• Por M. N.

Del año que se fue quedaron algunos buenos recuerdos en lo que se refiere a películas de Hollywood o europeas. El éxito y la polémica por la versión de “The Joker” de Joaquín Phoenix , el tremendo fracaso de la súper producción “Cats” y el excelente resultado del filme más intimista de Almodóvar, “Dolor y Gloria”.

La gente que entró a las salas de cine a ver “The Joker”, protagonizada por Joaquin Phoenix, basada en el cómic más rentable de la historia (dicen los que saben) salió de la oscuridad de la sala con un corazón estremecido y una mezcla de sentimientos muy particular. ¿Cómo salir ileso ante semejante despliegue de insanía mental causada por una niñez trágica y una vida miserable? Las críticas, aunque nadie dudó de la magnífica actuación de Phoenix, se dirigieron más a lo moral o inmoral, lo bueno y lo malo que tiene el arte, especialmente el masivo como lo es el cine, a la hora de mostrar personajes que pueden tener influencia en el comportamiento del público, de los que están en la búsqueda de una personalidad aún sin formarse o son sensibles o vulnerables a cualquier tipo de situación violenta.

GOLPE DE TAQUILLA

Más allá de las consideraciones morales y de reafirmar que “The Joker”, aunque basado en un cómic, no es ni de lejos una película para chicos, tal vez si hilamos muy fino, tampoco para preadolescentes o adolescentes vulnerables. Es tan fuerte el personaje de Arthur Fleck, se convierte en el “Joker”, el eterno enemigo del justiciero Batman y villano más cruel, que su presencia enferma y retorcida se queda navegando dentro del cuerpo y la mente de quienes se acercan a él, aunque sea a través de las pantallas. Las cifras, que al fin de cuentas son las que “cuentan” en el mundo del éxito de Hollywood, se convirtió, polémicas aparte, en la película basada en un cómic más rentable de la historia. Alcanzó la nada despreciable cifra de US$ 1.000 millones en el mundo. (Y sigue dando más). Eso significaría de acuerdo a los expertos en ingresos netos que superan más de quince veces los costos de su producción.

EL GRAN FRACASO

Alguien quiso hacer las cosas bien y convertir a una de las más exitosas y duraderas propuestas de comedia musical de Broadway en un megafilme. Para eso, contrató a un elenco en el que las estrellas rutilantes abundan. Entre ellas, nada menos que Judy Dench, Taylor Swift, Idris Elba, Jennifer Hudson y James Corden. La película musical, dirigida por Tom Hooper, tenía el éxito asegurado. Lo que no tenían en cuenta es que las cosas a veces salen mal, a pesar de lo bueno que uno ponga para lograr el éxito y en “Cats” todo lo que podía salir mal salió peor, dijeron los feroces críticos que todavía le están arrojando piedras inmisericordes desde todos los tejados en el mundo.

El filme, que costó 85.71 millones de dólares, ha recibido una cadena de malas noticias, comenzando por la recaudación de apenas 14 millones y monedas y una crítica tan lapidaria de los especialistas y unas opiniones espantosamente negativas del público que la vio. Entonces, ante el panorama, Universal, la productora –dice la prensa norteamericana– ha decidido “esconderla” y no ponerla entre las candidatas a pujar por un Oscar. Lo más que pueden aspirar es a un premio menor por la música.

LA GLORIA DE ANTONIO

Por suerte, en la otra orilla del mundo, Pedro Almodóvar hizo una película para contar el “Dolor y la Gloria” de estar vivo. Según la revista Time de EEUU, es por lejos la mejor película del 2019 y también ya forma parte de los filmes que compiten para llevarse a casa un Oscar, previa parada en anteriores premios como los Globos de Oro, etc. El filme del director manchego es protagonizado por Antonio Banderas, que según los críticos hace un verdadero “arte” representando al personaje. Ya ha recogido el premio como mejor actor europeo del año en Berlín en la Academia de Cine Europeo (EFA). Banderas es el álter ego de Almodóvar en la película más autobiográfica del director que, según los actores que trabajaron con él esta vez, estuvo “todo el tiempo emocionado” realizando la historia a la que le pusieron cuerpo, además de Banderas, Penélope Cruz y Leo Sbaraglia, entre otros. Lo cierto es que para Antonio, el 2019 ha sido un año más que singular. De padecer un infarto el año anterior y considerarse que podría retirarse del mundo del arte, ha demostrado que tiene un don que nadie le puede arrebatar. Ha “bordado” el papel en este filme y emociona. Se agradece que aún no deje de trabajar.

El equipo comandado por Almodóvar espera tranquilo y a la vez entusiasmado que los premios internacionales les sigan regalando los mejores aplausos y también la gloria.