A puro corazón y con mucho esfuerzo, salen al campo de juego a darlo todo por el fútbol. Antes de “ponerse la camiseta” han sorteado todo tipo de obstáculos y derribado prejuicios. El fútbol femenino profesional está en pleno crecimiento en el país y es una hermosa realidad en casi todo el mundo. Y vale la pena acercarnos a él para descubrir su esencia.

• POR DANIEL MIRANDA
• (@dani_miranda96) Periodista deportivo
• Fotos GENTILEZA APF Y ARCHIVO

El fútbol femenino paraguayo está en su mejor momento y en pleno auge de crecimiento, al ritmo que marca la historia actual en la que los campeo­natos en diferentes países y el último Mundial hicieron que todos descubrieran a “las chicas súper poderosas” que ponen su toque personal en cada juego. Cada vez es más alto el nivel futbolístico en nuestro país y lo bueno es que va creciendo, tanto a nivel de clubes como en la selección.

Atrás quedó la mayor histó­rica goleada del 12 de junio del 2003, cuando UAA le ganó 50 a 0 al 12 de Junio. Hoy, el fútbol femenino paraguayo, al igual que el de muchos países del mundo, va camino a la profesionaliza­ción que se dará a más tar­dar en el 2021 con la imple­mentación de una Segunda División. Hoy en día está a punto de ser posible vivir dignamente para las chicas que juegan este deporte.

De igual modo, el público está comenzando a fanati­zarse con ellas e incluso hay buena cantidad de aficiona­dos en los estadios. Para el año que viene, se implemen­taría una sub 15 o sub 14. Por eso y antes que esto se profe­sionalice, es bueno conocer la historia del fútbol feme­nino paraguayo.

Todo empezó un 16 de agosto de 1997, en el juego que ganó Atlético Colegiales por 3-1 a Deportivo Encarnación. Irma Benítez tuvo el primer grito sagrado, luego de que la arquera Norma Ayala despe­jara un centro y le quede el balón a Irma, quien cedió a su compañera Leticia Lez­cano, esta para Nelly Jara, que eludió a dos rivales y mandó el centro para Bení­tez, que puso la cabeza y la mandó a guardar.

El certamen sudamericano más prestigioso de clubes tuvo sus inicios en el 2009. Como no podía ser de otra manera, un equipo para­guayo ya tuvo presencia en la final. Fue UAA, que perdió en el decisivo partido 9-0 ante el poderoso Santos de Bra­sil. En el 2010, Noelia Cue­vas de UAA fue la máxima anotadora de la cita. Rápi­damente, tenemos que saltar hacia adelante para el gran logro del Sportivo Limpeño, campeón invicto en la edi­ción del 2016. Fue en la ago­nía del cotejo cuando Damia Cortaza puso el 2-1 definitivo ante Estudiantes de Guaricó de Venezuela. Gracias a este logro, Paraguay tiene una plaza más en dicho certamen continental.

Cerro Porteño logró su mejor ubicación al terminar tercero en el 2014, al ganar 5-3 en los penales a Formas Íntimas de Colombia, tras un 0-0 en tiempo normal. En el 2017, torneo jugado en Paraguay, el Ciclón ter­minó en la cuarta posición al caer 2-1 contra River Plate de Argentina. Este año, las azulgranas fueron cuartas al perder 3-1 contra América de Cali de Colombia.

Pocas veces nos detenemos a pensar en que muchas de las jugadoras que entran a la cancha a jugar sin cansancio son madres de niños y niñas de todas las edades. Además de aguerridas jugadoras en la cancha, son amorosas mamis y, como cualquier madre trabajadora, deben criar a los hijos, haciendo “malabarismos” para con­tinuar practicando y cum­pliendo los compromisos y otras actividades laborales y domésticas. Las jugado­ras mamás son Edilberta Cabrera (General Díaz), Nancy Samudio Dáva­los (General Díaz), Ruth Torales (Independiente), Noelia Coronel (Nacio­nal/Humaitá), Yrma Cano (Deportivo Santaní).

