El lunes viaja al Mundial de Corea y en agosto a los Panamericanos de Perú. Clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es su mayor objetivo. Por eso, “no sale de la pileta” y sueña con regresar con medallas.

Se levanta a las 5:00 para entrenar a doble turno de lunes a sába­dos. Entre pileta y gimnasio transcurre la vida de Benja­min Hockin. El “tiburón”, o el “delfín”, como le dicen, es el emblemático abande­rado de la natación para­guaya. “Benji” sigue dando brazadas entre los mejores de la élite internacional. Su gran sueño es representar por tercera vez a Paraguay en Tokio 2020 y alcanzar su cuarta presencia en unos Juegos Olímpicos. Física­mente y sicológicamente se siente pleno a sus 32 años. En este momento maduro de su carrera ha logrado mejores tiempos que cuando era un inexperto nadador. Este mes va al Mundial de Corea. En agosto se presenta al Pana­mericano de Lima, Perú, donde peleará la ansiada clasificación a Tokio 2020. Quiere subir al podio y col­garse algunas medallas de oro, plata o bronce. Y ese sueño lo desvela y lo impulsa.

“GRACIAS A MAMÁ”

¿Cómo fue su inicio en la natación? "Gracias a mamá", dijo a La Nación. Es el mayor de tres hermanos. Todos nacieron en países diferen­tes por esas cosas del des­tino: Benjamin en Colombia, Charles en España y Andrew en Paraguay.

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Su mamá utilizó el agua como terapia para tranquilizarlos, ya que llegaron muy segui­dos al mundo. “Siempre estu­vimos en una pileta, bañera o latona, rodeados de agua”, recuerda “Benji”. Charles sigue representado a Para­guay, Andrew lo hizo hasta los 12 años. Hubo un tiempo en que los tres nadaban.

La carrera del mayor de los Hockin comenzó a nivel nacional a los 7 años. Hasta los 12 perteneció al Club Internacional de Tenis. Luego pasó al Deportivo Sajo­nia, donde hasta hoy sigue.

Representó al país en suda­mericanos juveniles y otros torneos internacionales hasta los 15 años. Vivió en España brevemente y luego fue a entrenar durante cuatro años a un Centro de Alto Ren­dimiento del Reino Unido. Ahí se dio su primera clasifi­cación para un campeonato europeo con el equipo britá­nico. Después de un mundial, como parte de Gran Bretaña, fue a sus primeros Juegos de Olímpicos en Beijing 2008. Llegó a la final olímpica en posta 4 x 100. Representó a Gran Bretaña hasta el 2009. Regresó nuevamente a Para­guay en enero del 2010.

COMPETENCIAS Y OBJETIVOS

Benjamin Hockin encabeza el team paraguayo que viaja mañana (15 de julio) al Cam­peonato Mundial de Nata­ción, que se celebra del 21 al 27 de este mes en Guanju, Corea. Vuelve a Paraguay para posteriormente partir a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú. La competen­cia de Natación es del 6 al 10 de agosto. “Estas dos com­petencias son el objetivo del año en la antesala a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Es un momento muy importante en lo que se refiere a la prepara­ción del equipo paraguayo”, asegura “Benji”.

– ¿Hay posibilidades de conquistar medallas?

– Esperemos que sí. Los Jue­gos Panamericanos son prio­ridad para mi por una cues­tión de preparación. Es muy difícil conseguir una meda­lla en un campeonato del mundo. En los Juegos Pana­mericanos ya tuve la oca­sión de estar en el podio en el 2011 (Medalla de Bronce en los 200 metros libres). La dis­tancia ha disminuido hoy con 32 años. Mis pruebas priori­tarias son 50 y 100 metros. Me siento más cómodo en la prueba de 100 metros libres. Inclusive, este año pude bajar mi mejor marca de toda la vida. Eso es algo increíble. Después de 10 años prácti­camente pude reducir casi 10 centésimas. Suena poqui­tísimo. Me propuse reducir una centésima por año. Hay un gran esfuerzo detrás. Algo que en el último año he con­solidado. Se debe al trabajo que estamos realizando en el equipo. Hay personas que están apostando por estos resultados.

¿Cuál es tu máximo sueño hoy?

Estar en Tokio 2020. Serían mis cuartos Juegos consecutivos. Son 16 años de estar dentro de la élite. Año a año es más difícil. Mis entrenamientos cambiaron mucho. Están más enfoca­dos en la recuperación. No entendimos eso al comienzo. Insistíamos con las prácti­cas y no le dábamos mucha importancia. El proceso de recuperación es más lento a medida que uno va cre­ciendo. Ese ha sido un fac­tor importante para conse­guir logros. Sobre todo este año, que bajaron mis mejo­res marcas con relación a cuando tenía 20 años.

UNA DURA RUTINA

Salvo los domingos, “Benji” va religiosamente al Cen­tro Acuático Nacional o al Club Deportivo Sajonia. Se combinan los lugares más propicios para los entrena­mientos del team paraguayo. Todo está orientado al tra­bajo específico. Si es preciso hacerlo en pileta olímpica, o en una de 25 metros. Nor­malmente hay dos sesiones dobles de agua, de mañana y tarde, con gimnasio de por medio. También está el cui­dado “invisible”. El que siem­pre importa para el éxito. Se insiste en el buen descanso, la buena recuperación, ade­más un plan alimenticio integral.

Presiones para conseguir una pileta

La inauguración del Centro Acuático Nacional se dio gracias a los logros conseguidos a nivel internacional.

