• Por Juan Pablo Zaracho, @laespadasagrada 
  • Fotos: Sky Sports / Transfermarkt / Cleveland.com 

Un jugador del Niza de Francia fue expulsado de la institución por robar un reloj a un compañero de equipo. Aquí repasamos esta historia y otros relojes polémicos en el mundo del deporte en los últimos meses.

Los relojes en el mundo del deporte son un símbolo de estatus y de poder económico. Cada marca presenta modelos valuados en cientos de miles de dólares, pero algunos de ellos, desde aquellos de moda como los que muestran un poder, pueden causar problemas, todo por su particular atracción y, en otros casos, por lo que representan.

EL PRECIO DE UNA CARRERA

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El 7 de diciembre del 2017, el Niza de Francia rompió una barrera en su historia en el partido por la Europa League ante el Vitesse: el primer jugador nacido en la década del 2000 pisaba una cancha representando al club. ¿Su nombre? Lamine Diaby Fadiga. Con 16 años y 11 meses era la gran promesa desde que llegó con 13 años de edad. Ya era goleador de las selecciones juveniles de Francia y se perfilaba como el atacante del futuro.

Con 1,88 metros de estatura y gran técnica, llamó la atención de clubes como Juventus y Liverpool, pero terminó firmando contrato con el Niza en junio del 2018. Jugó 6 partidos en la temporada sin convertir goles, finalizando con una lesión en el tobillo que lo dejaba afuera hasta setiembre. La siguiente campaña traía esperanzas, hasta que el club decidió invertir 20 millones de euros en un rival directo: el danés Kasper Dolberg, de 21 años. De un perfil similar al suyo en lo físico, la llegada de Dolberg significaba perder una oportunidad de entrar al equipo titular.

Menos de un mes tras su llegada al club, Dolberg ya se encontró enfrentado con la institución y presentando una denuncia en la comisaría local. Es que alguien había robado su reloj del vestuario del club durante una práctica. No era cualquier reloj, era un Patek Philippe que costaba unos 70 mil euros. El club y la policía se comprometieron a encontrar al ladrón del reloj del jugador, quien incluso amenazó con dejar de jugar si no se resolvía la situación.

Tras una investigación, el club descubrió que el ladrón era un jugador: Diaby Fadiga, quien había vuelto a los entrenamientos el día antes del robo. El jugador admitió haber llevado el objeto y pidió disculpas, pero no lo devolvió porque lo había revendido. Este no fue el único caso en el club, ya que el año anterior también le robaron el reloj a Christophe Jallet, pero nunca se encontró al culpable.

Al Niza no le quedó otra opción: el contrato del juvenil fue rescindido por una falta disciplinaria grave. Según informaciones, el técnico Patrick Vieira exigió que fuera sacado del club porque no podía tener a un ladrón en su equipo. Tras la rescisión, Diaby publicó en sus redes sociales admitiendo el robo y diciendo que lo hizo por frustración y no por codicia. Mencionó que sentía celos por la llegada de Dolberg y que actuó de manera cobarde ante él. Ese mismo día firmó por el París FC de la segunda división de Francia.

EL RELOJ QUE PASÓ AL DESCENSO

Otro club marcado por la historia de un reloj es el Hamburgo, histórico club de la Bundesliga. Múltiple campeón a nivel local y europeo, tenía la distinción de ser el único de los equipos fundadores de la liga alemana en 1963 en no ir al descenso. Como conmemoración a este logro, en el 2001, tras la construcción de su imponente nuevo estadio, el Volksparkstadion, el club agregó un detalle muy particular: un reloj gigante en la esquina.

Este reloj no marcaba la hora, sino que iniciaba contando años, meses, días, horas y minutos: la cantidad de tiempo que llevaba el club sin ir al descenso, contando desde su primer partido en la primera división del fútbol alemán. Era un orgullo para los hinchas, quienes podían hacer saber a equipos como el Bayern Munich, Borussia Dortmund, entre otros, que sin importar cuántos títulos ganen, ellos todavía eran los únicos que evitaron la ignominia de descender o de no ser un fundador.

A partir del 2011 comenzaron unos nuevos problemas para el club, que no podía salir de la mitad para abajo de la tabla de la Bundesliga. Ya habían pasado 30 años desde su último campeonato y cada temporada podían escapar faltando pocos partidos. Durante cada definición, el reloj seguía presente como una presión adicional para los jugadores y técnicos. En la temporada 2017-2018 ya no fue posible: terminó descendiendo a la segunda división por primera vez. Para hacer peor el sufrimiento, los hinchas del Borussia Monchengladbach, equipo que enfrentaban en la última fecha, armaron un reloj en las gradas, contando los minutos que le faltaba al equipo para descender.

Tras bajar de categoría, la pregunta era qué haría el club con el reloj en su estadio. Primero el club decidió poner el tiempo transcurrido desde la fundación del club en 1887. Tras no poder subir de categoría al año siguiente, el club decidió remover el reloj del estadio, mencionando que no querían estar siempre mirando hacia el pasado y era hora de ver hacia el futuro.


DESAFIANDO LAS REGLAS CON LUJO

En estas semanas, otro jugador también estuvo en la mira por su uso de relojes, pero esta vez en el fútbol americano. El receptor Odell Beckham Jr., jugador de los Cleveland Browns, sorprendió a muchos cuando jugó el primer partido de la temporada 2019 ante los Tennessee Titans con un reloj en la muñeca. No solo era algo poco común, sino que era un lujo de altísimo valor: el reloj era un Richard Mille valuado en casi US$ 200 mil.

Según el reglamento de la NFL, un jugador no puede utilizar elementos “duros” aparte de las protecciones por seguridad, pero no señala una prohibición de usar relojes o joyas. La liga publicó que era una infracción, pero que sería resuelta en días posteriores. Beckham respondió que seguiría usando el reloj como lo hace todos los días.

En el siguiente partido nuevamente utilizó un Richard Mille, esta vez uno con un valor de casi US$ 2 millones, pero solo durante el calentamiento previo al partido. Tras el partido, en las redes se cuestionó la autenticidad del reloj, mencionando que era falso y diferente al modelo original. Hasta ahora la liga no tomó medidas, pero Beckham ya no ha utilizado el reloj para evitar cualquier tipo de sanción o para que nadie se dé cuenta que utiliza relojes falsificados.

Así es como tres relojes han causado tres polémicas en este año en el deporte. Miles de atletas lo utilizan y clubes lo mantienen en sus estadios como símbolos, pero para otros su presencia lleva a decisiones como la de Lamine Diaby, quien estuvo dispuesto a rifar su carrera por llevarse un aparato que hace mucho más que solo marcar la hora segundo tras segundo.


Fuentes:

1- “Nice : Lamine Diaby-Fadiga, excuses et explications” - Diario L’Equipe

2- “Odell Beckham Jr. Wore an Almost-$200,000 Watch During a Real NFL Game” - Revista GQ

3- “Legendary Hamburg stadium clockisnomore”. DPAInternational.

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