• Por Juan Pablo Zaracho @laespadasagrada 
  • Fotos: FC Bayern / Getty Images 

Existen pocos clásicos de ciudades tan desparejos como el de Munich: un equipo que es potencia mundial como el Bayern Munich frente al pobre 1860 Munich que languidece en las ligas de ascenso. Pocos saben que esta historia podría haber sido al revés si no hubiese sido por un golpe en un torneo Sub 14 que terminó cambiando el rumbo de uno de los mejores jugadores de la historia.

Esta semana Uli Hoeness, presidente del Bayern Munich, estuvo involucrado en pleno escándalo con la selección de Alemania. Según reportes periodísticos, Hoeness amenazó con no permitir a sus jugadores ir a jugar con la selección si el arquero Manuel Neuer perdía la titularidad ante Marc-André Ter Stegen, algo inaudito que demuestra el poder que tiene el equipo en el país. El camino a ser un leviatán en el mundo futbolístico para muchos conocedores no comenzó en un partido definitorio, sino en un enfrentamiento entre equipos juveniles, en el que la decisión de uno de los jugadores cambiaría la historia de dos clubes y del deporte bávaro para siempre.

1860 VS BAYERN, RIVALES EN MISMOS TÉRMINOS

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La ciudad de Munich a mediados de la década del 60 tenía a dos grandes clubes que se disputaban la popularidad y los méritos deportivos: el 1860 Munich y el Bayern Munich. El 1860 se fundó como un club de gimnasia, pero a finales del siglo XIX empezó a implementar el fútbol en la institución. En otra parte de la ciudad, miembros del gimnasio MTV 1879 se separaron del mismo porque el club decidió no permitir a los jugadores unirse a la federación alemana, creando así el FC Bayern Munich.

Durante las siguientes décadas, cada uno fue luchando por su lugar de prevalencia dentro del apoyo de los hinchas en la ciudad. El 1860 era un club con arraigo en los barrios más de clase trabajadora, mientras que las zonas más acaudaladas de la ciudad terminaban apoyando al Bayern. A nivel deportivo, ambos equipos iban turnándose viendo cuál de ellos era el equipo más exitoso de la ciudad. Esto era fácil de comprobar, ya que ambos jugaban en el mismo estadio, el Grunwalder.

Durante la década del 50 cada uno iba llevando el estandarte como el equipo más exitoso de la ciudad, pero ninguno de ellos podía tener un período en que domine la competencia. Tras años de negociaciones, en 1963 se realizó la primera liga nacional, conocida como Bundesliga. Según las reglas del torneo, solo un equipo por ciudad podía ser parte en la temporada inaugural. Como habían ganado el año anterior su liga regional, fue el 1860 el primer representante de Munich en la competencia. El Bayern pudo ascender dos años después, pero a nivel juvenil ya se había dado el cambio que comandaría el destino del club a lo más alto del país y el continente.

LA DECISIÓN DEL KAISER

Entre uno de los tantos jóvenes que buscaban un lugar en primera división estaba un niño de nombre Franz Beckenbauer. El adolescente de 13 años jugaba de delantero en el modesto SC 1906 Munich y en la final del torneo Sub 14 de Neubiber debía enfrentar al 1860 Munich. En la ronda de semifinales había eliminado al Bayern, quedando así de frente contra el otro gran equipo de la ciudad.

Para Beckenbauer, el 1860 no era cualquier rival; era el equipo en el cual soñaba jugar. Vivía en un barrio de clase obrera, lo que lo vinculaba con el club celeste. Tras varios años de jugar en el 1906 Munich, era el momento de buscar a uno de los clubes grandes de la zona. Por su atracción al 1860, había convencido a varios de sus amigos por fichar en el club al finalizar el año. Todo parecía encaminado para que el club se lleve a quien se terminaría convirtiendo en el más grande jugador alemán de la historia.

Fue aquel torneo Sub 14 el que cambió el destino de esta historia. Durante la final, uno de los defensas del 1860 decidió que debía patear constantemente a Beckenbauer para sacarlo de concentración y así desconectarlo mentalmente del partido. Tras recibir varias faltas, el futuro Kaiser se cansó y lanzó una patada con cierta violencia. El golpe tumbó al defensor, quien para vengarse de su sorpresiva caída le dio un sopapo en la cara a Beckenbauer.

Tras la trifulca, terminó el partido, pero algo había cambiado. Beckenbauer decidió que para él era mejor dejar de lado su decisión de ir al 1860 Munich porque “no podía tolerar” una política que permita a sus jugadores golpear a otros de esa manera. Esto lo llevó a dejar de lado el acuerdo para unirse al Bayern con todos sus amigos.

UNA BRECHA CADA VEZ MAYOR

La historia posterior es bien conocida. Beckenbauer debutó en 1964 y en los años posteriores ganó 4 Bundesliga, 3 copas de Europa, 4 copas de Alemania, 1 Copa Intercontinental, entre otros logros más, siendo uno de los mejores defensores de la historia del deporte. Mientras el Kaiser lideraba a su equipo a su máxima gloria, el 1860 caía en picada. De ser el primer equipo de Munich en la Bundesliga, terminó siendo el primer equipo de la ciudad en descender en 1970.

Aquel descenso terminó por sellar las diferencias entre ambos clubes. En 1972 el Bayern se mudó del estadio Grunwalder al estadio Olímpico, permitiendo a más gente ir a sus partidos y siendo contendiente cada año. Por su parte, el 1860 era un equipo que subía y bajaba con frecuencia de categoría, siempre sufriendo derrotas en el derbi de la ciudad, a tal punto que entre 1977 y 1999 nunca pudieron vencer al Bayern en un partido oficial.

En el 2005 ambos equipos volvieron a compartir estadio, el Allianz Arena. Muchos hinchas del 1860 se quejaron por el alto precio del alquiler del estadio, teniendo en cuenta que el equipo estaba en segunda división. En el 2017, el equipo termina descendiendo a la liga Regional, por lo que el Bayern decide terminar unilateralmente el acuerdo con el 1860 para compartir el estadio, llevando al club a volver al clásico estadio Grunwalder.

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Hoy el 1860 Munich se encuentra en la Tercera División de Alemania, peleando contra equipos pequeños la posibilidad de soñar con subir de categoría. Por su parte, el Bayern ha ganado 7 Bundesliga de manera consecutiva, un récord absoluto en la categoría. Pocos hubieran pensado que el golpe de un defensor del 1860 sería el detonante del cambio de la historia entre ambos equipos, pero es así como ocurrió.

Fuentes:

1 - “Tor: the story of German Football” - Uli Hesse Lichtenberger

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