Cuando a mediados de abril del 2019 se publicó la primera edición del que llamamos El Gran Diario del Domingo, comenzamos a andar la aventura de redescubrirnos como contadores de historias para entregárselas a los lectores envueltas en un formato que reúne texto e imágenes de una manera diferente y poco habitual en los diarios impresos. Bajo la consigna de que no hay límites más que los del respeto y el buen hacer, en un oficio que sobrevivirá a los avatares de los nuevos retos que imponen las nuevas formas de comunicación, contamos con la colaboración de colegas y también de especialistas en diferentes temas que nos ayudan a desplegar en cada edición un abanico de posibilidades atractivas para la lectura del domingo, tanto en formato impreso como en digital.

Hace unos años que los medios de comunicación tradicionales, especialmente la prensa escrita, estamos atravesando una crisis que necesariamente nos ha obligado a interpelarnos sobre la razón de la existencia de la prensa tal y como la conocimos desde que los periódicos y diarios aparecieron para dar voz a las sociedades y acompañarla en su evolución histórica. Desde las páginas atiborradas de letras de molde con algún que otro dibujo o reproducción que sólo ejercían el papel de acompañante de la información hasta los grandes reportajes en los que las imágenes refuerzan y hasta suelen reemplazar a las palabras , la prensa escrita ha atravesado -y lo sigue haciendo- todo tipo de tempestades y derrotas ante el avance inexorable de la tecnología que dispara mil noticias por segundo hacia todas partes, pero también ha experimentado la gloria de ser testigo y guardián irrefutable de los grandes hechos que conmovieron a la humanidad, guardándolos para siempre entre sus páginas.

REINVENTARSE O MORIR

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Cuando se habla del periodismo de hoy, ese tiempo en el que cualquiera (en el sentido más amplio de la palabra) con un pequeño dispositivo en sus manos, puede hacer la tarea de mostrar un hecho, opinar y hasta inventar una historia que nunca ha ocurrido y lanzarlos al viento, el periodismo impreso ha debido asumir que para seguir estando sobre la faz de la tierra, debe “reinventarse” para no morir .

Sin embargo, esa reinvención, no consiste en sólo adaptarse a los nuevos retos que representan la tecnología y su inmediatez, sino ofrecer a los lectores una opción válida que no compita con ellas, lo más original posible.

Mucho se ha debatido y se sigue debatiendo sobre cuál será el periodismo que sobrevivirá a los cambios que son inevitables. Sin embargo, parece que la respuesta está muy cerca y sobre todo, es mucho más sencilla de lo que sospechamos. Para poner en boca de un periodista galardonado por la excelencia de su trabajo, entre otras oportunidades por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNIP) , don Javier Darío Restrepo: “Sólo sobrevivirá el periodismo excelente”.

Entonces, si traemos esa respuesta clara y breve a nuestro espacio, podemos decir , como lo expresó otro colombiano multipremiado, Alberto Salcedo Ramos, que "El periodismo es una necesidad social y sobrevivirá aunque no exista ningún periódico".

EL GRAN DIARIO DEL DOMINGO

Uniendo todas ésas palabras que definen la esencia y el porqué de esta tarea, encaramos la tarea de reformular la propuesta del diario de los domingos, un día en el que los lectores están más predispuestos a compartir más tiempo con el diario impreso y detenerse a leer un texto más extenso o profundo y valorar una o varias imágenes en detalle con toda la fuerza , la belleza -o drama-que éstas reflejan. La elección de una tapa con una propuesta distinta a la habitual de un diario, sin que éste pierda su esencia, fue todo un desafío que se fue afianzando con el correr de las semanas. El trabajo de los reporteros gráficos de La Nación, pasó de ser el complemento de las notas y reportajes a tener un gran protagonismo. Igualmente, se fueron dedicando más páginas al desarrollo de reportajes de actualidad y sobre todo, se fueron incorporando más trabajos de periodismo narrativo que calaron fuerte en el público lector. Bajo la consigna de que hasta la historia más pequeña puede ser una gran historia que vale la pena reflejar y que es la mirada del periodista y el reportero gráfico, la que debe transmitirla con pasión, fueron ocupando su espacio las entrevistas con personalidades destacadas de todos los ámbitos y las historias de vida de quienes están lejos de la fama y la gloria pero tienen una riqueza extraordinaria. Por éstas páginas, han pasado los dramas que nos sacuden como sociedad, las soledades y la muerte, la felicidad y las luchas contra la adversidad , los esfuerzos de los atletas y las voces y los rostros de toda la gente que forma el diverso y rico mosaico del país.

PÁGINAS ESPERADAS

A la propuesta, se sumaron numeroso colaboradores, gente que con generosidad compartió y comparte cada domingo, en forma habitual, su aporte singular y su mirada. Las firmas de Bea Bosio y sus Crónicas desde el Alma, con su prosa poética y sus imágenes singulares, tienen lectores fieles. Los Cuadernos de Barrio del artista plástico Toni Roberto nos llevan de paseo por la Asunción de antaño con sus personajes y lugares emblemáticos. También el deporte y su anecdotario riquísimo tienen su “rincón” cada domingo en “Deportivamente” el aporte del joven Juan Pablo Zaracho. La crónica de los casos policiales más importantes de todos los tiempos, llega a las páginas de “A Quemarropa” ,de la pluma de Oscar Lovera . Tampoco falta el riquísimo aporte de las Ciertas Historias Inciertas que nos cuenta desde la lejana Mar del Plata, Argentina, el periodista Ricardo Rivas y las Historias de la Radio y sus personajes y memoria ha encontrado en nuestro Gran Diario, su lugar en el mundo, en los relatos de Eduardo Palacios. Tampoco faltan los Libros , con su columna semanal firmada por Olga Dios que acompaña en espacio dedicado a la cultura en todas sus expresiones en Ideas + Palabras Y, como en todo periódico de hoy, tampoco falta la presencia de la prensa del corazón , con sus novedades de la jet set, en el espacio Crónica en Rosa .

APORTES DE EXCELENCIA

En este recuento de esta Gran Diario de los Domingos, no podemos dejar de mencionar en un especial espacio destacado y con el agradecimiento más profundo por el enorme aporte de sus experiencias, opiniones y trabajos , a los grandes profesionales en distintas disciplinas que han aceptado publicar en este espacio. Historiadores, analistas, escritores, miembros de sociedades científicas, personalidades del mundo del arte en sus diferentes disciplinas. A todas y todos ellos, les dedicamos palabras de genuina gratitud por en inmenso aporte de su talento que con mucho orgullo hacemos llegar a los lectores en cada edición de los domingos.

A todos, el deseo de que en el 2020, sigamos apoyándonos y contribuyendo a crear el encuentro semanal con quienes disfrutan de cada ejemplar del Gran Domingo, encontrando en él, un motivo más para seguir acompañándonos en la tarea de contar historias.

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