El 2020 es el año de Beethoven, ya que se conmemoran los 250 años de su nacimiento y Europa y el mundo lo festejan por todo lo alto. En otro orden de cosas, es interesante descubrir nuevas formas de relatar historias infantiles tradicionales en las que las heroínas son niñas empoderadas y también enterarnos, entre otras cosas, de cómo se trabaja en la organización de la Feria del Libro en Buenos Aires.

El 2020 es el año de Beethoven

Desde Bonn, en Alema­nia, su ciudad natal, hasta Viena, donde murió, pasando por numero­sas localidades y especialmente por una visita a la casa de campo de Heiligenstadt, Europa se prepara para conmemorar el aniversario 250 del nacimiento de uno de los grandes creadores del mundo. Oficialmente, desde diciembre del 2019 ya comen­zaron los actos para recordar a Beethoven en Alemania, espe­cíficamente en su ciudad natal, Bonn. Allí se ha descubierto un enorme mural, en un edificio de altura, para recordar al enorme artista, orgullo de esa ciudad.

Es muy común que se hable de una monumental obra como la de Beethoven y se dejen de lado detalles de la vida del gran creador. Tal vez la música de Ludwig van Beethoven (1770-1827) sea, además, una de las más conocidas y populares en el mundo entero, ya que ade­más de clásica de gran altura, ha sido y es utilizada en dife­rentes situaciones más allá de los conciertos y para eruditos. Sus obras dan marco a filmes de todo tipo, de series de televi­sión y de muchas más propues­tas, inclusive del mundo de la publicidad y también del rock. El hombre de gesto adusto, con “cara de enojado” y el ceño fruncido, con la cabeza coro­nada por una rebelde y abun­dante cabellera, tan malhumo­rada como su fama, es alguien a quien reconocemos fácilmente a través de todo el mundo.

Es inevitable, para cualquiera que hoy se acerque a cualquier vista guiada, encuen­tro o publicación dedicada a recorrer su historia y genio, que escuchemos hablar de sus amores y desamores, de su vida tempestuosa, de su pésimo humor y sus múlti­ples manías. Algunas verda­des y muchos mitos y leyendas nacidos alrededor de su figura. Para eso están los mitos, para recrearlos con mayor pompa y circunstancia, agrandando así las figuras que no solo fueron humanas, sino consideradas genios de gran importancia.

En el 2020, las ciudades de Bonn (Alemania), donde nació, y Viena (Austria), en donde pasó su adultez y también murió. Ludwig fue segundo de los siete hijos que tuvo la familia (solo tres sobrevivie­ron), nació el 16 de diciembre de 1770 en el número 20 de la calle Bonngasse, en una casa burguesa convertida ahora en museo. Allí pasó sus primeros cuatro años y allí se exhiben hoy manuscritos origina­les, retratos e instrumen­tos. Presionado por su padre a ser un niño precoz como Mozart, dio su primer con­cierto a los 7 años en Colonia. A los 10, tocaba órgano en la capilla del príncipe de Colo­nia. Ese trabajo le permitió percibir un sueldo.