Nancy nos cuenta su expe­riencia cuando descubrió que estaba embarazada: “Estaba jugando en Lim­peño, fue en el ínterin de mi entrenamiento que me enteré. Por supuesto, tuve que dejar de jugar para cuidarme en el embarazo. Retomé un año y medio des­pués al fútbol, cuando mi bebé cumplió un año”. Sobre su rutina diaria, ahora que debe cuidar a su bebé y seguir trabajando en otra cosa, además de fútbol, nos cuenta: “Me levanto a las 4:00 de la mañana para ir a trabajar en una oficina hasta las 13:00. Luego entreno y recién a la noche le veo a mi hija. Ella no viene aún a mis partidos”, señaló la arquera del Aviador, que aprovecha el espacio para agradecer pública y especialmente a su mamá, Nidia Dávalos, que la ayuda a cuidar a la beba, ade­más de a su DT Jorge Jara y al General Díaz.

Corría el año 2003 cuando una joven promesa asomaba en el fútbol femenino para­guayo. En vez de jugar con muñecas o a cocinar, el balón era su juguete preferido. Con tan solo once años de edad, Gloria Esther Villamayor Jara (hoy día con 27 años) hizo –una vez más– histo­ria al ser una de las jugado­ras más jóvenes en debutar en la Primera División del fútbol femenino, con Cerro Porteño. Una situación simi­lar fue la de la mediocampista Ivana Mendoza, que juega actualmente en Sol de Amé­rica. Tuvo su bautismo en la categoría de honor en UAA, en un partido contra Olim­pia. Actualmente, tiene 24 años, pero debutó en febrero del 2006 a sus 11 años, igua­lando el récord de “Loli” Villamayor.

Una arquera y otra jugadora comparten la impresionante suma de nueve títulos gana­dos en la historia de las ligas locales. Gloria “Shishi” Saleb es la portera de Cerro Porteño y hace diez años que defiende el arco del Ciclón, equipo con el cual obtuvo todas sus con­quistas. La misma, aparte de jugar al fútbol, se dedica a la venta de remedios case­ros y es moza. “No es porque vos jugás en Cerro que ya tenés mucha plata, tengo un cliente que me pregunta por qué vendo remedios siendo que estoy en Cerro Porteño. Nosotras queremos el 0,1% de lo que ganan los varones nomás”, clama la histórica. Al mismo tiempo, añadió que le llena de orgullo que la reco­nozcan como la portera más ganadora de todos los tiem­pos. La otra es Edilberta Cabrera, hoy día en General Díaz. Además, “Berta” tiene dos vicecampeonatos.

Algunas jugadoras que de la liga paraguaya lograron ir al extranjero a jugar. Ellas son: la primera que salió del país fue Jessika Mendoza, de UAA, que fue al Espanyol con 19 años; Dulce Quintana, de UAA, a Foz Cataratas; Joana Galeano, de UAA, al Everton; Gloria Villamayor, de UAA, al Everton; Fany Gauto, de Luqueño al Maccabi Holon de Israel; Laura Romero, del Sportivo Luqueño, a River Plate de Argentina. Tam­bién Jacqueline González, de Olimpia, al Pachuca; Rosa Miño, de Cerro Porteño, al Foz Cataratas de Yguazú; Lice Chamorro, de Cerro Porteño, al Sporting Huelva; Verónica Riveros, de UAA, al Foz Cata­ratas de Yguazú; Gabriela Duarte, de Sajonia, a Excur­sionistas, entre otras.

La única jugadora que logró disputar ininterrumpida­mente hasta aquí todos los torneos de la liga paraguaya de fútbol es la defensora Edil­berta Cabrera. A sus 44 años, sigue dando muestras de su profesionalismo, aún no tiene pensado “colgar los botines” y ostenta este increíble récord.

Vino al mundo un 24 de febrero de 1976 y advierte que seguirá jugando hasta que el cuerpo aguante. “Berta” con­fesó cuál es su secreto para mantenerse. “Tuve mi hijo antes de jugar profesional­mente. Para mí representa un orgullo ser la única y quiero ser ejemplo para todas las que están viniendo. Cuesta mucho llegar acá. Todo es por el cuidado personal, no tras­nochar, no tomar, no fumar y tampoco ir a jugar partido en el barrio. A las más chi­cas, les digo que sean profe­sionales, que cuiden también su alimentación. Si toman bebidas alcohólicas, que sea solo casualmente. El año que viene seguiré jugando”, indicó la jugadora de San Ignacio Misiones.

