisos.

El más trascendente para él ha sido el The Mountbatten Festival of Music en el Royal Albert Hall de Londres a beneficio de fundaciones de caridad de los Royal Marines. Fue para Harry la despedida de la familia real, pero también de la Marina, ya que con su renuncia deja también todos sus cargos militares, dice de esta forma adiós a su antigua vida royal. Ella deslumbró, acompañando el uniforme de Harry.

El vestido de Safiyaa con una pequeña capa incorporada de color rojo vibrante, del mismo color de los stiletos de Aquazzura, el clutch de Manolo Blahnik y hasta los pendientes de Simone Rochai, llamaron la atención de todos. La pareja fue aplaudida de pie por los presentes y Harry en todo momento se mostró muy cariñoso con su esposa. Al día siguiente, en el acto “final”, con toda la familia real presente en Westminster, aparecieron ambos, otra vez, combinando el glam con el amor. Ella llevó un llamativo vestido verde esmeralda de la diseñadora neozelandesa Emilia Wickstead que Meghan completó con un tocado del escocés William Chambers en el mismo color esmeralda y el bolsito Demi, de Gabriela Hearst. El detalle: la chaqueta del traje de Harry estaba también forrada en verde esme­ralda. Amor y glam, en conjunto.

Todos sabemos los antecedentes profusos de la galantería del rey emérito Juan Car­los de España. Sin embargo, ahora se agrega un nuevo capítulo a las cualidades de don Juan Carlos. Y es que supuestamente habría “donado” casi 70 millones de euros a sus dos amantes. Y eso no lo dice ninguna vecina, sino la prensa más seria de Europa, que comenta, por ejemplo, que “Juanito”, como lo llama la reina Sofía, donó 2 millo­nes de euros a Marta Gayá, con quien confesó haber mantenido una relación sentimen­tal durante largos años, y desde la misma cuenta pagó 65 millones de euros a su tam­bién presunta amante Corinna Larsen (la rubia con la que lo sorprendieron de cacería en Botswana).

El monarca confesó a un amigo, en una conversación interceptada por los servicios españoles en 1990, su amor por Gayá diciendo que “nunca he sido tan feliz” y refiriéndose a ella como “my girlf” (mi novia). El rey y Gayá (71, decoradora) habrían mantenido una relación durante unos 15 años, desde 1990 hasta la aparición de Corinna en el 2004. Se conocieron en los años 80 en Mallorca, durante un veraneo de la familia real. En julio del 2017 fueron vistos en público por última vez juntos durante la inauguración en Irlanda de la iglesia de San Juan Bautista, tras lo que viajaron a República Dominicana, Miami y Suiza. Por su parte, Larsen ha denunciado acoso de los servicios de España para evitar que revele “secretos de Estado”.

El comunicado apareció en los medios más importantes de Europa. Este año, la familia Grimaldi de Mónaco se vio obligada a suspender el evento social más importante de ese pequeño principado: el Baile de la Rosa. Ese evento, que sirve para recaudar fon­dos destinados a beneficencia, es una ocasión más que especial desde que lo instau­rara la princesa Grace en 1954. Desde entonces, cada año se realizó el baile en el que siempre brillan desde su juventud Carolina y sus hermanos, y demás miembros de la familia, además de invitados muy habituales como Karl Lagerfeld, Labouttin, etc. El baile deberá esperar a que “se supere el riesgo de contagio del COVID-19”.