Por Carlos Giménez, periodista, cultura@gruponacion.com.py

El techaga’u propició la vuelta al país de la guitarrista paraguaya y su reencuentro con el destacado músico cubano Paquito D’Rivera.

“Yo ahora tengo cuatro semanas que voy a descansar y que voy a estudiar el repertorio del disco que voy a grabar; mientras ‘Pinchi’ nos produce los arreglos para el material con el maestro Paquito D’Rivera”, anticipó Berta Rojas, durante la charla con la prensa del lunes pasado, sobre sus siguientes planes, luego del recital del martes denominado Techaga’u, junto con músico cubano.

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El emotivo y aclamado concierto en el BCP permitió este reencuentro en Asunción, luego de más de seis años, desde que el dúo obtuviera la primera nominación paraguaya al Grammy Latino, con su disco “Día y medio” (2012). La excelencia de Berta Rojas sumaría otras dos nominaciones por “Salsa roja” (2014) e “Historia del tango” (2015), incluyendo su radiante participación como presentadora del premio en el 2015, año en que hizo pública su sensibilidad y tenacidad en la lucha contra el cáncer.

Ese camino de excelencia que se vislumbró cuando apenas tenía 4 o 5 años de edad, y su oído musical la llevó a corregir una nota a su hermano en la guitarra, en un ensayo de su grupo. Ni el piano ni la carrera de Economía la separaron de la guitarra y con la música de Mangoré esa pasión se convirtió en un “sacerdocio”. La artista describe cómo vive su presente.

¿Qué te emociona cuando volvés a Paraguay?

–Vos sabés que ya desde que estoy tomando el vuelo para venir a Asunción ya parece que tu corazón late distinto. Esto, obviamente, no debe ser así, pero así lo siento. Siento una alegría enorme cuando estoy empezando a preparar mi maleta y pensando que vengo a casa.

Y lo importante también de la palabra “hogar”. Venir a tu hogar, venir a tu casa. Hay gente que pasa una vida sin encontrarse con su hogar y yo lo tengo en Paraguay. Entonces me siento muy privilegiada.

También debo decirte que me siento muy afortunada porque mi lugar de trabajo es un lugar muy hermoso, donde tengo el abrazo de colegas músicos, de enorme prestigio, de enorme trayectoria, con quienes se aprende y disfruto tanto. Así que me siento muy agradecida del hogar que tengo en Boston y feliz de poder siempre venir a mi hogar que es Paraguay.

CHORO DA SAUDADE

¿Cómo surge este Techaga’u junto con Paquito D’Rivera?

–Agustín Barrios componía su Choro da Saudade en el año 1929, cuando se encontraba en tierras brasileñas y ya tenía bastante claro que difícilmente volvería a su tierra. Ese sentimiento se transmite en esa como en otras de sus composiciones, y del que tanto Paquito como yo, que estamos en permanente viaje, conocemos mucho: un sentimiento que nos ha reunido el 6 de agosto para compartir con el cariñoso público paraguayo ese techaga’u que ningún otro idioma podría expresar mejor en palabras. Además, ya había transcurrido un tiempo considerable desde que nos volvimos a poner en sintonía a fines del año pasado para volver a tocar juntos.

¿Qué podés comentar sobre ese par de reencuentros con Paquito, en noviembre pasado en Boston y en mayo último en Miami?

–En noviembre pasado tocamos con Paquito en Berklee College, en su serie Berklee Meets, donde fuimos acompañados por una orquesta integrada por estudiantes, todo esto arreglado y dirigido por nuestros estudiantes que hicieron gala de su inmenso talento. Una orquesta integrada por jóvenes de 20 países nos acompañó. Fue un encuentro hermoso, hubo una química maravillosa con los estudiantes de la que ya considero también como un segundo hogar. Además, en una institución donde el jazz juega un rol tan importante, Paquito estaba en su salsa. Luego en Miami, para el Miami Guitar Society. La presencia de latinos en esa ciudad siempre nos da esa sensación de calor de hogar, de hermandad y compañerismo. La vida nos convoca una vez más para renovarnos en la amistad y en la alegría de hacer música juntos.

LOGROS RECIENTES

Desde setiembre del 2017, Berta Rojas se convirtió en la primera latinoamericana en unirse al Departamento de Guitarra de la prestigiosa Berklee College of Music, en Boston (EEUU), como profesora asociada. En julio pasado, también se convirtió en la primera mujer en recibir la distinción Guitarra de Plata en México, en la edición 22 del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco.

Aunque en un año sabático con proyectos como la gira didáctica por colegios, que realizó durante 10 años, o el ensamble Pu Rory, que dirige, la artista tuvo una treintena de actividades este año, en Estados Unidos, Canadá, Japón, Argentina, España y México. Volvió a Paraguay desde diciembre del 2018, cuando compartió escenario con los brasileños Toquinho y Maria Creuza.

¿Cómo es tu rutina en Berklee College of Music? ¿Cómo vivís actualmente esta experiencia como docente?

–Enseñar es una faceta de mi vida laboral que me trajo muchas satisfacciones; en este momento de mi carrera el compartir con los jóvenes estos espacios de formación se constituyen como una recarga de energía, un permanente dar y recibir que es muy gratificante para mí.

Comentanos sobre tu año, ¿ha sido un 2019 cargado de viajes y conciertos en distintos puntos del mundo y aún queda una cargada agenda para los últimos meses?

–Ha sido un hermoso año, exigente pero lleno de satisfacciones. Me siento agradecida al Señor por la salud y por tantas bendiciones.

¿Cómo ha sido la experiencia de recibir la distinción Guitarra de Plata y compartir en el Festival de Taxco?