Los festejos serán numero­sos. En Bonn, por ejemplo, un imponente mural anun­cia que comenzó el año de su ilustre ciudadano y también se realizarán numerosos actos, eventos, conciertos y actos diversos ante su estatua en la Münsterplatz, frente a la catedral, a 500 metros de su casa-museo de Bonngasse, en pleno centro peatonal. Cerca también se construyó el Beethovenhalle, una sala de conciertos con su nombre. Alemania ha convertido este aniversario en una cuestión de Estado y para ello ha desti­nado 27 millones de euros. La etiqueta publicitaria parece el código de un aeropuerto galáctico: BTHVN2020. Cada letra corresponde (en alemán) a un rasgo a destacar del com­positor: B de Bürger (ciuda­dano, en el sentido moderno de la Revolución Francesa), T de Tonkünstler (compositor), H de Humanist (humanista), V de Visionär (visionario) y N de Natur (naturaleza en sen­tido filosófico, que compartía con su amigo Goethe). Hasta se ha habilitado una tarjeta especial para recorrer distin­tos sitios históricos ligados a Beethoven con un solo pago. Hasta la taberna que él visitaba con su padre también le ha dedicado un menú espe­cial. Con 17 años, Ludwig hizo un viaje a Viena, donde según leyenda (apócrifa) habría conocido a Mozart, quien habría exclamado: “Este joven dará que hablar al mundo”. Al cumplir 22, se trasladó definitivamente a la capital austriaca, donde pasaría el resto de su vida. Ya entonces era la metrópolis de la música. Y allí maduró como persona y como músico. A los ocho años de vivir en la ciu­dad, cerca de los 30, empeza­ron sus problemas con el oído, lo cual le llevó a redactar, des­esperado, el llamado Testa­mento de Heiligenstadt, con ánimo tal vez de suicidio, y que solo se encontró tras su muerte, entre los papeles de su última casa. A los 45, su sordera ya era total y tenía que comunicarse apuntando notas en un cuaderno. Esto influyó sin duda en su dificul­tad para relacionarse, aunque también tenía antes un carác­ter fuerte e impulsivo, mos­trándose como un ser huraño y huidizo. La Bestia llegaron a llamarle. Una “bestia” capaz de crear maravillosas obras dedicadas a la humanidad llenas de belleza y pasión. Afrontó la tarea hercúlea de vivir de la música, que incluso para él no fue una tarea fácil y pasó por serios agobios eco­nómicos. Eso hizo que algu­nos aristócratas vieneses le ofrecieran una pensión anual a cambio de que no abando­nara la ciudad. La tutoría de su sobrino Karl agravó la situa­ción, pero al final de sus días el muchacho permaneció a su lado (la película “El sobrino de Beethoven”, de 1985, lo retrata).

Viena homenajea a Beetho­ven poniéndose en el papel de ciudad que es “capital de la música” (lema oficial) que, tal y como adoptó a Beetho­ven (y otros), sigue acogiendo a jóvenes talentos. De los más de 20 domicilios que el músico habitó en la ciudad austriaca, tres residencias conservan algo de su memoria: la Pas­qualatihaus (en Mölker Bas­tei, 8, la más céntrica), la Beethoven Eroicahaus (en el barrio de Oberdöbling) y la casa de campo de Heiligens­tadt (Probusgasse, 6), en el distrito de Grinzing, hoy un pequeño museo donde se exhibe el citado Testamento de Heiligenstadt, que redactó en 1802.

El “Año Jubilar” de Bee­thoven en toda Alemania comenzó oficialmente el pasado 16 de diciembre. A lo largo del 2020 están progra­mados más de 800 eventos entre conciertos, exposicio­nes, festivales, ópera, ballet, teatro, ediciones musicales, congresos, actividades para niños... Destacan los progra­mas Beethoven Pastoral Pro­ject (con un guiño al cambio climático), Beethoven bei uns (que organiza concier­tos, conferencias y lecturas en salones de estar privados) y BTHVN2020 Musikfrach­ter (un crucero fluvial y musi­cal que rememora el viaje de Bonn a Viena de Beethoven).

El 8 de mayo en la plaza de los Héroes de Viena será la Fest der Freude 2020 (Fiesta de la alegría), para celebrar el 75º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. La única ópera del compo­sitor, Fidelio (1805), se va a representar tanto en la Ópera Nacional como en el Theater an der Wien (para el cual el músico trabajó y donde llegó a residir). Entre los conciertos en la ciudad destacan los de la Wiener Konzerthaus (los titulares de esta sala realiza­rán una actuación pública al aire libre junto con la Beetho­ven Bonn Orchester el 15 de mayo) y, por supuesto, los de la mítica sala Musikverein (la del concierto de Año Nuevo).

Fuente: AFP.

La Fundación El Libro de Argentina anunció que la 46ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires contará con el discurso inaugural de Horacio González, licenciado en Sociología y doctor en Ciencias Sociales. La versión 2020 tendrá lugar del 30 de abril al 18 de mayo del 2020 en La Rural, en el barrio de Palermo. En la última edición, fue la antropóloga Rita Segato quien abrió uno de los eventos más importantes de la industria del libro de la región.

