En nuestras historias de hoy rescatamos el rico anecdotario de la radiofonía y el recuerdo de un locutor talentoso.

La radio es fuente de pequeñas y grandes historias, que se han venido acumulando en la memoria de quienes hemos pasado por ese medio de comunicación y en los encuentros de colegas locutores no es de extrañar que se repitan anécdotas ya contadas por alguno de ellos y con algún agregado que hace mejorar la versión original.

Por eso es que hoy traemos a colación una versión anecdótica que tuvo como protagonista al director de Radio Cáritas, a mediados de la década de los años 50, el padre Ignacio Sudupe. La emisora que cumple el próximo 21 de noviembre 83 años de existencia, goza de gran prestigio y de una riqueza testimonial en favor del pueblo y su historia está cargada de verdaderas muestras de solidaridad y de presencia activa en la sociedad paraguaya, y ha sido siempre escuela de formación de grandes locutores de la radiofonía nacional.

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ÉPOCA DE ORO

El padre Sudupe había reemplazado en la dirección de la emisora al padre Benito Ascárate, quien terminó su labor en el año 1952, y conforme se cita en la obra de Margarita Durán Estragó. “Radio Cháritas Medio Siglo de Historia”, de la Biblioteca de Estudios Paraguayos – Volumen 16 – Asunción-1986. “Con la llegada del P. Sudupe a Cháritas, se inició la época de oro de la emisora católica y franciscana del Paraguay. Además de la modernización de programas, edificio, administración, etc., el P. Sudupe contó con un gran técnico, el P. José Gallástegui, quien se hizo cargo de los equipos transmisores, con singular eficiencia y capacidad”.

La importante obra alusiva a la historia de la decana de las emisoras nacionales señala también que “Muchos consagrados escritores de hoy hicieron sus primeras incursiones en la crítica a través de los micrófonos de Radio Cháritas: Rubén Bareiro Saguier, Carlos Villagra Marsal, Gómez Sanjurjo, Julio César Troche, Francisco Pérez Maricevich, Juan Manuel Marcos, Mito Sequera, Miguel Ángel Fernández, José Luis Appleyard, Josefina Plá, José María Rivarola Matto, Ovidio Benítez Pereira, nuestro laureado escritor nacional Augusto Roa Bastos y mucho otros”, según recoge de las expresiones del escritor y promotor cultural Víctor Barrios.

LA ANÉCDOTA

En las emisoras de antes, la tanda constituía el grupo de avisos comerciales redactados “a máquina”, y se encontraba en una carpeta archivadora, puesta en el atril o en la mesa de la cabina de locución, que a determinado horario y frecuencia los locutores leían “en vivo” –y que al decir de Gerardo Halley Mora debía ser la mejor música de la radio– en algunos casos en el propio texto se incluye entre paréntesis la frecuencia de la emisión de ese texto comercial.

Geniol fue un popular analgésico que estaba al alcance de todos y el aviso publicitario estaba en la tanda de la mayoría de las estaciones de radio. Pues bien, el P. Sudupe entró a la cabina a reemplazar al locutor ausente, para anunciar los avisos comerciales y el primero de ellos fue precisamente el texto de Geniol que estaba redactado más o menos así: Geniol calma, entona, descongestiona. Con Geniol, adiós al dolor. (Después de cada cinco avisos). El sacerdote por supuesto –en desconocimiento del sentido de esa observación– leyó el texto completo, incluyendo el agregado entre paréntesis que servía como referencia para la frecuencia de la emisión del aviso.

UN LOCUTOR TALENTOSO

Agustín González Segovia estaba dotado de cualidades inmejorables para el ejercicio de la locución, una voz naturalmente radiofónica, sin impostarse, donde cada texto publicitario o mensaje noticioso sobresalía por el señorío con que era expresado. Por años fue el lector de los informativos de la noche de Radio Paraguay, que era la cita obligada para la audiencia ávida de las noticias de las 19:00.

Se inició en la actividad radiofónica como locutor comercial y animador en el año 1952 en Radio Guaraní, donde permaneció hasta el año 1954, en que pasó a formar parte de la plantilla de Radio Paraguay, integrada cuando entonces por calificadas figuras femeninas de la locución radial y del ámbito artístico-teatral de aquella época.

Fue fundador y director de “Radio Mariscal López”, por los años 50, donde también hizo de locutor junto a J. Manuel Chamorro Damus, otra figura de la radiofonía nacional por esos años. Asimismo, González Segovia fue redactor y relator del noticiario cinematográfico nacional, que se proyectaba en las pantallas de las salas cinematográficas de nuestra capital, por la década de los años 70 y 80.

El aviso publicitario de mayor suceso grabado por él constituyó el de la extinguida Líneas Aéreas Paraguayas, que se proyectaba en las salas de cine y en la televisión, que llegó a trascender incluso en el exterior, siendo uno de los pocos locutores paraguayos que grabara una publicidad para ser difundida en otro país, ya que el mismo lo hizo para una empresa colombiana, que valoró sobremanera las condiciones profesionales del citado locutor paraguayo.

Agustín González se retiró de Radio Paraguay el 31 de diciembre de 1980, tras 28 años de actividad continuada como locutor. En esa ocasión el director de la emisora, Gerardo Halley Mora, le entregó una distinción consistente en una medalla recordatoria, por los merecimientos de la trayectoria.

Más tarde continuó en otros medios radiales como radio Chaco Boreal, por los años 80, siempre con el mismo profesionalismo y talento que lo hacían sobresalir entre sus colegas locutores. Su retiro definitivo de la radio se produjo en el año 1991.

Radio Cháritas.
En el auditorio de Radio Paraguay, el director Gerardo Halley Mora entrega la Medalla Recordatoria a Agustín González, al cumplir 28 años de labor como locutor de la emisora, el 31 de diciembre de 1980.
Agustín González Segovia, una de las voces más privilegiadas que ha pasado por la radiofonía nacional.

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