• Fotos: Carlos Juri

Si alguien piensa en un lugar en donde además de gozar de un paisaje maravilloso con el Paraná caudaloso y feliz como marco, se puede jugar como cuando éramos niños, disfrutar de la naturaleza a pleno y hasta probar el sabor de la adrenalina, ese lugar es el Complejo Ecológico Museo del Árbol, en la compañía de Puerto Itá Cajón, que pertenece a Nueva Alborada, Itapúa.

Allí, en ese emprendimiento turístico privado, pero accesible, se puede disfrutar en familia de diferentes actividades como descansar y acampar ente frondosos árboles, disfrutar de los quinchos o hacer que la ecoaventura entre en las venas con toda su adrenalina. Varios imperdibles para grandes y chicos: su galería Casa de Madera, senderos con miradores frente al río con formas únicas, como la plataforma que imita grandes sillas de madera y la mano que parece sostener un árbol o una silueta de corazón que enmarca una hermosa vista.

La aventura es mucha y variada, como una extensa tirolesa sobre el bosque y una “bici” aérea que es una de las preferidas para quienes sueñan con ser acróbatas y gozar del paisaje. Hay espacio con seguridad para escalar y está el “Columpio del fin del mundo”, suspendido en un precipicio para disfrutar a full de la energía del aire y el bosque. Todo es mágico y posible en ese lugar único en el país que vale la pena conocer.

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