Irma Cuevas, actualmente jugadora de Guaraní, es la máxima goleadora histó­rica, con nada más y nada menos que 631 goles hechos en la carrera. Nadie en el fút­bol paraguayo masculino de todas las categorías siquiera está cerca de alcanzarle. Lastimosamente, Irma con­fesó que está pensando en el retiro. “Para mí es un orgullo porque soñé siempre con este récord. Es inexplicable. Estoy pensando en retirarme a final de este año. Les digo a las jóve­nes que sigan adelante, nadie te da nada porque es un sacri­ficio de cada una. Mi secreto es trabajar, cuidarme siempre y pensar en positivo”, indicó la jugadora de Guaraní.

La directora técnica Epifa­nia Benítez tiene a su cargo a todo el seleccionado para­guayo. Desde la sub 15 hasta el equipo absoluto, ella goza de la confianza del presi­dente Robert Harrison. “Epi” empezó como defensora en el 2000 en UAA, pasó en el 2003 a la selección absoluta y fue campeona en el 2005 con el mencionado equipo. En el período 2005, 2006 y 2007 debido a una lesión fue entrenadora del cuadro uni­versitario en la sub 19. En el 2008 jugó en Olimpia y en el 2009 lo hizo en Arkadia. En el 2010 fue entrenadora del equipo principal de Arkadia, volvió a UAA, donde estuvo desde el 2011 hasta el 2016 de la sub 18 y de la Primera. Tiene 3 títulos dirigiendo a la juve­nil. Desde el 2017 está ligada a la selección, empezando en las divisiones menores. Ella se recibió en el Instituto Pri­vado del Deporte como entre­nadora en el 2012 y es profe­sora de Educación Física. Hizo cinco cursos de la FIFA.

La estratega comentó qué representa para ella tener a su cargo la selección. “Los sueños hay que seguirlos, el solo hecho de estar acá es algo cumplido. Es una responsabilidad muy grande, ya que el fútbol feme­nino paraguayo está prácti­camente a mi cargo. Hay que tratar de que suene en toda Sudamérica y, por qué no, en Europa. Lo estamos logrando de a poco, nos ven de otra manera. Es debido al proceso que estamos haciendo y gracias al apoyo que estamos teniendo de la APF, el sueño es clasificar a un Mundial con la absoluta y estamos trabajando para ello, tenemos muy buen futuro”, expresó la ejemplar mujer.

Con Augusto Silva y Aní­bal Ortiz, Dominum Sports Managament se convirtió en la primera agencia paraguaya en representar a jugadoras en el ámbito femenino. A día de hoy, tiene a diez futbolistas a su cargo y la familia seguirá creciendo. Esta idea nace por el crecimiento en sí del balom­pié femenino, un producto que ya es vendible. “Vimos que en Paraguay no había ninguna representación que apuesta al femenino, nuestro interés es darle su espacio y que pue­dan crecer como futbolistas. Hay muy buenas jugadoras y eso nos motivó. Les tenemos a Cristina Recalde, Nata­lia Villasanti, Jéssica Santa­cruz, Ivana Mendoza, Celeste Aguilera (Sol de América), Jéssica Sánchez (Olimpia), Monserrat Ayala y Graciela Martínez (Cerro Porteño) y María Martínez (Deportivo Capiatá). Estamos conver­sando con tres jugadoras y firmaríamos antes de fin de año”, señaló Augusto.

Las tres guardametas que hasta la fecha anotaron un gol fueron Andrea Benkestein con UAA ante San Lorenzo en el 2017, Sol Belotto en la juvenil sub 18 de Olimpia ante Independiente en la quinta fecha del torneo Clausura y Arianne González de Cerro Porteño contra el “Inde” en la duodécima jornada del Clausura. Todas de penal.

