Es la Copa Libertado­res. Y un descuido puede llevar a cual­quier equipo al abismo. Es lo que le pasó a Cerro Por­teño en el torneo continen­tal, su gran obsesión, del que quedó una vez más eli­minado, esta vez, a manos de Estudiantes, tras su empate 0-0 de anoche en La Plata. Ese descuido, aunque haya tenido un rótulo de polé­mica, se dio en el partido de ida jugado una semana atrás de local, en la Nueva Olla, cuando un penal dudoso, sancionado sobre el final del partido, le dio la victoria al cuadro argentino, que con esa ventaja, trabajó el par­tido y logró su clasificación jugando de local.

Con un equipo bastante ofensivo, el Ciclón dio la cara en esta revancha, pero el problema fue que no todos estiraron parejo a la hora de buscar primeramente el gol que podría haber igualado la serie y eventualmente la victoria después.

Lo que se vio fue a un equipo azulgrana bastante prolijo en los primeros minutos, pero muy tibio en ataque. Aliseda, nuevamente, fue el único que se puso a tono con la temperatura del par­tido, pero no tuvo el acom­pañamiento de otros refe­rentes importantes como Juan Iturbe, muy apagado.

La salida temprana por lesión de Robert Piris da Motta fue otro contra­tiempo para el equipo de Diego Martínez.

En contrapartida, el cua­dro Pincharrata tampoco se preocupó demasiado en atacar masivamente, justa­mente por esa ventaja con la que arrancó el partido. Igual, cuando pisó el ace­lerador, fue más punzante que el cuadro azulgrana, teniendo como abande­rado a su extremo Cristian Medina, el mejor de su equipo.

De hecho, fue su delantero Alexis Castro el que se per­dió la única ocasión real de gol en el partido, cuando remató incómodo y permi­tió la parada de Alexis Arias, ya en el segundo tiempo.

Los cambios que introdujo Diego Martínez tampoco dieron resultados a la hora de mejorar el ataque y el partido se acabó con pena para el Ciclón, al que le faltó mayor rebeldía para rever­tir la serie.

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