• Por Juan Pablo Zaracho
  • @laespadasagrada

La Federación Italiana de Fútbol multó al Cagliari por un valor de 5 mil euros tras compro­bar que sus hinchas lanzaron botellas de plástico al campo de juego en su partido con­tra el Parma. Una resolución así no generaría indigna­ción, pero al mismo tiempo, la Federación dictaminó que ‘no habían pruebas suficien­tes’ de cánticos racistas hacia Romelu Lukaku, jugador del Inter de Milán. Esta situación se suma a un problema sobre el racismo que no encuentra solución en el país.

HINCHAS Y PERIODISTAS RACISTAS

La situación que involucró a Lukaku se dio el 1 de setiem­bre, cuando el Inter visitaba la ciudad de Cagliari, en el estadio Arena Cerdeña, ubicada en la isla del mismo nombre. A los 72 minu­tos, el jugador belga rema­taba un penal para poner 2 a 1 arriba a los ‘nerazzurri’. Antes de rematar, parte de la hinchada local imitaba a sonidos de monos y silbidos, dirigidos al jugador. Convir­tió el penal y fue a festejar de manera desafiante frente a los hinchas que lo insulta­ron. Al terminar el partido hizo un posteo en Instagram denunciando el hecho y exi­giendo mayores acciones por parte de las federaciones para los casos de racismo.

Lo insólito del caso es que un grupo de hinchas salió a defender a los ‘ultras’ del Cagliari: la facción ‘Curva Nord’ del Inter. En una publi­cación en redes sociales, el grupo de hinchas recalcó que era un error que considere esos cánticos como racistas. Según ellos, esto solo era una forma de ‘poner nerviosos a los rivales’ y que incluso era una muestra de respeto a su nivel futbolístico y a ‘los goles que podría convertir’.

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Unos días después, Lukaku recibió un nuevo ataque racista, pero esta vez no de parte de unos hinchas, sino de un periodista: Luciano Passi­rani. El hombre de 80 años estaba alabando al delan­tero en su programa del canal Telelombardia, cuando dijo que la única forma de dete­nerlo era ‘teniendo 10 bana­nas para darle de comer”. Tras estas declaraciones, el canal decidió separar a Passi­rani del programa, alegando que tuvo una ‘terrible falta de lucidez’.

DISCRIMINACIÓN HISTÓRICA

Estos casos de discrimina­ción no son únicos en la his­toria del fútbol italiano. Una de las situaciones más repe­tidas se daba por cuestiones geográficas. Los barrabravas de clubes del norte del país, donde se encuentran las mayores industrias, apro­vechaban los partidos con­tra equipos del sur, especial­mente el Nápoli en la época de Diego Maradona, para discriminar a los sureños.

Algunas de las banderas contenían las frases ‘Bien­venidos a Italia’ y ‘Fuerza Vesuvio’, por el volcán que está al lado de Nápoles y destruyó la ciudad de Pom­peya en la era romana. Las frases también resaltaban la supuesta suciedad de los napolitanos, y los hinchas lanzaban barras de jabón al campo de juego.

Varios grupos de hinchas organizados, conocidos como ‘ultras’ en Italia, tam­bién mantuvieron lazos con grupos de extrema derecha. El grupo más conocido es el de la Lazio, cuyos miem­bros llevan banderas con esvásticas e insultos con­tra judíos a la cancha, ade­más de reivindicar al dicta­dor Benito Mussolini.

Uno de los casos más extre­mos fue el del delantero israelí Ronny Rosenthal, quien firmó por Udinese en 1989, pero a las 3 semanas su contrato fue rescindido por un problema en la espalda. Días después se supo que en realidad Rosenthal fue víc­tima de una campaña de ame­drentamiento por los Hoo­ligans Teddy Boys, grupo de ultraderecha del club, quie­nes pintaron esvásticas y la frase ‘Rosenthal, andá al horno’ por las paredes del club, llevando a los dirigentes a la rescisión. Rosenthal demandó al Udinese y final­mente ganó la demanda 7 años después, recibiendo una importante compensación.

En el caso de los jugadores negros, los cánticos racistas siempre fueron una cons­tante. En muchos casos los hinchas llevaban bana­nas inflables o cáscaras de banana para tirar a la cancha cuando uno de ellos pasaba cerca de la hinchada. Juga­dores como Ruud Gullit, figura estelar del Milan de Arrigo Sacchi, inició una campaña contra el racismo en la década del 90 para com­batir esta tendencia de los hinchas en Italia.

UN PROBLEMA DE NO TERMINAR

Estos actos racistas conti­nuaron siendo una cons­tante en los últimos años. En el 2009 un juez condenó a la Juventus a jugar un par­tido sin público debido a que sus hinchas gritaban insul­tos como “no existen italia­nos negros” a Mario Balote­lli, cuando este los enfrentó con el Inter. Un año después un partido entre Inter y el Cagliari fue detenido a los 3 minutos por cánticos racistas contra el delantero Samuel Eto’o, quien luego converti­ría el gol de la victoria.

El Cagliari es un equipo reincidente en cuestiones de este tipo. Desde el 2016 los hinchas del club han sido parte de hechos racistas, entre ellos el ocurrido con­tra Moise Kean, joven figura de la Juventus, en abril de este año. En aquella ocasión el partido fue detenido por tres minutos tras un festejo de Kean frente a la hinchada. El club ha pedido disculpas varias veces por estos hechos, pero nunca la Federación Ita­liana ha tomado la decisión de castigar a la institución, siempre citando una ‘falta de evidencia’.

En otro caso, hinchas del Verona supuestamente rea­lizaron cánticos racistas hacia Franck Kessie, juga­dor del Milan. La cuenta oficial del club en lugar de pedir disculpas, dijo que capaz los jugadores se ‘con­fundieron por el ruido’ y que no iban a aceptar acusacio­nes de esa índole.

En el otro extremo, algunos hinchas usan el espectro del racismo para amenazar a sus clubes. A comienzos de septiembre 12 líderes de la barra brava de Juventus fueron arrestados por aso­ciación criminal, lavado de dinero y extorsión. Los mismos intimidaban a los dirigentes de la Juventus, alegando que cantarían cán­ticos racistas en los partidos y recibir una sanción para jugar a puertas cerradas, al menos que reciban entra­das para ser revendidas a los demás hinchas.

Es así como algunos hinchas italianos pueden mantener posturas racistas y discrimi­natorias sin sufrir consecuen­cia alguna. Por las actitudes de la Federación Italiana, el problema no parece tener una solución rápida, pero el hastío de los jugadores víctimas del racismo podría llevar a una confrontación aún mayor.

Fuentes:

1 - ‘Romelu Lukaku: Monkey chants 'not racist,' says Inter Milan fans group’ - CNN

2- ‘Cagliari escape punishment over racist abuse directed at Moise Kean’ - The Guardian

3- ‘Sport Italia’ - Simon Martin

4- ‘‘Racism rot is deep’ in Italian football, says anti-discriminatory body Fare’ - BBC Sport

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