Fotos de Fernando Riveros, Aníbal Gauto, Carlos Juri y Nadia Monges

Esta vez nuestro ojo se detiene en las imágenes que generó el día de furia de los taxistas de la capital. Un martes para el recuerdo de quienes quedaron atrapados entre la rabia, los cascotes, los balines y los gritos.

El poderoso gremio de taxistas anunció una medida de fuerza contra la vigencia de las opciones de Uber y Muv. El martes 22, desde la madrugada, se vivieron momentos de tensión debido a la acción del llamado “enjambre amarillo”, que copó las intersecciones de las avenidas y calles más importantes de la ciudad. Hasta allí, todo se redujo a las quejas de quienes debieron ingresar a la capital desde las ciudades aledañas con sus vehículos que encontraban los distintos cruces totalmente abarrotados de vehículos que esperaban pacientemente que los coches amarillos avanzaran en busca de su objetivo, la Municipalidad de Asunción.

Al avanzar la mañana, ya frente a la sede de la intendencia capitalina, se desató la tormenta. Hubo conatos de violencia, agresiones verbales, luchas “cuerpo a cuerpo” de enardecidos conductores de taxi. Luego de los encendidos discursos de sus dirigentes más notorios y muchos momentos de tensión y miedo entre los funcionarios municipales que debieron protegerse ante el ingreso de los manifestantes al edificio, lo que fue abortado por las escasas fuerzas del orden dispuestas en el lugar.

La policía se vio desbordada por momentos y la cosa pasó de colorida protesta a un fuerte encontronazo entre las fuerzas del orden y los manifestantes. Hubo balines de goma, golpes, carros hidrantes y cascotes que volaban peligrosamente desde la zona de los taxistas.

Todo volvió a la calma al día siguiente, mientras algunos pocos mantenían la anunciada vigilia ante la Municipalidad. Por ahora.