La fiesta de los Reyes, que se celebra en los países mayormente de tradición católica, despierta siempre mucha atención porque cada lugar le agrega su propia característica cultural. ¿Cuál es el origen de estos tres personajes que se convirtieron en la esperanza de obtener un juguete de miles de niños en todo el mundo?
La National Geographic (NG) en español ha publicado una investigación al respecto. En ella, asegura que la fiesta de los Reyes Magos es conocida también como la Epifanía, una palabra que en griego significa “manifestación” y se celebra el 6 de enero en diferentes partes del mundo. La manifestación nace en el sentido de que Dios se revela y se da a conocer.
El reportaje de la NG señala que la Iglesia Católica celebra tres epifanías o manifestaciones: La Epifanía ante los magos del Oriente – que se hacía con la idea de que los no creyentes conozcan a Dios y crean en él – La epifanía del Bautismo del Señor y la Epifanía de las bodas de Caná.
El informe habla de que se presume de que los Reyes Magos eran uno sabios del Oriente, y que a partir de esta manifestación, entendieron que el señor aparecería ese año, o en ese tiempo, en Palestina. Según El Evangelio de Mateo que está en la Biblia, Jesús nació en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes. “Unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?, pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”.
Según los expertos que estudiaron esta cuestión histórica, es muy probable que estos sabios se hayan instruido en astrología o que manejaban la ciencia de la navegación, con lo que calculaban el tiempo por medio de las configuraciones estelares. Según el reportaje, en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo.
Según lo que recoge reportajes de AFP, en ninguno de los dos textos referidos de la Sagrada Escritura, -ni en el Libro de los Salmos ni en el Evangelio- se especifica el número ni la raza de estos magos. Sin embargo, quienes durante años estudiaron a estos tres personajes encuentran simbolismos en el número tres, la cantidad de magos, que puede hacer alusión a los tres continentes conocidos hasta entonces: Europa, Asia y África; Además, coincide con la cantidad de personas de la Santísima Trinidad.
Los estudiosos creen que los Reyes Magos, o sabios del Oriente, perseguían o sabían de algunas profesías mesiánicas de los judíos y que por ese motivo llegaron a Jerusalén. A partir del siglo VIII, los Reyes Magos recibieron nombres, con algunas variaciones. En la Edad Media, incluso ya fueron venerados como santos. Finalmente, los nombres con los que son conocidos hasta hoy día, Melchor, Gaspar y Baltasar, se los da, en el siglo IX, el historiador Agnello, en su obra “Pontificalis Ecclesiae Ravennatis”.
UNA FIESTA POPULAR
La escena que se repite siempre en la época navideña es la de los magos adorando con sus obsequios al niño Jesús recién nacido. Esa imagen, que se sigue teniendo hasta hoy con los pesebres, además trajo otra tradición para los niños y niñas: La entrega de juguetes o regalos, que cada 6 de enero se ha convertido, ya a estas alturas, en todo un fenómeno económico y social en algunos países de tradición católica.
Los regalos que los tres Reyes Magos hicieron al niño Jesús, sin embargo, tenían un significado: Con el oro reconocían su condición de Rey; con el incienso, su naturaleza divina y con la mirra, que se utilizaba en los ritos funerarios y embalsamamientos, hacían referencia a la naturaleza humana de Jesús.
En España, Argentina, México, Chile, Perú, Colombia, Paraguay, Venezuela, Ecuador y otros países de habla hispánica existe esta fiesta. Sin embargo, en países como Cuba o Puerto Rico, este día era un asueto para los esclavos negros que podían salir a las calles a bailar al ritmo de sus tambores. Esto dio origen a la “pascuas de los negros”, tradición que se mantiene hasta ahora en dicho países y otros.
Hay una vieja tradición de venerar los restos de los Reyes Magos, que se conservan y exponen en un relicario de la Catedral de Colonia, en Alemania. De hecho, la propia Iglesia Católica los considera santos. A principios del S XIII, el mejor artista francés de la época, Nicolás Verdún y los maestros orfebres germanos se encargaron de hacer el Relicario, que tiene una forma de basílica y proporciones gigantescas para esta clase de urnas: 2,20 metros de longitud, hecha de oro y plata macizos, esmaltes y joyas de incalculable valor.
LA ADORACIÓN EN EL ARTE
Miles de artistas, a lo largo de los siglos, han dedicado gran parte de sus obras a reflejar esta tradicional escena de la familia cristiana. Se puede encontrar pintura, escultura, platería, etc. En Paraguay, los artesanos de Areguá y otras ciudades siguen manteniendo esta forma de expresión cultural a través de su arte, con diferentes modelos para adornar los pesebres navideños. Además, “Los Reyes”, sigue siendo un evento que genera en los niños y niñas de nuestro país la gran expectativa de poder encontrarse con un nuevo juguete, un regalo, un detalle que les haga emocionar en su niñez.