Por Jorge Zárate, jorge.zarate@gruponacion.com.py

El cantautor argentino, de trascendencia internacional, habla en esta nota de la emoción del reencuentro con el Paraguay y, sobre todo, de una carrera que lleva 50 años y que festeja con una gira por todo el continente llamada “50 en Vuelo”.

Desde hace casi dos años viene girando por el continente presentando “50 en Vuelo” una celebración del mismo número de años que tiene con la música. El disco doble tiene colaboraciones de grandes artistas argentinos y del mundo como Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat y Pedro Aznar, por nombrar solo algunos. Allí repasa su increíble y prolífico cancionero que acompañó a varias generaciones donde “Todavía cantamos”, es un himno que siempre vuelve a la memoria del corazón latinoamericano. Aquí su charla con La Nación.

Tu último disco “50 en Vuelo” es una bella compilación de grandes hitos de tu carrera, ¿Cómo se siente ese repaso en vivo y en directo?

–Es un repaso de los 50 años que llevo con la música y con los pueblos de América Latina. Para mí fue siempre una relación maravillosa en la que he coincidido con las expectativas de libertad en la lucha por los derechos de los hombres, por nuestras democracias, si de algo me puedo sentir orgulloso es de mantener esta relación con la gente. Es una gira en la que estoy con 5 músicos, con una gran despliegue técnico.

Hay un trabajo tuyo de encuentro y reivindicación de los pueblos originarios, se recuerda siempre aquella tu gran obra “Taki Ongoy”, ¿el mundo guaraní te despierta interés?

–Últimamente estuve poniendo la mirada en el pueblo mapuche que ha venido sufriendo represiones, en todo sentido, por la cuestión territorial que se está dirimiendo aquí en la Patagonia argentina, que es un territorio muy rico desde el punto de vista minerológico, del petróleo, etc. Han sido permanentemente echados de sus territorios, sencillamente por estar viviendo en una zona de riquezas.

En lo que hace a los guaraníes, claro que me llega con preocupación lo que le sucede a los pueblos originarios porque han sido diezmados en principio por la conquista española, una que se nos vendió desde el punto de vista educativo como beneficioso y que no hizo nada más que traer sufrimiento, abandono y marginalidad.

LA CANCIÓN LATINOAMERICANA

En tu recorrido por el continente, ¿Cómo ves la canción latinoamericana, esa lucha entre sus búsquedas profundas y el tremendo aparato comercial?

–Es muy difícil a veces hacer una evaluación sobre las calidades entre los artistas nuevos que aparecen, sencillamente porque los que dicen cosas tienen muy dificultado su trayecto porque los medios hegemónicos de comunicación se encargan de hacerlos desaparecer como lo hicieron en nuestra generación imponiendo con su poder otro tipo de gustos en la cabeza de la gente. Pero, sin embargo, hay algunos artistas que han horadado ese cerco, que lo han superado y terminan siendo como lo fuimos nosotros en algún momento ídolos de multitudes, estoy pensando en el caso de estos últimos días de René Pérez en Puerto Rico, quien lideró una marcha impresionante en contra de la homofobia y de la falta de atención de las expectativas populares del gobernador de ese pueblo junto con Ricky Martin.

MISS BOLIVIA Y EL RAP

¿Hay otros ejemplos que hayas visto?

–René (Residente) es uno de los más importantes, pero los hay en el rock, incluso en el trap donde hay letras que refieren a la realidad o Miss Bolivia ya en el rap que hablan de lo que sufren nuestros pueblos en América.

Es una etapa continental difícil con el regreso de las ideologías neoliberales...

Sí, especialmente veo con preocupación esto del Lawfare (judicialización de la política en América Latina) la justicia que tuerce las voluntades populares ayudados por los medios hegemónicos de una manera feroz. Es muy preocupante porque pareciera que los gobernantes populares van a ser pasto de este tipo de ataques y a su vez la que en definitiva es atacada es la expectativa popular, el sueño del que trabaja para conseguir lo que le corresponde cada vez se ve más mermado. Pasó en todos los países, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y preocupa.


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