Horacio González, sociólogo y ensayista, recibió en el 2006 la distinción del Caballero de las Artes y las Ciencias, otor­gado por el Ministerio de Cultura de Francia. Además, en el 2017 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. González es doctor honoris causa de varias universidades argentinas y también ejerce como docente. Es recordada su labor como director de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, lugar que ocupó entre el 2005 y el 2015. Tal como recuerda la Fundación El Libro, en su gestión se inauguró el Museo del Libro y de la Lengua, anexo de la biblioteca, en el 2011. Entre sus libros se destacan “Restos pampeanos” (ensayos); “Retórica y locura - Para una teoría de la cultura argentina” (ensayo); “Historia de la Biblioteca Nacional”; “Tomar las armas” (novela); “La Argentina manuscrita - Cautivas, malones e intelectuales” (ensayo).

La Habana. Además, para la edición número 46 del evento literario más importante del país vecino, se contará con la presen­cia de La Habana como Ciudad Invitada de Honor, luego de que Barcelona sea la última en ocupar ese lugar en el 2019. Orestes Pérez Perez, embajador cubano en Argentina, anticipó que su país se presentará con el slogan “La Habana: ciudad real mara­villosa de las letras”. Además, en un evento que se realizó en setiembre de este año, se precisó que el programa de La Habana reúne “a todas las manifestaciones del arte cubano”, prestando especial atención a la literatura y a la música. Según se pudo saber, el stand estará inspirado en el libro “La ciudad de las columnas” de Alejo Carpentier. La feria se inaugurará el jueves 30 de abril a las 18:30. Antes se realizarán las jornadas profesionales, claves para el sector editorial, que se llevarán a cabo del 28 al 30 de abril. A su vez, la noche de la feria será el sábado 2 de mayo, en donde la entrada será libre y gratuita. En sus últimas ediciones, La Feria Internacional del Libro recibió más de un millón de visitantes, desarrollando más de 1.500 actividades. En el período 2015-2019, el evento representó una burbuja dentro de la crisis que vivió el sector, en donde se imprimieron poco más de 43 millones de libros, lo que representa una caída del 48% con respecto al 2015, año en el que comenzó la tendencia a la baja. Paraguay siempre estuvo presente a través de autores y también de conferencias y stands especiales en donde se pueden observar y adquirir las obras publicadas en el país y las ediciones especiales.

De acuerdo a la explicación dada a la prensa por Neel Williams, autor de una interesante propuesta, él, director creativo de la agencia The Martin Agency, una noche, cuando les leía un cuento a sus hijas, se dio cuenta de que el contenido de la fábula que les estaba rela­tando estaba lleno de estereotipos de género y pensamiento arcaico, como por ejemplo que las mujeres siempre necesitan ser rescatadas por hombres. Según lo relata él mismo, se sorprendió porque las historias eran muy extemporáneas y poco atractivas para las niñas, ya que las cosas habían cambiado mucho. Es así como se propuso –dijo– recrear esas historias de princesas siempre esperando ser salvadas por un príncipe. Poniendo toda su experiencia de redactor creativo y publicitario, se puso en la tarea de modernizar esas historias y convertirlas en ejemplo del empoderamiento femenino.

Así se desarrollaron nuevas historias con cuentos que utilizan los argumentos originales de los clásicos con personajes femeninos adaptados a la realidad actual, es decir figuras más fuertes, autosuficientes e integradas positivamente, así como relatos que resaltan el rela­cionamiento entre niñas y niños con mayor positivismo y respeto mutuo.

Hasta ahora, el proyecto, llamado Now Upon a Time, tiene seis historias, con más en proceso. Los autores son todos creativos dentro de la agen­cia, que prestan sus mentes creativas de forma gratuita, así como Paige Nuckols, una diseñadora de la agencia que ayudó a dar vida a algunas de las princesas. Todos los libros han sido grabados como podcasts y audiolibros, y los lectores pueden seguirlos en el sitio web si desean un componente visual. El aspecto del audio, dijo Williams, también está ayudando a los padres ocupados que prefieren que sus hijos usen su imaginación en lugar de plantarlos frente a un televisor durante una hora.

Now Upon a Time es gratuito para quien quiera acceder a las historias y el proyecto busca asociarse con organizaciones sin fines de lucro con ideas afines para ayudar a difundir el mensaje y aumentar su huella. El objetivo es tener libros impresos, camisetas, stickers y más disponibles en el futuro. La intención del proyecto, dijo Williams, no es reemplazar o corregir cuentos de hadas icónicos.

(Fuente: periodismo.com)