–No tengo palabras para expresar mi agradecimiento al pueblo taxqueño por este honor inmenso.

LEGADO

En cierto modo, dejaste de lado convenciones sociales (matrimonio, hijos, etc.) para construir tu trayectoria musical. ¿Sentís que tomaste muchos sacrificios en tu vida?

–No, no hay ningún sacrificio. Yo creo que soy una persona que ama mucho lo que hace. Y para mí está este camino de la música, es un camino al que le doy gracias infinitas porque me lleva en un viaje constante. No solamente de lo que se puede ver en un escenario, si no un viaje hacia mis adentros también. La música te permite eso, estar en comunicación con tu espiritualidad, con tu vida más profunda y eso me parece que nos permite explorar como otras capas de nosotros. Me siento con mucha felicidad con todas y cada una de las decisiones que tomé en mi vida.

¿Cómo considerás tu persona hoy en día?

–Hoy lo que veo es una etapa en la cual solamente quiero ser feliz, quiero caminar todos los días, comer saludable, trabajar para estar bien, para estar conforme conmigo, con mi vida, con mi música y sentir que dejo algo, que dejo algo en los jóvenes, para mi país, y una contribución para hacer de mi lugar, si puedo, un mejor espacio. Y en eso trabajo, creo que no tengo apuros, no tengo ansiedad. Solamente tengo ganas de disfrutar el día. Creo que trabajé muchísimo, creo que trabajé como por cuatro vidas y hoy ya no estoy allí. Quiero estar tranquila y bien.

¿Qué se puede anticipar sobre futuros proyectos? ¿Hay intenciones de realizar nuevas grabaciones?

–Sí, siempre llena de ideas que dejo decantar para ver qué queda resonando en mí. Espero pronto poder entregarle al público un nuevo trabajo.

¿Qué pensás sobre tu legado?

–Creo que es un poco difícil poner eso en palabras. Yo creo que con nuestra propia vida vamos a ir trabajando en eso. Creo que con cada opción que tomamos todos los días, vamos dejando de alguna manera nuestro recuerdo.

Vente chica a comer unos frijoles conmigo”

“Convocar a Paquito significaba la posibilidad de sacarle a la música de Barrios del nicho de la guitarra clásica, y proyectarla hacia un público más diverso y más sensible hacia lo ecléctico de la música de Barrios, quien supo combinar muy bien la música popular con la música clásica, con la idea de llevar el show a las salas más importantes de las capitales a las que llegaríamos con el proyecto”, explicó Berta Rojas con relación a cómo llegó Paquito D’Rivera, hace una década, a su ambicioso proyecto “Tras las huellas de Mangoré”.

La guitarrista relata cómo se dio esa conexión: “Cuando esbocé esta idea y soñé con la posibilidad de un dúo con Paquito D’Rivera, vino a mi memoria el relato de una amiga que lo había conocido personalmente en los festivales de jazz de La Pataia en Uruguay. Le escribí contándole de este sueño. Ella le escribió enseguida y en pocos días, una fría mañana de enero en Washington DC, recibí la llamada de Paquito diciendo: ‘Vente chica a comer unos frijoles conmigo en New Jersey y conversamos’”.

“Fue amor musical a primera vista, tanto de Paquito para con la música de Barrios, como también entre nosotros dos; la conexión fue instantánea y fluyó una hermosa sintonía que con el correr del tiempo fue en aumento. Esta relación musical nos ha traído alegrías inmensas. El Banco Itaú nos dio su respaldo y puso en marcha el proyecto; un equipo de producción en Paraguay coordinó cada una de las sedes hasta donde el dúo se presentaría llevando la música de Barrios”.

MUNDO Y MEDIO

“Paquito, por su parte, cuanto lo invité a unirse al proyecto, antes de que terminara de hablar, él ya había decidido que no se perdería aquella aventura por nada del mundo. Me pidió que lo visitara en su casa, así que emprendí viaje con mi guitarra, grabaciones, música impresa y publicaciones biográficas sobre Barrios, cuya obra él ya venía escuchando desde sus días de conservatorio en su pueblo natal”, recordó Rojas sobre ese extraordinario encuentro, ocurrido a comienzos del 2011.

El primer espectáculo de Berta con Paquito sucedió el 9 de setiembre del 2011, en el Teatro Coliseo, de Buenos Aires (Argentina); y continuó el 11 de setiembre en Asunción, en el BCP. La gira los llevó por los 20 países que Barrios recorrió entre 1925 y 1939, incluyendo: Chile, Uruguay, Brasil, Guyana Francesa, Martinica, Trinidad y Tobago, Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México, Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Cuba. Cerró el 1 de noviembre del 2014, en San Salvador, El Salvador, donde falleció Mangoré, el 7 de agosto de 1944.

El dúo volvió a Asunción el 26 de setiembre del 2012 para presentar su disco “Día y medio”, nominado al Grammy Latino al Mejor álbum instrumental, cuyo título evoca el escaso tiempo que tuvo D’Rivera en su primer viaje a Paraguay, exclusivamente para grabar el material.

Hubo otra fugaz visita, en noviembre del 2013, ocasión en que el músico cubano fue declarado “Hijo Dilecto” de la ciudad de Asunción. Tras la gira, el dúo volvió a reunirse en dos ocasiones en Estados Unidos, en noviembre del 2018, en el Berklee Performance Center de Boston, y el 25 de mayo pasado, en Miami. Luego de mundo y medio, Berta y Paquito se reencontraron en Asunción, el 6 de agosto último en el BCP, con su mágico Techaga’u. Adicionalmente, ambos artistas fueron distinguidos con el título honorífico “Doctor honoris causa” de la Universidad Nacional de Asunción.

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