Cómo los deportes llamados de “fantasía”, una forma más para los fanáticos de compenetrarse con su modalidad favorita, se han convertido en una máquina de generar dinero para empresas, medios y las propias ligas que las manejan.

  • Por Juan Pablo Zaracho
  • @laespadasagrada
  • Fotos Financial Times, ESPN.com

El 16 de diciembre de 2007, el corredor de los Philadelphia Eagles de la liga de fútbol americano, Brian Westbrook, se esca­paba para una anotación ante los Dallas Cowboys. Una yarda antes de pasar la línea y sumar 6 puntos para su equipo se tira al piso. El equipo festejó la decisión del jugador, debido a que así hacía correr el reloj hasta el final del partido y ase­gurar la victoria por 10 a 6.

A pesar que fue una jugada inte­ligente, celebrada por el técnico del equipo, millones de hinchas no podían creer lo que había hecho Westbrook. Es que no era para menos, lo tenían en su equipo de liga de fantasía, y esa anotación hubiera permitido a miles de ellos ganar sus enfren­tamientos. Ahora, la pregunta es: ¿Qué es el deporte de fantasía y por qué tanta gente lo juega?

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EL OTRO HOBBY DEL FANÁTICO

El deporte de fantasía surgió en la década del 80 en Estados Uni­dos, cuando un grupo de amigos decidió armar una liga de béis­bol “paralela” en un juego elec­trónico, eligiendo jugadores de la liga y sumando puntos según sus actuaciones durante la tem­porada. Esto obliga a los juga­dores a proyectar cómo le irá a cada jugador en la temporada, tomando decisiones similares a las de un técnico del deporte.

Este nuevo formato, especial para los fanáticos de las esta­dísticas, rápidamente ganó popularidad entre los seguido­res de estos deportes. Algunos jugadores incluso utilizaron su conocimiento para escribir artículos de recomendación de jugadores, iniciando la indus­tria de las guías para deportes de fantasía, especialmente en ligas de fútbol americano.

Con la llegada del internet, el acceso a estadísticas y a forma­tos para armar las ligas faci­litó el acceso a las mismas, ya que antes el conteo de datos debía hacerlo un jugador a mano para cada equipo. Así, deportes como el basquet con la NBA, también se sumaron al “boom”. Además se crearon páginas exclusivas con conte­nido de deportes de fantasía, debido al creciente fanatismo de los “jugadores”.

UNA NUEVA INDUSTRIA

El creciente interés llevó a las propias ligas a impulsar las ligas de fantasía, debido a que los fanáticos que participaban de estos juegos en pro­medio veían los parti­dos en promedio un 20% que los hinchas comunes. Las páginas con contenidos estadísticos y proyecciones comenzaron a cobrar por sus servicios, ya que miles de ligas tam­bién tenían el condimento especial de las apuestas. Por ejemplo, en una liga de 20 jugadores, cada uno de ellos pone una cantidad de dinero. Al final de la tempo­rada, el ganador se lleva el pozo y el perdedor debe pagar una prenda. Esto llevó a jugadores a pagar por datos para asegu­rarse el premio y poder derro­tar a sus amigos.

En total, más de 50 millones de estadounidenses participan de alguna liga de fantasía, la mayo­ría de ellos de fútbol americano. Esto ha llevado a que la indus­tria alrededor de esta nueva forma de entretenimiento crezca a un valor que supera los 7 mil millones de dólares en estos tiempos.

EL FÚTBOL TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE

Las ligas de fantasía de fútbol han sido parte del panorama deportivo desde la década del 90 en Europa. En Argentina la fiebre del deporte también inició en los 90, con la creación del llamado “Gran DT”, hasta hoy un éxito rotundo del grupo Clarín. En Paraguay el último intento fue de la compañía telefónica que auspicia el fút­bol paraguayo, pero finalmente quedó en la nada.

La liga más exitosa de los últi­mos tiempos ha sido la de la Premier League de Inglaterra, que hoy tiene a más de 6 millo­nes de jugadores en la tempo­rada, más de 400 de ellos jugado desde Paraguay. Esta explosión fue facilitada por la aparición de la aplicación de la Premier Lea­gue, que incluye la liga de fanta­sía, permitiendo a los jugadores a realizar cambios y analizar sus equipos desde su celular.

En esta liga la clave es saber los puntajes: cuánto se suma por gol, por asistencia, vallas invic­tas, entre otros. Cada jugador tiene un monto, siendo los máximos goleadores y asisti­dores los más caros. Así, cada equipo tiene un monto fijo para elegir 15 jugadores, obligando al jugador a balancear su equipo sin solo comprar a los Mo Salah y Harry Kane de la liga.

El año pasado el ganador entre los millones de jugadores fue un neozelandés, que llevaba ya seis años participando, demostrando hasta qué punto se glo­balizó el juego, casi al mismo nivel que la propia liga.

CAMBIOS DE HÁBITO

La posibilidad que cada persona arme su propio plantel con juga­dores de diferentes equipos ha causado un cambio profundo en la forma de consumir el deporte. En décadas anteriores, uno seguía al equipo del cual uno es hincha, vibrando con felicidad y angustia cada par­tido que disputaban. Un juga­dor del “fantasy” no solamente sigue a su equipo, sigue también a los diferentes jugadores que ha elegido, sufriendo cuando se equivocan y festejando cuando suman puntos, incluso cuando el punto lo sumaron contra su propio equipo.

Este fenómeno convirtió a muchos participantes en hin­chas de jugadores, quienes están pendientes solamente de cómo les va a sus elegidos en cada fecha. Para entender esta forma de pensar, se han reali­zado varios estudios compa­rando a los hinchas tradiciona­les de equipos con los jugadores de ligas de fantasía.

En un estudio realizado por profesores de la universidad de Alabama y Tennessee, se concluyó que las relaciones entre amigos que jugaban una liga eran más competitivas que las que seguían a un solo club. Además, también se vio que los jugadores de ligas de fantasía podían deshacerse de aquellos jugadores que no les rendían o molestaba, algo que no puede hacer un hincha tradicional.

De esta manera, las ligas de fan­tasía se han convertido en una nueva vía de consumo para los fanáticos del deporte. Su cre­ciente influencia ha creado una industria multimillona­ria y ha cambiado la forma de consumir cada deporte, lle­vando a un nuevo tipo de fana­tismo. Lo único seguro es que esta nueva forma de entrete­nimiento seguirá creciendo. ¿Hasta dónde cambiará nues­tra forma de ver partidos de nuestra disciplina deportiva favorita? Eso aún está por verse.

Fuentes:

“The Relationship Between Fantasy Sports and Fanship Motivaations” - Andrew Billings, Brody Ruihley

“Kiwi beats out six million players to win worldwide Fantasy Premier League title” - www.stuff.co.nz

“Fantasy football, the $7 billion industry” - Fox Business

“How Fantasy Sport Participation Affects Fan Loyalty” - Michael Flanagan

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