La habilitación del Cen­tro Acuático Nacio­nal (CAN), que está dotado de una infraestruc­tura de primer nivel, en parte fue posible gracias a la histó­rica Medalla de Bronce que obtuvo Benjamin Hockin en los Juegos Panamerica­nos de Guadalajara 2011. Es la primera y única medalla de Paraguay en la natación a nivel panamericano.

“El Centro Acuático Nacio­nal forma parte del predio del Banco Central del Paraguay. En un 70 u 80% ya estaba la infraestructura. Quedó abandonada en su mismo estado por años después de la caída de la dictadura”, recuerda Hockin.

Dotar de esta infraestructura para la natación paraguaya “fue mediante presiones al gobierno de entonces. Está­bamos consiguiendo logros internacionales y no tenía­mos ni siquiera una pileta olímpica donde entrenar. Salíamos afuera y teníamos

que competir en pileta olím­pica. Mi clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se dio antes. Este predio se refaccionó y reinauguró en el 2014”, afirma.

El Centro Acuático Nacional no tiene nada que envidiar a las grandes sedes de otros países. En sus instalaciones se realizó un Campeonato Sudamericano de Natación por primera vez en el 2016.

FICHA PERSONAL

Nombres: Benjamin Thomas.

Apellidos: Hockin Brusquetti.

Apodo: “Benji”.

Fecha de nacimiento: 27 de setiembre de 1986.

Lugar: Barranquilla/Colom­bia.

Nacionalidades: Paraguaya/ Británica.

Altura: 1,95.

Peso: 93 kg.

Club: Deportivo Sajonia.

Estado civil: Casado.

Título Universitario: Licen­ciado en Relaciones Interna­cionales de la Universidad Americana.

Idiomas: Español-inglés.

Frase de vida: “Dar todo siempre, aún cuando creas que ya no es posible”.

Hobby: Conocer lugares del interior del país en los ratos libres.

Ídolo: Michael Phelps (EEUU).

FAMILIA

Padre: Colin Hockin.

Madre: Marta Brusquetti de Hockin.

Hermanos: Andrew y Charles Hockin.

Esposa: Giulietta Mora.

EQUIPO

Entrenadores: José Lobo y Martín Lezcano.

Preparador físico: Marcial Centurión.

Psicólogo: Comité Olímpico Paraguayo (COP).

Nutricionista: Lic. Cynthia Estigarribia.

Fisioterapeuta: COP y MyLife.

Médico: Dr. Juan Quiceno.

DE TODO UN POCO

MODALIDADES

“En el Campeonato Mun­dial voy a estar nadando 50, 100 mariposa y 100 metros libres. En los Juegos Pana­mericanos, voy hacerlo en 100 mariposa, 100 libres y 50 libres”.

PRESENTE Y FUTURO

“Hoy veo nadadores con 13 y 14 años, que ya están ganando medallas internacionales. Es el caso de Maximiliano Bení­tez y Luana Alonso. Ambos se están proyectando para llegar al equipo paraguayo de mayores”.

QUEDÓ ÚLTIMO

“A los 15 años fue mi pri­mer Campeonato Sudame­ricano en Medellín, Colom­bia, donde nadé la prueba de 1.500. Fue un torneo grande. Quedé último, a un minuto del penúltimo. Siempre les digo eso a los chicos. Es cuestión de tener paciencia y sacrificarse. Eso me ayudó a estar donde estoy”.

LA SANCIÓN

“La Federación Internacio­nal de Natación me san­cionó un año. Había repre­sentado a Gran Bretaña y casi inmediatamente a Para­guay. Tenía que hacer una pausa, que no se consideró. Ese período fue de mayo del 2010 a mayo del 2011, que no pude representar a Para­guay a nivel internacional. Terminó la inhabilitación y logré mi clasificación para el Campeonato del Mundo de Shanghái”.

TERAPIA DEL AGUA

“La Natación es un deporte de bajo impacto y uno de los más completos que hay. Cualquier persona lo puede realizar. Desde niños hasta las personas de tercera edad. El agua es una tera­pia espectacular. Tiene gran­des beneficios para las per­sonas que tienen problemas de columna y espalda. Tam­bién para los asmáticos y aquellos con problemas pul­monares. Ayuda a la circu­lación. Nunca es tarde para empezar a nadar”.

UN DULCERO

“Trato de cui­darme en la ali­mentación. Soy muy dulcero. De repente, ese es mi punto débil y no puedo comer todo lo que yo quisiera. Lo dulce es lo que más me gusta y hay muchas cosas que no puedo comer”.

TRES VECES OLÍMPICO

Representé a Gran Bretaña en esa ocasión. Fueron unos Juegos Olímpicos de gran magnitud. Todo era gigan­tesco como las instalaciones de la Villa Olímpica. Lo más increíble fue que Michael Phelps (EEUU), un ídolo mío, pudo conseguir algo histó­rico: récord de ocho meda­llas en Natación.

Logré mi clasificación con la Marca A compitiendo por Paraguay. Era volver nuevamente donde estuve entrenando durante mucho tiempo. Fue algo muy emo­tivo. Pude estar en la cere­monia inaugural portando la bandera paraguaya como abanderado de la delegación. Fue una experiencia inolvi­dable. Hice mi mejor registro por la mañana en la sesión de eliminatorias. No clasifi­qué a semifinales, que era el objetivo.

Mi clasificación se dio prácti­camente a último momento. Fue una experiencia inol­vidable. Estuve luchando con otros nadadores. Pude lograrlo casi un mes antes. Quería estar presente en Río. Pude disfrutar de estar entre los mejores del mundo, aunque no nadé mi mejor prueba. Y, obviamente, ver el crecimiento que ha tenido el team Paraguay en lo que respecta a preparación. Es un proceso largo, pero está dando sus frutos.

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