El 23 de julio de 1986 se casaron en una boda que todos admiraron por la frescura que mostró al mundo la pareja formada por el hijo de la reina Isabel y la pelirroja simpática. Una seguidilla de crisis y escándalos los llevó al divorcio hace 20 años, pero... viven bajo el mismo techo y se llevan de maravillas. Algunos afirman que están a punto de volver a casarse. ¿Será verdad?
Sarah Ferguson y Andrés, duque de York, estuvieron festejando con sus hijas el aniversario de su boda, ocurrido el 23 de julio de 1986. No sería nada raro para una pareja que en público parece llevarse estupendamente bien y que además, vive bajo el mismo techo en plena campiña inglesa como cualquier pareja de royals... Salvo porque Sarah y Andrés están divorciados desde hace veinte años.
El pasado 23 de julio se cumplieron 33 años de la magnífica boda en la Abadía de Westminster. La pareja, que ha mantenido una relación más que cordial como divorciados, sigue siendo protagonista de múltiples rumores ante un posible regreso. Ellos se conocieron desde que eran niños. En un libro autobiográfico que ella publicó en tiempos difíciles, cuando ya no tenía dinero y estaba vetada su presencia en los eventos familiares de los nobles británicos, ella relata historias como las que se escondía y entraba a los partidos de polo que jugaba su padre, Ronald Ivor Ferguson, para jugar con otros niños, entre los que se encontraba su futuro esposo. Sin embargo, no fue hasta la adultez cuando la relación se convirtió en amor. Todos afirman que fue Diana de Gales quien invitó entonces a “Fergie” (como siempre la llamaron) a una fiesta tras las carreras de Ascot, en Windsor, y allí los jóvenes comenzaron a hablar.
BODA DE ENSUEÑO
Luego del compromiso en marzo de 1986, con el comentado anillo, que fue un bello rubí birmano (del color del cabello de Fergie) rodeado de un círculo de diamantes en forma de flor, vino la fastuosa boda en la catedral, apenas 4 meses después del compromiso. Fueron 2.000 los invitados y todo el pueblo que vio el apasionado beso que se dieron en el tradicional saludo en el balcón de Buckingham. Ella estaba linda, aunque su taje de satín bordado y brocados fue criticado por algunos que lo consideraban “anticuado”. A ella no le importó, estaba feliz con su padre del brazo y llevando en la cola del traje las iniciales entrelazadas de ella y su amor. Dos años después, nació su hija Beatrice y dos años más tarde, Eugenia.
ESCÁNDALOS Y DIVORCIO
Poco más de un año del nacimiento de su hija menor, los rumores de peleas de la pareja de York, debido principalmente a las largas ausencias de Andrés, cuya carrera naval lo mantenía alejado de la casa, fueron en aumento. Luego, se condimentaron con supuestas infidelidades de la propia duquesa, “demasiado natural y alegre”, según opinaban algunos más conservadores. Luego de que aparecieran algunas –o varias– fotos y declaraciones comprometedoras, se anunció la separación después de 6 años de casados. Cuatro años después, se divorciaron legalmente y con el tema del dinero hubo un acuerdo nada beneficioso para ella. Solo 4 millones de dólares, que no eran nada. Sarah, años después, relató a Harper’s Bazaar que entonces la reina le preguntó “¿Qué necesitas Sarah?” a lo que ella respondió: “Solo tu amistad, lo que le debe haber sorprendido a la reina, ya que creería que le iba a proponer un acuerdo económico más importante”.
¿AMIGOS O MÁS QUE ESO?
Desde la separación, la pareja ha mantenido una buena relación frente a la prensa. Se los ha fotografiado juntos en ocasiones, a pesar de la acostumbrada “veda” que pesa sobre los que dejan de formar parte de la familia real. Se piensa que ya desde el 2008, Sarah regresó a vivir, calladamente en las residencias reales y que a pesar de la vigencia del divorcio, ambos viven en el Royal Lodge de en Windsor. También comparten el chalet de esquí, el centro suizo en el que la recién casada hija de ambos, Eugenia, conoció a su marido. Los rumores del regreso de Sarah y Andrés volvieron a encenderse en el 2018, cuando la reina Isabel dio su autorización para que Sarah asistiera a la boda real del príncipe Harry y Meghan Markle en mayo pasado. Luego de ello, han asistido juntos a los eventos más importantes como el Royal Ascot y partidos de polo. También han ido de vacaciones juntos en Bahrein con Beatriz y su novio Edoardo Mapelli Mozzi. En la cuenta oficial de Instagram de Ferguson también es posible ver la buena relación que sostienen.
Entonces, todos se preguntan si no harán historia dentro de la realeza británica –y del mundo– casándose nuevamente. Viendo sus gestos de cariño, todos piensan que eso puede llegar a suceder. Sería toda una novedad en el mundo de los Royals.