A unos 20 kilómetros de Asunción, un proyecto iniciado en el 2005 impulsa el impacto social que se extiende al medio ambiente.

Teniendo como esce­nario el Teatro Muni­cipal de Asunción, el pasado 20 de noviembre más de 60 músicos de la Orquesta de Cámara de Ñemby, bajo la dirección de Fátima Esti­garribia y Alcides Gonzá­lez, realizaron un concierto gratuito como broche final a las actividades realizadas durante el año en el marco del proyecto H2O Sonidos de Ñemby, fruto de la alianza entre Sonidos de la Tierra y Coca-Cola Paresa Paraguay. El evento tuvo como invita­dos al Coro Santa Cecilia, dirigido por Víctor Cáceres, y a Guitarras del Colegio Pablo Patricio Bogarín, del profesor Antonio Britos.

El proyecto tuvo como resul­tados: talleres de conciencia­ción ambiental en 8 colegios de Ñemby, más de 500 moni­tores ambientales fueron capacitados, más de 2.500 kilos de basura extraídos del arroyo Pa’i Ñu, el princi­pal cauce hídrico de Ñemby, y más de 7.000 personas asis­tieron a un total de 20 pre­sentaciones de la orquesta H2O Sonidos de Ñemby, que integra la red de 50 orques­tas H2O reconocidas como Artistas para la Paz por la Unesco. Fátima Estigarribia amplía sobre estas acciones transformadoras.

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–¿Cuál es el balance gene­ral del concierto realizado en el Teatro Municipal?

–Lo que quisimos transmi­tir en el concierto fue cómo comienza una orquesta que es parte de Sonidos de la Tierra, con los principiantes delei­tando sus primeras melo­días, también la destreza y conocimientos adquiridos de los alumnos intermedios y avanzados con músicas eru­ditas y un dúo para dos violi­nes, y lo juvenil con músicas modernas que ellos mismos eligieron, también transmiti­mos con el valor y amor hacia nuestra cultura con las músi­cas folclóricas y para cerrar sellamos el pacto del cuidado del medio ambiente con la música, Sonidos del Agua, donde utilizamos el violín sustentable elaborado a base de una botella de plástico y con la que se sumó el público con instrumentos sustenta­bles, donde la orquesta reu­tilizó y elaboró 700 maracas.

–¿Cuáles son los logros más importantes del 2019 para la escuela?

–Mayor avance musical, mayor cantidad de alum­nos, la alianza con Coca-Cola Paresa a través de la Asocia­ción Tierranuestra-Sonidos de la Tierra y llevar concien­cia ambiental a más insti­tuciones educativas de la comunidad.

–¿Cómo y cuándo surgió Sonidos de Ñemby?

–La escuela de música se ini­ció en el 2005. Fue el sueño del señor Nicolás Argüello, reconocido periodista que buscaba dar una opción dife­rente a los chicos del barrio (vulnerable) de la Escuela Municipal Nº 6.831, cono­cida como Lo Mío Primero, de la que en ese entonces era director. Conversando con el maestro Luis Szarán nació el proyecto Sonidos de Ñemby, en el que don Nicolás coordinó con mucha entrega hasta su fallecimiento en el 2014. A través de oyentes consiguió donación de varios instrumentos.

–¿Cómo se organizan jurí­dica y administrativa­mente?

–La escuela de música actualmente se administra a través de una comisión de apoyo conformada por los padres de los participantes de la escuela. Estamos en trámites para la obtención de la personería jurídica.

–¿Qué tipos de orquestas se han formado a partir de la escuela?

–La escuela de música cuenta con niveles: los ini­ciados, intermedios y avan­zados. También ex alumnos de la orquesta, ahora profe­sionales en la música, inte­grando orquestas profesio­nales, apoyan los ensayos y conciertos de la Orquesta de Cámara Ñemby. Los alum­nos de la escuela aprenden de una manera didáctica, dinámica y, por sobre todo, la educación es integral, no solamente música, transver­salmente se enseñan y prac­tican valores, principios, cui­dado del medio ambiente. La mayoría de los jóvenes son líderes, estamos formando buenos ciudadanos.

–¿En qué consiste la rela­ción entre Sonidos de Ñemby y Coca-Cola?

–La alianza con Coca-Cola consiste en el fortaleci­miento musical y comunita­rio de la orquesta, que tiene como causa ambiental el cui­dado del arroyo Pa’i Ñu desde el 2014. Durante todo el pro­ceso de esta alianza pudimos realizar talleres ambientales en instituciones educativas, en las que se formaron más de 500 voluntarios ambien­tales que ahora son portavo­ces del cuidado del ambiente. Las instituciones educativas aliadas fueron certificadas como Escuela H2O por su compromiso con el ambiente.

–¿Cómo suele ser el año lectivo de la escuela?

–La escuela de música inicia sus actividades en marzo, en la modalidad de cuerdas frotadas, donde anualmente se recibe un promedio de 65 alumnos como máximo, teniendo en cuenta la capa­cidad de instrumentos que cuenta la escuela para poder prestar a los alumnos que no cuentan con instrumentos propios. Si tuviéramos más instrumentos, recibiríamos a más alumnos. Recibimos alumnos desde 6 años de edad en adelante.

La escuela de música desa­rrolla sus clases en las ins­talaciones del Colegio Nacio­nal Pablo Patricio Bogarín, ya que no contamos con local propio, la dirección es Yto­roró esquina 9 de Agosto. Para cualquier información, pueden contactar al (0981) 753-269 (Fátima Estigarri­bia). Facebook: Orquesta de Cámara Ñemby.

–¿Alguna anécdota que refleje la transformación social que ha posibilitado Sonidos de Ñemby en su comunidad?

–Cuando iniciábamos con nuestra causa del cuidado del ambiente y el arroyo Pa’i Ñu, la gente nos miraba como locos ambientalistas, pero fuimos perseverantes, es así que hoy día logramos que muchas personas se sumen a la causa generando con­ciencia y realizando accio­nes concretas. A través de la música pudimos transfor­mar nuestra comunidad.

–¿Cuál es tu cargo en Soni­dos de Ñemby?

–Actualmente soy coordina­dora de la escuela comuni­taria de música de Ñemby, Orquesta de Cámara Ñemby, realizando las gestiones y facilitando la comunica­ción para presentaciones artísticas, para encuentros de integración, siempre acompañada por los padres de familia, esta función es de manera voluntaria. Aca­démicamente apoyo como profe del nivel de inician­tes.

Mi formación musical ha iniciado en la Orquesta de Cámara Ñemby de la red Sonidos de la Tierra con gran­des maestros como Ramiro Miranda, Thiago Guio­tto, José Miguel Miranda, Miguel Ángel Echeverría, José Miguel Echeverría, Víctor Aguilar, Fabián Vivé, Blas Vivé. Ya con bastante base musical formalicé mis estudios en el Conservato­rio Jorge Báez de la maestra Rosa Mereles, obteniendo el título de profesora superior en lenguaje musical y profe­sora elemental de violín.

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