En casi 20 años de vida, las “Albiladies” lograron acumu­lar hazañas antes impensadas. La mejor presentación en una Copa América fue en la del 2006 con un cuarto puesto. El año pasado, la Albirroja se ubicó en la quinta posición y clasificó a los Panamericanos de este año, terminando en el cuarto lugar. Con el Mundial de 32 selecciones previsto para el 2023 y teniendo en cuenta que habrá más cupos para Sudamérica, es válido ilusionarse con clasificar por primera vez a un Mundial. Mientras que las selecciones menores han cosechado algunos logros importantes. En el 2018 la Sub 20 salió campeona invicta de los Bolivarianos. Este año, la Sub 19 fue vicecampeona de la Liga de Desarrollo Zona Norte. La Sub 20 clasificó al Mundial 2013, mientras que la Sub 17 ha visto presencia en el 2014 y 2017.

EMBAJADORAS PARAGUAYAS

Entre las jugadoras paraguayas más representativas, encon­tramos a Gloria Villamayor. Ninguna jugadora tiene más finales jugadas de Copa Libertadores que ella, acumulando presencia en cinco ocasiones y campeonando una vez.

Laura Romero Jara fue goleadora del campeonato argen­tino en el 2015, además anotó el mejor gol del mundo con una espectacular chilena en octubre del año 2017, siendo el gol más bonito de la Libertadores y del mundo de ese mes.

Jéssica “Pirayú” Martínez será la primera jugadora en com­petir en el Real Madrid debido a que el “Merengue” adquirió el C. D. Tacón, que pasará a ser oficialmente el equipo feme­nino del Real desde la próxima temporada. A nivel de selec­ción, la delantera fue varias veces máxima goleadora de los sudamericanos y llegó a disputar mundiales. También estuvo tiempo atrás en el Santos de Brasil y antes salió campeona de la Copa Libertadores con Limpeño en el 2017. También fue campeona de la Copa Libertadores con Sportivo Limpeño.

Está representada por el Team Dólo Cracks. Sobre el club Tacon, en un comunicado, el Real Madrid anunció tiempo atrás que su directiva ha aprobado proponer en la próxima asamblea general de socios “la fusión por absorción del Club Deportivo Tacón, de fútbol femenino, con efecto 1 de julio del 2020”. De aquí a entonces, “durante esta próxima tempo­rada 2019-2020, el primer equipo del C. D. Tacón entrenará y jugará sus partidos en la Ciudad Real Madrid, en un marco de colaboración transitoria entre ambos clubes”, añadió el club dirigido por Florentino Pérez.

El anuncio oficial confirma que la operación fue en unos 300.000 euros. El madrileño Club Deportivo Tacón fue creado en 2012 y subió a la primera cate­goría del fútbol español, con la goleadora paraguaya Jéssica Pirayú Martínez en sus filas. Así, ella a sus 20 años jugará en el Real Madrid. El fútbol femenino está en pleno crecimiento en España, donde la Asociación de Clubes de Fútbol Feme­nino (ACFF) se creó en el 2015 con varios de los principales equipos españoles, aunque con la excepción hasta ahora del Real Madrid.

En lo que va de la Primera División Española, la compatriota registra nueve partidos de titular y anotó en tres ocasiones, destacando su gol en el clásico contra el Barcelona.

MUNDIAL FRANCIA 2019

Con la enorme sonrisa y el look particular de la gran cam­peona Megan Rapinoe a la cabeza, la selección de los EEUU ganó el Mundial femenino de Francia en 2019. Lo inesperado de este Mundial fue que superó las más ambiciosas expec­tativas con respecto a la cantidad de público presente en cada partido, al nivel futbolístico demostrado y a la enorme audiencia que en todo el orbe se “prendió” a ver los partidos por TV.

El 7 de julio, la campeona, goleadora y mejor juga­dora del campeonato levantó el trofeo y mostró su otro pre­mio: el botín de oro, a los 34 años. Rapinoe, además de ser la capitana de su equipo que se coronó por cuarta vez como campeona del mundo, en las 8 ocasiones en las que se rea­lizó una Copa Mundial desde 1991, atrajo todas las miradas sobre la importancia de la igualdad en el profesionalismo del fútbol femenino con el masculino.